Santo Domingo,R.D.- La meta de lograr una solución a corto plazo al problema energético en República Dominicana está directamente ligada a la necesidad de continuar con la implementación de fuentes de generación energética alternativas a los derivados del petróleo, que además brindarían al país la oportunidad de mitigar un posible deterioro económico si Venezuela cambiara su política de cooperación actual.
Así lo afirmó Juan Bautista Vicini Lluberes, socio-director de VICINI, que administra inversiones a través del Fondo de Energía e Industria (ENI) en EGE Haina, quien enfatiza la necesidad de establecer una alianza público-privada para solucionar el problema energético en el país.
El empresario señaló que el proyecto de San Pedro de Macorís, de convertir las plantas actuales e incursionar en una planta nueva a gas de ciclo combinado, es la base fundamental para la construcción de una segunda terminal de importación de gas natural en el país.
El empresario destacó que Estados Unidos está contemplando la posibilidad de exportar gas natural, con la previsión de vender en los próximos cinco años más combustible que los demás países en un período similar, con excepción de Arabia Saudita en dos ocasiones, en los 80 y 90.
“Esta coyuntura representa una oportunidad de crecimiento para el mundo, que ha sido bloqueada por los precios de los combustibles”, expresó.
Explicó que en República Dominicana, con 700 magavatios instalados en San Pedro de Macorís a gas natural y una propuesta de 300 adicionales, se crearía un sistema económico que sustentaría una terminal adicional a la de Andrés, y ambas, comunicadas por un gasoducto de transportación, constituirían una infraestructura equivalente a estar conectados desde un pozo de ese combustible.
Vicini señaló que República Dominicana está ante una ventaja crucial por su ubicación estratégica y los tratados de libre comercio suscritos con Estados Unidos y los demás países de la región, que convierten al país en un punto clave para el establecimiento de un centro de redistribución regional de gas natural.
“A quienes se les ha presentado el proyecto en Latinoamérica han desestimado los proyectos que tenían programados porque no necesitarían algo a la escala que se puede lograr en República Dominicana, por lo que comprarían gas en menores volúmenes de lo que es rentable para una terminal”, refirió.
Destacó que en el caso del gas natural se utilizaría la misma ventaja que viabilizó el establecimiento del Puerto Multimodal Caucedo, que los barcos más grandes no cruzan el Canal de Panamá, por lo que el país, por su posicionamiento y sus relaciones comerciales, es estratégico para crear un centro de redistribución.
“Estamos apostando a que es la única solución que tenemos, con las ventajas necesarias para aprovechar una inversión de capital para lograr un resultado como ese”, destacó.
Arca San Mar
Desde la terminal, que será denominada Arca San Mar, en honor a Arturo Santana y Carlos Martí, pioneros en la importación y distribución de combustibles en el país, será llevada una tubería a la planta Haina turbo gas, que requeriría pasar un anillo por alrededor de la ciudad, lo que ofrece la posibilidad de llevar gas natural a las residencias de la capital.
La construcción de la terminal es el cuello de botella del proyecto, por lo que está contemplado que se edifique en etapas para garantizar una infraestructura de transporte, como buscar modalidades de almacenamiento flotante mientras se construye la terminal, que duraría alrededor de tres años.
La estructura, que está a cargo del Complejo GNL del Este S.A. (CGESA), tendrá una capacidad instalada de almacenamiento de combustible para suplir la demanda de 1,500 megavatios en la primera etapa.
Se hará una construcción modular a fin de que para ampliarla solo haya que trabajar en la regasificación y luego el almacenaje, sin bloquear el crecimiento de la capacidad, que es uno de los problemas que tienen otras terminales.
Vicini destacó que el proyecto se administrará con un modelo de negocio de acceso abierto, en el que la infraestructura estará al servicio del cliente que provea el gas.
“Es la modalidad que utiliza Promigas, que será el socio para la distribución, con vasta experiencia en Colombia, ampliando su red de distribución, llevando el gas a sus grandes clientes ancla, transportando el gas hacia estos por la red matriz de tuberías, de la cual luego saldrían redes con tubos de menor diámetro para las residencias, comercios e industrias”, señaló.
La idea es crear un mercado conjunto de gas en el que la nueva terminal estará al servicio de la primera, para que pueda ser utilizada como espacio de almacenamiento para una compañía como AES que es la más grande del continente en el sector eléctrico.
“Podríamos convertirnos en un puerto en el que en varios sitios se deposite gas y se recoja en otro punto, y se ha evaluado la posibilidad de que el país se considere para un índice del gas natural, porque ese combustible tiene la particularidad de que se intercambia en mercados en los que la diferencia de precio es muy grande”, refirió.
Así lo afirmó Juan Bautista Vicini Lluberes, socio-director de VICINI, que administra inversiones a través del Fondo de Energía e Industria (ENI) en EGE Haina, quien enfatiza la necesidad de establecer una alianza público-privada para solucionar el problema energético en el país.
El empresario señaló que el proyecto de San Pedro de Macorís, de convertir las plantas actuales e incursionar en una planta nueva a gas de ciclo combinado, es la base fundamental para la construcción de una segunda terminal de importación de gas natural en el país.
El empresario destacó que Estados Unidos está contemplando la posibilidad de exportar gas natural, con la previsión de vender en los próximos cinco años más combustible que los demás países en un período similar, con excepción de Arabia Saudita en dos ocasiones, en los 80 y 90.
“Esta coyuntura representa una oportunidad de crecimiento para el mundo, que ha sido bloqueada por los precios de los combustibles”, expresó.
Explicó que en República Dominicana, con 700 magavatios instalados en San Pedro de Macorís a gas natural y una propuesta de 300 adicionales, se crearía un sistema económico que sustentaría una terminal adicional a la de Andrés, y ambas, comunicadas por un gasoducto de transportación, constituirían una infraestructura equivalente a estar conectados desde un pozo de ese combustible.
Vicini señaló que República Dominicana está ante una ventaja crucial por su ubicación estratégica y los tratados de libre comercio suscritos con Estados Unidos y los demás países de la región, que convierten al país en un punto clave para el establecimiento de un centro de redistribución regional de gas natural.
“A quienes se les ha presentado el proyecto en Latinoamérica han desestimado los proyectos que tenían programados porque no necesitarían algo a la escala que se puede lograr en República Dominicana, por lo que comprarían gas en menores volúmenes de lo que es rentable para una terminal”, refirió.
Destacó que en el caso del gas natural se utilizaría la misma ventaja que viabilizó el establecimiento del Puerto Multimodal Caucedo, que los barcos más grandes no cruzan el Canal de Panamá, por lo que el país, por su posicionamiento y sus relaciones comerciales, es estratégico para crear un centro de redistribución.
“Estamos apostando a que es la única solución que tenemos, con las ventajas necesarias para aprovechar una inversión de capital para lograr un resultado como ese”, destacó.
Arca San Mar
Desde la terminal, que será denominada Arca San Mar, en honor a Arturo Santana y Carlos Martí, pioneros en la importación y distribución de combustibles en el país, será llevada una tubería a la planta Haina turbo gas, que requeriría pasar un anillo por alrededor de la ciudad, lo que ofrece la posibilidad de llevar gas natural a las residencias de la capital.
La construcción de la terminal es el cuello de botella del proyecto, por lo que está contemplado que se edifique en etapas para garantizar una infraestructura de transporte, como buscar modalidades de almacenamiento flotante mientras se construye la terminal, que duraría alrededor de tres años.
La estructura, que está a cargo del Complejo GNL del Este S.A. (CGESA), tendrá una capacidad instalada de almacenamiento de combustible para suplir la demanda de 1,500 megavatios en la primera etapa.
Se hará una construcción modular a fin de que para ampliarla solo haya que trabajar en la regasificación y luego el almacenaje, sin bloquear el crecimiento de la capacidad, que es uno de los problemas que tienen otras terminales.
Vicini destacó que el proyecto se administrará con un modelo de negocio de acceso abierto, en el que la infraestructura estará al servicio del cliente que provea el gas.
“Es la modalidad que utiliza Promigas, que será el socio para la distribución, con vasta experiencia en Colombia, ampliando su red de distribución, llevando el gas a sus grandes clientes ancla, transportando el gas hacia estos por la red matriz de tuberías, de la cual luego saldrían redes con tubos de menor diámetro para las residencias, comercios e industrias”, señaló.
La idea es crear un mercado conjunto de gas en el que la nueva terminal estará al servicio de la primera, para que pueda ser utilizada como espacio de almacenamiento para una compañía como AES que es la más grande del continente en el sector eléctrico.
“Podríamos convertirnos en un puerto en el que en varios sitios se deposite gas y se recoja en otro punto, y se ha evaluado la posibilidad de que el país se considere para un índice del gas natural, porque ese combustible tiene la particularidad de que se intercambia en mercados en los que la diferencia de precio es muy grande”, refirió.
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