SANTO DOMINGO,R.D.- La responsabilidad civil en el marco del ejercicio de la medicina, se da no sólo en el ámbito de las relaciones privadas, sino también en el marco de los hospitales públicos, cuyas previsiones están contenidas en el artículo 148 de la Constitución. Partiendo de esto, en el desarrollo de este artículo abordaremos el tema de la responsabilidad desde el punto de vista del Derecho Privado. Las personas que acuden a un centro de salud, por la razón que sea entran dentro de la categoría de consumidores y usuarios de este servicio, en esta interacción entre médico, centro y paciente pueden ocurrir situaciones en las cuales el paciente se vea afectado en su salud y en sus intereses económicos. En este escenario entran las disposiciones establecidas en la Ley Sustantiva, Código Civil Dominicano, Ley No. 42-2001 General de Salud, el Reglamento Hospitalario, el Código de Ética Médico y de manera supletoria la Ley No. 358-2005, partiendo del hecho de que la salud es un servicio y por consiguiente encuentra protección en el ordenamiento jurídico.
En virtud de lo expresado precedentemente, la pregunta obligada es: ¿Cuándo un médico incurre en responsabilidad civil?, en este contexto para dar respuesta a esta inquietud, debemos destacar que el primer elemento que debe estar presente es el daño, si éste no está presente, no podemos hablar de responsabilidad, el segundo elemento es la culpa del médico ya sea por error, torpeza, impericia, acción u omisión, inobservancia de los protocolos médicos, etc. obviamente el paciente tiene una cuota de responsabilidad ( de cuidado, llevar el tratamiento, visita al médico, etc.). Ahora bien, debemos puntualizar que dentro de las eximentes de responsabilidad para el médico y el centro, tenemos hechos de fuerza mayor, imprevisible y los riesgos que conlleva someterse a un tratamiento quirúrgico.
En síntesis, colegimos que la naturaleza jurídica de la relación médico- paciente en principio es “contractual”, lo que implica una obligación de prudencia y diligencia a cargo del profesional de la salud. En ese sentido, habrá Responsabilidad Civil Médica, cuando se demuestre la relación o conexión entre el daño y la conducta, con excepción de los casos que no estén presentes elementos de fuerza mayor o que el daño sea el resultado de la actuación del paciente. -
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SANTO DOMINGO,R.D.-. El vicepresidente ejecutivo de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), Milton Morrison, informó ayer que la gran diferencia entre la energía producida por las empresas generadoras y lo facturado por las distribuidoras de electricidad se debe fundamentalmente a los altos niveles de pérdidas de energía que enfrentan éstas últimas,y por los bajos niveles de facturación que tienen las mismas.
El experto del sector eléctrico ofreció estas declaraciones, luego de que un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) mostrara que en el año 2015 en el país se produjeron 14,955 gigavatios por hora de energía, y sólo se facturaron 8,548, para un 57%.
“Es decir, no le facturan a todo el que le venden energía. El porcentaje aumenta un poco, porque hay una cantidad de energía que consumen los Usuarios no Regulados (UNR) que no son servidos por las EDEs, que al ser suplidos directamente por los generadores no entran a las operaciones de facturación de las distribuidoras”, indicó Morrison.
Sin embargo, explicó que ese porcentaje, el que se destina a los UNR, es menor a 10%, por lo que realmente las distribuidoras pierden un 33% de la energía que sirven.
Además, dijo que hay que diferenciar entre las perdidas físicas del sistema eléctrico y las pérdidas financieras. Afirmó que en términos concretos un kilovatio de energía físico no es lo mismo que un kilovatio en términos financieros por la distorsión del precio de la electricidad, los subsidios, entre otros.
El vicepresidente de la ADIE manifestó que este comportamiento no es exclusivo del 2015 y que ese resultado es muy parecido años tras años, ya que, lamentablemente, las empresas distribuidoras no han podido reducir las pérdidas de energía de manera significativa, según explicó.
“Para que se tenga una idea, las distribuidoras en el año 2009 perdieron el 36.2% de la energía servida, en el 2010 el 35.2%; en el 2011 el 32.9%, en el 2012 el 35.5%, en el 2013 el 33.1%; en el 2014 el 32.1% y en el 2015 el 31.1% por lo que se puede observar que no ha habido avance en este sentido, más bien el país ha perdido mucho dinero por no resolver este que es el principal problema del sector eléctrico”, expresó.