sábado, 28 de septiembre de 2019

Propone «mesa diálogo» para superar problemas Sistema Seguridad Social


SANTO DOMINGO.- El obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor Jesús Castro Marte, abogó por una «mesa del diálogo» para superar la confusa situación en que se encuentra el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS).
Explicó que los integrantes de esa mesa del diálogo podrán «exponer de manera abierta, honesta y sin artimañas sus mejores argumentos a favor de sus puntos de vista».
«Asimismo, tendrán la obligación de escuchar a los demás y no tratar de imponer su autoridad o poder económico», afirmó el prelado en un documento enviado a ALMOMENTO.NET cuyo texto íntegro publicamos a continuación:
«La búsqueda de protección de los seres humanos contra las enfermedades, la vejez, la invalidez y los desafíos de la naturaleza ha sido una constante que se remonta a sus mismos orígenes; de tal manera que la historia de la humanidad es una continua sucesión de intentos por alcanzarla. Pero la primera propuesta en firme para garantizar, desde el Estado, un mínimo de seguridad social a los trabajadores fue el sistema propuesto en Alemania por el canciller Bismark a finales del siglo XIX, y aprobado por el Parlamento el 15 de julio de 1883.  
Sin embargo, no es sino a partir del famoso informe Social Insurance and Allied Services, dirigido al parlamento inglés, del economista Sir William Beveridge, el 20 de noviembre de 1942, y la publicación en 1950 del ensayo Ciudadanía y Clase Social de T. H. Marshall (producto de una serie de conferencias dictadas por el autor en Cambridge en el 1949), cuando se generaliza en el mundo occidental la inclusión dentro de los derechos de ciudadanía, una segunda generación de derechos, llamados Derechos Sociales, entre los cuales destaca, el derecho a la seguridad social. Entre estos se incluyen, el derecho a la asistencia sanitaria universal, a la protección de la vejez y/o las discapacidades. Estos derechos se fueron incorporando dentro de las políticas públicas de los Estados siendo, con algunas diferencias, inicialmente establecidos en algunos países europeos, bajo el concepto de Estado del Bienestar.
En Latinoamérica y El Caribe el proceso de introducción de la protección social a los ciudadanos fue más lenta, marcado por el alto porcentaje de la población que vivía (y vive) en pobreza extrema. De ahí que, si bien muchos de los países latinoamericanos, desde mediados del siglo pasado ya habían creado normas dirigidas a la protección de las clases sociales menos favorecidas, en gran parte estaban concentrados en el sistema estatal de los seguros sociales, dirigido a un limitado mercado laboral. Ofreciendo una reducida atención en el área de la salud y un sistema deficiente de pensiones.
El concepto de “seguridad social”, como el derecho que tienen todos los ciudadanos a una cobertura integral de todos los riesgos y contingencias producto del desempleo, la enfermedad, la invalidez, la vejez y la viudez, entre otras contingencias, fue establecido como meta de todos los gobiernos latinoamericanos en el VI Congreso Iberoamericano de Seguridad Social que tuvo lugar en Panamá en el 1976. En dicho congreso se estableció que todo ciudadano, por el hecho de serlo, tiene derecho a la seguridad social en cumplimiento de los principios de universalidad, integridad, suficiencia, solidaridad, participación, subsidiariedad del Estado y pluralismo institucional.
En República Dominicana este concepto integral de seguridad social adquiere carta de ciudadanía el 29 de mayo de 2001, con la promulgación de la Ley No. 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS). En dicha ley se constituyen una serie de instituciones públicas, privadas y mixtas que, bajo la dirección del Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) tienen como tarea su implementación en todo el territorio dominicano.
Ahora bien, al Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) adoptar, con ligeras modificaciones, el modelo chileno de capitalización individual, en el cual se hace más énfasis en la sostenibilidad económica del sistema que la calidad y extensión del servicio a todos los ciudadanos, generó desde los inicios de su operación, una serie de posiciones encontradas dentro de los actores principales del sistema. El énfasis en la rentabilidad ha contribuido a deslegitimar y desmoralizar todo el funcionamiento del sistema, hasta tal punto en que se ha perdido gran parte de su esencia: el acceso universal de los ciudadanos a una asistencia médica integral y la garantía de un ingreso mínimo decente en el caso de invalidez, vejez y/o desempleo.
Los conflictos de intereses entre los actores, presentes desde el inicio de la promulgación de la ley, se han agudizado en la actualidad haciendo más difícil el funcionamiento del sistema. Frente a las propuestas de introducir modificaciones a la Ley 89-01 para mejorar su operatividad y direccionarla en la consecución de sus originales objetivos, las contradicciones se agudizan y dificultan la posibilidad de alcanzar un consenso entre las partes. Por un lado, las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) y las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), dominadas por el sector financiero, se encuentran enfrentadas a otras organizaciones de la sociedad civil como la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (ANDECLIP) y el Colegio Médico Dominicano (CMD); cada una defendiendo a toda costa sus propios intereses. Por otro lado, las instituciones que representan al gobierno dentro del sistema, muchas veces viciadas en sus objetivos de controlar el sistema, bajo la influencia de los intereses privados, se muestran impotentes de asumir su responsabilidad como directores del proceso.  
A todo esto, los diferentes actores, tanto públicos como privados, enzarzados en estériles disputas por tratar de maximizar sus propios beneficios, dejan de lado el objetivo principal del sistema: el ciudadano de a pie. Olvidando que, la finalidad del Sistema Dominicano de Seguridad Social es precisamente regular y desarrollar “los derechos y deberes recíprocos del Estado y de los ciudadanos en lo concerniente al financiamiento para la protección de la población contra los riesgos de vejez, discapacidad, cesantía por edad avanzada, sobrevivencia, enfermedad, maternidad, infancia y riesgos laborales” (art. 1 de la Ley 87-01). En este sentido, todas las instituciones del sistema solo lograrán alcanzar su propia legitimidad, cuando enmarquen sus actuaciones hacia el fin de alcanzar estos objetivos.
Para lograr superar la confusa situación en que se encuentra nuestro sistema de seguridad social, se hace necesario que todos los actores y afectados del sistema se sientan representados en torno a una mesa del diálogo a exponer, de manera abierta, honesta y sin artimañas, sus mejores argumentos a favor de sus puntos de vista. Teniendo presente, eso sí, que tienen la obligación de escuchar a los demás y no tratar de imponer su autoridad o poder económico.  Pero, sobre todo, que lo más importante de este diálogo sea reencausar las actividades de cada una de las instituciones para que se ajusten a los fines y objetivos originarios de nuestro Sistema de Seguridad Social.
Solo de esta manera se logrará un verdadero consenso que salve nuestro sistema de seguridad social».

viernes, 27 de septiembre de 2019

INCENDIO EN R.D.


Un pacto hacia la Cobertura Universal de Salud

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Santo DOMINGO,R.D.- La salud es una condición resultante, en un país o una región, de las dimensiones sociales, económicas y ambientales del desarrollo, porque como derecho humano fundamental e inalienable de todo ser humano, sin distinción de ningún tipo, el disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, es un logro integral centrado en las personas y que no debe dejar atrás a nadie, llegando primero a los más rezagados.
Por lo anteriormente expresado se explica que cada vez más se considera que es necesario un firme compromiso político y social de hacer frente al reto de financiar y crear un entorno propicio a todos los niveles para el desarrollo sostenible, con un espíritu de asociación y solidaridad nacional, en el que la Cobertura Universal de Salud sea fundamental para el logro de vidas sanas a lo largo de toda la vida y para el bienestar para todos, para alcanzar los objetivos de desarrollo social y económico relacionados no sólo con la salud, sino también con la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones; el aseguramiento de una educación de calidad; el logro de la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer; proporcionar trabajo decente y crecimiento económico; reducir las desigualdades; garantizar una sociedad justa, pacífica e inclusiva; y crear y fomentar actuaciones y gestiones participativas. La salud es la inversión más importante en el capital humano y el desarrollo social y económico, por lo que un compromiso político y social por la Cobertura Universal de Salud contribuye significativamente a la promoción y protección de los derechos humanos y al empoderamiento en ciudadanía de todas las personas.
Ahora bien, la Cobertura Universal de Salud implica que todas las personas tienen acceso, sin discriminación, a conjuntos determinados a nivel nacional de los servicios esenciales de salud de carácter promocional, preventivo, curativo, rehabilitador y paliativo necesarios, así como seguros, asequibles, eficaces y de calidad, sin exponer a los usuarios a dificultades financieras, con especial énfasis en los sectores pobres, vulnerables y marginados de la población.
Es por ello que debemos aceptar y promover que es indispensable e irrenunciable procurar que nuestros sistemas nacionales de Salud y de Seguridad Social sean sólidos, resistentes, funcionales, bien gobernados, receptivos, responsables, integrados, basados en la comunidad, centrados en las personas y capaces de prestar servicios de calidad, apoyados por una fuerza de trabajo competente en el ámbito de la salud, una infraestructura de salud adecuada, marcos legislativos, jurídicos y reglamentarios propicios, así como una financiación suficiente y sostenible.
Es irrebatible la premisa, cada vez más reconocida y aceptada por la ciudadanía, de que debe ser una realidad incuestionable el reconocer la necesidad de hacer frente a las desigualdades en materia social, económica y ambiental, con énfasis en la salud, mediante un gran pacto político y social, generador de planes y políticas nacionales, así como de cooperación internacional, centrado en dichos objetivos. Esto es lo que en estos días muchos actores sociales y políticos llaman Pacto por la Salud y que en los sistemas nacionales de Salud y Seguridad Social se denomina Plan Nacional Decenal de Salud (PLANDES), por lo que recientemente han hecho públicos, en un Foro Nacional, con participación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y países de la región, importantes elementos constitutivos de un Pacto por la Salud en el que se asumiría que la Estrategia de Atención Primaria Integral para la Salud (EAPIS) será imprescindible en su ejecución, porque pone a las personas en contacto por primera vez y toda la vida con las iniciativas y los servicios de salud ofertados e implementados por ambos sistemas, lográndose la Cobertura Universal de la Salud.
Este importante componente de un pacto político y social por la salud, que se expresaría en el Plan Nacional Decenal de Salud, es importante señalar que debe ser concebido, propuesto y aplicado reconociendo que la participación de las personas, en particular de las familias, la sociedad civil organizada con misiones en el campo de la salud, los gremios de la salud, las instituciones de educación superior, las iniciativas feministas, las asociaciones profesionales y las comunidades, es un componente básico de la gobernanza del sistema de salud y es clave a fin de empoderar plenamente a todas las personas para que mejoren y protejan su propia salud. La formulación y el consenso participativo, a nivel nacional y multisectorial, de un Plan Nacional Decenal de Salud (PLANDES), para la década 2020-2029, es la clave y la garantía de un verdadero Pacto por la Salud para la Cobertura Universal de Salud.

https://hoy.com.do/un-pacto-hacia-la-cobertura-universal-de-salud/

jueves, 26 de septiembre de 2019

Generadores: Crisis de fuel oil limita la generación plantas eléctrica


Santo Domingo,R.D.- La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) reconoce la limitación de fuel oil para generación eléctrica y asegura que garantizará el suministro de energía a las distribuidoras Edesur, Edenorte y Edeeste, para subsanar el inconveniente surgido en el despacho de fuel oil importado en la Refinería Dominicana de Petróleo (Refidomsa (PDV), por atrasos de barcos y tormentas en el Caribe.
En tanto que los generadores de energía esperan que la Refinería pueda solucionar el desabastecimiento de fuel oil en el corto plazo, situación que dicen afecta a más de cinco empresas generadoras que usan ese combustible.
El fuel es utilizado principalmente en plantas de generación eléctrica. La Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) dice que lamenta la situación generada con el abastecimiento de combustible, porque sin lugar afecta al sistema eléctrico y la generación que depende de derivados del petróleo y que tiene un peso de un poco más del 40% de la matriz de generación.
Según la ADIE, más de cinco generadoras han sido afectadas por este inconveniente, cuya indisponibilidad, por momentos, ha retrasado o impedido la entrada al sistema de centrales que fuera de esta situación estaban en plena capacidad de operar.
“Esta situación es un ejemplo de lo que hemos venido señalando, de la necesidad de lograr una planificación integral del sector eléctrico que contemple las áreas público y privada y que nos permita visualizar escollos y prevenir en beneficio del sistema y del servicio que entregan las distribuidoras de electricidad”, indicó la ADIE al Listín Diario.
Refidomsa también informó este martes que tuvo que devolver aproximadamente 84,000 barriles de fuel oil por problemas de compatibilidad con el producido localmente.
Comunicado de CDEEE
La CDEEE informó que aún cuando las empresas generadoras que utilizan fuel oil no han sido apagadas por completo, operan de manera limitada. Metaldom aporta 10 de sus 40 megavatios (MW); Palamara 50 de sus 100 MW; La Vega con 55 de sus 90 MW; la Compañía Eléctrica de Puerto Plata (CEPP) 40 de sus 55 MW, mientras que Laesa produce 85 de sus 110 MW; Bersal, que solo dispone 5 MWde un total de 25 y San Felipe, que ha entrada al sistema con 95 de sus 180 MW, para una limitación aproximada de 255 MW.
Además, coordina con las Edes para que la programación de interrupciones afecte lo menos posible a la población.
En su comunicado, la CDEEE informa que la unidad número 1 de Punta Catalina está aportando al sistema 370 megavatios, “que ha servido de paliativo para enfrentar parte del déficit de generación”.
Además, ayer se esperaba que producto de las lluvias, las hidroeléctricas aportaran 240 megavatios.
SEPA MÁS
Hay suficiente Gasolinas
Despacho normal La Refidomsa asegura que tomó precauciones con el despacho de la gasolina premium para que los clientes retiren los volúmenes programados para su consumo normal.
Espera embarque La Refinería informó que está despachando el fuel oil que es refinado en sus instalaciones y dice que pronto será normalizado el abastecimiento, ya que se espera un próximo embarque de 50,000 barriles a final de este mes.

miércoles, 25 de septiembre de 2019

EGE Haina ha reducido a la mitad sus emisiones de CO2 por KWh

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SANTO DOMINGO,R.D.- La Empresa Generadora de Electricidad Haina (EGE Haina) incrementó en esta década su producción de energía en casi 40% y redujo a la mitad sus emisiones de CO2 por cada kilovatio hora que producen sus unidades de generación, para acompañar el desarrollo de la República Dominicana de cara a un futuro sostenible.
Durante la ponencia “Sostenibilidad energética y reducción de la huella ambiental: caso EGE Haina”, dictada en el marco del Foro de Energía, de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR), Luis Mejía Brache, gerente general de EGE Haina, aseguró que la empresa ha invertido 950 millones de dólares en centrales de generación eléctrica. Sólo entre 2011 y 2018 sumó 410 MW al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), con una inversión de 725 millones de dólares.
En el marco de su exposición, Mejía Brache explicó que desde 2011 EGE Haina ha desarrollado cinco proyectos renovables, cuatro eólicos y uno solar, para un total de 178 MW. “Con ello, no solo cambiamos la matriz de la empresa, sino que impactamos la del país, que se convirtió con nuestros parques en líder del Caribe en energía renovable”, aseguró. “Hoy una cuarta parte de la capacidad de generación de EGE Haina es energía renovable. Y el próximo año, tras el inicio de operación con gas natural de la central Quisqueya 2 más del 60% de nuestra producción será energía limpia”, precisó.
En el 2020, la planta Quisqueya 2, de 225 megavatios, junto Quisqueya 1, que EGE Haina opera para Barrick, empezarán a producir 450 MW con gas natural y con ello disminuirá en 67% la huella ambiental de esta central.
En materia de eficiencia energética, el ejecutivo destacó otros logros de la empresa como la repotenciación de la central Barahona, que a través de la instalación de un nuevo turbogrupo en 2018, aumentó su eficiencia en un 15%. Asimismo, mencionó el proyecto de sustitución de luminarias en sus centrales de generación y oficinas corporativas que ha representado un ahorro energético superior a 65%.
El gerente de EGE Haina aseguró que de cara a su 20 aniversario EGE Haina sigue dando pasos firmes hacia la sostenibilidad con las energías renovables y el gas natural como centro de su estrategia de crecimiento. “Como lo expresa nuestra visión, vamos a consolidarnos como líder regional en desarrollo y gestión de energía sostenible, y para ello al 2030 instalaremos 1,000 megavatios de fuentes renovables y desarrollaremos 400 MW adicionales a gas natural”, concluyó.

martes, 24 de septiembre de 2019

Las vicisitudes de un peatón

SANTO DOMINGO,R.D.- Quien suscribe no es un peatón, tengo vehículo y casi siempre, me muevo en él, por tanto, se podría considerar un contrasentido que hable de peatones quien en los hechos no lo es. Sin embargo, creo que no siempre debes y tienes que vivir determinadas situaciones, para sentirlas como tal. Carlos Marx ese gran filósofo y pensador alemán, no era obrero, no obstante, los retrató en el Manifiesto comunista de 1848 y en su obra clásica El capital (1867 primer libro), con una profundidad y radiografía, a veces mejor que ellos mismos al convertirlos en sujeto social.
Las veces que camino a pie y me convierto en lo que muchos de mis ciudadanos son, peatones, entiendo las vicisitudes que pasan pues no son considerados ni percibidos por nadie. Todo el mundo los ignora: el vendutero de la acera, las autoridades municipales, las autoridades gubernamentales, los conductores, públicos y privados, y hasta los propietarios de viviendas con sus construcciones arbitrarias que se comen pedazo de las aceras o los propios vecinos cuando se sientan a conversar en las aceras, frente a sus hogares que consideran las aceras una extensión de la casa y debes echarte a la calle para que ellos sigan su animado dialogo.
No es mi ciudad concebida para disfrutarla, pasearla y regocijarse de sus encantos y tomar el paseo como terapia relajante, el temor de caer en un desagüe sin tapa, caminar por aceras deformadas, cortadas, sin cemento compactado, con pliegos y protuberancias que pueden causarte tropezones peligrosos, hacen abortan el paseo.
A veces caminas bien para hacer una que otra diligencia en la ciudad, pero al llegar a una intersección de calles, entras en pánico porque los choferes o conductores creen o te ven, como un competidor del espacio, la velocidad o la barbarie con la que se conduce en este país y ni por asomo te ofrecen el pase de cortesía.
A veces debo transitar de a pie por las aceras que entornan la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el AGN, El Instituto Dominico-Americano, y hasta un hotel turístico cercano y los colegios del entorno y es un sufrimiento caminar esas aceras ya expuestas su gravilla y terraplén a la intemperie de lo que supuso ser un sellado con concreto que desapareció.
La estrechez de muchas de nuestras aceras, también obligan al peatón a tirarse a la calle con el peligro de que un vehículo lo atropelle. La falta de iluminación de las calles, convierten las aceras en boca del lobo y escenario propicio para los delincuentes, sea en barrios, ensanches o urbanizaciones, distraerse caminando nuestra ciudad o simplemente usarla como espacio público de desplazamiento, es un rompecabezas.
No sabemos por qué si los universitarios de la UASD son más de 200 mil del sistema universitario nacional y es la única universidad pública, no se hace una inversión desde la sindicatura del Distrito Nacional o desde el gobierno central, para complacer a esos ciudadanos que pagan impuestos y tienen los mismos derechos para exigir mejores condiciones en los espacios públicos donde se mueven.
La solicitud y el llamado es a quienes asesoran o escuchan demandas en estos estamentos del estado dominicano, municipal y nacional, para que se entienda que el ciudadano no importa que sea de a pie, no solo también vota, sino que contribuye al fisco con sus impuestos y tiene los mismos derechos que los demás.
No se explica pues que las aceras de los entornos de la UASD, el AGN, y demás importantes instituciones de ese lugar se encuentren tan abandonadas y maltratadas, esperamos que el llamado tenga ecos. Invito a los funcionarios relacionados con la temática a caminar antes por estos lugares…..pero a pie.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Los adultos mayores necesitan cariño y protección social efectiva

SANTO DOMINGO,R.D.- Mi madre decía que no era bonito llegar a la vejez, “una se pone fea, nadie le hace caso, somos un estorbo aún sano, imagínate si la vejez te llega enferma”. Estaba tan convencida, que se fue de este mundo dos meses después de haber cumplido los 70 años.
Murió en 1995. Una ley de envejecientes en esos años era una quimera, que sin embargo llegó tres años después, 1998, en el primer gobierno del presidente Leonel Fernández, y como todas las leyes dominicanas, que son muchas, está cargada de buenas intenciones, pero poco conocida por los sujetos a sus beneficios.
Cuando se aprobó esa ley todos éramos jóvenes todavía, pero los que la aprobaron, los que la promovieron y promulgaron, ya formamos parte de los más de un millón de envejecientes. En esa época éramos más los jóvenes y al haber sobrevivido, porque lógicamente tenemos mejor calidad de vida, los años nos han colocado en el “modo adultos mayores”, un concepto más amigable que el de viejo.
En el ONPECO tenemos un gabinete de adultos mayores, que lo dirige Fellita Caamaño, quien dice que nació para ser siempre joven porque entiende que la vejez es un estado de ánimo y ha optado por la juventud perpetua, sin dejar de considerar que, si los adultos mayores tienen protección dentro del marco jurídico dominicano, no puede quedarse de bruces cuando hay tantas personas que necesitan los beneficios, al menos de la ley 352-98 de protección a las personas envejecientes.
En una reunión del equipo de ONPECO, en su mayoría adultos mayores, surgieron ideas que sería egoísmo si no las compartiera porque pueden servir de línea de base para una revisión de la política del Estado dominicano para la creciente población de adultos mayores en el país.
En la lluvia de ideas fluyó que el marco legal está perfecto, la Constitución protege, las leyes de salud y de seguridad social también, la ley especial y su reglamento igual, de modo que lo que hay que hacer es dar los pasos para hacerla cumplir.
El adulto mayor necesita salud y bienestar. Un adulto mayor sano es productivo, por lo que debe reconocerse sus capacidades y ser utilizadas en ese aspecto esencial de la existencia como es la solidaridad con los demás, eso implica la adecuación de lugares donde interactúen, se ejerciten y socialicen conocimientos.
Contrario a otras épocas, el banco actual de adultos mayores podemos proyectarlo como el caudal de los maestros, porque poseen la experiencia de la vida que es la mejor universidad a la que se puede asistir.
Las condiciones reales de los envejecientes, pese a la ley, son muy precarias, es por esa razón que los dominicanos con habilidades y conocimientos no se jubilan nunca porque ¿para donde van a ir?
En otros países las personas están ansiosas por llegar a la edad de retirarse para que enel tiempo que le queda por vivir puedan disfrutar de lo que no pudieron hacer cuando estaban sumergidos en sus ocupaciones cotidianas.
Podemos identificar la vulnerabilidad del adulto mayor en la soledad, las barreras arquitectónicas, la carencia de espacios como una sala familiar, de lecturas, de terapia física, espacio comunitario en los multifamiliares, salas y emergencias especiales para los adultos mayores en clínicas y hospitales, la utilización de las experiencias de los adultos mayores para que dediquen algunas horas a trabajar con algún incentivo económico.
Los mayores muy pobres, son llevados a los “asilos” que no son tales. Se requieren espacios dignos para estar hasta el fin de la existencia. Es un derecho.


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