jueves, 12 de febrero de 2015

Inversionistas interesados en la distribución de energía eléctrica

Santo Domingo,R.D.- El negocio de la distribución es el más rentable del sector, afirmó el vicepresidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), Milton Morrison.
Incluso, algunos inversionistas privados estarían interesados en gestionar ese sector, reveló el presidente de esa organización, Marcos Cochón.
Argumentaron que hoy el precio medio de compra de energía de las Edes ronda entre 10 y 11 centavos de dólar y, aún con las pérdidas, tienen buenos márgenes de ganancias.
“O sea, que si reducimos el 33% de las perdidas, las Edes, son muy rentables”, enfatizó.
Morrison y Cochón hablaron en el Almuerzo del Grupo Corripio, donde también participó Otto González, director de la Generadora San Felipe; y Mario Chávez, director Comercial de EGE Haina.
Tarifa y pérdidas
A noviembre de 2014, la República Dominicana era el segundo país con mayor nivel de perdidas, sólo detrás de Haití.
Chávez criticó la situación de las pérdidas del sector, especialmente las no técnicas, cuyo promedio regional es de 5 a 12%, mientras el local es de 13%. Otro 20% se pierde por robo.
Ese hurto no estaría justificado en el precio de la tarifa eléctrica, puesto que Morrison afirmó que un estudio de un organismo internacional reveló que la factura local no es la más cara.
De hecho, dijo, todos los países de la región tienen una tarifa comercial e industrial más cara que la del país.
Deben $777 millones a generadores
La deuda del Gobierno con los generadores de electricidad alcanza los 777 millones de dólares, según la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE). De los estos, 670 millones corresponden a facturas vencidas.
Subrayó que los pagos del mes de enero fueron parciales y no cubrieron la facturación corriente de ese período.
Marcos Cochón, presidente de la ADIE, afirmó que el negocio de la industria eléctrica en la República Dominicana ronda los 3,200 millones de dólares.

http://eldia.com.do/inversionistas-interesados-en-la-distribucion/

Pérdidas de distribuidoras se llevarán el 75% del subsidio 2015

Santo Domingo,R.D.- Las pérdidas de las distribuidoras de electricidad (Edes) consumirán este año el 75% del subsidio que el Gobierno destinará al sector eléctrico completo.
“Eso confirma que las pérdidas por distribución son el principal problema del sector”, dijo ayer el presidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), Marcos Cochón, al participar en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Justificación
Cochón explicó que el año pasado el Gobierno transfirió US$1,250 millones al sector eléctrico, de los cuales el 64% (US$770 millones) fue a cubrir las pérdidas de las Edes, que rondan el 33%.
Otros US$325 millones se invirtieron en el subsidio a la tarifa eléctrica, y para el gasto de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales destinaron US$105 millones.
No obstante, este año el subsidio a la industria se reducirá cerca de 50% debido a los bajos precios del petróleo. Sólo necesitarán US$600 millones, y de esos, apenas US$73 millones serán para el subsidio a la tarifa eléctrica. Mientras que las distribuidoras requerirán alrededor US$480 millones (75%).
“Lo cual quiere decir que el principal problema siguen siendo las pérdidas.
En momento en que los precios del petróleo son favorables y el subsidio debería tender a cero”, consideró Cochón. Aclaró que ya no es el consumidor que se beneficiará del subsidio, sino el Estado.


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Reflexiones sobre sector eléctrico de la República Dominicana

SANTO DOMINGO,R.D.-La energía eléctrica es la fuerza vital que mueve el desarrollo.
Hace algunos años, cuando presidía la Comisión de Energía y Minas de la Cámara de Diputados, el Embajador de una nación asiática amiga me pidió una explicación de la crisis del Sector Eléctrico, que de tan crónica resultaba un caso muy famoso en el mundo.
Se sorprendió cuando le dije: “Embajador, no existe crisis eléctrica, eso es sólo un reflejo, una ilusión engañosa. Lo que se percibe como crisis eléctrica no es más que la expresión de las distorsiones y disfunciones que provoca la interacción del modelo político, -que es medularmente clientelar y populista- con el modelo de negocios rentista, con marcadas tendencias monopólicas y oligopólicas”.
Y cuando me preguntó por qué se había prolongado tanto, le dije: “se mantiene sobre todo por la fuerte tendencia cultural entre los dominicanos de procurar soluciones individuales, aún sean ineficientes y costosas, a problemas que por su complejidad demandan respuestas colectivas, generales. Por eso tenemos un enorme parque de plantas auxiliares, y todos los que pueden convertirse en usuarios no regulados lo hacen”.
Le aclaré, además, que ese fenómeno no es exclusivo del Sector Eléctrico, sino que se proyecta a muchas otras áreas estratégicas de la nación.
En efecto, esa articulación de política y negocio determina muchas cosas en la realidad dominicana: Un Estado con instituciones debilitadas por la dinámica del sistema político-partidario- que reparte o dispensa como favores lo que tiene que garantizar como derechos o exigir como deberes tiene una débil capacidad para regular a grupos de interés poderosos, que como en todas partes del mundo- más en zonas de capitalismo salvaje- tienden a la concentración de la riqueza y el poder, y se tornan resistentes a toda regulación, fiscalización o exigencia de transparencia. Por “efecto demostración”, esa realidad primaria se reproduce en muchos otros niveles sociales, reforzando las tendencias anómicas que nos aquejan.
Sin embargo, este proceso que es mucho más notorio, sin dudas, en el Sector Eléctrico, está llegando a sus límites: genera grandes déficits públicos cada vez más difíciles de subsidiar; lastra la competitividad de sectores y empresas; succiona o disipa, incluso, recursos concesionales como los de Petrocaribe; facilita corrupción pública y privada bajo el eufemismo “de las pérdidas no técnicas” o en un opaco mercado de combustibles. También, al refrenar la oferta de energía, y crearsobrecostos y costos ocultos, provoca un balance de exclusión social y marginalidad, a la vez que carga a las capas medias con obligaciones onerosas. Una familía de clase media paga entre US$400.00 a US$700.00dólares mensuales por servicio eléctrico.
Podríamos decir que ese balance tan negativo resulta insostenible, y reclama de acciones decididas y responsables, preferentemente acordadas dentro del más amplio consenso, con ánimo mas de rectificar que de acusar o descalificar.
De cara al Pacto Eléctrico dispuesto por al Estrategia Nacional de Desarrollo, es importante asumir un compromiso de reforma transcendente, histórico, en la línea de “hacer lo que nunca se ha hecho”, que refuerce la acertada decisión tomada por el Presidente Danilo Medina de ampliar y diversificar la base de generación a bajo costo.
En primer término, es preciso asumir a plenitud el carácter estratégico del sector eléctrico, que gestiona un servicio público de carácter esencial.
Algunos solo aspiran que sea o siga siendo un área de inversión muy rentable, a través de fórmulas de indexación cuestionables, protegidas por contratos desequilibrados, olvidándose que del buen funcionamiento del mismo depende el éxito de todas las demás empresas y de la Naciónmisma. Por tanto, esto supone que dicho sector se encuentre sometido a reglas y controles mucho más exigentes que cualquier otro, tanto por los órganos públicos como por los actores sociales.
En otro orden, resulta crucial que la reforma del Sector Eléctrico se concrete en estrecha relación con una agenda más amplia de Seguridad Energética, que precisa con urgencia una Nación insular como la nuestra, que acusa serias vulnerabilidades y dependencias en más de un sentido.
Para que se tenga una medida de cuan grave es ésta situación, basta considerar que República Dominicana sólo cuenta con una reserva de combustible líquido de una semana; que carece de una política nacional de compra de combustibles que maximice su poder de Compra País; queconcentra la gran mayoría de sus infraestructuras energéticas críticas en una línea de costa de 150 Kms en el sur de la República; que no tiene reglamentación con estándares internacionales de uso de terminales, gasoductos, oleoductos y redes; que ha postergado por largo tiempo el desarrollo de un polo energético en el Norte, alrededor del Puerto de Manzanillo.
Pero quizás la cuestión más crítica de todas las que deberán abordarse en el Pacto Eléctrico es la del modelo de gestión de las empresas eléctricas.
Éste dependerá de las fórmulas que se conciban para responder a diversosdesafíos.
Personalmente, creo que procede recuperar la integración vertical de la empresa eléctrica. En un sistema eléctrico con dimensiones muy modestas, nunca debió producirse su fragmentación alrededor de la generación, transmisión y distribución. Propiamente, este fue un fallo de origen del proceso de reforma del 1998. Si se hace una evaluación objetiva al respecto, se verá que los pros superan a los contras, a favor de volver a la integración vertical.
Desde luego, esto plantearía la interrogante de saber si las empresas eléctricas deben reconstituirse como una gran corporación nacional, o en cambio, en base a varias empresas operando en áreas geográficas diferentes.
En el presente, también se sigue discutiendo si el Estado debe limitarse a ser un regulador efectivo, permitiendo que sean los grupos privados los que gestionen el sector, frente al enfoque que propugna porque éste juegue un papel empresarial dominante en todos los ámbitos.
Por muchas consideraciones, entiendo que es pertinente reformular la opción de la alianza público-privada sobre unos fundamentos distintos a las que tiene en la actualidad, donde el Estado mantiene en el sector de generación una relación anómala de sociedad con apenas tres socios privados que además tienen la administración de las empresas.
Con motivo del Pacto Eléctrico surge la posibilidad de superar ese esquema que fracasó, como lo demuestra la experiencia, para dar paso de un proceso de recapitalización abierto, social, inclusivo de nuevos potenciales agentes, dentro de un esquema de capitalismo de amplia base o popular.
Ya el asidero jurídico de esa opción se fijó en el párrafo del Artículo 219 de la Constitución de la República del 2010, que dispone que cuando “el Estado enajene su participación en una empresa podrá tomar las medidas conducentes a democratizar la titularidad de sus acciones y ofrecerá a sus trabajadores, a las organizaciones solidarias y de trabajadores, condiciones especiales para acceder a dicha propiedad accionaria. La ley reglamentará la materia”.
Desde luego, el surgimiento de una empresa eléctrica con este nuevo diseño exige de nuevas reglas de gobernanza corporativa:
¿Cómo prevenir su captura?
¿Cuál es el porcentaje máximo de participación accionaria?
¿Cómo proteger los derechos de los socios minoritarios?
¿De qué forma se seleccionarán sus administradores y técnicos, y qué estatuto deben tener estos para garantizar que sean profesionales y estables, con una gestión orientada a la eficiencia, la responsabilidad y la transparencia?
¿Cómo auspiciar la incursión de los fondos de pensiones en las empresas eléctricas, con altos niveles de seguridad y adecuada rentabilidad?
¿De qué modo blindamos las empresas eléctricas frente a los vaivenes y embates del partidarismo?
¿Qué prerrogativas se reserva el Estado, como garante último de los servicios públicos y en qué circunstancias?
Una experiencia exitosa en ese sector podría eventualmente replicarse en otras áreas estratégicas. Se implantaría sin dudas un cambio cultural que facilitará el tránsito de las empresas estatales y familiares a las empresas públicas de mercado. En un ámbito más amplio, el Pacto Eléctrico deberá responder, además, a otras interrogantes relevantes: ¿Procede trazar políticas especiales y diferenciadas para las comunidades de frontera y montaña? ¿Debe levantarse una sub- red fronteriza?
¿Qué papel cabe asignarle a las cooperativas de consumidores?
¿Qué debemos hacer para usar las renovables como herramienta de inclusión social?
¿Podríamos concebir la ampliación del mercado eléctrico como eventuales exportadores de electricidad a Puerto Rico y Haití?
Además, el Pacto Eléctrico debe encarar puntualmente otros aspectos cruciales: superar los graves rezagos de la telemedicion, que por mandato legal debió estar vigente en todo el país en el 2012; fortalecer los órganos de coordinación y fiscalización del SENI; y avanzar en la creación de las condiciones institucionales, técnicas y legales que permitan eventualmente, la generación de fuentes nucleares.
Puede apreciarse con facilidad el Pacto Eléctrico constituye una gran prueba nacional, que exigirá apertura, desprendimiento, disposición de sacrificio de todos, en especial, de los que más pueden y deben. Si en el mismo logramos plasmar acuerdos acertados de hondo calado, audaces, con actitud sincera de cumplirlos a cabalidad, el Proyecto Nacional dominicano se fortalecerá, y se incrementará su capacidad de integrar a la producción, al consumo y a la ciudadanía efectiva a millones de compatriotas que padecen diferentes formas de exclusión.
Siempre se ha dicho que la energía eléctrica es la fuerza vital que mueve eldesarrollo de las naciones, pero debemos estar conscientes que en el caso dominicano esta vendrá de la mano de otra forma de energía superior, intangible, indispensable: la energía de la voluntad política e institucional de los dirigentes de una Nación que lucha con esperanza por alcanzar un futuro mejor para todos sus integrantes.

http://hoy.com.do/reflexiones-sobre-sector-electrico-de-la-republica-dominicana/

Factura petrolera RD disminuyó US$350.2 millones, 2013-2014

 

      

 
 
SANTO DOMINGO,R.D.- Cifras preliminares de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) indican que la factura petrolera de la República Dominicana correspondiente al año 2014, ascendió a más de  US$4,000 millones, lo que representa una disminución de US$350 millones observando el monto alcanzado el año anterior.
En conjunto, la factura representa el desembolso de divisas realizado a lo largo del año pasado por la importación de petróleo y sus derivados.
Del total de importaciones para este último año, alrededor de un 22.52% correspondió a la factura petrolera, segùn las cifras de la ONE.
Esto indica que las importaciones de petróleo continúan representando un fuerte peso para la economía.
De enero a septiembre del pasado año, el precio más caro del petróleo crudo que marcó la cesta internacional se registró en julio, cuando se pagó un promedio de US$106.35 el barril.
Para el año 2014, el 35% de las importaciones de petróleo crudo y sus derivados provinieron del mercado de Estados Unidos de América.
Por este concepto, República Dominicana pagó US$1,428.2 millones a la nación estadounidense, según los datos publicados por la ONE.
A Venezuela, con quien se mantiene el acuerdo de Petrocaribe, se le compró unos US$909.41 millones (23%).
En tercer lugar se encuentra Trinidad y Tobago con US$766.07 millones (19%), seguido de México con US$394.96 millones (10%) y otros con US$505.22 millones (12.62%)
 
 
 

miércoles, 11 de febrero de 2015

Acuerdo de Madrid Vs Cogentrix:El Gran Beneficiario de la Conversión a Gas Natural


SANTO DOMINGO,R.D.- Mientras en la negociación conocida como el Acuerdo de Madrid, el Estado se liberó de contratos bajo la modalidad take or pay convirtiéndolos en contratos acordes con las leyes, reglamentos y normativas del mercado eléctrico que creo el proceso de Capitalización, en donde los riesgos y perdidas de las inversiones los asume el inversionista privado y el Estado no garantiza absolutamente nada a dichos inversionistas, en el caso del acuerdo de negociación anunciado con Cogentrix, se mantiene el privilegio de garantía soberana por parte del Estado por quince (15) años más que solo disfruta el contrato de Cogentrix. En adición, se mantiene el privilegio de la modalidad de contrato take or pay en donde el Estado asume todos los riesgos y perdidas de la inversión privada, garantizando el retorno del capital invertido y de la rentabilidad o utilidad esperada por el inversionista privado, mientras el privado solo disfruta de los beneficios En otras palabras se estatizan las perdidas y los riesgos y se privatizan solo las ganancias.
Mientras los contratos renegociados bajo la sombrilla del Acuerdo de Madrid se hicieron en concordancia a las leyes, reglamentos y normativa que rigen el mercado eléctrico respetando el espíritu de la reforma del proceso de Capitalización y eliminando el rol improductivo, costoso, innecesario e ineficiente de la intermediación de la CDEEE en esos contratos, el acuerdo con Cogentrix se hace en contraposición al espíritu de la reforma del sector eléctrico, su Ley, Reglamento y Normativa, extendiendo por quince (15) años más el rol innecesario, improductivo, costoso e ineficiente de la  CDEEE para de esa manera justificar una burocracia excesiva, hipertrofiada y costosa.

La empresa Cogentrix sería la gran beneficiaria y gananciosa en la operación acordada con la CDEEE de conversión a gas natural de su planta generadora.
Los beneficios que obtendría dicha empresa en base a informaciones que se han filtrado en los medios de comunicación serian:
1)     El Costo de la conversión más el costo del gasoducto lo asume el Estado a través de la CDEEE, no el inversionista privado.
2)     Sus ingresos anuales casi se triplicarían con relación a la actualidad, con un incremento anual de unos US$200 millones fruto del incremento en la generación de energía que en la actualidad es prácticamente inexistente o nula.
3)     Todos los riesgos asociados a la inversión los asume el Estado a través de la CDEEE.
4)     El riesgo del no despacho de la planta lo asume el Estado a través de la CDEEE. La esencia del contrato actual (take or pay  más garantía soberana) se mantienen, con lo cual si la planta no es despachada por cualquier razón y no genera un kwh en un mes hay que pagarles igual a como existe en la actualidad.
5)     Los riesgos del contrato de compra de combustible los asume el Estado a través de la CDEEE. Si en un mes dado Cogentrix no compra la cantidad de combustible acordado con el suplidor, el Estado a través de la CDEEE, debe asumir el costo del combustible no comprado Algo similar a lo que ocurre con el peaje sombra de la autopista Santo Domingo Samaná.
En adición:
a)      El valor presente neto del flujo de caja por pago por capacidad a Cogentrix es el mismo al contrato existente en la actualidad. No hay tal disminución.
b)     En el contrato actual vigente, el pago por capacidad a Cogentrix disminuiría drásticamente a partir del año 2016 donde se pagaría para ese año un total de US$27 millones en comparación a los US$58 millones que se pagarían en el 2014 A partir del 2017 hasta la finalización del contrato (2022) el pago anual por capacidad se sitúa alrededor de US$8 millones lo que significa una reducción de alrededor un 86% con relación al pago actual.
c)      A partir del 2017 cuando el pago por capacidad instalada se reduce a unos US$8 millones anuales (menos de US$700 mil mensuales), el contrato de Cogentrix dejaría de ser deficitario para la CDEEE pues recibiría ingresos por pago por capacidad superiores a los que debería pagar a Cogentrix, generando en consecuencia un flujo positivo a favor de CDEEE. Tomando como referencia el monto del pago por capacidad actual en el mercado spot, unos US$8.5/Kw/mes, a partir del 2017 la CDEEE recibiría un ingreso anual estimado por pago por la capacidad de Cogentrix de unos US$30 millones frente a un compromiso con Cogentrix de US$8 millones anuales. Esta situación generaría un excedente a favor de CDEEE de unos US$22 millones anuales (unos US$1.8 millones mensuales) por concepto de pago por capacidad.
d)     Cabría preguntarse, si con un ingreso mensual de menos de US$700 mil Cogentrix estaría en capacidad de cubrir sus costos de operación y mantenimiento de una planta totalmente apagada. Quizás la respuesta a esta interrogante sea la explicación del por qué la prisa por firmar el acuerdo que extiende el contrato take or pay, garantía soberana y privilegios asociados por quince (15) años mas.
e)      Ningún contrato de suministro de combustible garantiza precios fijos a largo plazo. Los precios varían según las fluctuaciones del mercado bursátil que se utilice como referencia (Nymex Henry Hub, etc.), precios de transporte marítimo, cargo por almacenamiento en la terminal de gas natural, cargo por uso del gasoducto, prima adicional que pudiera pagarse sobre el precio de referencia que se utilice en el contrato.
f)       Se mantiene la esencia del contrato original vigente en la actualidad donde se estatizan las perdidas y los riesgos y se privatizan solo las ganancias con una extensión adicional de quince (15) años incluido la extensión de la garantía soberana.
g)      Con el contrato tipo take or pay de Cogentrix, a través del pago por capacidad que se realiza mensualmente, independientemente de si la planta genera o no, el inversionista privado recupera no solo la totalidad del capital invertido, sino que también recupera el retorno esperado sobre la inversión. Al finalizar el contrato de Cogentrix, la planta ha sido totalmente pagada por el Estado a través de la CDEEE, más sin embargo, dicha planta en lugar de pasar a ser propiedad de quien no solo pago la totalidad de la inversión sino que además pago la rentabilidad esperada al inversionista privado sobre la inversión, permanece en manos del inversionista privado quien ha recibido el pago total de su inversión y rentabilidad esperada.
h)      En la Republica Dominicana existe el precedente exitoso del 2001 en donde dentro del Acuerdo de Madrid se negoció la conversión de las plantas de DPP (Los Minas V y VI)de 230 Mw de capacidad instalada, para que trabajaran con gas natural en lugar de Fuel Oíl No.2. Dicha conversión se realizó sin que fuera necesario firmar un contrato tipo take or pay con la CDEEE, ni otorgar garantía soberana, sino que el inversionista asumió los costos totales de la inversión y los riesgos propios de su inversión. Se firmaron contrato con las distribuidoras apegados a la Ley General de Electricidad, Reglamento y Normativas del mercado eléctrico que se creó a partir del proceso de Capitalización. En dicha negociación, el Estado ni garantizo el capital invertido por el inversionista, ni asumió el pago de la conversión, ni pago por el gasoducto, ni asumió los riesgos ni perdidas posibles asociadas a la conversión.
i)        También se tiene el precedente exitoso de la instalación de la planta Aes Andres de 300 Mw que opera con gas natural, la cual se realizó sin que tampoco el Estado tuviera que firmar un contrato con la CDEEE del tipo take or pay, ni otorgar garantía soberana, ni garantizar el capital invertido por el inversionista en la nueva planta, ni asumir los riesgos ni perdidas posibles de la nueva planta. Dicha planta se instaló, asumiendo el inversionista la totalidad de los costos de la inversión y  los riesgos propios de su inversión.
j)       La inversión asociada a la conversión de las plantas de DPP para que operen a gas natural y de la instalación de Aes Andres, que en totalidad significo un aporte de 530 Mw de capacidad de generación con combustible más eficiente y barato que se reflejó en una disminución del precio de compra de la energía por parte de las distribuidoras, más la terminal de gas natural localizada en Andres, más el gasoducto de la terminal de Andres hasta Los Minas donde están las plantas de DPP, significo alrededor de US$500 millones. Esta inversión representa un poco más de ocho (8) veces la inversión anunciada para convertir a gas natural los 300 Mw de Cogentrix (US$60 millones) y un cuarenta porciento (40%) mayor que la conversión de Cogentrix más el costo de la anunciada terminal a gas natural a instalarse en San Pedro de Macorís (US$60 millones + US$300 millones).
k)     Si en el 2001-2003 el sector privado pudo invertir a riesgo propio sin contratos tipo take or pay, sin utilizar un intermediario innecesario, ineficiente y costoso como la CDEEE y sin garantía soberana, ¿Por qué trece (13) años después no se puede repetir la misma experiencia exitosa y beneficiosa para el Estado y tiene el Estado que asumir todos los riesgos y posibles pérdidas de la inversión privada, garantizando el retorno del capital invertido y de las utilidades esperadas y en el caso de la conversión de Cogentrix asumir la totalidad de los costos de la conversión y gasoducto?
Reflexión Final
Por años, tanto el sector privado como la sociedad en su conjunto, han venido reclamando la institucionalización del País, de sus instituciones y estructuras así como el respeto al orden jurídico y reglas de juego claras para todos sin privilegios.
La extensión del contrato de Cogentrix con la CDEEE en los términos en que está planteado el acuerdo arribado, según las informaciones que han salido en los medios de comunicación, es una decisión que va en el sentido contrario a los reclamos y anhelos que por años han venido pidiendo y exigiendo tanto el sector privado como la sociedad.
El espíritu de la Ley General de Electricidad que crea el mercado eléctrico, así como del Reglamento yNormativas, es que los contratos de compra y venta de energía, se realice o entre generadores y/o distribuidores con consumidores finales autorizados por la Ley (Usuarios No Regulados) o entre generadores y distribuidoras que son las únicas autorizadas por el marco jurídico existente a vender la energía a los usuarios regulados.
La figura del intermediario entre el generador y la distribuidora, si bien es cierto no está prohibido en la Ley, también es cierto que en el espíritu de la misma ni en el espíritu de la reforma del sector eléctrico propiciada por el proceso de Capitalización, no aparece esa figura, pues la misma es innecesaria, no brinda ningún valor agregado al servicio ni en términos cualitativos ni cuantitativos, sino todo lo contrario produce un elemento de distorsión que ocasiona un incremento de costos que tiene que ser cubierto o;
1)     Por un subsidio estatal (como ocurre en la actualidad);
2)     O por un incremento en el precio de venta de la energía a las distribuidoras que se reflejaría en un aumento en la tarifa al usuario regulado que manejan las distribuidoras;
3)     O por un aumento en el subsidio a esas empresas;
4)     O por una combinación de los tres (3) puntos señalados anteriormente
Por eso, la extensión del contrato de Cogentrix con la CDEEE como intermediaria, va en contra del espíritu de la reforma eléctrica, de la Ley, su Reglamento y Normativa.
Cuando el sistema eléctrico era cien porciento (100%)propiedad Estatal, donde no existía una ley especial sobre el sector eléctrico, sino la ley que creaba a la empresa estatal, ni tampoco existía mercado eléctrico, ni regulador, sino que solo existía una empresa estatal verticalmente integrada que era agente y regulador a la vez, es en la época en que se firman la totalidad de los contratos tipo take or pay con productores independiente (generadores IPP).
Luego del proceso de Capitalización, con la creación del mercado eléctrico, no se ha vuelto a firmar ni extender ningún contrato IPP con generadores privados bajo la modalidad de contrato take or pay ni otorgando garantía soberana todo lo contrario, bajo el Acuerdo de Madrid se negociaron y terminaron una serie de contratos tipo take or pay convirtiéndoles en contratos acorde al nuevo esquema de mercado eléctrico y eliminando el rol de intermediación innecesaria, inoperante, ineficiente y costosa de la CDEEE.
Los contratos tipo take or pay en los sistemas eléctricos que han sido reformados y donde se ha introducido el concepto de mercado eléctrico y ente regulador, prácticamente han desaparecido y son inexistentes y solo se encuentran en sistemas eléctricos, como el caso de Puerto Rico, donde no se ha producido una reforma del sector eléctrico, donde no existe un ente regulador, sino que lo que existe es una sola empresa estatal verticalmente integrada tal y como existía en la Republica Dominicana antes del proceso de reforma del sector eléctrico a partir de la Capitalización.
En Panamá, hace alrededor de un (1) año, se llevó a cabo una licitación pública, transparente, supervisada por el regulador del mercado eléctrico tal y como manda la ley de electricidad de ese país, en donde se adjudicó un contrato de venta de energía (PPA) con las tres (3) empresas distribuidoras, el cual posee una duración de quince (15) años. La empresa privada ganadora de la licitación, instalara una planta de ciclo combinado a gas natural con una capacidad instalada de unos 550 Mw. La inversión estimada del proyecto que incluye además una terminal de recepción y almacenamiento del gas natural se estima alrededor de los US$1,000 millones (mil millones de dólares). Los inversionistas privados socios de la empresa asumen todos los riesgos de su inversión sin que el Estado panameño les asegure ni el retorno del capital a invertir, ni la rentabilidad esperada ni ningún riesgo asociado a la inversión.
Los contratos firmados de compra y venta de energíaentre la empresa privada dueña de la planta de generación de 550 Mw y las distribuidoras, son acordes al marco jurídico existente en el mercado eléctrico panameño. Ninguno de los contratos firmados con las distribuidoras son del tipo take or pay ni tampoco poseen la garantía soberana del Estado panameño.
El mercado eléctrico panameño es alrededor de tres (3) veces menor que el mercado eléctrico dominicano. Si los panameños han podido, ¿Por qué los dominicanos no podemos?
Si finalmente no se materializara la firma del acuerdo anunciado de extensión del contrato tipo take or pay y garantía soberana (lo cual es mi deseo por las implicaciones negativas y riesgos sobre las finanzas públicas y el Estado), una vez llegado el 2022 cuando finalice el contrato existente, ¿Cuál sería la suerte de Cogentrix?
1)     Desistirán los inversionistas privados de realizar la conversión a gas natural a riesgo propio y venderán la planta como chatarra debido a que habrán recuperado la totalidad de su inversión más la rentabilidad esperada a través del pago por capacidad? o
2)     ¿Se decidirán a asumir los riesgos propios que todo inversionista privado asume cuando encara y enfrenta una oportunidad de negocios a través de una inversión,decidiéndose a asumir los costos y riesgos de la conversión a gas natural, tratando de vender potencia y energía de la planta a través de contratos de largo plazo con las distribuidoras obtenidos en procesos de licitaciones públicas, transparente y supervisada por la Superintendencia de Electricidad (SIE), como manda el Artículo 110 de la Ley General de Electricidad? Es lo deseable.
Todo luce indicar que las autoridades han tomado la firme decisión, contra viento y marea y que a su vez luce irreversible, de extender el contrato tipo take or pay entre la CDEEE y Cogentrix y la garantía soberana asociada, en donde el Estado a través de la CDEEE hasta el año 2037, asume todos los riesgos y posibles pérdidas mientras el privado solo las ganancias, garantizando el Estado no solo el retorno del capital privado sino las utilidades esperadas.
Recientemente el Administrador de la CDEEE manifestó su deseo y voluntad de extender dicho contrato y los privilegios asociados, por cien (100) años más si fuese necesario. Se pretende que dicha extensión del contrato de Cogentrix sea bendecida, santificada y canonizada en el Pacto Eléctrico.
Estamos convencidos que la extensión del contrato take or pay y garantía soberana asociada de Cogentrix, con todos los privilegios asociados que solo disfruta ese generador, constituye un retroceso injustificable e indefendible en el sector eléctrico, que lo coloca en los finales de los años 80 que es cuando se inicia la historia de la firma de contratos tipo take or pay entre la CDE de entonces (empresa estatal verticalmente integrada, juez y parte) y los generadores privados independientes (IPP), la cual ha resultado ser nefasta y perjudicial para las finanzas públicascuyas consecuencias, cuarenta (40) años después, seguimos padeciendo los dominicanos con los contratos deficitarios de Cogentrix y Smith and Enron (San Felipe) y ahora se pretende extender uno de esos contratos hasta el 2037. Mientras tanto, el deterioro financiero del sector eléctrico va en aumento y la calidad del servicio va disminuyendo, pues la frecuencia e intensidad de los apagones han aumentado considerablemente según los reportes de los medios de comunicación.
La de por si debilitada institucionalidad del sector eléctrico, se debilita aún más de lo que está, con la extensión del contrato tipo take or pay de Cogentrix y de la garantía soberana asociada.

http://acento.com.do/2014/economia/8146113-un-balance-sector-electrico-cogentrix-y-acuerdo-de-madrid/#disqus_thread

Acuerdo de Madrid en R.D.

SANTO DOMINGO,R.D.- Los contratos de compra y venta de energía firmados entre generadores y distribuidores  en el proceso de Capitalización del sector eléctrico con una duración de cinco (5) años y que expiraban en el 2004, fueron renegociados en el año 2001 bajo las siguientes premisas principales:
1)     Se modificaba la fórmula de indexación del precio de la energía para que el cálculo se realizara en función al tipo de combustible que se utilizaba para generar electricidad y no en base a un único combustible (Fuel Oil No.2) independientemente del combustible que se utilizara para producir electricidad, que era como figuraba en los contratos originales firmados durante la Capitalización.
2)     La suma de los coeficientes de ajustes que figuran en la fórmula de indexación del precio de la energía de los contratos originales de la Capitalización que sumaban dos (2) y que ocasionaban una sobre indexación de un 100%, fueron modificados para que dicha suma fuera igual a la unidad.
3)     La combinación de las medidas que se enuncian en los dos (2) puntos anteriores generó una disminución inmediata en el precio de venta de la energía de los generadores a los distribuidores de un 36%, equivalente a unos US$100 millones anuales, lo que produjo un respiro en las finanzas de las distribuidoras que estaban prácticamente quebradas.
4)     Para compensar la pérdida de ingresos que experimentarían los generadores como consecuencia de la disminución del 36% en el precio de venta de energía a las distribuidoras, se extendió la validez de los contratos por doce (12) años adicionales, situándose la nueva fecha de expiración de los mismos en el 2016 en lugar del 2004 como fueron originalmente firmados durante el proceso de Capitalización.
5)     En adición a lo señalado en los cuatro (4) puntos anteriores, los contratos existentes entre la entonces Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) y generadores  privados independientes de energía (IPP) que estaban vigentes y operando al momento del inicio del mercado eléctrico que instauró el proceso de Capitalización (Seaboard, Compañía de Electricidad de Puerto Plata (CEPP), Dominican Power Partners (DPP)), fueron renegociados y traspasados a las distribuidoras bajo las mismas condiciones que los contratos negociados bajo el Acuerdo de Madrid, teniendo dichos contratos igual fecha de expiración del 2016, eliminando la inútil, ineficaz, innecesaria y costosa intermediación de la CDEEE.
6)     Los contratos que tenía firmados la CDE con los IPP dejaron de ser una carga onerosa y deficitaria para el Estado Dominicano y el traspaso a las distribuidoras como contratos acorde a la nueva legislación existente y a la nueva estructura de mercado representaban ahorros anuales al Estado en el orden de los US$200 millones.
7)     Los contratos IPP que tenía la CDE antes de la Capitalización eran del tipo take or pay,  donde el Estado asume todos los riesgos y perdidas de dichos contratos y garantiza al inversionista privado la recuperación de su inversión y del retorno o utilidades previstas sobre la inversión.
8)     Ninguno de los contratos renegociados durante el Acuerdo de Madrid, mantenía después de la renegociación, la condición de contratos tipo take or pay ni tampoco poseían garantía soberana por parte del Estado.
9)     Todos los contratos renegociados en el 2001 fueron contratos suscritos en base a la Ley, Reglamento y espíritu del mercado eléctrico que se creó a partir del proceso de Capitalización. En todos esos contratos, el Estado no asumía ni los riesgos ni perdidas de los inversionistas privados ni garantizaba el retorno de la inversión ni de la rentabilidad esperada por los inversionistas privados, los cuales asumían todos los riesgos asociados a su inversión.
Cogentrix
En el 1998 se firma el contrato comercial entre Cogentrix y la CDE el cual posee la característica que es un contrato del tipo take or pay donde el Estado a través de la CDE garantiza al inversionista privado el retorno del capital invertido y la rentabilidad esperada, asumiendo el Estado todos los riesgos y perdidas asociadas al contrato y a la inversión privada y el inversionista privado solo recibe el retorno de la inversión y las utilidades o ganancias esperadas.
En adición a la modalidad de contrato take or pay, el contrato de Cogentrix con la CDE posee garantía soberana del Estado, convirtiéndolo en el único contrato en la historia del sector eléctrico en la Republica Dominicana de ser beneficiado con el privilegio de garantía soberana y de todas las implicaciones que resultan de esa condición.
Según informaciones aparecidas en medios de comunicación el acuerdo recién anunciado de conversión de Cogentrix para que pueda operar con gas natural en lugar de Fuel Oil No.2, además de extender el contrato take or pay existente por quince (15) años adicionales, extiende además por igual periodo de tiempo la garantía soberana del Estado a dicho contrato.

http://acento.com.do/2014/economia/8146113-un-balance-sector-electrico-cogentrix-y-acuerdo-de-madrid/#disqus_thread

martes, 10 de febrero de 2015

¿Quo Vadis, CDEEE?

SANTO DOMINGO,R.D.- El Gobierno ha hecho circular un documento en el cual formula su propuesta de reforma o pacto eléctrico.
El documento se refiere, de manera breve, a gran parte de los aspectos claves del mercado eléctrico dominicano, aunque a otros, también urgentes y estratégicamente importantes, sencillamente ni los menciona.
Por ejemplo, entre los notables silencios vale citar los contratos del Acuerdo de Madrid que vencerán en el 2016, y el contrato de Cogentrix (CESPEM) que terminara en el 2022.
El vencimiento del Acuerdo de Madrid liberará cerca del 40% de la demanda de potencia en el país, cuya recontratación o libre comercialización impactaría al mercado mayorista y al precio final. En el caso de recontratación se espera que los términos contractuales, la cantidad de potencia y el tiempo de vigencia sean razonables y beneficiosos para las empresas y para los ciudadanos.
El vencimiento del contrato de Cogentrix dejaría libre cerca de 300 MW de potencia que dependiendo de si finalmente a dicha central la reconvierten a gas natural podría también modificar positivamente la curva de oferta de energía y su precio final; además, la finalización de ese contrato  liberaría al Estado de la larguísima tortura de tener que pagar un promedio de cinco (5) millones de dólares mensuales por una potencia instalada que apenas toca.
Se conoce que hay gestiones y propuestas para la extensión del contrato de Cogentrix como parte de una renegociación que incluya la construcción de una nueva terminal de gas natural en San Pedro de Macorís con participación del Estado como garante del financiamiento internacional. Se trata de la garantía al contrato con la empresa americana que supliría el gas natural para varias plantas eléctricas durante 20 años y que ascendería – según se ha dicho – a más de cuatro mil millones de dólares.
Es evidente, que debido a la trascendencia de esos contratos – Acuerdo de Madrid y el de Cogentrix- el Pacto Eléctrico no podrá ignorarlos y por ende, el Gobierno tampoco.
Por otro lado, entre las propuestas que hace el Gobierno en su documento hay dos que son sumamente importantes, trascendentales diríamos.
Primero, el Gobierno propone crear una empresa pública para la generación eléctrica de tipo térmico (Empresa de Generación Dominicana, EGEDOM), es decir, basada en la quema de combustibles fósiles (gas natural, carbón fuel oíl). Quiere decir, que aparte las plantas de carbón de Punta Catalina el Estado podría instalar otras plantas generadoras basadas en otros combustibles.
Segundo, el Gobierno propone crear un solo consejo de administración para todas las empresas eléctricas públicas, presidido por la CDEEE. Es decir, la CDEEE administrara a la empresa hidroeléctrica (EGEHID), a la  de transmisión (ETED), a las tres empresas distribuidoras y a la nueva EGEDOM. Se trata, pues, de la reintegración vertical y horizontal de casi todo el sector eléctrico dominicano.
La reintegración vertical y horizontal del sector eléctrico no es, necesariamente, un pecado en sí mismo, pero plantearlo en el marco de un mercado que tiene ya tan extensa participación privada en generación térmica y dizque como parte de una estrategia para promover más inversión privada en generación, es algo que los expertos en la dinámica real de un mercado eléctrico no entenderían.
En conclusión, según la propuesta del Gobierno para el Pacto Eléctrico, el Estado será un poderoso competidor del sector privado en generación térmica, tendrá el monopolio de las redes de transmisión y de distribución, el que aprobará precios y fijará las tarifas y el que regulará y aplicará la ley. Es decir, gran juez y gran parte.
Todo eso no seria problema en otro tipo de mercado, pero en el eléctrico sería una peligrosa aventura.


Por Antonio Almonte

No hay futuro para el carbón ni para el gas natural. -

SANTO DOMINGO,R.D.- La semana pasada los medios de comunicación del país recogieron la opinión de un conferencista que con una seriedad inquisitoria que contrastaba marcadamente con la reflejada por la corbata salpicada de caras de Mickey Mouse que le colgaba, otorgó el calificativo de  “error histórico”  a la decisión del Gobierno dominicano de invertir en dos plantas de carbón.

El señor Cordeiro, un ingeniero venezolano aficionado a la futurología, indicó que República Dominicana debe invertir únicamente en “energía solar y eólica”; que tiene el potencial de “convertirse en un exportador de energías renovables”; que “la generación nueva con carbón no es rentable”; que “el carbón no tiene futuro”; que “en cinco años probablemente no va a haber nueva generación de gas natural, ni de carbón”; que “en China en cinco años no estarán haciendo uso de la tecnología de  generación con carbón”; que “el carbón ya no se usa”;  que “estamos viviendo el inicio de la muerte de combustibles fósiles”; y que “en unos 20 años la energía solar podría suplir el 90%, hasta el 100% del consumo energético del planeta”.

Ojalá que las profecías del experto venezolano, más precisas que las de Nostradamus, se materialicen.  El ahorro que percibiría una economía tan dependiente de la importación de combustibles fósiles como la dominicana sería extraordinario.  

Lo que quizás no le explicaron al señor Cordeiro es que durante muchos años República Dominicana ha dependido mucho de un combustible fósil cuyo precio exhibe una volatilidad excesiva.  

En consecuencia, en lo que llega finalmente el deseado fallecimiento de los combustibles fósiles que el profeta venezolano ha pronosticado, lo peor que República Dominicana podría hacer es cruzarse de brazos hasta que sea barato generar todo lo que consumimos  con energía solar y eólica.  

El verdadero “error histórico” que ha cometido República Dominicana ha sido el haber operado durante décadas con una matriz de generación con una elevadísima participación del combustible fósil con mayor volatilidad de precio (petróleo) y una baja participación del combustible fósil con precio más bajo y estable (carbón).

A pesar del crecimiento exponencial de las energías renovables, si excluimos la hidro, estas apenas representan el 5% de la generación mundial. El carbón, el paciente en estado terminal según el diagnóstico del señor Cordeiro, representa el 40% de la generación mundial de electricidad.  

En Estados Unidos el 39% de la generación de electricidad en el 2013 fue con plantas de carbón. Pero también fue importante en otras economías desarrolladas del mundo: Japón 30.2%, Alemania 45.5%, e Inglaterra 36.4%.  En los países en vías de desarrollo, su peso es todavía mayor: 64.2% en China y 71.4% en India. En Chile, el país con la economía más próxima a saltar al grupo de las economías desarrolladas del mundo, el carbón tiene una participación de 34.3% en la generación de electricidad.

El experto invitado por la Cámara Americana de Comercio señaló que no hay futuro para el carbón ni para el gas natural.  Planteó que en 20 años, cuando la energía solar supliría entre el 90% y el 100% del consumo de energía del planeta, ambos combustibles pasarían a la historia. 

Lo que no entendemos es cómo una opinión tan calificada como la de Cordeiro no ha llevado a la Administración de Información de Energía (EIA) del gobierno de los EUA a cambiar su pronóstico sobre la matriz de generación de ese país. Para el 2040, la EIA  proyecta que el 32% de la generación de electricidad en EUA será con plantas de carbón, el 35% con gas natural, el 16% con nuclear, 16% con renovables y el 1% con derivados de petróleo. 

El carbón bajaría en 25 años de 39% que representa hoy día en la matriz de generación de EUA a 32% y el gas subiría de 27% a 35%.  El 32%  de generación con carbón en EUA para el 2040 es más del doble del 15.1% que tiene en nuestra matriz de generación actual. El 35% que EUA generará con gas natural en el 2040 supera el 29.1% nuestro.  El 1% (4%) que EUA (el mundo) genera actualmente con derivados de petróleo está muy por debajo del 45.1% de participación que tienen en nuestra matriz de generación.  

La política del Gobierno dominicano de aumentar la participación del carbón y el gas natural en la matriz de generación y reducir la de los derivados de petróleo (45.1%) es totalmente correcta, a pesar de que esto lleve a algunos futurólogos a rasgarse sus vestiduras y sus corbatas de Mickey Mouse porque ven a República Dominicana invirtiendo en dos nuevas plantas de carbón y expandiendo la generación con gas natural. 

El Gobierno no tiene interés de quebrar a los generadores, más aún si se tiene en cuenta que es un accionista importante en las empresas capitalizadas.  El único interés es reducir el costo promedio de generación, en lo que se materializa la profecía de Cordeiro. Es más, pienso que el Gobierno acogería propuestas sensatas de las empresas de generación de capital mixto para invertir en Punta Catalina. l -

Por Andrés Dauhajre hijo

www.elcaribe.com.do/2015/02/09/error-historico