sábado, 4 de mayo de 2019

Si piensas que las pensiones son bajas, espera a 2019; el factor de sostenibilidad las van a reducir todavía más

Si piensas que las pensiones son bajas, espera a 2019; el factor de sostenibilidad las van a reducir todavía más
Las pensiones están más de actualidad que nunca. El irrisorio aumento de la pensión un 0,25% con el que el actual Gobierno recompensó a los jubilados ha sacado a la calle a miles de pensionistas en diferentes ciudades de nuestra geografía que exigen al Ejecutivo español una pensión digna. Sin embargo, la situación, lejos de mejorar, empeorará el año que viene, cuando entre en vigor el factor de sostenibilidad, introducida por la reforma de las pensiones de 2013 y que vinculará las pensiones a la esperanza de vida.
El factor de sostenibilidad ajustará la pensión de jubilación de manera que la cuantía total de la pensión que perciba un pensionista que se jubile a partir del año que viene, y que previsiblemente tendrá mayor esperanza de vida, sea equivalente a la que habría percibido otro jubilado en un momento anterior.
En consecuencia, este factor provocará que la pensión de aquellos que disfrutarán de una esperanza de vida mayor tendrá que bajar, asumiendo que se va a repartir entre un número mayor de años. Por suerte, la esperanza de vida ha aumentado de manera significativa en España en los últimos 50 años, desde los 69 años en 1960 hasta los más de 83 actuales, y cabe pensar que lleguemos a los 100 años en un futuro muy cercano (algunos científicos creen que podría llegar en 2050). Sin embargo, esto provoca, a su vez, que las arcas de la Seguridad Social tengan que asumir un mayor desembolso.
Pero, ¿cuánto perderán los futuros pensionistas? Si bien en la actualidad cuantificar el efecto del factor de sostenibilidad no es posible, pues no podemos conocer la esperanza de vida de los próximos años, la proyección actual de este indicador ha servido para que muchos expertos puedan realizar sus cálculos, y lo cierto es que no son nada halagüeños.
Por ejemplo, una reciente estimación realizada por Analistas Financieros Internacionales afirma que que este factor de sostenibilidad podría rondar el 99,28% en 2019. Para una pensión de 1.000 €, estos significaría una rebaja de 7,2 €, lo que dejaría la pensión. En 2030, este factor se estima en 92,08%, lo que dejaría una pensión de 1.000 € en tan solo 920,8; y en 2045, será de 84,38%, lo que dejará la misma pensión en 843,8 €.
Las reformas del sistema de pensiones no harán sino empeorar cada vez más el acceso a una pensión. La introducción del factor de sostenibilidad no es más que el primer paso, pero no será la única. Cabe esperar más reformas que, por un lado, retrasen la edad de jubilación y, por otro, reduzcan la cuantía recibida.

viernes, 3 de mayo de 2019

El corazón del problema eléctrico de República Dominicana es financiero”

sector electrico anje

SANTO DOMINGO,R.D.- Los cortes del servicio eléctrico afectan directamente la producción de las empresas y las obligan a una inversión extra en generadores particulares que garanticen el suministro de la energía.
Para la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) el “corazón” del problema del sector eléctrico es financiero y ninguna empresa puede funcionar si tiene pérdidas de alrededor de un 30%, como es el caso de las distribuidoras de energía.
El año pasado la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste) reportó pérdidas por un 37.3% en promedio, de acuerdo con el informe de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE). Mientras que el promedio de las distribuidoras ascendió a un 28.3%.
Es por ello que Susana Martínez, segunda vicepresidenta de la ANJE, considera que el primer paso para solucionar los problemas del sector deberá ser el Pacto Eléctrico, que está contemplado como un compromiso de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) y cuya firma fue pospuesta.
“Nosotros abogamos por la firma del Pacto Eléctrico y la ANJE ha participado, junto con el resto de la sociedad civil, durante dos años y medio en su formulación, en cumplimiento con la Estrategia Nacional de Desarrollo”, explica Martínez.
Dentro de los puntos que se establecen en el Pacto Eléctrico se acordó que las EDES deben publicar sus estados financieros, los cuales se desconocen desde 2012.
Martínez asegura que se debe mejorar la gestión financiera que corresponde a la distribución, aunque reconoce avances en cuanto a la generación, transmisión y el incremento del uso de energía renovable en el país.
Jaime Senior, vocal de la ANJE, destaca que los inconvenientes que presenta el sector eléctrico afectan más a los contribuyentes que al Gobierno, porque el Gobierno no genera fiscalmente lo necesario para suplir todas las necesidades y se termina recuperando esas pérdidas a través de endeudamiento.
En cuanto a la incidencia de la energía en la productividad nacional, Senior indica que se genera un costo adicional, debido a que como no hay suficiente electricidad, “tenemos que tener plantas eléctricas, y la electricidad, para los que pagan, es bastante cara”.

jueves, 2 de mayo de 2019

Inseguridad social

SANTO DOMINGO,R.D.- Está de moda quejarse por los seguros médicos. Tres lustros de seguros de salud, planes de pensiones y riesgos laborales, demuestran progresos enormes tras la ley 87-01 sobre seguridad social. La calidad del servicio podrá debatirse aunque mayormente funciona bien.
Pocas áreas de nuestra vida regulada ofrecen tanta protección y garantías ante abusos, como la seguridad social. Quéjese de la luz, teléfonos, transporte o seguridad, para comparar.
Por ignorancia o desidia, o porque la maraña institucional abruma, muchísima gente no aprovecha los recursos legales para quejarse, protestar o cambiar de ARS o AFP si les dan mal servicio.
Las tensiones en los medios de comunicación por las deficiencias de la seguridad social ofrecen una radiografía de la pobreza argumental de muchos involucrados, del ámbito empresarial o gubernamental.
Hace falta una firme y decisiva voluntad política que ordene muchos macos, como revisar cápitas o coberturas, así como aspectos de la ley que deben modificarse.
Da vergüenza ver médicos comportarse como sindicalistas, aseguradoras riquísimas obstaculizando reformas, clínicas privadas lamentando mejoras de hospitales públicos.

miércoles, 1 de mayo de 2019

El Colapso de la Seguridad Social

SANTO DOMINGO,R.D.- En la República Dominicana ha llegado el momento de encarar con seriedad y responsabilidad el problema de la Seguridad Social, para evitar que termine de colapsar, y provocar un mayor malestar social en el seno de la sociedad.
La medida adoptada por el Colegio Médico Dominicano (CMD), de suspender los servicios a los afiliados a la ARS Humano, y la amenaza de extender la misma a otras Administradoras de Riesgos Laborales, nos indica que el Sistema de Seguridad Social ha comenzado a colapsar y que nos queda muy poco espacio para evitar su disolución.
Las constantes injusticias que se han venido cometiendo contra los afiliados al Sistema Dominicano de Seguridad Social, desde que ésta inicio formalmente en el  2001, no les ha dejado otra opción que demandar la urgente reforma a la Ley 87-01, pero ha faltado voluntad política y coraje a los legisladores de las Organizaciones políticas representadas en el Congreso Nacional para producir los cambios que beneficiarán a la mayoría de los dominicanos.
Se trata de un Sistema de Seguridad Social, que perjudica a quienes lo sustentan, como es el caso de los médicos, las clínicas,  y los afiliados a las Administradoras de Riesgos de Salud y Fondos de Pensiones, quienes no reciben ningún tipo de satisfacción por los servicios que ofrecen y pagan a las empresas que manejan el negocio en el país.
Las bajas tarifas que pagan a los médicos, el copago que se les  cobra a los pacientes por consultas y las precarias pensiones que se han otorgado a los afiliados a la Seguridad Social, ya no aguantan más abusos contra la población demandante de mejor calidad en los Servicios de Seguridad Social.
Como si eso fuera poco, en el horizonte se observa que algunos organismos del Sistema de Seguridad Social, sin antes producir una reforma que resuelva los problemas que hemos enumerado aquí, pretendan que sin haberse cumplido el plazo de entrada en vigencia del régimen masivo  de pensiones; se extiendan los requisitos hasta los 65 años de edad a las personas para poder optar por la pensión por vejez en el país.
De igual manera, los bajos salarios que reciben los trabajadores  y el alto porcentaje de informalidad laboral que se registra en República Dominicana, constituyen una de las grandes retrancas del avance del Sistema de Seguridad Social, que deben ser tomadas en cuenta en la futura reforma a la Ley 87-01, para que la misma pueda tener efectos positivos en la sociedad dominicana.
La realidad es que para producir un cambio en la  Seguridad Social, que permita revertir las inconformidades que siente la población en lo que ha sido la aplicación de la Ley 87-01, se debe producir un profundo sacudimiento que garantice que la mayor cantidad de dominicanos posibles sean beneficiados a través de los diferentes regímenes de Seguridad Social que se conozca en el Congreso Nacional.
Que no suceda lo ocurrido a la inmensa cantidad de hombres y mujeres que se desenvuelven en el mercado laboral informal de la República Dominicana, con la no entrada en vigencia del régimen Contributivo Subsidiado, en la actual Ley de Seguridad Social, el cual fue boicoteado en el seno del Consejo Nacional de la Seguridad Social, porque beneficiaba a un segmento importante de la población dominicana, como otras medidas que están contempladas en la Ley 87-01, que nunca se aplicaron por conveniencia de sectores que se niegan a reconocer los beneficios de quienes aportan al Sistema.
Lo cierto es que si los sectores que en los 18 años que lleva el Sistema Dominicano de Seguridad Social, no reconsideran las exorbitantes ganancias que han obtenido a lo largo de estas casi dos décadas de existencia, y destinan mayores beneficios a los sectores que han aportado al sostenimiento del mismo, entonces definitivamente nos abocaríamos a un colapso total de la Seguridad Social en la República Dominicana.
La reforma a la Ley, es un imperativo que nos convoca a todos, y ojala que se haga apegada a la justicia y al interés colectivo del pueblo dominicano para que dejemos las preocupaciones a un lado y el país avance en el desarrollo de otras áreas del crecimiento económico y social de todos.

martes, 30 de abril de 2019

Petróleo caro

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SANTO DOMINGO,R.D.- Como no producimos crudo, nuestra economía es altamente dependiente del alza de precio en el mercado internacional. Aumenta el gasto del consumidor, al tener que pagar más por los derivados, me refiero a las gasolinas, gasoil, glp y electricidad, lo que reduce su renta disponible.
Y encarece nuestra factura petrolera. Si por el mismo volumen importado el precio medio del barril aumenta un dólar, la economía gastaría adicionalmente 450 dólares al día, más de 175 millones al año. Si el encarecimiento es de 5 dólares, la pérdida diaria se elevaría a 2,300 dólares, cerca de 900 millones de dólares al año, equivalente a 1.1% del PIB.
Lo que representa un nuevo riesgo para nuestro sector externo, la dependencia ahora es un poco más que antes, hace 18 años el consumo per cápita de gasolinas, gasoil, fuel oil y glp era de 246 galones, en 2018 aumentó a 262 galones diarios, poco menos (0.72) de un galón.
Como resultado la economía enfrenta dos tendencias contradictorias para el crecimiento del PIB. La que frena impuesto, como el alza del petróleo, el pasado viernes el barril WTI cerró en 64.71 dólares, máximo desde final de octubre 2018, explicado por el recorte de la OPEP, problemas políticos que reducen la oferta en Libia y Venezuela y el anuncio de Trump de que sancionará a los países que a partir del 2 de mayo compren petróleo a Irán, lo que supone reducir a cero sus exportaciones.
Aumento acumulado de 20% que los dominicanos ya tenemos asimilado, haciendo innecesario revisar el pronóstico de crecimiento del PIB entre 5,5% y 6.0% para este año; es decir, entre 1.5 y 2 puntos menos con respecto al 7% observado en 2018.
Sobre el alza del crudo debo decir, finalmente, que en el corto plazo hay dos posibilidades. Que sea transitorio. Dependerá de Trump, si cumple o no su promesa de que Estados Unidos, el mayor productor mundial con 13 millones de barriles diarios, hace ocho años aportaba 6 millones, junto a Arabia Saudita y otros miembros de la OPEP, aportarán la cantidad adicional que cambiará la tendencia ascendente del precio. Lo que es posible, en términos relativos hablamos de poca cantidad, alrededor de un millón de barriles al día, la oferta de Irán que se queda fuera del mercado.
Otra posibilidad es que el aumento sea permanente, con ritmo ascendente, haciendo necesario revisar el pronóstico de crecimiento del PIB. Tendría que cumplirse lo siguiente. Que la promesa de Trump se quede en el aire; que Irán cierre el estrecho marítimo de Ormuz en el Golfo Pérsico, por donde transitan barcos petroleros con un tercio del petróleo mundial; y que su ejército derrote a la marina de Estados Unidos, asumiendo que Trump decide pelear, lo que también está por verse.
Nada está claro en el mercado internacional del petróleo, el tiempo dirá, incertidumbre que nos obliga actuar sobre lo seguro: preservar la tendencia positiva que motoriza el aumento del PIB. Me refiero a la demanda interna, sabiendo que el crecimiento del consumo y la inversión privada impulsan las importaciones, crecen más que las exportaciones. Y sin olvidar que la política aislacionista de Trump de “América Primero” reduce el volumen de comercio y debilita el crecimiento global.


http://hoy.com.do/petroleo-caro/

lunes, 29 de abril de 2019

El calentamiento global puede impulsar la desigualdad económica


Durante el último medio siglo, el cambio climático ha sido culpado por las olas de calor, las inundaciones y el aumento de los mares. Ahora, investigadores dicen que las temperaturas más cálidas están ampliando el abismo que separa a los países más ricos y más pobres, lo que impulsa efectivamente las economías de muchos contaminadores ricos y al mismo tiempo frena el crecimiento en gran parte del mundo en desarrollo.
Como resultado, la desigualdad entre los que tienen y los que no tienen ya es un 25 % mayor de lo que sería en un mundo más frío, afirma el documento, cita Warren Cornwall en un artículo en la sección Clima de Science.
Aunque no está de acuerdo con los números, el economista de la Universidad de California, Berkeley, Solomon Hsiang, dice que el documento proporciona pruebas claras de que el cambio climático ha atrofiado a las economías en el mundo en desarrollo.
“La declaración del estudio de que el calentamiento ya debería haber golpeado las oportunidades económicas en los países pobres es extremadamente importante”, escribió Hsiang en un correo electrónico.
El nuevo trabajo se basa en investigaciones anteriores que encontraron picos de actividad económica a una temperatura promedio de 13° C. Llámelo una situación “Ricitos de Oro”, cómoda, que no es ni demasiado caliente ni demasiado fría. Las temperaturas más bajas pueden obstaculizar los sectores dependientes del clima, como la agricultura, pero las temperaturas más altas pueden debilitar los cultivos, agotar la energía de los trabajadores y exacerbar los conflictos sociales. Ese estudio encontró que el cambio climático podría reducir la producción económica global generalizada en un 23 % para 2100.
En el nuevo estudio, el dúo de científicos del clima Noah Diffenbaugh y el economista Marshall Burke, ambos en la Universidad de Stanford en Palo Alto, California, utilizaron modelos climáticos y económicos para desentrañar los impactos económicos del cambio climático país por país, a partir de 1961.
Su modelo comparó el desempeño de cada país en años más cálidos y fríos, al tiempo que explicaba otros factores como las innovaciones tecnológicas y los giros en la economía global. De la respuesta de cada país a las temperaturas, los modeladores crearon dos “mundos”, uno que refleja el calentamiento global real y otro sin la contaminación de gases de efecto invernadero.
Al compararlos, se demostró que entre 1961 y 2010, muchos países cercanos al ecuador, que generalmente son más pobres, perdieron un promedio de más del 25 % del crecimiento potencial del producto interno bruto (PIB) debido al calentamiento global, informan los investigadores en el proceso. de la academia nacional de ciencias. En contraste, muchos países más fríos, en su mayoría más ricos, disfrutaron de un aumento económico del 20 % o más, gracias a un clima más cálido. Desde 1961, por ejemplo, el PIB per cápita de Noruega creció un 34 % adicional, mientras que la India perdió casi la misma cantidad.
A medida que las temperaturas globales aumentaron, algunas economías se debilitaron, mientras que otras disfrutaron de un impulso adicional. La diferencia sigue un patrón geográfico, según un nuevo estudio: los países más cálidos más cercanos al ecuador sufrieron, mientras que los más fríos se beneficiaron, dice Burke.
Los daños económicos pequeños pueden tener efectos de gran tamaño, porque los de un año pueden extenderse a los años futuros. Por ejemplo, un agronegocio que perdió dinero en una ola de calor podría invertir menos en equipos o investigación. “Incluso pequeños cambios en la tasa de crecimiento aumentan con el tiempo y se pueden ver grandes efectos”, añade.
Hsiang, quien fue el autor principal de un artículo de 2017 que concluyó que la economía de EE. UU. perdería aproximadamente el 1.2 % del PIB con un aumento de 1° C en las temperaturas promedio, advierte que no se debe dar demasiado peso a las cifras, especialmente las ganancias aparentes para los países más fríos. El enfoque no confirma los resultados con “evidencia del mundo real de que realmente sucedió”, dice.
Burke reconoce que datos económicos más completos podrían dar más certeza. Pero defiende los resultados como “la mejor interpretación posible de los datos” y dice que podrían alimentar las discusiones sobre si las naciones más ricas responsables de la mayor parte de las emisiones históricas deberían compensar a las naciones más pobres por el daño climático. Y tanto Hsiang como los investigadores de Stanford están de acuerdo en la necesidad de más investigación sobre el clima y la desigualdad.
Queda una gran pregunta: ¿el calentamiento exacerba la desigualdad dentro de un país?

domingo, 28 de abril de 2019

Las AFP y el Congreso Nacional

SANTO DOMINGO,R.D.- El pasado 27 de febrero, el presidente de la República anunció ante la Asamblea Nacional y el país una propuesta para reformar la actual Ley de Seguridad Social n.º 87-01.
Sin embargo, en el escenario de la Comisión de Seguridad Social instalada hasta ese entonces en el Senado de la República, los detalles de las modificaciones propuestas por el Poder Ejecutivo no eran conocidas. Los medios y métodos empleados para crear esa propuesta fueron y siguen siendo un misterio.
En los meses previos, muchos ciudadanos y organizaciones creímos que la participación en la sede del Poder Legislativo tenía como objetivo dar un debate democrático, plural y a fondo sobre la Seguridad Social y el Sistema de Pensiones, aportando análisis y recomendaciones con fundamentos rigurosos, serios y verificables.
La propuesta presidencial tomó a todos por sorpresa.
Seguimos creyendo que los legisladores tienen el deber de representar al pueblo y urgimos a que así lo hagan. De manera formal hemos hecho saber nuestros puntos de vista a la nueva Comisión Bicameral del Congreso Nacional.
Hemos señalado que cualquier reforma debe tener como centro los derechos fundamentales y la Constitución, y, bajo ningún concepto, la aceptación de pactos que desnaturalicen las esencias del Estado social y democrático de derecho, o que violen la Carta Fundamental.
Lejos de la reforma estructural que avanza mundialmente, y que en República Dominicana se hace urgente, la propuesta presidencial para modificar el sistema de pensiones difícilmente pueda llamarse “reforma”, y es apenas un cambio sobre algunos parámetros, específicamente las comisiones con que las AFP engordan cada año.
Y lo peor: en realidad no se arreglará nada sino que todo va a empeorar. Resulta increíble que haya quienes se refieran a esta propuesta como “un hecho”, como si la autocracia fuera el régimen político vigente.
Hemos explicado -siendo conservadores en las cifras- que en el primer año de puesta en funcionamiento del nuevo esquema propuesto por el Poder Ejecutivo, las AFP obtendrían ingresos operacionales de 7,863.3 millones de pesos, superiores en 3,075 millones de pesos a los obtenidos en 2018.
Si el cálculo se extiende a futuro, las AFP nunca verán reducir sus ingresos y ganancias, pues en 2022 tendrán ingresos por 10,526.9 millones de pesos, y en 2031 sus ingresos superarán los 20,000 millones de pesos anuales; es decir, entre 2018 y 2031 sus ingresos crecerán a razón de 12% promedio anual. Un saqueo a la franca.
La democracia no puede ser suspendida, menos los derechos y conquistas sociales. Contra el interés general y el bienestar colectivo parece prevalecer la voluntad de un pequeñísimo grupo muy poderoso, que desea un negocio aun más seguro, rentable y libre de riesgo.
Esto constituye una trama de corrupción legalizada en beneficio de las megaempresas llamadas AFP. Por supuesto, caminar en esta dirección no resolverá para nada la crisis del sistema de pensiones.
El deber histórico, ético y cívico del Congreso Nacional no puede ser legitimar la imposición de los actores hegemónicos, sino representar los intereses y la soberanía del pueblo cumpliendo el mandato del legislador, fiscalizando el sistema actual, defendiendo los derechos de los ciudadanos y haciendo prevalecer la Constitución.
Y añadimos: la reducción o ajuste de las altas comisiones que obtienen las AFP no ha funcionado en ninguna parte del mundo. Ya no se trata de concesiones mínimas ni tibias reformas.
La evidencia internacional es abundante y la realidad es escandalosa: o construimos un sistema de Seguridad Social justo, incluyente, universal y solidario, mediante las reglas democráticas, o el país sigue convirtiéndose en una finca privada.