lunes, 4 de febrero de 2013

SOBRECALENTAMIENTO DEL PLANETA: Llamado a bajar las emisiones de CO2


Santo Domingo,R.D.- Cada 28 de enero, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo dedica a concienciar acerca de la necesidad de impulsar políticas de reducción de los gases de efecto invernadero (GEI). A esas emisiones se atribuyen las altas temperaturas que experimenta el planeta, poniendo en peligro la preservación de hábitats y especies.
La estrategia es ir “descarbonizando” las economías mediante reducciones en la generación energética proveniente de fuentes que utilicen combustibles fósiles, como petróleo, carbón y gas natural; mayor inversión en la generación de energías renovables; mejoras en la tecnología; ahorros de energía y optimización de los recursos naturales.
Las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) y demás gases que inciden en el calentamiento de la temperatura del planeta se estiman en 39 mil millones de toneladas anuales. De ese total, 36 millones de toneladas se generan en República Dominicana, cifra que representa el 0.03 por ciento de las emisiones globales. 
La generación per cápita en el país es de 3.6 TnCO2 equivalente por año, dato que lo coloca como el tercer mayor emisor de la región del Caribe insular, conforme ha informado el Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL).
Siendo uno el planeta y una la atmósfera, cada medida dirigida a reducir emisiones de GEI, sea ésta individual o colectiva, hace su contribución a la lucha contra el cambio climático, no importando en dónde se genere esa acción. 
¿Qué puede hacer cada persona para reducir su emisión per cápita de CO2 equivalente? Naciones Unidas, a través de su guía para un clima neutro, ofrece un sinnúmero de recomendaciones, algunas tan simples como apagar luces, computadoras, calentadores y motores que no se estén utilizando, y otras más complejas, como invertir en sistemas de generación de energía renovable o cambiar el sistema de combustión de los vehículos. Compartimos algunas de ellas.
La menor emisión
El transporte en avión genera emisiones considerables de CO2. Por ejemplo, un vuelo trasatlántico genera la misma cantidad de emisiones que conducir un automóvil durante un año.
En ese tenor, se recomienda invertir un poco más de tiempo en la carretera optando viajar en automóvil y no en avión. En los países que cuentan con trenes, se recomienda elegir esa opción a los viajes en avión. Si no tiene la opción del tren y debe viajar en avión, podría reducir el peso su equipaje, lo que también reduce emisiones.
Otra opción es evitar un traslado siempre que sea posible. Los avances tecnológicos permiten hacer vídeo-conferencias que posibilitan la interacción en tiempo real con personas que están a miles de kilómetros, con lo que se ahorra gastos en pasajes, alojamientos y, sobre todo, emisiones de CO2.
Para trasladarse a la oficina diariamente es preferible el tren o el metro en vez utilizar el automóvil. Se estima que si cada día se recorre una distancia mínima de ocho kilómetros para llegar al trabajo, si opta por un transporte colectivo, esa sola medida ahorrará la emisión de 3.7 libras de CO2 per cápita. Otra opción un tanto más saludable es el uso de bicicletas.
Toda acción cuenta
Otras recomendaciones para evitar emisiones de CO2 a la atmósfera son secar la ropa al sol en vez de utilizar una secadora automática eléctrica, lo que permite un ahorro de cinco libras de CO2, y caminar al aire libre por unos 45 minutos en vez de utilizar una máquina caminadora, con lo que evita que se lance a la atmósfera 2.2 libras de CO2.
También, utilizar una tostadora para calentar el pan en vez de un horno eléctrico: un uso de 15 minutos de la tostadora ahorra 0.4 libras de CO2; optar por un cepillo que no sea eléctrico y adquirir un reloj de cuerda para que funja como despertador en vez de un reloj electrónico son dos medidas que evitan la producción de casi 48 gramos de emisiones de CO2 cada una.
En la iluminación, si se cambian los bombillos de 60 vatios por bombillos de ahorro de energía se producirá cuatro veces menor emisión de gas de efecto invernadero; y si se selecciona una computadora portátil a una de escritorio, y un monitor LCD a uno de pantalla CRT, también se producen ahorros. Además, se recomienda apagar la computadora y el monitor durante la hora de almuerzo y al terminar el trabajo, con lo que se reducen en  un tercio las emisiones de CO2 que generan esos equipos.
Otras sugerencias son utilizar una ducha de bajo consumo, con lo que ahorrará 10 litros de agua por minuto y reducirá a la mitad las emisiones de CO2 por ese concepto, y bajar el termostato del aire acondicionado: una reducción de la temperatura en dos grados en un apartamento de 90 metros cuadrados podría ahorrar 6% en energía.
Otras medidas
Se estima que el sector de transporte es responsable del 25 por ciento de consumo de energía total y de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para reducir éstas se recomienda la sustitución del uso de gasolina y diesel por otros combustibles que aunque fósiles son menos contaminantes, como el gas licuado de petróleo y el gas natural.
También se recomienda la mezcla de gasolina y diesel con biocombustibles como el bio-etanol y el bio-diesel, con lo que se consiguen ahorros de emisiones. 
Para la producción energética se recomienda incentivar la generación con energía renovable, utilizando el viento (energía eólica), el sol (fotovoltaica), el agua (hidráulica) y la biomasa, como madera y desechos orgánicos.
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EL AUMENTO DE LAS EMISIONES Y LAS METAS

El Protocolo de Kioto fue el mecanismo acordado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) para reducir las emisiones de carbono a nivel planetario, instrumento que no ha dado los frutos esperados.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) asegura que la concentración de CO 2atmosférico durante el 2010 se incrementó en 2,36 partes por millón (ppm), lo que indica claramente que los países deben aumentar sus metas nacionales de reducción de emisiones.
Expertos han advertido que mientras mayor sea el retraso en iniciar acciones para reducir las emisiones de GEI, mayor será la demanda de reducción. Uno de ellos, el climatólogo James Hansen, dice en una investigación que si en 2005 se hubiese iniciado una real reducción de emisiones globales, habría bastado con reducir un 3% de emisiones de CO2 anual para recuperar el equilibrio energético del planeta. Pero ese porcentaje se ha duplicado; en 2013 se requiere un 6% anual de reducción de emisiones. Y si no se toman las acciones que reclama la situación climática mundial, en 2022 esa proporción habrá aumentado a un 15% anual.


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