Los datos nacionales indican que las lluvias aportan anualmente 73 mil millones de metros cúbicos al año. El 60%, unos 47 mil millones son reevaporados; quedando 26 mil millones de metros cúbicos anualmente, para uso humano.
A su vez, esta agua disponible toma dos destinos: 23 mil millones de metros cúbicos alimentan el escurrimiento en forma de ríos y lagunas, y los restantes 3 mil millones de metros cúbicos pasan a las corrientes subterráneas.
Todos estos datos se presentan en el Atlas de la Biodiversidad de la República Dominicana publicado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
La Cordillera Central realiza la mayor captación acuífera con sus 709 cauces de río y arroyos.
En la cordillera Septentrional se registran 243 cauces de agua. En la Oriental 193 pequeños ríos y arroyos. Las sierras de Neiba y Bahoruco cuentan con 160 ríos y arroyos y en la zona cárstica de Los Haitises existen 147 arroyuelos y caños.
El país cuenta con unos 35 embalses de agua con unos 2,191.4 millones de metros cúbicos.
A julio del 2010, existían 363 acueductos y 109 pequeños sistemas rurales descentralizados. Las presas de Rincón, Valdesia, Monción y Bao-López Angostura, suministran agua para distintos acueductos.
La pregunta esencial que nos lleva a la sostenibilidad de RD, consiste: ¿tiene RD suficiente agua para responder a la demanda del desarrollo de su población, o al contrario, existen razones para alarmarse?
Lamentablemente, las fuentes de aguas de las áreas tropicales son únicamente las lluvias y condensación forestal. Mientras que las zonas templadas o frías, tienen mejor suerte, al recibir agua tanto de las precipitaciones, como del derretimiento de glaciares, nieves eternas a grandes alturas y de las nevadas estacionales.
Los especialistas invitados a Los Sabios en la Z, reiteran que República Dominicana es privilegiada por sus casi 1,500 milímetros promedios de precipitación anual, sin incluir el volumen de condensación en los bosques.
Esto asegura suficiente agua para el desarrollo si se aplican las políticas públicas adecuadas a su correcto uso evitando los punibles derroches actuales.
Hay que señalar, sin embargo, que las regiones del Cibao Central, la Línea Noreste y parte de la región Sur empiezan a sufrir de tensión hídrica por el intenso uso irracional de aguas de riegos y urbanas. En cambio, la región Este, al carecer de explotaciones agrícolas intensivas, no figura en esta alarma prudencial.
Otro tema que se tocó profundamente en Los Sabios en la Z, fue el relacionado al descuido de las cuencas hidrográficas, donde se concluyó recomendando en forma urgente, la aplicación de planes de manejos y reforestación intensiva a fin de proteger suelos y presas.
Los Sabios en la Z se sintió prestigiado por contar con figuras tan sobresalientes, catalogadas entre los expertos, especialistas y autoridades mejor valorados en la nación, fueron ellos: los ingenieros, Alberto Holguín, actual director de INAPA; Marcelo Jorge, especialista hidráulico y ex administrador de la CDE; Roberto Castillo Tió, consultor nacional e internacional; Diógenes Vargas, ex director de Corasan.
Asimismo, participaron, Luis Carvajal, ambientalista de la UASD y de la Academia de Ciencias; Julio Suero Marranzini, ex director de INAPA, y reconocido especialista hídrico de la nación; doctor Juan González Acosta, consultor y funcionario de alto nivel de varias entidades.
Y la joven economista Diandra Vásquez, quien ofreció la opinión de las nuevas generaciones, ante la crisis de servicios e institucional, que afecta la sociedad dominicana.
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