SANTO DOMINGO,R.D.- Parece ser que ya es parte de la creencia popular de que la tarifa eléctrica en la República Dominicana es la más cara del mundo. Contradecir dicha información basándose en datos estadísticos reales y actualizados, y lograr convencer a los consumidores es una de las tareas más difíciles, en un país donde el servicio eléctrico es precario y de baja calidad.
La tarifa eléctrica en un sistema eléctrico regulado se define a partir de tomar en cuenta las variables de costos que implican los subsistemas de generación, transmisión, distribución y comercialización. Lo recomendable es que las tarifas eléctricas reflejaran los costos en que se incurre para que cada usuario reciba electricidad tal como manda el art. 2 de la Ley General de Electricidad cuando se refiere a la tarifa técnica.
En la mayoría de los países en vías de desarrollo al igual que algunos países desarrollados las tarifas eléctricas para usuarios finales se encuentran afectadas por subsidios directos o cruzados, creados para beneficiar sectores sociales con poder adquisitivo muy limitado y a la vez, muy vulnerables a los vaivenes económicos, o a sectores productivos específicos que se incentivan otorgando una tarifa subsidiada como parte de una política de Estado orientada para tales fines. El primer párrafo del artículo 468 del reglamento de la Ley General de Electricidad indica que a partir de la puesta en vigencia de la tarifa técnica debe incluirse en la factura eléctrica el monto del subsidio gubernamental.
Por ejemplo, en la República Dominicana la tarifa eléctrica no refleja el monto del subsidio gubernamental otorgado en las diferentes categorías de consumo. De acuerdo a la última resolución de la Superintendencia de Electricidad (SIE) y al Informe de Desempeño Comercial de la CDEEE 2013, el precio monómico medio de venta por tarifa (US$/ kWh) de las empresas distribuidoras es de US$0.14 para los grandes consumidores denominados Usuarios No Regulados (UNRs); US$0.20 para la Media Tensión (MT) regulada y US$0.195 para los clientes residenciales y pequeños negocios de baja tensión (BTS).
En un estudio sobre información del sector energético en países de América del Sur, América Central y El Caribe realizado por la Comisión de Integración Energética Regional (CIER), así como en otras fuentes, podemos ver que el precio del kilovatio hora en la República Dominicana es más bajo en algunos segmentos residenciales, comerciales e industriales que los vendidos por varias empresas distribuidoras de electricidad en varios países de la región dentro de los que se encuentran Colombia, Chile, Uruguay, El Salvador, Guatemala, Hon- duras, Nicaragua, Puerto Rico, Jamaica, entre otros.
Cabe señalar que a diferencia nuestra, donde se aplica una misma tarifa para las tres distribuidoras, en otros países las empresas distribuidoras venden electricidad en diversas zonas a precios diferenciados.
Otra región donde se encuentran tarifas eléctricas más elevadas que la dominicana es en las Antillas menores (el Caribe). De acuerdo a datos de la última encuesta tarifaria de la Asociación de Empresas Eléctricas del Caribe (CARILEC), encontramos que el precio de la electricidad de 15 países de 16 evaluados son más elevados que los de la República Dominicana.
De igual forma, en un estudio comparativo que realiza la EUROSTAT que recoje los países de la Union Europea, encontraremos que en más de diez países europeos los consumidores de 2,500 kWh a 5,000 kWh pagan una elecricidad más cara que los consumidores dominicanos.
Deberían ser las empresas distribuidoras de electricidad (EDEs) y la Superintendencia de Electricidad (SIE) quienes respondan la pregunta de si los consumidores dominicanos pagan la tarifa eléctrica más cara del mundo a sabiendas del subsidio existente y anunciado mes por mes. De igual forma, les toca a los grandes industriales, particularmente los UNRs, decir si pagan la tarifa eléctrica industrial más cara del mundo.
Hasta que al consumidor no sea provisto de mayor información y transparencia en la presentación de los costos y subsidios que intervienen en su estructura tarifaria, los niveles de confusión y la percepción de que pagamos la electricidad más cara del planeta seguirá persistiendo.
De todos modos, en el mundo que vivimos hoy en día la información está al alcance de todos, y por tanto no hay excusas para, a través del uso de las TICs y el internet, buscar estadísticas e informaciones que le permitan a usted llegar a sus propias conclusiones sobre los precios de la electricidad en el mundo.
De algo si estamos seguros, y es que mientras tengamos un servicio eléctrico deficiente, y se siga vendiendo la idea de que pagamos la energía más cara del mundo, en esa misma medida, muchos consumidores que actualmente son clientes tendrán una mayor aversión al pago de su factura y una mayor propensión al hurto, por lo que se reducirán las cobranzas y aumentarán las pérdidas para las empresas distribuidoras.
http://www.listindiario.com/economia-and-negocios/2014/7/17/330189/Tenemos-la-tarifa-electrica-mas-cara
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