Inicialmente, en la Republica Dominicana se comenzó a trabajar un proceso de reforma
estructural del sector eléctrico y de las empresas públicas que no contemplaba la
capitalización como mecanismo de inserción del capital privado. Los trabajos se iniciaron
con la redacción de un nuevo marco legal e institucional para la industria eléctrica sin
poner énfasis en el proceso de inserción de capital en sí mismo. A final del año 1992 se
contrataron los servicios de cuatro profesionales chilenos de muy alto nivel y vasta
experiencia (un abogado, dos ingenieros y una economista) con la asistencia técnica del
BID. Con dichos consultores se trabajó durante la primera mitad del 1993 y para inicios del
tercer trimestre de 1993 ya se contaba con el primer borrador completo del anteproyecto
de la ley general de electricidad. Ese documento se discutió posteriormente en el seno de
la Comisión Nacional de Energía creada por Decreto en aquel entonces, que concluyó los
trabajos de elaboración final del proyecto que se presentó al Congreso en Diciembre del
1993. Dicho proyecto de ley se estancó en el Congreso hasta la primera mitad del 2001
cuando fue aprobado. Es importante mencionar que el texto aprobado en el 2001 se
diferencia muy poco del texto que fue sometido originalmente en el 1993. Eso es una
señal de lo altamente politizado que es el sector y de que el proceso de reforma fue y es
más político que económico. La primera idea que debe quedar establecida aquí, es que el
proceso de capitalización, más que un proceso de reforma económica y estructural, es un
proceso político, donde se requiere la voluntad política para llevarlo adelante y la voluntad
política para apoyar todos los eventos subsiguientes del mismo proceso: No es un evento,
es un proceso. Si la capitalización hubiera concluido en el momento en el que se
anunciaron los ganadores y se entregó la administración de las empresas a los socios
privados, tuviésemos que evaluar la eficiencia y eficacia del proceso de capitalización solo
hasta ese punto.
Como Evento, la capitalización tuvo una primera etapa que fue desarrollar los trabajos de
definición de cuál era la visión que como Nación o Estado Dominicano se quería para la industria eléctrica; poner en blanco y negro esa visión, convencer a los capitales privados
para que la compartieran y vinieran a invertir a la Republica Dominicana.
Hasta ese punto el proceso fue bastante exitoso, ya que efectivamente se lograron todos
los objetivos trazados. Incluso se obtuvieron recursos para inversión en las empresas
capitalizadas y compromisos adicionales de inversión superiores a las expectativas que
tenía el equipo que trabajó en ese proceso.
La historia de cómo surgió la propuesta de adoptar el mecanismo de capitalización es la
siguiente. Entre el 1994 y el 1996, el país estaba enfocado en la reforma constitucional
que se realizó durante ese periodo y en la solución a la crisis política del 1994. El país
estuvo detenido en cuanto a nuevas decisiones políticas y el proceso de privatización
sufrió esa misma suerte ya que es un proceso cuya ejecución demanda mucho capital
político. El proyecto de ley sometido en 1993 perimió y no hubo avances en el Congreso.
Desde el punto de vista político o de negociaciones políticas para llevar adelante el
proceso todo se detuvo entre 1994 y 1996. Sin embargo, durante ese periodo hubo un
pequeño equipo técnico de cuatro personas que siguió trabajando amparado y financiado
básicamente con unos fondos de la cooperación del BID y luego de ayudas adicionales
asignadas primero por el Banco Mundial y luego por la USAID, y se fueron realizando
todos los trabajos técnicos que iban puntualizando la visión general que estaba
bosquejada en el proyecto de ley. Esos trabajos contenían toda la información necesaria
para preparar los pliegos de licitación para la privatización (posteriormente capitalización
cuando se definió el tema). En ese tiempo se contrataron consultores internacionales que
ayudaron a la Republica Dominicana a diseñar no tanto el proceso de privatización
propiamente dicho, sino la estructura industrial de la industria eléctrica. Fue ahí cuando
se definió técnicamente que el país quería dividir la CDE en empresas de generación, de
transmisión y de distribución; fue ahí que se definió que serian tres las empresas de
distribución regionalmente distribuidas en la forma en que resultaron; fue ahí que se
definió la agrupación de la generación térmica en dos empresas (posteriormente Itabo y
Haina); y que se decidió que todo el parque hidráulico quedaría en manos de una empresa
(la decisión de dejarla en manos del sector publico fue posterior). También en esta etapa,
se hicieron corridas económicas para verificar la viabilidad económica del esquema
propuesto, y los trabajos terminaron en el tercer trimestre del año 1995. Ya en ese año se
entró en un compás de espera hasta las elecciones del año 1996. Revelado el ganador de
las elecciones, se empezó a trabajar con el equipo de transición del PLD, partido ganador
de esas elecciones. Durante ese periodo de transición se llevaron a cabo una serie de
negociaciones entre las fuerzas políticas, entre el PLD y el PRD como principales fuerzas
políticas, y el PRSC que aún era gobierno. Las negociaciones se llevaron a cabo en la
PUCMM con la mediación de la iglesia católica. En lo concerniente al tema eléctrico se
concluyó que era urgente llevar adelante el proceso de privatización bajo algún esquema,
más que nada porque la crisis eléctrica en los años 1995 y 1996 fue muy fuerte. En ese
escenario es donde se decide que la estrategia de inserción del sector privado a la industria eléctrica de la Republica Dominicana se haría mediante un proceso de
capitalización similar al que se realizo en Bolivia, ya que cuando se capitaliza una empresa
no se enajena el activo, sino que se atraen nuevos capitales para reactivar la empresa
manteniendo el activo original invariable en manos del mismo propietario estatal. Esa fue
la solución que los partidos políticos dominicanos encontraron para poder viabilizar un
nuevo orden institucional que incluyera la participación de capital privado en la industria
eléctrica y la administración privada de una gran parte de esa industria eléctrica. Cuando
se cierra ese acuerdo político se contrataron consultores bolivianos, entre los cuales se
contaron dos vice‐ministros que habían trabajado en el proceso de capitalización de
Bolivia y se redacta el proyecto de la ley de capitalización, la cual fue aprobada de forma
rápida en el Congreso. A pesar de la recomendación de los asesores internacionales y del
interés del Gobierno el proyecto de la Ley General de Electricidad no corrió la misma
suerte debido a motivaciones políticas en el Congreso. Esta situación obligó al Gobierno a
realizar los trabajos legales de la capitalización de la CDE dentro del marco jurídico
institucional de la Secretaria de Estado de Industria y Comercio, que era el marco legal
vigente. Si la Ley General de Electricidad hubiera estado aprobada antes de la licitación
para la capitalización, el sector hubiera iniciado esta nueva etapa con una fortaleza
institucional indiscutible. En este punto es notable lo negativo que ha resultado la
injerencia política en la industria eléctrica cuando la visión no está clara: El Congreso
Dominicano instruyó al Poder Ejecutivo que llevara adelante el proceso de licitación
respetando los procedimientos y plazos establecidos, pero le negó al proceso de
capitalización el contar con herramientas accesorias que podían influir positivamente en la
motivación de los potenciales inversionistas, como era la Ley General de Electricidad, con
cuya aprobación previa los resultados obtenidos hubieran sido todavía más positivos para
el país. Una muestra de lo negativo que ha resultado para el país la incidencia política en el
sector.
Ninguno de los tres partidos mayoritarios se involucró directamente en los trabajos
técnicos relativos a la visión de la nueva conformación de la industria. Esto tuvo como
positivo el permitir que los trabajos avanzaran rápidamente y que el producto final fuese
integro, al no precisar fragmentación fruto de las concesiones políticas. Al finalizar, se
dieron como aprobados políticamente y estuvieron listos para ser implementados. Como
negativo, tenemos que muchas de las críticas que comienzan a aparecer luego de la
implementación, van precisamente dirigidas a esos trabajos técnicos. Analizándolo a
posteriori, es posible que si se hubiera dado una negociación política previa para alcanzar
un acuerdo relativo a la estructura del sector y a los trabajos de estructuración post
capitalización como ocurrió con la ley de capitalización, tendríamos un sector mucho
menos politizado y se hubieran evitado o minimizado las divergencias y criticas que
persisten aún hoy, y que aunque son en su gran mayoría infundadas, están ahí. Por otro
lado, si hubiera tenido lugar esa negociación, las fuerzas políticas posiblemente no se
hubieran puesto de acuerdo y el proceso no se hubiera celebrado.
http://www.adie.org.do/documentos/articulos/Evolucion_sector_electrico_dominicano.pdf
martes, 5 de agosto de 2014
"Pacto Eléctrico" será fracaso sino logra eliminar el subsidio
SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- El presidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), Marcos Cochón, aseguró este martes que el Pacto Eléctrico sería un total fracaso si no cumple con el principal objetivo de desmontar el subsidio al sector, que anualmente se “traga” unos 1,500 millones de dólares.
En opinión de Cochón, el sector oficial debe ser coherente en el discurso y en la práctica, logrando un sistema eléctrico eficiente, y una sostenibilidad financiera que garantice un servicio óptimo.
Para lograr esos objetivos, añade, hay que consensuar el pacto en tres puntos esenciales, a saber, suplir el 100% de energía que demandan la población y una industria que afronta problemas de competitividad a causa de las deficiencias del sistema; crear consumidores responsables y, por último, definir una acción que involucre los actores de la industria eléctrica.
Cochón insistió en que, tratándose de un problema “muy complejo”, hay que buscarle una solución integral, priorizando un suministro de calidad y continuo, sostenible financieramente y sobre todo, competitivo.
“Lógicamente, en esas discusiones debe ser prioridad un plan de acción que ayude a superar el déficit de un 31.58% por el cambio de la matriz y de un 57.75% por pérdidas”, apuntó el especialista en cuestiones energéticas.
Relevó también la importancia de eliminar la asimetría en la información, de modo que los datos sobre la industria eléctrica que se divulguen sean veraces y permitan a la población estar debidamente edificada sobre la integralidad del problema, y no solo piense en los apagones.
“La población debe saber que los apagones son consecuencia de las deficiencias de un servicio que implica todo un sistema, en el que se relacionan las empresas de generación, las distribuidoras y los recursos económicos”, dijo Cochón.
Cochón hablo en esos términos en el discurso central que pronunció en el desayuno empresarial “Retos y oportunidades del sector eléctrico dominicano ante el Pacto Nacional para la Reforma del Sector Eléctrico”, celebrado en la mañana de hoy en un hotel capitalino.
HOY SE CUMPLE 14 AÑOS DE CAPITALIZACION DEL SECTOR ELECTRICO
El sector electricidad en las etapas pre y post capitalizacion
SANTO DOMINGO,R.D.-Desde el año 1991 hasta el 2008 la producción de electricidad y agua (E&A) ha sido en promedio el 2.14% del PIB. No publica el Banco Central los dos renglones desagregados. Esta pequeña parte de la producción nacional es sin embargo capaz de incrementar o destruir el valor de lo que agrega a la economia el 98% restante.
Numerosos estudios econometricos analizan la relación del PIB con la producción de energía. El consenso en los países desarrollados es que un crecimiento del PIB de 1% induce un incremento en la demanda de energía de alrededor del 0.5% (Mahadevan and Asafu-Adjaye, 2007; Narayan and Smyth, 2005; Hickling, 2006; Akmal and Stern, 2001).
En los países en vías de desarrollo, el crecimiento del suministro de electricidad más que duplica el crecimiento del PIB, por razones obvias.
En República Dominicana, el crecimiento promedio del PIB desde 1991 al 2008 (a precios constantes, 1991 =100) ha sido un 6.0% anual; el crecimiento del sector electricidad en ese mismo periodo ha sido 7.6% anual; o sea, crece 1.26 veces el PIB. Dado nuestro limitado estado del suministro y calidad de la electricidad, esto es notablemente insuficiente. En República Dominicana el sector eléctrico debera crecer más del doble que el PIB, porque deberá suplir las necesidades del desarrollo y además cumplir su rol social, atendiendo la insuficiencia frente a una gran población rural y urbana escasamente abastecida.
Cuando se entra en los detalles de este dato, que ya de por si resulta preocupante, el mismo se vuelve peor.
Descomponiendo el crecimiento de la variable E&A en los periodos pre y post capitalización (91-99 y 2000-2008) notamos que el crecimiento del sector E&A tiene comportamientos totalmente diferentes.
El crecimiento promedio del PIB bajó de 6.8% en el periodo 91-99 a 5.3% en el periodo 2000-2008. La crisis financiera del 2003 probablemente explica esta disminución. Por otro lado, el crecimiento del sector E&A cambio de 12.1% en el periodo pre capitalización a 3.5% en el periodo post-capitalización. La relación crecimiento del sector E&A al PIB bajó de 1.78 pre-capitalización a 0.66 post-capitalización.¿Que pasa?
La caracteristica de la electricidad “balaguerista” fue la asignación de inversión productiva de forma no totalmente racional, frecuentemente dominada por la conveniencia pecuniaria de uno u otro zar del sector, pero supervisada por el lapiz y la libretica del gobernante. La caracteristica del periodo post capitalización es que el desarrollo del sector fue dejado a “la mano invisible del mercado”. ¿Por que se reduce de manera tan radical el crecimiento del sector E&A despues de la privatización? Puede haber varias explicaciones.
El parque de generación existente en el 1999 y su capacidad productiva eran casi suficientes para suplir la electricidad que pueden pagar las distribuidoras y el subsidio gubernamental, independientemente del precio al que se produjera. ¿Si usted, como inversionista, puede comenzar a facturar y cobrar sin tener que hacer una gran inversión en plantas nuevas, ¿para que ponerse a invertir, si es más fá¡cil recapitalizarse con las máquinas viejas?
Como parte del análisis que usted hizo para meterse en el negocio de la capitalización, era claro que sus clientes, Edesur, Edenorte y Edeeste se las veran “color de hormiga” para juntarse con la mitad del dinero de la electricidad que compraran. El robo eléctrico era en 1999, y sigue siendo hoy, una arteria abierta en el sistema, que lo desangra y lo hace inviable.
No importa lo que haga el gobierno, sector privado o CDEEE, el sistema sólo se mantiene porque los subsidios son la llave que mantiene abierto el flujo de dinero hacia la generación.
No existe incentivo, ni siquiera perverso (comisiones en la construcción), para la inversión eléctrica. En el sistema pre-capitalización la única forma de juntarse con un dinero era construir físicamente una planta, una subestación o una línea, sobrevaluarla y ganarse ese porcentaje. En el sistema post capitalización la corrupción centrada en la construcción de obras ha sido substituida por los márgenes de la generación y comercialización de energía. Ahora, con más actores y con más dinero envuelto, se puede ganar millones de dólares sin construir nada, si lo hace falta tener acceso al pastel de los subsidios.
Si dolarizamos los datos del PIB a precios corrientes (según el BC) y tomamos los GW generados (según el Organismo Coordinador) encontramos algunos indicios interesantes.
En el periodo 2001-2003 los GW generados subieron de 9,263 a 10,385, mientras el PIB del sector bajaba; puede concluirse que el valor (y costo) de los GW generados bajó, medidos en US$.
A partir del 2004 hasta el 2006, el PIB del sector aumentó de US$592 millones a $846 millones, mientras la producción, que cayó en el 2004, regresaba a los niveles de producción del 2002. En resumen, el valor (y precio) para la economia de los mismos GW generados subio del 2002 al 2006 de US$64,118 por GW a US$79,906; la misma electricidad, pero a mayor costo. Una buena parte de la explicación se encuentra en el aumento del precio promedio del barril de petróleo. De $23.00 en el 2002, pasó a $58.30 en el 2006. ¿Cómo combatio el gobierno el efecto de este aumento? ¿Se invirtieron US$200 millones en desarrollar 500 MW de nuevas unidades con combustibles más baratos? ¿Se invirtieron US$30 millones para convertir a gas natural plantas que están listas para hacerlo y bajar sus costos? ¿Se invirtió US$150 millones en mejorar el control de fraudes con sistemas digitales? Las tres cosas se pueden hacer con menos de US$500 millones.
En lugar de sincerar la tarifa, promover generación más económica y entrarle tecnologicamente al fraude eléctrico, se incrementaron los subsidios; de menos de $100 millones de dólares antes del 2003 a mas de $500 en el 2005. El subsidio, que era un 19% del PIB del sector en el 2004, pasó a ser el 60% en el 2006. Deberíamos reflexionar que a pesar de que el subsidio subió de manera extraordinaria, el PIB del sector no refleja este hecho. Esto es porque el subsidio no es producción, es simplemente redistribución del dinero que el gobierno nos saca de los bolsillos a los contribuyentes; miles de millones de dólares quemados en una hoguera sin proposito.
La política de subsidios ha puesto millones de dólares en manos del sector eléctrico, sin control ni chequeos. Ya no hay que construir una linea, o una subestación o una planta para ganarse un 10%. Sin construir nada ni agregar nada, el sector eléctrico es capaz de diluir un monto equivalente al 2% del PIB, que se distribuye entre un grupo privilegiado, en una borrachera continua de dinero, del cual la resaca la sufrimos todos los dominicanos que pagamos impuestos.
¿Hay solución? Barack Obama dijo en un discurso reciente en Ghana: “Ningun país creará riqueza si sus lideres explotan la economía para enriquecerse personalmente, o la policia puede ser comprada por el trafico de drogas.”
“Ninguna empresa quiere invertir en un lugar donde (los funcionarios de) el gobierno pide el 20%, o la Autoridad de Puertos es corrupta. Ninguna persona quiere vivir en una sociedad donde la Regla de La Ley cede su puesto a la regla de la brutalidad y el soborno. Eso no es democracia, eso es tirania, y ahora es el momento de que acabe.” Y agrego: “Ãfrica no necesita un hombre fuerte, necesita instituciones fuertes.”Lo mismo es válido para el sector eléctrico.
Las cifras
500 millones de dólares. Fueron los subsidios otorgados al sector eléctrico en 2005.100 millones de dólares.Los subsidios al sector eléctrico en 2003 estaban por debajo de esa suma, lo que muestra el gran aumento de costos.
http://www.perspectivaciudadana.com/contenido.php?itemid=29981
Numerosos estudios econometricos analizan la relación del PIB con la producción de energía. El consenso en los países desarrollados es que un crecimiento del PIB de 1% induce un incremento en la demanda de energía de alrededor del 0.5% (Mahadevan and Asafu-Adjaye, 2007; Narayan and Smyth, 2005; Hickling, 2006; Akmal and Stern, 2001).
En los países en vías de desarrollo, el crecimiento del suministro de electricidad más que duplica el crecimiento del PIB, por razones obvias.
En República Dominicana, el crecimiento promedio del PIB desde 1991 al 2008 (a precios constantes, 1991 =100) ha sido un 6.0% anual; el crecimiento del sector electricidad en ese mismo periodo ha sido 7.6% anual; o sea, crece 1.26 veces el PIB. Dado nuestro limitado estado del suministro y calidad de la electricidad, esto es notablemente insuficiente. En República Dominicana el sector eléctrico debera crecer más del doble que el PIB, porque deberá suplir las necesidades del desarrollo y además cumplir su rol social, atendiendo la insuficiencia frente a una gran población rural y urbana escasamente abastecida.
Cuando se entra en los detalles de este dato, que ya de por si resulta preocupante, el mismo se vuelve peor.
Descomponiendo el crecimiento de la variable E&A en los periodos pre y post capitalización (91-99 y 2000-2008) notamos que el crecimiento del sector E&A tiene comportamientos totalmente diferentes.
El crecimiento promedio del PIB bajó de 6.8% en el periodo 91-99 a 5.3% en el periodo 2000-2008. La crisis financiera del 2003 probablemente explica esta disminución. Por otro lado, el crecimiento del sector E&A cambio de 12.1% en el periodo pre capitalización a 3.5% en el periodo post-capitalización. La relación crecimiento del sector E&A al PIB bajó de 1.78 pre-capitalización a 0.66 post-capitalización.¿Que pasa?
La caracteristica de la electricidad “balaguerista” fue la asignación de inversión productiva de forma no totalmente racional, frecuentemente dominada por la conveniencia pecuniaria de uno u otro zar del sector, pero supervisada por el lapiz y la libretica del gobernante. La caracteristica del periodo post capitalización es que el desarrollo del sector fue dejado a “la mano invisible del mercado”. ¿Por que se reduce de manera tan radical el crecimiento del sector E&A despues de la privatización? Puede haber varias explicaciones.
El parque de generación existente en el 1999 y su capacidad productiva eran casi suficientes para suplir la electricidad que pueden pagar las distribuidoras y el subsidio gubernamental, independientemente del precio al que se produjera. ¿Si usted, como inversionista, puede comenzar a facturar y cobrar sin tener que hacer una gran inversión en plantas nuevas, ¿para que ponerse a invertir, si es más fá¡cil recapitalizarse con las máquinas viejas?
Como parte del análisis que usted hizo para meterse en el negocio de la capitalización, era claro que sus clientes, Edesur, Edenorte y Edeeste se las veran “color de hormiga” para juntarse con la mitad del dinero de la electricidad que compraran. El robo eléctrico era en 1999, y sigue siendo hoy, una arteria abierta en el sistema, que lo desangra y lo hace inviable.
No importa lo que haga el gobierno, sector privado o CDEEE, el sistema sólo se mantiene porque los subsidios son la llave que mantiene abierto el flujo de dinero hacia la generación.
No existe incentivo, ni siquiera perverso (comisiones en la construcción), para la inversión eléctrica. En el sistema pre-capitalización la única forma de juntarse con un dinero era construir físicamente una planta, una subestación o una línea, sobrevaluarla y ganarse ese porcentaje. En el sistema post capitalización la corrupción centrada en la construcción de obras ha sido substituida por los márgenes de la generación y comercialización de energía. Ahora, con más actores y con más dinero envuelto, se puede ganar millones de dólares sin construir nada, si lo hace falta tener acceso al pastel de los subsidios.
Si dolarizamos los datos del PIB a precios corrientes (según el BC) y tomamos los GW generados (según el Organismo Coordinador) encontramos algunos indicios interesantes.
En el periodo 2001-2003 los GW generados subieron de 9,263 a 10,385, mientras el PIB del sector bajaba; puede concluirse que el valor (y costo) de los GW generados bajó, medidos en US$.
A partir del 2004 hasta el 2006, el PIB del sector aumentó de US$592 millones a $846 millones, mientras la producción, que cayó en el 2004, regresaba a los niveles de producción del 2002. En resumen, el valor (y precio) para la economia de los mismos GW generados subio del 2002 al 2006 de US$64,118 por GW a US$79,906; la misma electricidad, pero a mayor costo. Una buena parte de la explicación se encuentra en el aumento del precio promedio del barril de petróleo. De $23.00 en el 2002, pasó a $58.30 en el 2006. ¿Cómo combatio el gobierno el efecto de este aumento? ¿Se invirtieron US$200 millones en desarrollar 500 MW de nuevas unidades con combustibles más baratos? ¿Se invirtieron US$30 millones para convertir a gas natural plantas que están listas para hacerlo y bajar sus costos? ¿Se invirtió US$150 millones en mejorar el control de fraudes con sistemas digitales? Las tres cosas se pueden hacer con menos de US$500 millones.
En lugar de sincerar la tarifa, promover generación más económica y entrarle tecnologicamente al fraude eléctrico, se incrementaron los subsidios; de menos de $100 millones de dólares antes del 2003 a mas de $500 en el 2005. El subsidio, que era un 19% del PIB del sector en el 2004, pasó a ser el 60% en el 2006. Deberíamos reflexionar que a pesar de que el subsidio subió de manera extraordinaria, el PIB del sector no refleja este hecho. Esto es porque el subsidio no es producción, es simplemente redistribución del dinero que el gobierno nos saca de los bolsillos a los contribuyentes; miles de millones de dólares quemados en una hoguera sin proposito.
La política de subsidios ha puesto millones de dólares en manos del sector eléctrico, sin control ni chequeos. Ya no hay que construir una linea, o una subestación o una planta para ganarse un 10%. Sin construir nada ni agregar nada, el sector eléctrico es capaz de diluir un monto equivalente al 2% del PIB, que se distribuye entre un grupo privilegiado, en una borrachera continua de dinero, del cual la resaca la sufrimos todos los dominicanos que pagamos impuestos.
¿Hay solución? Barack Obama dijo en un discurso reciente en Ghana: “Ningun país creará riqueza si sus lideres explotan la economía para enriquecerse personalmente, o la policia puede ser comprada por el trafico de drogas.”
“Ninguna empresa quiere invertir en un lugar donde (los funcionarios de) el gobierno pide el 20%, o la Autoridad de Puertos es corrupta. Ninguna persona quiere vivir en una sociedad donde la Regla de La Ley cede su puesto a la regla de la brutalidad y el soborno. Eso no es democracia, eso es tirania, y ahora es el momento de que acabe.” Y agrego: “Ãfrica no necesita un hombre fuerte, necesita instituciones fuertes.”Lo mismo es válido para el sector eléctrico.
Las cifras
500 millones de dólares. Fueron los subsidios otorgados al sector eléctrico en 2005.100 millones de dólares.Los subsidios al sector eléctrico en 2003 estaban por debajo de esa suma, lo que muestra el gran aumento de costos.
http://www.perspectivaciudadana.com/contenido.php?itemid=29981
lunes, 4 de agosto de 2014
Plantas a carbón carecen de transparencia en R.D.

Baní, Peravia.- Expertos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), conjuntamente con instituciones privadas señalaron durante un panel desarrollado en esta ciudad, que el proyecto de las plantas a carbón en Punta Catalina, carece de transparencia y se ejecuta en violación a la ley medioambiental.
Todos los expositores de este evento, efectuado en el cine teatro Vaganiona de la ciudad de Baní, coincidieron en afirmar que las autoridades gubernamentales no han mostrado a la opinión pública los detalles técnicos de estas plantas, ni un estudio de impacto ambiental, pese a estar invirtiendo una gran cantidad de dinero en promover estas instalaciones eléctricas en los medios de comunicación.
Igualmente, coincidieron en señalar que se han iniciado las obras civiles de la construcción sin contar con el correspondiente permiso ambiental, lo que es una flagrante violación a la ley
64-00.
El exministro de Medio Ambiente, Max Puig, durante su intervención manifestó que en ese proyecto nada está claro. Ni las características técnicas de las plantas, ni el financiamiento, ni el proceso de licitación que otorgó el contrato, el cual está siendo impugnado por una de las empresas participantes.
Por su parte, el profesor José Luís Moreno San Juan, planteó que según las informaciones que ha podido recoger, las plantas que se planean establecer en Punta Catalina no contarán con la tecnología más adecuada para cumplir con las normativas establecidas en los Estados Unidos. En su opinión, lo menos que se podrían aspirar es que cumplan con lo estos requerimientos ambientales.
Además de Puig y San Juan, en el panel estuvo como expositor el periodista Felipe Ciprián. El vicepresidente de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (Cedeee), Rubén Jiménez Bichara, se había comprometido a participar en la actividad, no asistió ni se hizo representar por ninguno de los funcionarios de la entidad que dirige.
http://dominicanoshoy.com/index.php?id=58&tx_ttnews[year]=2014&tx_ttnews[month]=08&tx_ttnews[tt_news]=115568&cHash=151f3018e659d8e562cd35c3e353ee0d
Fuego en R.D. desnuda al Ministerio de Medio Ambiente
SANTO DOMINGO,R.D.- Durante toda una semana, un intenso fuego forestal redujo a cenizas los extensos y protegidos bosques del parque nacional Juan Bautista Pérez Rancier, anteriormente Reserva Científica de Valle Nuevo, al sur de Constanza, fuego que desnudó las precariedades logísticas, humanas y administrativas de nuestro Ministerio de Medio Ambiente y puso de manifiesto la minúscula capacidad de respuesta nacional ante cualquier fuego forestal.
El fuego tuvo su origen en una de las tantas descargas eléctricas que caen sobre el territorio nacional, en un momento en que una larga sequía mantiene seca y fácilmente inflamable a la hojarasca propia de la zona, y donde el Pinus occidentalis, o pino de cuaba, por tener muy alto contenido de resina, se incendia con facilidad y se apaga con dificultad, porque la resina es combustible.
Una semana después de iniciado el incendio forestal, las máximas autoridades del Ministerio de Medio Ambiente no se habían acercado por Valle Nuevo, y los antiguos guardaparques, que cobraban apenas migajas por cuidar nuestros bosques, no estaban disponibles porque hace tiempo que casi todos fueron cancelados para economizar los escasos chelitos que les pagaban, chelitos que no alcanzaban para una semana de comida mala.
El fuego corrió por la libre, destruyendo más de 70 mil tareas de pinares, ante la mirada indiferente de autoridades y ambientalistas que en nada se preocupaban por el desastre ambiental que allí ocurría, y de no haber sido por la voz de alarma dada por la prensa que realmente se preocupa por el medio ambiente, todavía las autoridades y los nuevos ambientalistas no estuvieran enterados del extenso fuego.
Luego de la alerta de la prensa, las autoridades pretendieron apagar el fuego forestal con brigadas improvisadas que muy poco aportaban en una zona escarpada, y ante esa realidad, un importante medio de comunicación nos consultó sobre aquel drama infernal, y al pedirnos plantear una solución sugerimos repetir lo que el país había hecho en ocasiones anteriores: buscar prestados dos helicópteros cisterna para apagar el fuego con agua obtenida desde el embalse más próximo, y que en este caso el embalse más próximo es el de la presa de Sabana Yegua, distante unos 30 kilómetros del incendio.
Horas más tarde, el Ministerio de Medio Ambiente convocaba a la prensa para anunciar que buscarían helicópteros para sofocar el incendio, pero que les dieran tiempo por tratarse de una tarea muy difícil, y nadie entendía como se pedía tiempo diez días después de iniciado el incendio, pues si el país contara con helicópteros cisterna no se habrían perdido esas 70 mil tareas de densos pinares, y si el pasado miércoles no hubiese llovido, durante tres horas, todavía el fuego estaría encendido, lo que indica que urgentemente el presidente Danilo Medina debe autorizar la compra inmediata de dos helicópteros cisternas, y asignar recursos para reforestación.
Pero lo que ha extrañado a gente importante de la prensa es no haber visto en Valle Nuevo a los nuevos ambientalistas que se habían presentado ante el país como los verdaderos guardianes de la floresta y las aguas dominicanas, y escuchar de algunos de ellos que “los fuegos forestales son buenos”, lo que demuestra que no les preocupaba que se quemara toda la cordillera Central, pues contra un fuego forestal natural no se puede hacer politiquería, como se ha hecho con otros casos, ni se puede acusar a nadie de haberse vendido al rayo incendiario caído.
El incendio forestal de Valle Nuevo ha desnudado muchas debilidades operativas y administrativas de nuestro país, pero también ha desnudado a muchos que aparentan ser lo que realmente no son.
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El fuego tuvo su origen en una de las tantas descargas eléctricas que caen sobre el territorio nacional, en un momento en que una larga sequía mantiene seca y fácilmente inflamable a la hojarasca propia de la zona, y donde el Pinus occidentalis, o pino de cuaba, por tener muy alto contenido de resina, se incendia con facilidad y se apaga con dificultad, porque la resina es combustible.
Una semana después de iniciado el incendio forestal, las máximas autoridades del Ministerio de Medio Ambiente no se habían acercado por Valle Nuevo, y los antiguos guardaparques, que cobraban apenas migajas por cuidar nuestros bosques, no estaban disponibles porque hace tiempo que casi todos fueron cancelados para economizar los escasos chelitos que les pagaban, chelitos que no alcanzaban para una semana de comida mala.
El fuego corrió por la libre, destruyendo más de 70 mil tareas de pinares, ante la mirada indiferente de autoridades y ambientalistas que en nada se preocupaban por el desastre ambiental que allí ocurría, y de no haber sido por la voz de alarma dada por la prensa que realmente se preocupa por el medio ambiente, todavía las autoridades y los nuevos ambientalistas no estuvieran enterados del extenso fuego.
Luego de la alerta de la prensa, las autoridades pretendieron apagar el fuego forestal con brigadas improvisadas que muy poco aportaban en una zona escarpada, y ante esa realidad, un importante medio de comunicación nos consultó sobre aquel drama infernal, y al pedirnos plantear una solución sugerimos repetir lo que el país había hecho en ocasiones anteriores: buscar prestados dos helicópteros cisterna para apagar el fuego con agua obtenida desde el embalse más próximo, y que en este caso el embalse más próximo es el de la presa de Sabana Yegua, distante unos 30 kilómetros del incendio.
Horas más tarde, el Ministerio de Medio Ambiente convocaba a la prensa para anunciar que buscarían helicópteros para sofocar el incendio, pero que les dieran tiempo por tratarse de una tarea muy difícil, y nadie entendía como se pedía tiempo diez días después de iniciado el incendio, pues si el país contara con helicópteros cisterna no se habrían perdido esas 70 mil tareas de densos pinares, y si el pasado miércoles no hubiese llovido, durante tres horas, todavía el fuego estaría encendido, lo que indica que urgentemente el presidente Danilo Medina debe autorizar la compra inmediata de dos helicópteros cisternas, y asignar recursos para reforestación.
Pero lo que ha extrañado a gente importante de la prensa es no haber visto en Valle Nuevo a los nuevos ambientalistas que se habían presentado ante el país como los verdaderos guardianes de la floresta y las aguas dominicanas, y escuchar de algunos de ellos que “los fuegos forestales son buenos”, lo que demuestra que no les preocupaba que se quemara toda la cordillera Central, pues contra un fuego forestal natural no se puede hacer politiquería, como se ha hecho con otros casos, ni se puede acusar a nadie de haberse vendido al rayo incendiario caído.
El incendio forestal de Valle Nuevo ha desnudado muchas debilidades operativas y administrativas de nuestro país, pero también ha desnudado a muchos que aparentan ser lo que realmente no son.
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La distribución eléctrica en R.D.

SANTO DOMINGO,R.D.- La empresa consultora Analytica muestra en un análisis fechado al pasado viernes 31 de julio las grandes pérdidas que dice aún se mantienen en las empresas de distribución eléctrica, situación que se agrava más en el caso de la Empresa Distribuidora del Norte (Edenorte).
El reporte, elaborado en el Macro Chart: Sector Eléctrico, firmado por Enrique Penson, de la firma Analytica (Inteligencia Económica & Estratégica); advierte que aunque se logre abaratar el precio de compra a través de la generación a carbón el problema de las pérdidas arrastraría cualquier ganancia en la generación.
El analista de la consultora privada indica que “el problema de la distribución de energía debe ser uno de los temas fundamentales, o el principal en la discusión formal del Pacto por la Electricidad.
El especialista Penson explica que como en cualquier parte del mundo en República Dominicana el sector eléctrico opera sobre la base de la generación, la transmisión y la distribución y detalles sobre la matriz energética.
Recuerda que en el país existe una alta dependencia al uso de fuel oil en la generación, lo cual explica los altos costos de la energía. En la actualidad, se genera en un 45% con fuel oil, 30% a gas natural, 13% carbón y 9% con energía hidráulica. De igual modo, señala que a pesar de que el precio promedio de venta es similar al promedio global, los precios de compra son más bajos, en Edeeste, empresa que muestra un balance deficitario, “debido a las elevadas pérdidas técnicas y por fraude, de 35% del total facturado”.
En el caso de Edenorte, dice, el caso es más preocupante, en vista de que el precio de compra y venta de energía “ha desaparecido” y tiene los resultados más bajos del grupo.
((Crédito
Hacienda y el BID pactan US$78 MM
El Ministerio de Hacienda y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) pactaron el viernes un préstamo por US$78 millones destinado a apoyar el Programa de Modernización de la Red de Distribución y Reducción de Pérdidas Eléctricas.
El Ministerio de Hacienda y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) pactaron el viernes un préstamo por US$78 millones destinado a apoyar el Programa de Modernización de la Red de Distribución y Reducción de Pérdidas Eléctricas.
Por Hacienda firmó el ministro Simón Lizardo Mézquita y por el BID la representante, Flora Montealegre Painter, acompañada de Gina Montiel, gerente.
http://www.listindiario.com/economia-and-negocios/2014/8/3/332251/Pide-ver-la-distribucion-electrica
"Haití, oportunidad para RD en sector eléctrico"
SANTO DOMINGO,R.D.- El vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas y Estatales (CDEEE), Rubén Bichara, destacó este domingo la oportunidad que representaría Haití para República Dominicana en el sector eléctrico.
"Haití es una oportunidad para nosotros como sector eléctrico, donde hay 600 megavatios de autogeneración que les sale a 60 centavos la compra a ellos, ellos pudieran aprovechar los precios nuestros", expresó Bichara en el programa "Los Sabios en la Z", conducido por el ingeniero Ramón Alburquerque.
Bichara hizo la declaración mientras se refería a los déficits que enfrenta el sector eléctrico nacional, situación que atribuyó a la diferencia entre el precio de compra y venta de energía que ocupa prácticamente el 65 o 70 por ciento del déficit.
“No hay cómo transferirle a la población el costo real de la energía. En República Dominicana ningún sector paga el costo de la energía que recibe”, manifestó Bichara. El dinero que recibe el Estado, agregó, lo "absorbe" el subsidio.
En tal sentido, el funcionario urgió por la reducción de los costos de produccion y reorientar los excedentes a la rehabilitación de redes y restauración del sistema, todo esto bajo una "inversión agresiva".
Aprovechando que un 90 por ciento de los contratos vigentes de electricidad se vencen en menos de dos años, Bichara manifestó que la CDEEE está abocada a suscribir convenios de corto y mediano plazo, argumentando que los de largo plazo alejan las inversiones en el sector.
No obstante, dijo que habrá excepciones en contratos que garanticen eficiencia, retorno y nuevas instalaciones.
Plantas a carbón
Ilustrado el panorama del sector, el vicepresidente ejecutivo de la CDEEE destacó las bondades de las plantas a carbón para la reducción de los costos de energía.
El funcionario dijo esperar que los primeros recursos del financiamiento por parte del Estado para dichas plantas fluyan en diciembre de este año, que serían de 300 millones de dólares. No obstante, afirmó que existen varias alternativas para no detener el proyecto.
"No se trata de competir con el sector privado", aclaró Bichara, mientras enfatizaba que lo importante es que la planta exista y los precios sean los articulados por la CDEEE.
Gas natural
Sobre el gas natural, Bichara se refirió a las grandes dificultades que supone ampliar el suministro de este tipo de energía en el país, entre estas la garantía crediticia de 4 mil millones de dólares para la firma de un contrato.
El vicepresidente ejecutivo de la CDEEE describió la cadena de proceso que implica la importación de gas natural a gran escala en República Dominicana, la cual representa grandes costos para el Estado, a diferencia de las plantas a carbón.
A modo de ejemplo, el funcionario explicó que en si el Estado suscribe un contrato de importación de gas natural hoy, el primer barco con el mineral tardaría en llegar al país entre cuatro y cinco años. Esto se debe a la construcción que se amerita de terminales de almacenamiento y barcos.
Explicó que el proceso va desde la compra de gas a un punto determinado de producción, su licuado, almacenamiento, regasificación y otras fases, requiriendo los dos primeros componentes de cuantiosos recursos y costosas infraestructuras.
"Entendemos que es una opción excelente, pero hay que trabajar en la contratación desde ahora", dijo Bichara.
http://z101digital.com/app/article.aspx?id=133174
domingo, 3 de agosto de 2014
CDEEE necesita US$ 50 millones para reducir pérdidas
SANTO DOMINGO,R.D.- El director de pérdidas de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas y Estatales (CDEEE), Radhamés del Carmen, aseguró este domingo que para lograr una reducción de un punto porcentual en las pérdidas de eléctricidad, es necesario invertir de 40 a 50 millones de dólares en la red.
El funcionario argumentó que las inversiones en la reducción de pérdidas permiten el ahorro de 120 millones de dólares mensuales, además de la modernización del sistema de electricidad que es una de las mayores causas de las pérdidas eléctricas.
“Los nuevos equipos que se instalan son antifraude, porque están mucho más alto de los demás, fuera del alcance los usuarios y con nuevas tecnologías que permite reducir las pérdidas casi en un cien por ciento”, apuntó el Radhamés en el programa “Los Sabios en la Z” que conduce Ramón Alburquerque.
Del Carmen explicó que luego del proceso de la capitalización de las plantas eléctricas hubo muchos cambios importantes, pero “cuando llegamos a la administración en agosto del 2012 encontramos una deuda que ascendía a los 1,400 millones de dólares y no teníamos un presupuesto para mejorar la efectividad del servicio”, dijo Del Carmen.
Al referirse al tema de planificación, el responsible del control de pérdidas destacó que en ninguna administración había llevado a cabo un plan por más de tres años consecutivos, lo que nunca permitirá el desarrollo del sector eléctrico dominicano.
Cambio en la matriz de energía
Al ser entrevistado sobre el cambio de energía, Luis De León, gerente de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (EDEESTE), dijo que el cambio de la matriz a carbón significaría un ahorro de un 33 a un 38 por ciento del costo de la producción de energía, lo que se traduce en 380 millones de dólares al año.
http://z101digital.com/app/article.aspx?id=133176
"Un cambio trascendental en el sistema eléctrico dominicano"
SANTO DOMINGO,R.D.- La electricidad en el país, apuntóRAMON Alburquerque, experimentó grandes avances en el período comprendido entre 1955 y 1960. Fue el 16 de enero de 1955 cuando el Estado adquirió la Compañía Eléctrica de Santo Domingo por 13,200.000 millones de dólares mediante el decreto 555, creándose así la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), responsable de ampliar, mejorar y satisfacer la demanda nacional.
En 1960, a un año del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo, el capital de la empresa se elevó a 12 millones de dólares, y dos años más tarde se le concedió autonomía.
Durante el gobierno de Juan Bosch entró al sistema eléctrico la empresa Overseas, firmándose el contrato para la construcción de las presas de Valdesia, Taveras y el proyecto de Puerto Plata, que incluía presas, generación eléctrica, líneas de transmisión, acueductos, tratándose de el proyecto “más visionario”.
El ex presidente del Senado indicó que el año 1999 marcó "un cambio trascendental" en el sector eléctrico nacional, con la emisión del decreto no. 428-98, el 25 de noviembre de 1998, dividiendo la CDE en siete unidades de negocios y una unidad corporativa que operarían como empresas independientes, facilitando así el proceso de capitalización de la compañía.
“Luego se capitaliza o se regala la CDE, asignando la Empresa Distribuidora del Este al consorcio AES Corporation; Edenorte y Edesur a la empresa española Unión Fenosa", dijo Alburquerque.
“La generación por igual se regaló entregando las generadoras de Itabo y Haina al consorcio New Caribbean Investment, entre otras. El Estado retuvo como empresas públicas la transmisión y la generación hidroeléctrica”, agregó el ingeniero.
Ya durante el periodo 2000-2004, según Alburquerque, se avanzó con la reestructuración de la matriz de fuentes de generación, llegó al país el gas natural, se cerraron plantas y se rehabilitaron otras, se firmó el Acuerdo de Madrid, se instaló Cogentrix, se ampliaron líneas y redes de transmisión y se construyeron varios anillos eléctricos en el país.
No obstante, "en el periodo 2004-2012 se ahonda la crisis, se empeoran los déficits, no se instalan nuevas plantas, prácticamente se ignora el sector, se dice que se intentaba justificar su total privatización", dijo Ramón Alburquerque al finalizar su introducción, para dar paso así a un grupo de expertos y autoridades en la materia.
http://z101digital.com/app/article.aspx?id=133173
¿Qué pasa con el sector eléctrico? ¿Por qué aparecen tantas improvisaciones y tantos interes por el sector electrico?
SANTO DOMINGO,R.D.- La Ley General de electricidad 125-01, se comprometía con tres principales objetivos: garantizar el suministro de los clientes, garantizar la calidad del suministro y garantizar al menor costo posible. Tres compromisos que nunca se han cumplido y que, en algunos casos, podrían estar en grave riesgo según las previsiones de consumo de los próximos 5 años.
Este problema no es nuevo, es un caso, más bien el resultado de algunos errores cometidos en el pasado. Consideramos que las principales causas de la falta de calidad del servicio eléctrico en R.D. son tres: el modelo implementado con rapidez sin un experimento, la cultura deficiente sin competencia de las empresas eléctricas y la falta de una política energética coherente por parte del Gobierno violando el marco regulador antojadizamente. En R.D., se ha generalizado la opinión de que las cosas no se han hecho bien y que es preciso seguir aplicando otro modelo que no afecte los medios productivos del país.
La ley eléctrica del 2001 separa jurídicamente las funciones de producción, transporte, distribución y comercialización, pero los agentes comprometidos con hacer cumplir el marco legal han generados los siguientes problemas: 1er problema:han permitido la integración vertical.
-2do. problema: En R.D., el Estado es el mayor accionista del negocio eléctrico. ¿Es posible un auténtico mercado de oferta con la posición de dominio que permiten los dos problemas anteriores?
- 3er problema:El Estado dominicano es juez y parte del negocio,manejando un ente regulador deficiente en detrimento de la calidad del servicio. Con la 1er causa, todo el poder para el mayor accionista sustituye la satisfacción del cliente, como premisa de todo servicio.
Ccon la segunda causa, la cultura monopolista imperante en este sector. Más de 50 años de monopolio natural deja un poco denso y compacto difícil de remover, pues de esa manera aumenta el clientelismo político en un sector eléctrico eminentemente técnico y empresarial. HEPEJCODEEE dice que si seguimos violentando las reglas del juego, seguiremos tratando al cliente como abonado. Y eso es una realidad.
- Tercera causa: Un gobierno sin política energética y dependiente de los prestamos de los organismos multilaterales, sin tener resultados transparentes de mejoría en la gestión comercial, nunca tendremos ideas para afrontar los retos que plantea el sector eléctrico en una economía más competitiva.
Las gestiones de las empresas eléctricas en R.D., han sido eficiente,solamente cuando se ejecutan proyectos de redes, instalación de planta,compra de medidores,etc.
A la vista de la evolución del consumo durante los últimos años, debido en parte a la falta de políticas de ahorro y de gestión de la demanda, las inversiones realizadas han sido claramente insuficientes. Las necesidades de las empresas, con equipos cada vez más avanzados, requerían un suministro eléctrico más estable y unas orientaciones claras sobre los sistemas de estabilización que se debe utilizar. Una población con mayor sensibilidad hacia la calidad del servicio y las garantías de seguridad precisaba de unos mecanismos de comunicación más sensibles a estas nuevas demandas sociales.
Todo ello ha fallado durante los últimos años. Estamos a tiempo de rectificar si somos capaces de acordar un conjunto de medidas orientadas a hacer frente a los problemas de fondo.
A la vista de la evolución del consumo durante los últimos años, debido en parte a la falta de políticas de ahorro y de gestión de la demanda, las inversiones realizadas han sido claramente insuficientes. Las necesidades de las empresas, con equipos cada vez más avanzados, requerían un suministro eléctrico más estable y unas orientaciones claras sobre los sistemas de estabilización que se debe utilizar. Una población con mayor sensibilidad hacia la calidad del servicio y las garantías de seguridad precisaba de unos mecanismos de comunicación más sensibles a estas nuevas demandas sociales.
Todo ello ha fallado durante los últimos años. Estamos a tiempo de rectificar si somos capaces de acordar un conjunto de medidas orientadas a hacer frente a los problemas de fondo.
Por:Ing. HECTOR GONZALEZ VARGAS
Hvargasgonzalez@hotmail.com
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