viernes, 1 de abril de 2016

Paneles fotovoltaicos en las instituciones en R.D.

Recientemente la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) anunció el proyecto de instalación de paneles fotovoltaicos en las entidades públicas,  con el propósito de atenuar la factura eléctrica global de estas al menos en un 30%, ó 245 Gwh por año.
Al asumir este proyecto tan oportuno como coherente, la CDEEE ha aprovechado el abaratamiento de los costos de esta tecnología, la cual ha sufrido reducciones importantes que han coincidido con un aumento de su eficiencia, impactando ambas cosas favorablemente en  los costos de inversión, induciendo así un crecimiento del uso de la misma exponencialmente en diferentes aplicaciones.
Esta tecnología es  particularmente beneficiosa en las regiones geográficas como la nuestra que reciben radiación solar durante el año del orden de 5 Kwh/m≤/día; a fin de incorporarla gradualmente al sector público bajo un nuevo paradigma de sostenibilidad energética.
Con esta medida, se propone sustituir parcialmente energía costosa generada con una cesta de combustibles en la que todavía predominan los derivados del petróleo en un 43% y que producen además un lesivo pasivo ambiental; por energía más barata, limpia y abundante; contribuyendo además a fomentar la independencia energética de un país como el nuestro dependiente del uso de combustibles importados y su secuela negativa en la economía nacional.
No hay dudas respecto a la pertinencia de esta iniciativa que además es coherente, en su visión macro, con las políticas relativas al cambio de la matriz energética promovida por el emporio estatal; correspondiendo a los lineamientos que sobre política energética ha trazado el Gobierno central.
Por el lado del consumo, entendemos debían retomarse con el debido énfasis los programas de ahorro y eficiencia energética en estas instituciones públicas en virtud del impacto favorable de los mismos en el proceso de recuperación de las inversiones. La Comisión Nacional de Energía CNE tiene un rol importante en esta fase, en el sentido de que, con los resultados de las auditorias energéticas realizadas, continúe incorporando las medidas y prácticas que permitan mejorar los niveles de racionalidad en el consumo de energía eléctrica. Resulta oportuno reseñar que la CNE coordina y da seguimiento al tema con un interlocutor en cada entidad pública que tiene la función de gestor energético.
En la medida en que cada institución gestione eficientemente el uso de la energía eléctrica, el impacto beneficioso en la matriz energética se amplía, permitiendo la liberación de recursos (que ahora se usan para el pago del “consumo de la luz”) para el repago de las inversiones en el ramo o como capital para otros proyectos.
Entendemos que en el ámbito de las consideraciones técnicas macro, deberán recibir atención especial los asuntos relativos a la corrección del factor de potencia de los sistemas eléctricos de las instituciones, con la instalación de los bancos de capacitores que se requieran en cada caso, la rehabilitación de las redes eléctricas y los accesorios asociados a éstas, como los dispositivos de seguridad y protección.  El estado general de los equipos de mayor consumo, tales como unidades de aire acondicionado, bombas y calentadores de agua deben revisarse a los fines de mantenerlos en buenas condiciones.
Los procesos de conservación energética como los citados a continuación: el ajuste de la temperatura en las unidades de aire acondicionado, la limitación de la presión de agua de los sistemas de distribución interna del fluido, en unión a la corrección de fugas, constituyen medidas operacionales de fácil adopción con impacto favorable en el balance del consumo, que en adición a la inducción de una cultura de racionalización en el uso de los equipos eléctricos por los funcionarios, empleados y usuarios marcará la diferencia.
Por otra parte, resulta pertinente enfatizar una política relativa a  los procesos de selección de los equipos eléctricos que requieran sustitución con criterios asociados a sus perfiles de consumo:  en el caso de las unidades de aire acondicionado, la tecnología Inverter tiene características de menor consumo, en el caso de las luminarias, las opciones de bajo consumo, incluyendo tecnología LED, resultan las más convenientes y con respecto a los equipos electrónicos de las redes informáticas y de servicio sería recomendable seleccionarlos acorde con el consumo especificado en su placa, confirmado por instituciones especializadas como la  UL de los EE.UU. entre otras. La adquisición de equipos que no cumplan con las características de consumo eficiente debería evitarse.
Los beneficios de esta iniciativa que también persigue la conservación de la energía, el uso eficiente de la misma y la incorporación de las energías renovables, no se limitarán solamente a las consideraciones de tipo económicas para las instituciones, si no que tendrán un balance positivo en la generación de un menor pasivo ambiental local; contribuyendo además al desarrollo de una economía con menor huella de carbono más eficiente y menos dependiente del uso de combustibles fósiles; que facilitarán el cumplimiento de los compromisos asumidos por la República Dominicana en el marco de las metas de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global.
De lograrse las proyecciones de la CDEE, en el sentido de sustituir 245 GWH por año, estamos hablando de una reducción de 85,750 T.M. de CO2 equivalente (gases de efecto invernadero) que se dejarían de emitir; permitiendo que la República Dominicana continúe entre los países de menor emisión de gases que contribuyen al cambio climático.


 http://www.listindiario.com/economia/2015/08/10/383640/paneles-fotovoltaicos-en-las-instituciones

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