SANTO DOMINGO,R.D.-. Todos los contratos de compra y venta de electricidad entre las distribuidoras y las generadoras, que vencen en 2016, deberán ser renovados, porque “no tenemos opción”, afirma Rubén Bichara, vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).
La razón es que aún no estará lo que sustituya. Para esa fecha no habrán entrado en operación las dos plantas a carbón que el Gobierno construye en Punta Catalina, de Baní, las cuales tendrán una capacidad conjunta de 674.7 megavatios, informó este martes el funcionario en un encuentro con editores y comunicadores.
La primera de estas plantas empezará a operar en 2017. Una vez inicien sus operaciones, todas las plantas que funcionan a base de flúor saldrían del sistema, si no se reconvierten antes. “Cuando Catalina entre, alguien tendrá que salir”, observa.
Según Bichara, este escenario que se avecina apunta hacia quienes pueden estar detrás del fallo emitido el 13 de agosto pasado por el Tribunal Superior Administrativo (TSA), en el que se ordena la suspensión del proceso de licitación pública internacional para la construcción de las dos plantas a carbón. “La idea es bloquearnos el financiamiento”, concluye.
Alega que hay intereses que sienten que serán afectados con la entrada en operación de las plantas a carbón. Todos los comunicadores y periodistas presentes le insistieron en que mencionara los nombres, pero sólo citó al Consorcio IMPE, que participó en la licitación, que al final adjudicó la construcción de la obra a Odebrecht-Tecnimont-Estrella.
En carta fechada el 8 de mayo de 2014, el Consorcio IMPE comunica al Senado de la República, que en diciembre de 2013 solicitó al Tribunal Administrativo una medida cautelar en demanda de que se ordene la reestructuración de esa licitación.
En la carta se informa que la demanda estaba interpuesta por la empresa china Gezhouba Group Company Limited, representada por Zhang Wei, y el consorcio IMPE, SRL, representado por los ingenieros Raúl Cabrera y Manuel Sebastián. Alegan que la empresa Noberto Odebrecht-Tecnimont (adjudicadas con el contrato) tiene “la menor calificación técnica” y “el mayor precio económico de las ofertas”.
También afirman que “por la forma irregular del proceso”, dos miembros de la comisión de licitación (compuesta por siete), el ingeniero Ramón Flores y el licenciado Isidoro Santana, no firmaron la evaluación económica que daba como ganador a Odebrecht -Tecnimont.
Sin embargo, en una rueda de prensa realizada el jueves de la semana pasada, Rubén Bichara presentó una carta atribuida al Gezhouba Group, en la que esta empresa se desliga de esa acusación.
Pero durante ese proceso, los abogados Ángel Moreta y José Antonio Gomera, representantes legales de IMPE y de la compañía china, enviaron cartas al Banco Mundial, al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al City Bank, al Deutsche Bank, al Banco Sace, y al BNDES, en la que informaban de su “oposición a cualquier tipo de operación de préstamo o negociación financiera con Odebrecht-Tecnimont, en un intento de provocar una parálisis financiera al proyecto.
Según Bichara, el proceso sobre el financiamiento no se ha detenido, a pesar de que “mandaron cartas a los bancos”. Afirma que ningún financiamiento de este tipo se obtiene en menos de 9 meses, por lo que “estamos en el cronograma”.
El Gobierno debe obtener un préstamo para esta obra por unos US$1,500 millones. Hasta la fecha, ya ha adelantado US$250 millones, y se encuentra en proceso de desembolso de otros US$50 millones, lo que completa el 20% del costo que debe cubrirse a través del gasto.
Explica que se optó por las plantas a carbón, porque el país no tiene posibilidad de conseguir gas natural en las cantidades que necesita hasta después del 2020, que es cuando en Estado Unidos empezarán a operar las plantas de licuefacción. Y de hecho, a los precios actuales, generar a gas natural resulta más caro que la generación a base de petróleo, afirma.
En la actualidad, la generación a base de carbón cuesta al país 11.9 centavos de dólar. Este precio es sólo superior al costo de generación de AES, a base de gas natural, que es de 10.3 centavos de dólar el kilovatio hora, debido a los contratos a largo plazo que esta empresa logró en el pasado.
Pero con un costo de generación de 11.9 centavos de dólar, la inversión en las dos plantas de generación a carbón “se recuperará en cuatro años”, asegura.
Una tarifa insostenible
La alta ponderación del fuel oil como combustible para generación de electricidad (hasta un 54%, según CDEEE) implica que si a todas las plantas instaladas se les comprara electricidad, la tarifa promedio por kilovatio hora alcanzaría un pecio de hasta 42 centavos de dólar. Con un suministro que cubre un máximo del 80% de la demanda estimada, el déficit del sector eléctrico durante 2013 fue de US$1,229.7 millones. Y éste no incluye las exoneraciones de impuestos a la generación de electricidad, dice Bichara.
http://www.diariolibre.com/economia/2014/08/20/i753481_las-plantas-carbn-sacarn-del-sistema-generacin-fuel-oil.html
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