Las autoridades evalúan esa exigencia y es probable que la acojan. Pero sería oportuno reclamarle acerca de las graves falencias en la atención a los asegurados y aseguradas en muchas de esas empresas privadas desparramadas en el territorio nacional. Y, de paso, operacionalizar iniciativas oficiales que aminoren la fuerza de los oportunistas y beneficien a la mayoría.
La ley 87 de 2001, soporte del sistema, es tramposa en extremo. Al final, enriquece a unos cuantos y jode a quienes demandan los servicios.Ejemplo: los conceptos consenso y solidaridad con los desheredados, repetidos por ella como panacea, son un sofisma mayor; o son privilegios de los dueños del dinero. Espero por hora el día cuando el Congreso decida empantalonarse y reforme esa mina de dinero, para equilibrar la carga. En honor a la justicia… y a la transparencia.
En lo que eso llega, aspiro a que el presidente ordene fortalecer al Seguro Nacional de Salud (Senasa), mediante el traspaso al Régimen Contributivo de al menos 350 mil empleados y empleadas estatales. Operación bloqueada con sucesivos artificios jurídicos como el de la libre elección. Es la única forma de reducir, si no eliminar, el déficit creado por la atención a los subsidiados, los indigentes.
Tiene que haber algún mecanismo administrativo para capear las maniobras malignas del vendaval de conspiradores en contra de Senasa. Atentar contra la existencia del seguro estatal es más que un crimen; es una apuesta a la eliminación de la sociedad. Sin embargo,el bombardeo no cesa,lo satanizan con campañas mediáticas sistemáticas. Triste decirlo: la traición comienza en las mismas entrañas del sistema con actores muy bien pagados por el mismísimo Gobierno.
Mucha gente, cada veda vez más gente, percibe la Seguridad Social como una gran estafa. Hasta anhela volver al viejo sistema de igualas, que también era muy deficiente, para no llamarle truco. Y muchos empresarios son culpables en tanto artífices de la trama.
El presidente de los industriales de Herrera (170 empresas, 9,500 empleos), Víctor Castro, en una reacción poco usual, ha denunciado este lunes 29 de agosto en El Despertador, por el 7, que hay empresarios enemigos del sistema. Explicó que para evadir el pago a la seguridad social, muchasempresas contratan a un profesional por un salario menor al mínimo establecido por ley, y luego lo compensan con las bonificaciones. En China, el pago por ese delito es la pena de muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario