viernes, 12 de abril de 2013

Nuevo protocolo global de reducción de emisiones en R.D.



Santo Domingo,R.D.- El objetivo de la reunión fue propiciar un debate creativo y práctico sobre la forma de abordar el desarrollo del nuevo acuerdo, en particular la aplicación de los principios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) y la manera de estructurar y desarrollar los elementos principales del acuerdo propuesto.
En ese escenario, el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio, Omar Ramírez Tejada, presentó en nombre del país sus consideraciones sobre cómo llegar a un régimen climático post 2020.
Sostuvo que esta decisión “no puede ser el fruto de un acuerdo del G-8 y el G-20, sino del G-194 como resultado del consenso de la totalidad de los países que representan el multilateralismo, para hacer del nuevo acuerdo la genuina expresión de la universalidad de países que participan en la construcción del nuevo régimen climático mundial”.
Agregó que el acuerdo deberá estar basado en la ciencia y en los resultados de los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por su sigla en inglés), ser amplio en su alcance, ambicioso en las metas de reducción de emisiones globales, jurídicamente vinculante y equitativo en la aplicación del  principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, reconociendo la participación de los países desarrollados en las emisiones históricas de forma proporcional”.
En otra de sus consideraciones, Ramírez Tejada expuso que “el  nuevo documento vinculante debe integrar en un solo texto la mitigación y la adaptación, así como los aspectos de tecnologías y financiamiento”.
El diálogo recién celebrado reunió a negociadores de la Asociación Independiente de América Latina y el Caribe (AILAC), integrada por Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Panamá y Perú, y países afines como México y República Dominicana. Chile fue el primer país anfitrión. 
El AILAC es un nuevo grupo de negociación que surgió en la décimo octava Conferencia de las Partes (COP18) que se efectuó en Doha, Qatar, en diciembre pasado, que trata de influir positivamente en las negociaciones de la Convención, en particular en el objetivo de llegar a una acuerdo universal, ambicioso y legalmente vinculante en 2015. El nuevo acuerdo entrará en vigencia en 2020, año de conclusión del segundo período de compromisos bajo el Protocolo de Kioto.
El diálogo sobre Justicia Climática es una iniciativa llevada a cabo en conjunto por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI por su sigla en inglés) y la Fundación Mary Robinson – Justicia Climática (MRF-CJ por su sigla en inglés), que tiene por objeto movilizar la voluntad política para dar forma a un acuerdo climático equitativo y ambicioso en 2015.
Su presidencia la ocupa el doctor Ricardo Lagos, ex mandatario de Chile, y convocó a representantes de la academia, políticos, negociadores, científicos, estudiantes, ONG y de la sociedad civil de Chile, Colombia, Costa Rica, Panamá, Perú, México y República Dominicana,.
Por las agencias de cooperación participaron la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia de la Universidad de Chile y la Red de Investigación y Consultoría Energeía, entre otras.
La actividad fue organizada por los ministerios de Ambiente y Relaciones Exteriores de Chile, en conjunto con WRI, MRF-CJ, la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, a través del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, y la Red de Investigación y Consultoría Energeia.

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