jueves, 5 de enero de 2017

Los préstamos del Banco Mundial en la esfera de la energía eléctrica

 El Banco Mundial ha sido el mayor financiero internacional de los países en desarrollo en la esfera de la energía eléctrica desde que en 1984 otorgó su primer préstamo a Chile. A partir de esa fecha y durante 37 años, los proyectos energéticos han representado alrededor de 24 400 millones de dólares, aproximadamente el 16 por ciento del total de préstamos efectuados por el Banco para unos 460 proyectos en 90 países aproximadamente. En los diez años comprendidos entre 1976 y 1985 se aprobaron 197 préstamos para la esfera de la energía eléctrica, por un total de 16 900 millones (en dólares de los Estados Unidos, según su valor en 1985, la cantidad es de 21 300 millones). Esta cifra no incluye los préstamos realizados para componentes eléctricos en otros sectores: riego para fines diversos, desarrollo rural y turismo. Los proyectos que financia el Banco son por lo general de componentes múltiples y suelen incluir componentes considerables para rehabilitación de sistemas. En los países donde el sector energético esté bien desarrollado y administrado, puede efectuarse un préstamo sectorial. Un análisis de los proyectos financiados demuestra que en los últimos seis años ha habido una tendencia evidente hacia la generación hidráulica en lugar de (a térmica a partir del petróleo, con actividades significativas en la transmisión, la distribución y la electrificación rural. Desde 1980, el promedio anual de préstamos efectuados para proyectos hidráulicos ha sido de poco más de 600 millones de dólares y los realizados para transmisión y distribución, de casi 750 millones de dólares. Como promedio, el Banco financia alrededor del 30 por ciento del costo total de los proyectos. La ayuda que brinda el Banco para el fortalecimiento de las instituciones del sector energético es tan importante o más que su contribución financiera. En este sentido el Banco presta asesoramiento sobre prioridades en el desarrollo del sistema, la estructura administrativa, las tarifas eléctricas, las prácticas financieras y técnicas de la explotación y contribuye a ampliar ta capacidad de las empresas eléctricas para recaudar, con fines de ampliación, fondos de fuentes internas y fuentes privadas y publicas externas aparte del Banco. Actualmente el Banco está analizando más profunda y sistemáticamente el efecto de los proyectos energéticos sobre el desarrollo e intenta participar desde los primeros momentos en la etapa de identificación de los proyectos, especialmente con miras a garantizar su selección y diseño óptimos. Préstamos para la energía nucleoeléctrica En su larga historia de concesión de préstamos, elSanco Mundial ha financiado solamente una unidad nuclear. En 1959 el Banco concedió a Italia un préstamo por 40 millones de dólares para un reactor de agua en ebullición de 150 megavatios, cuya justificación económica en aquella época era probablemente sólo marginal, a pesar de que el proyecto era bastante útil para los objetivos de Italia en materia de capacitación y creación de instituciones. Desde entonces, el Banco viene examinando los aspectos económicos de la energía nucleoeléctrica, así como la disponibilidad, en medida suficiente, de tecnologías y equipo bien probados que permitan la licitación pública internacional. El último análisis, realizado en 1974—1975, arrojó resultados positivos en ambos aspectos. La energía nucleoeléctrica se había convertido en una opción económica en relación con otros combustibles en algunos países en desarrollo que poseían sistemas eléctricos lo suficientemente amplios como para acoger las unidades de gran tamaño que se producían en aquellos momentos. Igualmente, los reactores de agua ligera y de agua pesada han demostrado ser fiables en la explotación comercial y pueden ahora obtenerse mediante licitación internacional, juntamente con los generadores de turbina y otros componentes de centrales que se requieren. A pesar de que estas condiciones hacían factible obtener préstamos del Banco, no se ha efectuado ninguno. La principal razón ha sido el acceso de los países en desarrollo a la financiación bilateral en condiciones favorables de diversos países industrializados como el Canadá, los Estados Unidos y Francia. Otra razón comercial es que en los relativamente pocos países grandes en los que la energía nuclear resulta económica, han existido otros proyectos energéticos donde el Banco ha podido ofrecer más "ayuda no financiera" por dólar prestado que para la energía nuclear. Ejemplo de ello es la explotación del gas natural, donde el Banco puede ayudar a ejecutar una estrategia que fomente la explotación y utilización del gas para sustituir los combustibles importados. A pesar de que la tecnología nuclear en sí no tiene nada de singular que justifique un tratamiento financiero diferente con relación al carbón importado, por ejemplo, sus principales características distintivas son el tamaño de las centrales y el volumen de las inversiones que deben efectuarse. En los próximos 10 años quizás se asigne a las centrales nucleares hasta el 15 por ciento del total de divisas necesarias para la expansión del sector eléctrico en ios países en desarrollo. Hasta el presente, ha sido poca la participación de ios organismos multilaterales en la financiación, principalmente debido a que los países industrializados han estado dispuestos a ofrecer esta ayuda, muchas veces en condiciones excepcionalmente generosas, para ayudar a sus productores a afirmarse en el mercado de exportación de energía nuclear. En este sentido, el Export-Import Bank de los Estados Unidos ha desempeñado un papel primordial en la financiación de exportaciones de centrales nucleares producidas en ese país con destino a países industrializados y en desarrollo. En la actualidad, el Canadá, Francia y la República Federal de Alemania participan también en este mercado. Data la limitación de recursos del Banco, en estos momentos todo indica que la financiación externa de las centrales nucleares continuará corriendo principalmen te por cuenta de fuentes crediticias privadas y bilaterales.


 https://www.iaea.org/sites/default/files/27404994451_es.pdf

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