viernes, 4 de julio de 2014

En busca de energía

La necesidad de implementar nuevos esquemas, obliga a pensar en materiales reciclados y desarrollar modelos autosostenibles.
SANTO DOMINGO,R.D.- La identificación de las fuentes de energía para satisfacer nuestras necesidades humanas, ya sean estas en forma de alimentos o en forma de combustibles, es la problemática de mayor envergadura que enfrentarán nuestras futuras generaciones.
Estamos igualmente conscientes de que pronto, la población mundial llegará a 7,000 millones de seres humanos, y que estamos ante la evidencia de una dramática paradoja: los países ricos disminuyen sus tasas de natalidad, mientras que en los más pobres, seguirá aumentando en las próximas décadas.
Entonces, si los miles de millones que vivimos en la pobreza, seguimos el ejemplo de los países en desarrollo, también terminaremos haciendo un uso intensivo de los recursos, quemando combustibles fósiles, y persiguiendo comer cada día más carnes, huevos y productos lácteos.
A través de los años, las respuestas derivadas de nuestras propias decisiones, han causado verdaderos traumas climatológicos, nuestros glaciares se derriten, se han reducido nuestros bosques y ríos, y las prácticas del conuquismo hacen un daño ecológico irreparable.
Casi 1,000 millones de personas pasan diariamente hambre, y en unas cuantas décadas tendremos que alimentar casi el doble de bocas adicionales, principalmente nacidas en los países más pobres del universo.
En ese contexto, el desafío de cómo satisfacer una población en crecimiento en base a dietas más ricas, hace aumentar la presión para producir más. Esa realidad requerirá mayor esfuerzo que duplicar las tierras dedicadas a la producción de los cereales, aumentar las poblaciones de ganado y cambiar zonas selváticas por extensiones agrícolas.
Entonces debiéramos preguntarnos: ¿estamos haciendo lo correcto? ¿Es hora de otra revolución Verde? ¿Cómo podemos duplicar la producción de alimentos y energía, sin dañar el ambiente?
Las mejoras prácticas de producción agrícola, la mecanización, el desarrollo de los fertilizantes químicos, las mejoras genéticas en la pecuaria, el diseño de prácticas de nutrición especializada, prometen incrementos en la producción que pudieran satisfacer la demanda.
Evidenció, además, que algo nuevo está ocurriendo en el mundo, pues la devoción por lo verde, ya no es materia exclusiva de seres extraños. La necesidad de implementar nuevos esquemas, obliga a pensar en materiales reciclados, en digerir desechos orgánicos y desarrollar modelos de gestión auto sostenibles para la generación de energía.
Pequeños cambios, que sin duda, sumados, generarán grandes efectos.
Recientemente, el gobierno dominicano contrató la adquisición de dos plantas de producción de energía a partir de carbón, y hace un tiempo redujo a más de la mitad el único mecanismo de incentivo a la inversión en energías renovables, (40% del impuesto sobre la renta de los invertido en un período detres años) lo que nos indica que no vamos en la dirección correcta, o estamos retrocediendo.
Esta misma semana, el presidente Obama acaba de realizar el llamado más enfático que se recuerde en la historia de los Estados Unidos, para luchar contra el cambio climático, exigiendo una reducción de la contaminación de un 30% a las más de 600 generadoras de energía a partir del carbón, hasta el año 2030.
Dicha iniciativa promete cerrar más de 100 plantas de energía a partir de carbón, en todo el territorio americano.
Lo anterior nos invita a reflexionar en el sentido de si la política adoptada por nuestro gobierno está alineada con una estrategia de largo plazo que nos permita, por ejemplo, sacar provecho de una fuente de energía gratuita que por nuestra posición geográfica tenemos, la energía solar, o nos lleva en cambio a ser importadores de la fuente de combustión menos amigable con el medio ambiente.
Aunque parezca increíble, podemos concluir que el sacrificio de ingresos que tendría nuestro Gobierno por una aplicación mucho más agresiva de incentivos a la creación de fuentes de energía renovables, es menos importante, que el monto que tiene que pagarle a los generadores eléctricos, en subsidios.
Encontrar la combinación de la producción de mayor cantidad de alimentos, más energía con fuentes renovables y la conservación de nuestro ambiente nos obliga a concientizarnos sobre la necesidad de conocer la vinculación que existe entre éste y los alimentos que consumimos, los agricultores que los producen y el futuro de nuestros hijos. Son experiencias que debemos aquilatar, pues se traducen en el conocimiento necesario para adoptar decisiones responsables, inclusive, hasta para ir al colmado.

http://www.diariolibre.com/ecos/2014/07/04/i684631_busca-energa.html

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