sábado, 23 de septiembre de 2017

El futuro haitiano y las cooperativas

La situación por la cual atraviesa la hermana República de Haití, a consecuencia del devastador terremoto que la azotó el pasado 12 de enero, no tiene precedentes en la historia de ese país y constituye un golpe demoledor a sus esperanzas de un destino más promisorio, que privilegie por sobre todo a la gente.
Una alternativa para contribuir al proceso de restauración de su infraestructura, de la vida y la esperanza de los ciudadanos y ciudadanas y sus familiares de esa media isla, lo constituyen las cooperativas.
Las cooperativas son entidades de doble dimensión, económica y social, con lo cual se garantiza la asociatividad de los hombres y mujeres en núcleos poblacionales, a la vez que se brinda la oportunidad de crear una empresa o emprendimiento de propiedad colectiva, dirigida y administrada por los propios comunitarios, los cuales se constituyen en socios, clientes y dueños.
En una nación como la de Haití, en la que la mayoría de sus gentes lo han perdido todo, desde lo material, familiar, hasta la esperanza, debe procurarse que su proceso de restauración involucre a la gente, de tal manera que como seres humanos que al fin y al cabo son, se sientan importantizados, valorados y actores de primera línea de su propio destino.
Experiencias
Las experiencias atestiguan como las cooperativas han sido a lo largo de la historia factores importantes y alternativas viables para enfrentar grandes crisis. Solo para fines de ilustración quiero referirme a algunos ejemplos trascendentes del papel que le ha correspondido jugar al cooperativismo  como importante sector de la economía solidaria en diferentes países  del mundo en momentos de dificultades.
En Argentina, cuando la gran crisis económica de finales de la década de los 90, [los tiempos de el corralito) en el marco de la cual grandes empresas de enorme tradición en esa nación colapsaron, fueron traspasadas a propiedad de sus trabajares, convertidas en cooperativas y hoy la tenemos como verdaderas instituciones del ámbito empresarial argentino, operando con eficiencia, transparencia y centradas en el desarrollo local y humano.
Pero también en ese país las cooperativas son un factor significativo en las áreas del desarrollo eléctrico y agropecuario nacional, el cooperativismo provee el 17% del servicio eléctrico del país y el 97% a la población rural de Buenos Aires, maneja el 52% del empleo asalariado del sector y seis millones trescientos mil usuarios.
En Costa Rica, durante  el primer mandato del hoy saliente Presidente de ese país y Premio Nobel de la Paz, Don Oscar Arias, [período 1978-82), en momentos en que la industria azucarera atravesaba por serias dificultades, le fueron traspasados a los trabajadores y el sector cooperativo de esa nación, dos importantes ingenios, creando alrededor de ellos las cooperativas Coopeagri y Coopevictoria los cuales se han convertido en el modelo de desarrollo cooperativo del ramo en América Latina. En el área eléctrica, a través de cinco cooperativas, este sector maneja el 16% de los servicios en ese país.
En Estados Unidos, las cooperativas juegan un papel de primer orden en el desarrollo económico y social. Este sector maneja el 30 % de la generación eléctrica rural y llega al  70 % del territorio norteamericano, aglutina solo en servicios a través de   cooperativas eléctricas a 37 millones de ciudadanos, empelando a 60 mil empelados directos; el  programa de desarrollo sanitario sometido al Congreso por el Presidente Barack Obama, actualmente en debate, contempla las cooperativas como fórmula por excelencia para la ejecución más efectiva del mismo. evidenciaron un enorme crecimiento en los ámbitos económico-financiero, en la gestión eficiente y en el componente social, ninguna cooperativa colapsó y por el contrario, este modelo de asociación económica y social  posicionó su imagen tanto a nivel local como internacional. pobladores de esa demarcación cuentan con dos pujantes empresas cooperativas que llevan centenas de soluciones diarias a las familias monte platenses, La Candelaria y El Progreso.
En Haití, el proceso de reconstrucción debe incluir el cooperativismo, modalidad bajo la cual se pueden ejecutar  y desarrollar amplios programas, involucrando a la gente, llevando soluciones duraderas y colocándolo al frente de importante aéreas de la pequeña y mediana empresa. Es de alto valor social que la reconstrucción física de Haití se lleve a cabo conjuntamente con su levantamiento moral, de hecho allí los ciudadanos han vivido históricamente marcados por la desgracia, la miseria y la desesperanza, es necesario que el nuevo enfoque le haga renacer la esperanza de que todo cambiará para mejor.


http://elnacional.com.do/el-futuro-haitiano-y-las-cooperativas/

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