domingo, 2 de julio de 2017

COOPERATIVAS ELÉCTRICAS RURALES


La mayoría de las cooperativas eléctricas rurales están formadas por grupos de residentes en áreas rurales para proveer energía a esas áreas. Algunas cooperativas pueden estar constituidas por otras cooperativas. Existen realmente tres tipos de cooperativas:  (1) solamente de distribución;  (2) de distribución con fuente de energía; y (3) de generación y transmisión.  Las cooperativas funcionan actualmente en 47 estados y representan el 29% del número total de utilities en el país. La mayoría de las cooperativas de distribución se asemejan a las utilities municipales en el hecho de que no generan a menudo electricidad, pero la compran a otras utilities.  El otro tipo (cooperativas de generación y transmisión) son designadas generalmente como “power supply cooperatives”. Estas cooperativas son propiedad generalmente de las cooperativas de distribución, a quienes proveen energía al por mayor.  Las cooperativas de distribución se asemejan a las utilities federales, proveyendo electricidad a otros consumidores para uso general, ocupando para ello parte de su capacidad de generación. En 1995, las cooperativas consideraron aproximadamente el 6% de la generación para uso general total y el 8% de las ventas a los consumidores finales.
 Energías renovables: un nuevo modelo de consumo eléctrico.
25 FEBRERO 2013
En tiempos difíciles, de crisis económica, de alto índice de desempleo, de desahucios, de grandes recortes y de continuos casos de corrupción en el sector político, ¿Qué podemos HACER? ¿Qué puede hacer el ciudadano de a pie? ¿Qué podemos hacer tú, yo y nuestros vecinos?
Aunque la respuesta es compleja y las opciones, a simple vista, no parecen ser muchas, creemos que las soluciones pasan por hacer, por generar alternativas de cambio y actuar.
Si me pregunto: ¿qué alternativa puedo generar yo, que produzca algún cambio?¿qué efecto puede tener en la situación actual mi pequeño cambio? o ¿puedo cambiar algo yo solo? La respuesta es: mucho. Y mucho más si no lo haces solo.
Si este mismo razonamiento lo trasladamos al sector energético y en particular al sistema eléctrico español, nos encontramos con un panorama similar ante el aumento continuo y sostenido de la factura eléctrica, en un sector controlado por un puñado de empresas. Cuando escuchamos hablar del “déficit de tarifa”, sin saber bien de que se trata, cuando sabemos que el cambio climático es una realidad y que si no hacemos algo ya, los efectos no esperarán a nuestros hijos y nietos… ¿Qué puede hacer el consumidor? O mejor dicho, en primera persona: ¿qué puedo hacer yo-consumidor para modificar el modelo eléctrico actual y contribuir a construir un mundo mejor para las futuras generaciones y también para la nuestra?
Para empezar, lo mínimo que podemos hacer es elegir a quien le compramos nuestra electricidad. De la misma forma que elegimos donde compramos lo que comemos, o la ropa que usamos, sería lógico que dediquemos un poco de tiempo y energía a elegir donde compramos la electricidad que consumimos.
Aunque para algunos de vosotros esto puede ser desconocido, hace ya algunos años que existe en España un mercado libre para la comercialización de la electricidad. ¿Y eso qué quiere decir? Básicamente, significa que el consumidor, como en cualquier mercado libre, puede buscar la comercializadora eléctrica que más le guste (por el motivo que sea) y pagarle todos los meses la factura eléctrica a esa empresa.
Los motivos para elegir una u otra comercializadora pueden ser varios. Pero para ser coherente con la idea de cambiar haciendo y sobretodo uniéndonos para que nuestro hacer tenga un mayor efecto, pondré el ejemplo de la comercializadora a la cual le compro yo la electricidad que consumo en mi casa.
Se trata de Som Energia (http://www.somenergia.coop/es/), una cooperativa catalana sin ánimo de lucro, que busca transformar el modelo energético actual, comercializando y produciendo energía 100% renovable. Un proyecto cooperativo, surgido hace menos de 3 años, de un grupo de gente vinculada a la Universidad de Girona, que ya cuenta con más de 6.400 socios, la mayoría de ellos también consumidores.
Además de comprar y vender energía limpia, los socios de Som Energia invierten en proyectos de generación de energía renovable con la intención de, en un futuro próximo, producir ellos mismos la mayor parte de la energía consumida. Aunque los proyectos comunitarios y cooperativos de energías renovables son muy comunes en países como Dinamarca, Alemania o Reino Unido, Som Energia es pionera en este modelo de proyecto, en el estado español.
En mi opinión, esta cooperativa catalana es un claro ejemplo del poder de transformación de la ciudadanía, cuando ésta decide actuar de forma conjunta para modificar el modelo existente.
 Los gobiernos debieran garantizar el derecho que tenemos los ciudadanos de poder elegir entre varias alternativas de productos o servicios, pero no siempre es así.
En Chile, en el caso del sector eléctrico, al igual que ocurre en España, la comercialización de la electricidad está en manos de unos pocos (aunque no existe el mercado libre de comercialización). Y estamos en el ranking como uno de los países que tiene la tarifa de electricidad más alta a nivel mundial y regional.
El modelo que presentas me parece una excelente opción, y lo gobiernos deberían apoyar y subsidiar estas iniciativas a favor de la libre competencia, y de proyectos sustentables.
Espero que en mi país, surjan este tipo de cooperativas que tienen una verdadera responsabilidad medioambiental, para tener la real oportunidad de elegir.

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