martes, 30 de junio de 2015

Reflexiones sobre las plantas a carbón


Esteban Delgado

El proyecto del Gobierno para la construcción de dos plantas a carbón mineral viene desde hace más de una década. De hecho, César Sánchez lo planteó cuando fue vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) en el período 2000-2004.
También trabajó en procura de esa iniciativa Radhamés Segura cuando dirigió la CDEEE en 2004-2009 y el empresario Celso Marranzini promovió la construcción de esas plantas en su gestión en la institución de 2009 a 2012.
Ninguno pudo concretar ese proyecto porque faltaba un elemento imprescindible para el desarrollo de iniciativas gubernamentales: “voluntad política”.
La adición de ese elemento por parte del presidente Danilo Medina a la gestión de Rubén Jiménez Bichara en la CDEEE es lo que ha hecho posible el desarrollo del proyecto de generación de dos plantas a carbón mineral de 360 megavatios cada una en Punta Catalina, Peravia, con una inversión que ronda los US$2,000 millones, aunque es casi seguro que el monto subirá un poco más.
Pero el tema viene a cuento, porque no han faltado los cuestionamientos a esta iniciativa del Gobierno; y a la hora de analizar las manifestaciones de oposición es bueno ver de dónde vienen. ¿Quiénes se oponen a la construcción de esas dos plantas por parte del Gobierno? Al ver eso se puede deducir si ciertamente estas plantas son o no positivas.
En el caso del sector empresarial, hay una cierta división de opiniones: los que la favorecen, entre quienes está Marranzini, a quien le creo porque conozco su trayectoria y además es un dominicano que vive aquí, trabaja aquí, sus hijos y nietos están aquí y seguirán aquí.
De otra parte están los empresarios que se oponen, muchos representantes de empresas extranjeras que no necesariamente apuestan al futuro del país, sino a la rentabilidad de sus inversiones, que de seguro, en caso contrario, se las llevarían a otro lado.
Han surgido cuestionamientos al proceso de licitación, con el argumento de que hubo propuestas más económicas para esas plantas. Pero cuando se analizan esas propuestas, se tiene que los equipos a utilizar eran de marcas extrañísimas, sin la garantía de repuestos y sin la posibilidad de asegurarse de que en caso de alguna falla de una pieza se pueda conseguir con rapidez.
En este caso, la empresa que construye los equipos de generación es General Electric. Puede que resulten un poco más costosos, pero son equipos garantizados tanto en calidad como en el suministro de repuestos en caso de que se dañe una pieza.
Imagínense que se adjudique esa planta con equipos de alguna empresa rara de Oriente, que luego no aparezca cuando se presente una avería y entonces sea necesario parar la planta por falta de equipos. Eso sería una tragedia.
Pero cuando los equipos son de marcas y de fabricantes reconocidos, el riesgo es menor. Y en República Dominicana hay un ejemplo claro: las plantas a carbón Itabo I y II en Haina. Esas unidades son de 120 megavatios cada una. Se construyeron en la primera mitad de los años 80, por lo que tienen ya 30 años de haber sido fabricadas. Sin embargo, en la actualidad esas unidades están produciendo a plena capacidad sus 120 megavatios cada una como el primer día, gracias a que fueron construidas con equipos de marcas y fabricantes de experiencia y reconocidos.
Eso es lo que argumenta el titular de la CDEEE, Jiménez Bichara, cuando recuerda que la propuesta técnica en la licitación para contratar las plantas de Punta Catalina fue evaluada por una empresa francesa independiente, contratada para esos fines y para defender el interés nacional y no aventurarse, como ha ocurrido en el pasado, con negociaciones de contratación de plantas que al cabo de unos años resultan costosísimas para el Estado.
Otros argumentos de crítica son que el carbón mineral en generación es contaminante y está siendo descartado en otras naciones. Pero no se toma en cuenta que esas dos plantas van a sustituir unidades de generación a fuel oil, que son mucho más contaminantes que el carbón, por lo que como quiera habrá una reducción de la contaminación.
Lo importante es que la voluntad política no se desvanezca y que el proyecto siga adelante para beneficio futuro del país. Es precisamente en el futuro cuando se verá el resultado positivo de esa importante inversión.

http://www.eldinero.com.do/13869/reflexiones-sobre-las-plantas-a-carbon/

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