viernes, 3 de octubre de 2014

El sector eléctrico y la Estrategia de Desarrollo

 
SANTO DOMINGO,R.D.- La ley 1-12 que establece la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) fue promulgada el 25 de enero de 2012, y es resultado de un mandato constitucional, pero a la vez un clamor social que durante años exigió disponer de un instrumento que brindara un sentido de dirección al Estado donde sus políticas públicas se enmarcaran en una visión de largo plazo cuyos objetivos y metas se lograrían a través de ciertos procesos de planificación e inversión pública. 
Lamentablemente, el recurrente incumplimiento de las leyes se ha convertido en norma y el más notable en la ley 1-12 se encuentra en el artículo 35 que plantea una reforma eléctrica que será resultado de un pacto firmado por las fuerzas políticas, económicas y sociales, orientado a la solución de la crisis estructural del sector eléctrico. 
De acuerdo al mandato de ley, este pacto debe “asegurar la necesaria previsibilidad en el marco regulatorio e institucional que posibilite la inversión necesaria en la energía que demanda el desarrollo nacional”. La ley ordena que dicho pacto debió haberse firmado a más tardar el 25 de enero del año 2013 por lo que, existe un retraso de un año y ocho meses, y ni siquiera ha iniciado el proceso de diálogo para arribar al mismo. 
En cuanto al sector eléctrico la END nació incumpliéndose así misma por no decir “nati-muerta”, ya que, al momento de su promulgación los indicadores asumidos para el tercer eje estratégico estipulado en el artículo 26 toman como referencia estadísticas del 2008 cuyas proyecciones hacia el 2015 eran muy difíciles de alcanzar.
Ejemplo de ello es el subsidio eléctrico que, de acuerdo a dicha ley, en el 2008 representó US$530 millones, pero luego en el 2011 previo a la promulgación de la ley había superado los US$868 millones. No obstante, la proyección que hace la ley para la primera meta quinquenal en 2015, es que el subsidio bajaría a US$261.7 millones, siendo las proyecciones de cierre de 2014 superiores a US$1,300 millones. No es posible reducir un subsidio eléctrico a más del 50% en sólo cuatro años sin realizar las inversiones correspondientes. 
Pérdidas
Las proyecciones de las pérdidas de distribución. De acuerdo a la END, en el año 2008 las pérdidas de energía se encontraban en 38.7%; en el año previo a la promulgación de la ley estaban alrededor de un 33%, en la actualidad se encuentran en un 32.8%, y la meta quinquenal de la END nos dice que para el 2015 deben haberse reducido a 20%. Basta observar el comportamiento histórico en los últimos 20 años de las pérdidas de energía para darnos cuenta que las mismas no han disminuido en términos absolutos más de 6 puntos porcentuales en ese periodo. Por tanto, es imposible que en 4 años disminuyan 18 puntos porcentuales sin hacer las inversiones necesarias en distribución. Las proyecciones actuales de la CDEEE indican que reducir 20 puntos porcentuales de pérdidas implica una inversión de US$800 millones en siete años.   

Los objetivos específicos y las líneas de acción contenidas en el artículo 25 de la ley no mencionan la tarifa y las pérdidas como temas relevantes, pasando por alto que, independientemente de que las EDE compren la energía más barata, eso no garantiza una sostenibilidad financiera, si una parte de ella se pierde y la otra no refleja los costos reales de la producción de energía a la tarifa. Estos factores, no tomados en cuenta, constituyen el origen del subsidio al cual el Estado dominicano tendrá que seguir haciéndole frente. 
Nos preguntamos si al momento de la concepción de la ley hubo exceso de optimismo, o si no se tenía idea de los proyectos, montos de las inversiones y, sobre todo, la gran voluntad política que se necesitaba para alcanzar los indicadores plasmados. A pesar de que no alcanzaremos la primera meta quinquenal (2015), y ni siquiera ha sido convocado el pacto eléctrico, aún mantenemos el optimismo de alcanzar los objetivos y las metas en el plazo que nos queda hacia el 2030.  
Entendemos que el pacto eléctrico deberá ir más allá del diagnóstico, y profundizar en las ejecuciones, inversiones e identificación de financiamientos necesarios para evitar que lleguemos al 2030 y la ley de END se convierta en letra muerta que satisfaga simplemente la ilusión de lo que debió haberse hecho.  


 http://www.listindiario.com/economia-and-negocios/2014/10/2/339991/El-sector-electrico-y-la-Estrategia-de-Desarrollo

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