martes, 22 de enero de 2013

Protocolo de Kioto: La consulta popular olvidada

Santo Domingo,R.D.- Las elecciones pasadas, ganadas por el presidente Barack Obama no solo fueron concebidas para la escogencia de los cargos de presidente, vice-presidente, senadores y cámaras de representantes, sino que también fueron votadas alrededor de 170 consultas populares consideradas de vital importancia, para el fortalecimiento del estado de derecho y democrático de la sociedad estadounidense.

Estas consultas populares abarcaron aspectos económicos políticos y sociales, consideradas fundamentales, para la consolidación institucional de ese país, reclamadas vehentemente por diferentes sectores del estamento social, minorías étnicas y diásporas que aspiran a tener mejores condiciones de vida, seguridad y respeto por sus derechos elementales consagrados en la Ley Suprema.

Debido a la diversidad y lo polémico de algunas, muchas de ellas fueron votadas y otras rechazadas por los más de 200 millones de personas que sufragaron el 20 de noviembre del pasado año, según la ubicación geográfica de cada estado, la idiosincrasia y pensamiento político de sus gentes.

Los resultados y datos emitidos por el Consejo Electoral, encargado de la organización del proceso dio a conocer, luego del conteo final de las votaciones, la valoración de los votantes frente a las consultas populares propuestas, las cuales reflejaron situaciones importantes que abarcaron temas de gran interés nacional.

Paralelamente con la escogencia del presidente Obama para un segundo mandato, los estados de Colorado y Washington, favorecieron el consumo recreativo de marihuana. En los estados de Washington, Meriland y Maine fue aprobada la permisión del matrimonio entre homosexuales. En California fue aprobada la legalización del Aborto. Mientras que en la Florida fue rechazado el etiquetado de los alimentos trangenicos y la pena de muerte entre otras.

Evidentemente, que casi en su totalidad estas consultas populares reflejan situaciones de gran interés para EU, por lo que no se explica el porqué no se sometieron propuestas que se suponen de gran interés, en los aspectos económicos y ecológicos, como es el caso del Protocolo de Kyoto, cuyo objetivo principal es controlar los factores que están incidiendo en el Calentamiento Global y el Cambio Climático.

Este tratado aprobado en la declaración final junto a otras convenciones, tales como la del Cambio Climático, la Biodiversidad y la Agenda 21 de las conferencia mundial de las Naciones Unidas celebradas en Río Janeiro en el año 1992, fue aprobado posteriormente en la Ciudad de Kyoto, Japón, en el año 1997 en la Conferencia Marco de las Naciones Unidad, sobre Cambio Climático, el cual tiene como objetivo principal la reducción de las emisiones de gases de invernadero en 5.2%, por debajo de los niveles registrados en el año 1990, cosa que no se ha podido lograr a pesar del interés desplegado por la ONU, los Organismos Multilaterales y Bilaterales Internacionales y una gran mayoría de los países del planeta.

Después de esa fecha, este marco regulador de las emisiones térmicas ha tenido que recorrer tortuosos caminos y pasar por una historia de incertidumbre, ocasionando la celebración de múltiples reuniones del Comité de las Partes, en busca de consenso entre países que no se han puesto de acuerdo, irrespetando recomendaciones y compromisos aprobados en las declaraciones finales de esos eventos internacionales.

En la Conferencia sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, reunidas en Montreal en el 2008, luego de acaloradas jornadas de trabajo, la misma resultó infructuosa para lograr la firma de un acuerdo por parte de los representantes de los EU, porque asumieron que dicho tratado lesionaba los intereses de su país, debido a que consideraron que países como China, India, Brasil y México, eran también responsables en las emisiones de gases tóxicos. Estos cuatro países luego han dejado sus huellas estampadas en la firma del Protocolo de Kyoto, lo que no ha sido suficiente para que Estados Unidos le de su apoyo al mencionado tratado, y así poner fin a 16 años de espera, para ponerlo en vigencia; por lo que ha tenido que ser modificado en su estructura, enfoques y objetivos en varias conferencias celebradas últimamente en diferentes países, donde se ha recomendado la disminución de los gases de invernaderos en un 40% así como su periodo de vigencia contemplado hasta el año 2050.

Por su naturaleza étnica el presidente Obama, pertenece a esa especie de seres humanos que la genética llama heterocigóticos, que reúnen la herencia cromosomica positiva de sus progenitores, condición que se manifiesta en su quehacer social y todos los actos de su vida: Inteligente, talentoso, audaz, prudente, reflexivo, tesonero, y otras cualidades que han caracterizado a los grandes hombres que han sido paradigma en la historia de este mundo, y que se dan en los seres humanos excepcionales y triunfadores. Cualidades con las cuales ha tenido que dirigir un país difícil, donde generalmente en la toma de dediciones prima el interés personal y donde domina un sector económico-empresarial que se ha opuesto rabiosamente al Protocolo de Kyoto, de los cuales constituye un ejemplo el ex-presidente George Bush (hijo) que durante su mandato presidencial, no solo retiró la firma que había estampado su antecesor Bill Klinton, argumentando que el mismo constituía una desgracia para la economía de su país, sino, que puso en duda las afirmaciones de la comunidad científica mundial, respecto de las investigaciones realizadas acerca del calentamiento global, hechas por entidades económicas y científicas de sobrada credibilidad en el tema.

Ahora la vida le ha brindado la oportunidad ideal en este segundo periodo al presidente Obama, para asumir las responsabilidades que le esperan y poner en ejecución iniciativas aplazadas que las circunstancias no le permitieron en su primer periodo gubernamental.

Ha llegado el momento oportuno, esperado con vehemencia y ansiedad, tanto a nivel local e internacional. El Protocolo de Kyoto no tiene ni segundo, ni minuto, ni hora de espera. Es un enfermo catastrófico que lentamente languidece y espera su muerte. Usted tiene en sus manos la receta, los medios y la tecnología en sus manos, para salvarlo, no hay tiempo que perder.

Presidente Obama, recuerde que el problema ambiental es “algo de ahora” como usted mismo ha expresado. Porque la audacia tiene su momentum y la prudencia tiene su oportunidad. Actúe ahora. No pierda esta oportunidad que le da la vida; “porque este no es futuro que usted y el mundo queremos para nuestros hijos”.

 Por: Dr.Ing.Juan Antonio González

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