Por: Fundación Energía & Desarrollo
De las reuniones Preplenarias del
Pacto Para La Reforma Del Subsector Eléctrico, iniciadas el pasado 3 de agosto
y suspendidas desde el 14/08/2016, se rescató que existía la preocupación, por
parte de los actores gubernamentales, de que la redacción propuesta en los
artículos consensuados y a consensuarse, en el propósito de pactar, le restaran
autoridad sobre sus derechos constitucionales. Igual impresión se recibió de
los representantes de los actores privados, en cuanto a que los derechos
fácticos les fueren conculcados; mientras que en los de los Sectores Social y
Laboral, se apreciaba el interés de que lo a consensuarse por el Pacto, no
afectara las finanzas de sus respectivas representaciones. Penosamente, todos,
como parte de nuestra naturaleza y de nuestro nivel de desarrollo económico;
que, es decir, de la cultura que hemos logrado construir a lo largo del tiempo,
subordinamos el interés del colectivo (la totalidad de las partes), a las
prevalencias de nuestros intereses particulares respectivos. Ello, a nuestro
entender, explica la suspensión del dialogo por tan largo tiempo y el por qué
las conversaciones, al día de hoy, no han sido reiniciadas.
En ese orden y ante los resultados
negativos, generados por la implantación en el Subsector Eléctrico Dominicano, de un modelo comercial basado en la preeminencia del interés
individual sobre la del conjunto socioeconómico y ante el impacto negativo que dicho subsector impone sobre la
sustentabilidad del endeudamiento que viene afectando al crédito colectivo,
convendría reconocer las limitaciones evidenciadas por dicho modelo, respecto a
su capacidad de generar sustentabilidadeconómica equilibrada y considerar su adecuación a la sostenibilidad objetiva y eficiente que
demanda el Mercado Dominicano (Ver archivo adjunto, “Pacto Electrico-Sector
Energía-Metas Planetarias y Locales..”). En tal sentido
consideramos apropiado considerar la solución del problema eléctrico-económico
de la Republica Dominicana, desde una perspectiva que reconozca la
trascendencia que representa el ajustar el modelo con que se ha gestionado
dicho subsector, a través de los tiempos, para con ello, intentar contribuir a
la salud económica y al bienestar colectivo, a través de la salud financiera de
las distintas empresas que forman parte del subsector eléctrico.
De esta suerte, estaríamos frente a
un modelo orientado de manera consciente, hacia la obtención de la calidad y
seguridad de vida del individuo, en función de su desempeño racional y ético;
mientras y simultáneamente, se garantiza la salud financiera de los agentes
económicos que producen riquezas; así como la del organismo colectivo (la
Corporación Republica Dominicana, S. A.), que genera el mercado de consumo.
El reconocimiento de la ineficiencia
del modelo vigente, nos convoca a enfocarnos, como aspira el Decreto 389-14, en
la identificación e implementación de uno que resulte sostenible para todas las
partes involucradas.
En
tal sentido, favor considerar la ruta de solución siguiente:
1. Definición del problema a resolver:
· El problema que el Decreto 389-14, convoca e invita a resolver es el
problema económico que el Subsector Eléctrico le genera al Estado Dominicano.
2. Magnitud del problema.
En seis años (2010-2015), el déficit
del subsector eléctrico, para el sector público, ha sido de US$6,891.54
millones, según la Dirección de Proyectos y Control de Gestión de CDEEE.
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