sábado, 20 de agosto de 2016

¿Qué sabemos de la huella ecológica?

Separación. De basura orgánica de los materiales recuperables.
Es un indicador estadística que mide el impacto que tiene un cierto modo de vida sobre el medio ambiente. En este indicador se tienen en cuenta la cantidad de recursos consumidos por los hábitos y acciones de un individuo, o de unidades sociales más grandes (un pueblo, una ciudad o incluso un país entero).

Su utilidad radica en que es muy interesante utilizarlo para comparar el impacto que cada una de nuestras actividades y hábitos tiene sobre el planeta, y podemos también saber cómo reducir esta huella ecológica aumentando o reduciendo hábitos beneficiosos o perjudiciales para el planeta. En algunos casos, sobre todo a nivel social, la medición precisa de este indicador se puede tornar compleja, cuando no imposible. Por eso es que es interesante tener al menos una noción del impacto positivo o negativo que generamos en nuestro entorno.
La unidad de medida que toma este indicador es el planeta, como el número 1. Luego, si nuestra huella ecológica es de, por ejemplo, 2, eso quiere decir que necesitaríamos los recursos de 2 planetas Tierra completos para sostener el modo de vida de la población si todos los habitantes del planeta fueran como nosotros.

Esto quiere decir, básicamente, que lo ideal es que este indicador se acerque lo más posible a cero. Mientras más alto el indicador, esto quiere decir que los recursos del planeta son cada vez menos suficientes para soportar el peso de nuestros hábitos.
Algunos de los hábitos y acciones medidos por los distintos indicadores de huella ecológica son:

TRANSPORTE: mientras más se usa la locomoción individual que utilice combustibles fósiles (automóvil) mayor es el indicador. El mismo disminuye por el uso de transporte público (compartido), o de locomoción propia (a pie o en bicicleta). Los aviones merecen un ítem aparte, ya que son muy ineficientes en cuanto a su gasto de recursos. Mientras más vuela una persona, mayor será su huella ecológica.

GASTO DE AGUA: las actividades tendientes al uso y cuidado del agua tienen un impacto importante en la huella ecológica. La instalación de dispositivos que ahorren agua en grifos, duchas e inodoros disminuye este impacto, además de las costumbres a la hora de bañarnos y lavar los platos.

ALIMENTACIÓN: el consumo de productos de origen animal tiene el mayor impacto sobre el medio ambiente, en términos de la ineficiencia en el uso de recursos de tierra y agua (gastar recursos para alimentar animales para luego alimentar humanos no es sustentable). Una dieta vegetariana o vegana tiene un gran impacto en la disminución el índice de huella ecológica. Además, el hecho de consumir alimentos de producción local y lo más frescos posibles también tiene un impacto positivo, en contraposición de los productos industrializados, que generan grandes cantidades de residuos en su proceso y embalaje, además de requerir transporte.

RESIDUOS: la utilización de productos provenientes del reciclaje, así como la separación de residuos, su reutilización y reciclado, tienen un impacto importante en la huella ecológica. Para reducir este índice, debemos adoptar conductas tendientes a disminuir la cantidad de residuos que generamos.

ENERGÍA: así como en el caso del agua, existen muchos hábitos tendientes al ahorro de energía. La utilización de mecanismos eficientes de calefacción, calefacción solar, aislamiento térmico natural, fuentes renovables de energía, ahorro del gasto innecesario de electricidad, disminución en el consumo de fuentes no renovables de energía (petróleo y gas) son hábitos que pueden reducir nuestra huella ecológica.

Los invitamos entonces a investigar este tema en profundidad para que puedan descubrir por ustedes mismos cuál es el impacto que sus decisiones tienen sobre el planeta. Si notan que el indicador de huella ecológica de es superior a 1, entonces es evidente que hay mucho camino por recorrer para dejar de contribuir a la erradicación de los recursos del planeta. Para tener un punto de referencia, un estilo de vida normal de ciudad latinoamericana debería llevar a una huella ecológica individual de entre 1,5 y 3, lo cual nos demuestra que como sociedad estamos todavía MUY LEJOS de la sustentabilidad, pero el cambio siempre empieza, progresivamente, por uno.

Tal vez la mejor en los hábitos alimenticios y de ahorro de agua y energía sea lo que tengamos más a mano para realizar un cambio palpable en nuestra huella ecológica (ya que a nivel de transporte y residuos, por ejemplos, hay problemas de infraestructura generales que hacen que los individuos muchas veces no puedan optar por vías más sostenibles que las disponibles en países como el nuestro, muchas veces las únicas que existen).
Les dejamos un link para que puedan hacer un cálculo sencillo de su huella ecológica a nivel global, con preguntas sencillas en cada uno de los campos planteados. Luego, si el tema les interesa, pueden buscar tomar tests más complejos con información más precisa en otros sitios existentes (muchos de los mejores, lamentablemente, únicamente están disponibles en inglés).

Quique Fontán Balestra


http://www.estrucplan.com.ar/secciones/noticias/VerNoticia.asp?IDNoticia=11262

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