domingo, 20 de diciembre de 2015

El precio del barril de petróleo hacia el piso

Al finalizar el mes agosto del 2014 el precio del barril del petróleo West Texas Intermediate (WTI), que es el que se usa en el país para fijar semanalmente el precio de los combustibles, cerró a 94 dólares.  Un año después, ese mismo tipo de petróleo se vende a 40.8 dólares, una caída equivalente a un 57 por ciento. Hace un año el galón de gasolina Premium se vendía a 266 pesos con 50 centavos. La semana pasada, del 15 al 21 de agosto, la gasolina Premium se vendía a 215 pesos con 50 centavos el galón, una reducción de apenas un 19 por ciento.
Se trata de una desproporción increíble entre la reducción de un 57 por ciento en el precio del barril de petróleo en los mercados internacionales y la disminución de un 19 por ciento  en el derivado más caro, que consumen la gente de clase media, buscando mayor rendimiento y protección del motor de sus vehículos. La tarifa de la factura eléctrica ha permanecido congelada. Especialistas locales del sector eléctrico consideran que debieran estar un 30 por ciento por debajo de la que pagamos los que vivimos en zonas residenciales.
Cuando se intentó despolitizar la fijación del precio de los combustibles, mediante la Ley 112-00, se hizo con la idea de concientizar a la población de que los precios internos deben reflejar  la evolución del precio del barril del petróleo, el costo de importarlo, impuestos, los márgenes de intermediación de los transportistas, detallistas y todos los agentes involucrados. Entonces, se acuñó la frase de que si sube, sube y si baja, baja, que solo se aplica en su justa dimensión y más allá si el petróleo se encarece.
Hasta ahora, nos hemos beneficiado a nivel macroeconómico, pero a nivel micro, en los bolsillos de los consumidores, no hemos sentido los beneficios de la debacle del precio del petróleo, que de continuar con la tendencia de las últimas semanas podría bajar a los niveles históricos de finales de la década del 90 del siglo pasado. La combinación de la suspensión de las sanciones económicas a Irán, la caída del crecimiento de china, impactando negativamente en las economías emergentes, y las nuevas técnica de extracción de combustibles, auguran que al menos en los próximos dos años habrá petróleo barato.
Una de las preocupaciones de la tendencia en picada del precio de petróleo es su impacto en las recaudaciones fiscales. Al respecto, en el mes de diciembre del 2014 el Banco Central barajó dos escenarios, en los que proyectaba que los ingresos fiscales se reducirán en RD$2,251.4 millones, si el precio del petróleo, en promedio bajaba en un 10 por cierto, con relación al estimado en el presupuesto y en RD$5,628.4 millones, si baja un 25 por ciento.
¿Qué dicen las estadísticas fiscales­? De acuerdo con la Dirección General de Impuestos Internos, el cobro del impuesto ad valorem (16 por ciento de ITBIS) cayó de RD$11,843.5 millones en el periodo enero – julio del 2014 a RD$8,171.3 millones en igual periodo del 2015. Sin embargo, el impuesto especifico a los combustibles, que se ajusta por la inflación, aumentó de RD$15,688.2 a RD$18,082.1 millones. Siendo el efecto neto en la reducción de las recaudaciones por concepto de impuesto a los hidrocarburos de RD$1,278.3 millones.
Al parecer, las excusas para no traducir en una mayor reducción del precio de los combustibles y en una disminución sustancial de la tarifa eléctrica tienen más que ver con la sobre estimación de los ingresos fiscales, que con el impacto impositivo de la caída de la cotización del petróleo, como lo revela el hecho de que la DGII estimó ingresos fiscales para el periodo enero – julio 2015 por RD$202,274.4 millones, recaudando efectivamente en dicho periodo RD$192,530.4 millones, quedando por debajo de lo programado RD$9,743.7 millones.


 http://www.7dias.com.do/opiniones/2015/08/24/i195288_precio-del-barril-petroleo-hacia-piso.html#.Vds8VpeYB1g

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