domingo, 11 de enero de 2015

2015 un año decisivo para la seguridad social en R.D.

SANTO DOMINGO,R.D.- El 2015 será decisivo para la seguridad social. El 2014 fue un año de crecimiento vegetativo y los problemas se agudizaron por la dilación de las reformas estructurales y la falta de intervención oportuna del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) y de sus autoridades. Esperamos que el anuncio del gerente general de una mayor incidencia en 2015 tenga consecuencias prácticas para la sostenibilidad y el avance del sistema.
Debido a la ausencia de las reformas esenciales, desde 2010 el llamado Plan de Servicios de Salud (PDSS) viene arrojando desequilibrios financieros, que se expresan en la reducción progresiva de las reservas para el cuidado de la salud de las personas. El viejo modelo curativo es como un cáncer maligno, muy costoso, que multiplica las insatisfacciones de los usuarios, con un alto riesgo de hacer metástasis durante el presente año.
Desde hace tiempo, los casi tres millones de afiliados reclaman elevar el límite de los medicamentos ambulatorios, revisar el catálogo de servicios e incluir procedimientos esenciales. Acceder a estas justas demandas manteniendo la cápita actual, tendría la oposición de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) ya que ni siquiera están conformes con la carga actual. El resultado sería un saldo pírrico, debido al deterioro de los servicios y a la pérdida de derechos. Para evitar mayores desequilibrios, es impostergable elaborar un verdadero Plan Básico de Salud (PBS), definir el costo de sus componentes y establecer la atención primaria como puerta de entrada al sistema de salud.    
A finales del año pasado  Asociación Dominicana de Cínicas Privadas (Andeclip) y el Colegio Médico Dominicano (CMD) reclamaron aumentos de los honorarios y las tarifas de todos los servicios. Sin iniciar las reformas y reducir la evasión y elusión, las mismas agravarían el déficit y forzarían a otro aumento de la cápita, sin mejorar ni ampliar la cobertura a los afiliados. Dependiendo del monto de los ajustes, los copagos ilegales continuarían aumentando, sin descartar un alza de las cotizaciones de los empleadores y trabajadores. El país tampoco soportaría un nuevo subsidio multimillonario.   
Pero el panorama actual resulta mucho más complejo, si tomamos en cuenta que en mayo del 2016 tendremos elecciones nacionales, y a todos los niveles. Continuar sin hacer nada también tendría consecuencias catastróficas, ya que induciría a los médicos y las clínicas privadas a continuar aumentando los copagos ilegales. No pretendemos alarmar, ni ser pesimistas, pero tampoco ilusos. Como compromisario de esta importante conquista social, estoy obligado a decir la verdad y a formular recomendaciones útiles, viables y oportunas.
De lo anterior se desprende que el 2015 será un año decisivo para la sostenibilidad y el desarrollo del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS). El viejo modelo ya ha agotado sus posibilidades dentro del nuevo sistema. Estamos frente a una encrucijada: o avanzamos, impulsando las reformas pendientes, o retrocedemos a los tiempos en que la atención médica no era un derecho, sino una dádiva discrecional.
Hemos llegado a un punto de inflexión en que seguir haciendo más de lo mismo implica un alto costo financiero, con graves consecuencias sociales y políticas. En múltiples ocasiones hemos señalado el enorme costo de haber postergado las reformas que dispone la Ley 87-01. Pero mirando hacia adelante, estamos seguros de que dicho costo será menor, y más manejable, en la medida en que la decisión sea integral y definitiva, se tome cuanto antes y se aplique en forma gradual y progresiva, lo que es legalmente posible.
Abrigo la esperanza de que el presidente Danilo Medina reciba las informaciones suficientes para valorar la gravedad y las consecuencias de la situación, y que disponga un cambio de rumbo y de actitud. Ello es necesario, no sólo para evitar mayores de-sequilibrios, complicaciones y exclusiones, sino además, para sacar a la seguridad social del crecimiento vegetativo en que se encuentra debido a la aplicación mediatizada de la Ley 87-01. Sería un contrasentido histórico que la administración que propició un relanzamiento sin precedente de la educación permitiera que la seguridad social retrocediese al viejo seguro social excluyente e ineficiente.
Para comunicarse con el autor: arismendi.diaz@seguridadsocialparatodos.net

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