SANTO DOMINGO,R.D.- Profesor y filósofo Vitriólico, ¿podría usted
hablarme sobre el decálogo de prioridades del autor de estos garabatos,
publicado en un artículo anterior? La primera es "configurar un sistema
de electricidad eficiente e integrado en que se respete la ley, con el
Estado como regulador y supervisor, y cortar de raíz la insuficiencia
de facturación y cobro." ¿Que opinión le merece?
-Alumno aventajado, Abimbao, la falta de un sistema de electricidad confiable y de costo razonable es uno de los grandes escollos que erosiona la competitividad, frena la expansión económica y daña sobre todo a los pequeños y medianos negocios.
-Filósofo venerado, dígame algo que sea nuevo.
-Todo en el sector eléctrico ha partido del mito y de las medias verdades. El incumplimiento de la ley, el ejercer la coerción para privilegiar y otorgar concesiones y canonjías, ha enriquecido a empresas, personas y políticos. El país ha contemplado impotente y perplejo la representación montada.
-Filósofo Vitriólico, para calentar la pista no está mal. Continúe.
-Se ha pretendido que el sector eléctrico resuelva problemas simultáneos en defensa de un populismo infértil.
-Profesor, le concedo la razón. Es cierto que se ha utilizado el sistema eléctrico supuestamente como medio para redistribuir riqueza y se han creado tarifas diferenciadas y cruzadas. Se ha fomentado el no pago. Y se han hecho de la vista gorda para que otros carguen pesado. Todo eso crea distorsiones y aleja las soluciones.
-Si, mi alumno aventajado. Cada jefe político ha tenido su propia receta que consiste en negar la del contrario y enfatizar puntos de solución parciales, en vez de envolverla en una concepción global. Se requiere del concurso de todos, sin excluir ni satanizar a nadie. Y ninguno ha querido cumplir la ley de electricidad. De ahí los contratos y concesiones que nunca cesan.
-Filósofo, ¿que habría que hacer para salir de este pandemónium eléctrico?
-Ahora hay una promesa de que en dos años habrá soluciones. Ojalá la acompañe el éxito. Mientras tanto, puedo responder a tu pregunta con lo que el sentido común indica, pues los expertos son otros. Lo primero es cumplir con la ley de electricidad.
-Bien, profesor. Y, ¿luego que?
-Integrar el sistema eléctrico y acabar con tantas concesiones, que solo son permisos para instalar el privilegio. Hay islas eléctricas que dificultan a los actores económicos competir en buena lid. Hay que tener una sola transmisión, un mismo régimen tarifario, y cumplir con la tarifa técnica aunque hubiera que redefinir algunas de sus referencias.
-Ahora si que vamos bien, filósofo venerado. Siga, que siento entusiasmo.
-Aplicar el criterio del uso del costo marginal por bloques de plantas, por lo menos hasta tanto salgan definitivamente del sistema las plantas ineficientes. Por un lado, el bloque de las más eficientes con su propio costo marginal. Y por otro el resto.
-No entendí, pero si usted lo dice me parece bien. Siga.
-Tratar de negociar ahora la modificación de los contratos de generación sin esperar al vencimiento. Acordar a cambio el diseño y puesta en vigencia de un sistema competitivo con reglas claras. Y estar dispuesto a pagar los atrasos de un solo golpe, con el compromiso de concretar de inmediato inversiones que están en carpeta.
-Por lo que veo, toda su recetario opera sobre los generadores, ¿no es así?
-No. Tenga paciencia. Erradicar el fraude. Facturar y cobrar toda la energía servida, sin excepciones. Y minimizar las pérdidas técnicas.
-Profesor, es que las distribuidoras no tienen aliciente para facturar y cobrar mientras reciban un dinero tan grueso del Estado por no hacerlo.
-Correcto. Por eso es imprescindible eliminar las erogaciones fiscales al sector eléctrico en 3 años, en forma proporcional. Y destinar el ahorro a fuertes inversiones en distribución y en transmisión. Es un pecado seguir derrochando mas de US$1,000 millones por año para mantener un sistema eléctrico tan precario. Eso hay que cortarlo de raíz, desde ahora, no después, secando la fuente que lo alimenta, el apoyo de la vaca nacional.
-Bravo, pero eso sonará impopular a la clase política.
-Así es, pero bendito que suene porque ese es el cuento del que se aferran muchos para mantener este infierno que lucra a tantos y que tiene arrodillado a este país, incapaz de desarrollarse por culpa de este embrollo.
-Diablos, filósofo, la bateó duro. ¿Le queda algo más?
-Claro que si. Se lo digo tipo trulla. Eliminar la tarifa diferenciada para clientes no regulados porque otorga privilegios a los grandes y encarece la del resto. Convertir la CDEEE en holding de las empresas eléctricas del Estado, mientras dure su participación en el negocio. Y, lo más relevante, fortalecer la supervisión y regulación del sistema como responsabilidad principal del Estado. Concentrarlo en sus funciones básicas. Es cuanto.
http://www.diariolibre.com/opinion/2014/02/11/i476911_prioridad-elctrica.html
-Alumno aventajado, Abimbao, la falta de un sistema de electricidad confiable y de costo razonable es uno de los grandes escollos que erosiona la competitividad, frena la expansión económica y daña sobre todo a los pequeños y medianos negocios.
-Filósofo venerado, dígame algo que sea nuevo.
-Todo en el sector eléctrico ha partido del mito y de las medias verdades. El incumplimiento de la ley, el ejercer la coerción para privilegiar y otorgar concesiones y canonjías, ha enriquecido a empresas, personas y políticos. El país ha contemplado impotente y perplejo la representación montada.
-Filósofo Vitriólico, para calentar la pista no está mal. Continúe.
-Se ha pretendido que el sector eléctrico resuelva problemas simultáneos en defensa de un populismo infértil.
-Profesor, le concedo la razón. Es cierto que se ha utilizado el sistema eléctrico supuestamente como medio para redistribuir riqueza y se han creado tarifas diferenciadas y cruzadas. Se ha fomentado el no pago. Y se han hecho de la vista gorda para que otros carguen pesado. Todo eso crea distorsiones y aleja las soluciones.
-Si, mi alumno aventajado. Cada jefe político ha tenido su propia receta que consiste en negar la del contrario y enfatizar puntos de solución parciales, en vez de envolverla en una concepción global. Se requiere del concurso de todos, sin excluir ni satanizar a nadie. Y ninguno ha querido cumplir la ley de electricidad. De ahí los contratos y concesiones que nunca cesan.
-Filósofo, ¿que habría que hacer para salir de este pandemónium eléctrico?
-Ahora hay una promesa de que en dos años habrá soluciones. Ojalá la acompañe el éxito. Mientras tanto, puedo responder a tu pregunta con lo que el sentido común indica, pues los expertos son otros. Lo primero es cumplir con la ley de electricidad.
-Bien, profesor. Y, ¿luego que?
-Integrar el sistema eléctrico y acabar con tantas concesiones, que solo son permisos para instalar el privilegio. Hay islas eléctricas que dificultan a los actores económicos competir en buena lid. Hay que tener una sola transmisión, un mismo régimen tarifario, y cumplir con la tarifa técnica aunque hubiera que redefinir algunas de sus referencias.
-Ahora si que vamos bien, filósofo venerado. Siga, que siento entusiasmo.
-Aplicar el criterio del uso del costo marginal por bloques de plantas, por lo menos hasta tanto salgan definitivamente del sistema las plantas ineficientes. Por un lado, el bloque de las más eficientes con su propio costo marginal. Y por otro el resto.
-No entendí, pero si usted lo dice me parece bien. Siga.
-Tratar de negociar ahora la modificación de los contratos de generación sin esperar al vencimiento. Acordar a cambio el diseño y puesta en vigencia de un sistema competitivo con reglas claras. Y estar dispuesto a pagar los atrasos de un solo golpe, con el compromiso de concretar de inmediato inversiones que están en carpeta.
-Por lo que veo, toda su recetario opera sobre los generadores, ¿no es así?
-No. Tenga paciencia. Erradicar el fraude. Facturar y cobrar toda la energía servida, sin excepciones. Y minimizar las pérdidas técnicas.
-Profesor, es que las distribuidoras no tienen aliciente para facturar y cobrar mientras reciban un dinero tan grueso del Estado por no hacerlo.
-Correcto. Por eso es imprescindible eliminar las erogaciones fiscales al sector eléctrico en 3 años, en forma proporcional. Y destinar el ahorro a fuertes inversiones en distribución y en transmisión. Es un pecado seguir derrochando mas de US$1,000 millones por año para mantener un sistema eléctrico tan precario. Eso hay que cortarlo de raíz, desde ahora, no después, secando la fuente que lo alimenta, el apoyo de la vaca nacional.
-Bravo, pero eso sonará impopular a la clase política.
-Así es, pero bendito que suene porque ese es el cuento del que se aferran muchos para mantener este infierno que lucra a tantos y que tiene arrodillado a este país, incapaz de desarrollarse por culpa de este embrollo.
-Diablos, filósofo, la bateó duro. ¿Le queda algo más?
-Claro que si. Se lo digo tipo trulla. Eliminar la tarifa diferenciada para clientes no regulados porque otorga privilegios a los grandes y encarece la del resto. Convertir la CDEEE en holding de las empresas eléctricas del Estado, mientras dure su participación en el negocio. Y, lo más relevante, fortalecer la supervisión y regulación del sistema como responsabilidad principal del Estado. Concentrarlo en sus funciones básicas. Es cuanto.
http://www.diariolibre.com/opinion/2014/02/11/i476911_prioridad-elctrica.html
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