lunes, 26 de agosto de 2013

Por un pacto medioambiental

                                          
SANTO DOMINGO,R.D.- La explotación de los recursos naturales se ha convertido en un elemento controversial que preocupa a diferentes sectores de la sociedad, como consecuencia de la presencia de cláusulas que aparecen en los contratos firmados entre empresas privadas y el Estado Dominicano, los cuales resultan lesivos a los intereses de la nación.
Las inobservancias de los gobiernos, la permisividad exagerada de legisladores y la complicidad de funcionarios de las instancias pertinentes, son responsables directos de que hayan sido concedidas licencias y aprobadas iniciativas para la ejecución de proyectos que buscan la explotación de nuestras riquezas naturales, de lo que son ejemplos tangibles la instalación de una cementera en Gonzalo, la explotación del oro de Pueblo Viejo y la extracción de níquel en Loma de Miranda.
En estos acuerdos suscritos aparecen las mas variadas formas de indelicadezas, en una gama de hechos que van desde violación de las Herramientas de Gestión Ambiental, propuestas sin nivel técnico y científico como lo exige la ley 64-00, hasta violación de la Constitución de la República y otras leyes adjetivas.
La naturaleza divina ha provisto a la República Dominicana de atributos y privilegios de apreciable valor histórico y cultural, y una riqueza natural de un extraordinario valor económico, pocas veces vistos en otros países.
Porque en tan solo 48,400 KM2 es común encontrar en el suelo y subsuelo las más diversas formas y variedad de recursos, que incluyen una Diversidad Biológica con una flora conformada por especies endémicas y una fauna donde aparecen animales únicos del país. Suelos considerados como de los mejores del planeta. Un sistema hidrográfico que es el más importante de la región de El Caribe, constituido por más de 1,200 ríos y arroyos, muchos de ellos muy caudalosos. Condiciones atmosféricas muy especiales, que hacen que dentro de esta pequeña geografía estén representados los más diversos tipos de climas: tropical, subtropical, desértico, templado y semitemplado. Y además un ser humano adornado de valores y condiciones éticas y morales al igual que cualquier país extranjero.
Sin embargo, debido a la falta de aplicación de políticas destinadas a proteger estos recursos, mucho de los mismos se encuentran en un proceso de degradación que lo hacen inutilizables para un uso y aprovechamiento sostenible. Gran parte de los suelos están perdiendo su productividad debido al fenómeno de erosión. Así mismo las aguas de los ríos están contaminadas por aguas servidas. La deforestación está causando la destrucción de nuestros bosques. Muchas especies vegetales y animales están siendo eliminadas y el aire en nuestras ciudades está siendo contaminado por la emisión de gases tóxicos que producen las industrias, las plantas eléctricas y los automóviles.
Cuando se hace un estudio y análisis de la condición y naturaleza mineral del país, resulta interesante la presencia de rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias constituidas por diferentes tipos de minerales como cuarzo, feldespato, biotitas, calcita, pirita, calcopirita, entre otros.
Pero además de estos existen otros de gran valor económico y comercial como bauxita, arena, gravas, larimar, ámbar, yeso, sal, níquel, oro, plata, cobre, petróleo y otros que en el transcurso de los años serán del conocimiento de la población.
La República Dominicana es un país inmensamente rico que ha sido históricamente administrado y dirigido por gobiernos y funcionarios muchos de ellos deshonestos, falto de sentimiento patriótico y la existencia de un sector privado que no ha asumido su rol protagónico, para conjuntamente con el sector oficial, impulsar el desarrollo sostenible del país, para así acabar con la pobreza, la precaria salud de la población, una educación deficitaria, la delincuencia, la corrupción y la inseguridad ciudadana.
El informe del PNUD puesto en circulación recientemente, es revelador de la dramática situación por la cual atraviesa hoy el país, donde pone en evidencia con cifras claras y precisas la situación de pobreza, miseria y penuria de cada una de las provincias.
Un país dotado de tantas riquezas, alto índice de pobreza, carencias institucionales y una elevada deuda externa, no tiene otro camino que aferrarse sólidamente a sus recursos naturales para hacer frente a las necesidades y demandas de sus conciudadanos.
Esto podrá ser posible con un acuerdo nacional, en el cual estén representados los más diversos sectores de la sociedad. Un acuerdo que respete las responsabilidades de las partes interesadas, la observancia del mismo y la defensa del patrimonio nacional.
Al igual que otros pactos que han sido presentados a la Nación, es preciso que en República Dominicana se firme un pacto medioambiental enfocado a propiciar un racional uso y aprovechamiento de los recursos naturales y la protección del medio ambiente, y que al mismo tiempo que se le dé al inversionista seguridad de su inversión, este último sea compromisario en el sentido de que ese proceso de explotación no habrá de producir impactos negativos en los suelos, la flora, la fauna, el agua y el aire, ni lesionar los intereses económicos del país.
En consecuencia, se hace imprescindible, que las instituciones que tienen que ver con el tema se aboquen a dar cumplimientos a los mandatos de la constitución, las leyes que le dieron origen y las competencias de las mismas dentro de un marco técnico, científico y ético, a fin de que las propuestas presentadas al organismo rector, sean evaluadas basado en normas ambientales y los Instrumentos de Gestión Ambiental como son el Estudio de Impacto Ambiental, la Declaración de Impacto Ambiental y el Dictamen Ambiental, establecidos en el Artículo No. 16 de la Ley 6400 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Un pacto medioambiental en República Dominicana, implicaría la participación de instituciones y sectores comprometidos con el desarrollo económico, social y medioambiental, como la Academia de Ciencias, la UASD, la Dirección de Minería, la CDEEE, el Conep, el COE, la LMD, la Cámara Minera de la República Dominicana, Ecologistas, ONG’s, Ministerio de Medio Ambiente, Ministerio de Salud, Ministerio de Economía y Desarrollo, Ministerio de Agricultura, el Indhri y cualquier otra institución ligada al tema sin descartar el asesoramiento de organismos internacionales como el Banco Mundial, el PNUD, el BID, la USAID, la JICA, la AECI y otras agencias bilaterales. Cuyos objetivos fundamentales serian los siguientes:
 ·Propiciar un uso y aprovechamiento de los recursos naturales de manera sostenible.
·Impulsar la protección del medio ambiente contra los agentes que producen su degradación debido a la contaminación.
·Restaurar y recuperar los ecosistemas y la Diversidad Biológica conjuntamente con su patrimonio genético.
·Contribuir a disminuir los niveles de pobreza de la población.
·Fortalecimiento institucional proporcionando un mayor presupuesto al Ministerio de Medio Ambiente.
·Dar seguimiento a los tratados internacionales y acuerdos llevados a cabo con empresas privadas para la explotación de nuestros recursos naturales.
·Procurar que las licencias otorgadas a empresas privadas para la explotación de los recursos naturales, estén amparadas en Herramientas de Gestión Ambiental confiables.
·Procurar que la sociedad civil se empodere y de seguimiento a todo el proceso que implica el otorgamiento de una licencia ambiental y el desarrollo de las actividades que significa la explotación de los recursos naturales.
·Involucrar a los diferentes estamentos de la sociedad dominicana para que den seguimiento a las actividades que conllevan la aprobación del proyecto en el Congreso Nacional.
 El éxito de este Pacto Medioambiental de la República Dominicana, implicaría tomar en cuenta y poner en ejecución medidas y acciones que históricamente han sido postergadas, no obstante su importancia para el desarrollo sostenible del país dentro de las cuales describimos las siguientes:
·Cambiar el modelo de desarrollo actual por otro, que no solo ponga interés en el crecimiento económico, sino que piense más en la gente y el medioambiente.
·Que el desarrollo sostenible paute las políticas, planes y proyectos ligados al medioambiente y los recursos naturales.
·Aprobación de las leyes colaterales contempladas en la Ley 6400 y sus respectivos reglamentos.
·Corrección y actualización de la Sectorial Ley 202-04 de Áreas Protegidas.
·Aprobación de la Ley sobre el Ordenamiento Territorial y la Implementación de un Plan de Ordenamiento del territorio Nacional.
·Corregir los problemas de contaminación de los suelos, el agua y el aire, mediante la realización de estudios e investigaciones en zonas urbanas y rurales.
·Puesta en vigencia de las recomendaciones del Eje Estratégico IV de la Estrategia Nacional de Desarrollo referido a la implementación de un manejo sostenible del Medioambiente y una adecuada adaptación al Cambio Climático.
·Proteger los ecosistemas y hacer la reglamentación pertinente para corregir la degradación que puedan sufrir por diferentes causas.
·Reforestar las áreas degradadas de las cuencas hidrográficas y partes planas de los valles.
·Elaboración de la carta de suelo y drenaje de la República Dominicana.
·Modernización y reconversión del sistema industrial del país con el apoyo y asesoramiento de organismos internacionales multilaterales y bilaterales.
·Uso y manejo de la ciencia y la tecnología para el fomento de la investigación científica en el campo de la ecología, con el apoyo y la orientación del IPCC o cualquier entidad u organismo internacional interesado en el tema.
·Cumplimiento de los acuerdos internacionales aprobados por el Congreso Nacional, como garantía de que se cumplan los compromisos asumidos por el país en el área medioambiental.
·Otros temas que deben tomarse en cuenta en un eventual Pacto Medioambiental de la República Dominicana serian: Propulsar planes de manejo de residuos sólidos y reciclaje en los municipios del país. Creación de un instituto de investigación sobre el medioambiente. Creación de un organismo rector de la política de energía y mina en la República Dominicana. Corrección de los problemas de drenaje de los suelos de Neiba, el Bajo Yuna y la desalinización de los suelos salinos de la Región Sur y Línea Noroeste.
La creación del Pacto Medioambiental de la República Dominicana vendría a llenar un vacío, cuyo cumplimiento por las partes asociadas, constituiría el instrumento ideal y legal para una protección, conservación y recuperación de los recursos naturales y la elevación de los niveles de salud y de calidad de vida de la población.
Garantizaría además un uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, sin traumas ni aprehensiones en la población, en donde el sector privado tendría la seguridad de sus inversiones, y el sector público seria vigilante para que se cumplan las normas ambientales y las Herramientas de Gestión Ambiental, de manera que las actividades del proyecto no se constituyan en agentes de degradación del Medioambiente, factores de destrucción de la Diversidad Biológica y contaminación del aire.  
Asimismo contribuiría a atenuar los niveles de pobreza y la eliminación del activo ambiental histórico, responsable de la deuda ambiental que por decidía o miopía de nuestros gobernantes no ha podido ser redimida para beneficio de las dominicanas y dominicanos.

Por JUAN ANTONIO GONZALEZ

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