viernes, 7 de abril de 2017

Bomberos forestales: personal que se expone al fuego sin seguro de vida



SANTO DOMINGO. En 21 años, las tareas afectadas por incendios forestales en la República Dominicana, equivalen a un área de unos 1,445 kilómetros cuadrados que, si se compara con la extensión de alguna provincia, se aproxima al tamaño de Elías Piña, que es de 1,395.47 kilómetros cuadrados.


Actualmente el país está en la temporada de incendios forestales, que comienza en febrero y se extiende hasta mediados de abril. En esta época, que coincide en parte con la Cuaresma, hay más viento y pocas precipitaciones. Sin tomar muchas veces las precauciones debidas, los campesinos y productores agropecuarios queman terrenos para mejorar el pasto o prepararlos para la agricultura, esto es la causa del 85% de los incendios forestales, y tiene escasas penalidades.
Estos eventos, según su magnitud, se dividen en cuatro niveles. El más complejo es cuando se eleva una alerta roja y se requiere apoyo local e internacional. El personal que los atiende debe acudir con presteza y exponerse al peligro sin un respaldo importante: un seguro de vida.
Gerónimo Abreu, un bombero forestal con 27 años de experiencia y encargado del Programa Nacional Manejo del Fuego del Ministerio de Medio Ambiente, asegura que el país tiene las herramientas necesarias para enfrentar los incendios forestales, pero se queja de que el personal no cuenta con un seguro de vida que compense a su familia o a otros beneficiarios como indemnización. Él, por ejemplo, a pesar de ser el encargado, dice que no cuenta con uno.
Abreu explica que el Ministerio tiene 60 bomberos forestales nombrados, que ganan RD$8,000 mensuales. A estos se suman poco más de 600 hombres, que no son nombrados oficialmente como bomberos forestales, pero que hacen labores medioambientales, como reforestación, y se usan de respaldo. Estos últimos están distribuidos en las áreas de mayor vulnerabilidad: la Cordillera Central, Sierra de Bahoruco, Sierra de Neiba y Los Haitises.
Bomberos forestales: personal que se expone al fuego sin seguro de vida

“En todos los países de Centroamérica los bomberos tienen una póliza de vida y aquí no tenemos un seguro de vida. Si un bombero se murió en un incendio, obviamente hasta ahí llegó, la familia no tiene ninguna compensación, y si queda inválido por una quemadura o un accidente o algo, tampoco tiene ninguna compensación”.

El domingo de la semana pasada, el personal tuvo que atender tres incendios; otros cuatro ocurrieron hace dos semanas en La Vega, con los que suman cerca de dos decenas los ocurridos en la actual temporada, que han sido de poca extensión debido a la rápida respuesta, expresa Abreu.
En el Ministerio de Medio Ambiente esperan que la actual temporada de incendios no sea tan severa como la de 2005, cuando 117 incendios forestales afectaron 483,720 tareas, o como la del 2015, en el que 435 eventos afectaron 185,849 tareas, ni que ocurra otro tan complejo como el de 2014 en Valle Nuevo, que se prolongó por varios días.
Las causas
Una gran proporción de los incendios ocurre en áreas de pino y este es un ecosistema dependiente del fuego. En el país, el 98% de los incendios es producido por el hombre. La principal causa es la agricultura y la ganadería. En menor proporción están los ocasionados por gente que busca miel de abeja en el bosque, los intencionales, por caída de cables eléctricos y menos del 1% por descargas eléctricas.
¿Con cuáles herramientas trabajan?
Fundamentalmente, los bomberos forestales en el país utilizan herramientas manuales básicas, como machetes, rastrillos, palas y bombas de mochila. Aunque parecen rudimentarias, Abreu asegura que funcionan. “De hecho, México cada año invertía millones de dólares en la renta de equipos aéreos para el combate de incendios y en los últimos años los dejó de rentar porque vio la poca efectividad de los mismos”, dice.
Mientras en otros países con territorios más grandes se implementa el uso de drones para combatir incendios y cuentan con decenas de aeronaves, inclusive propiamente patentadas como en Australia, la República Dominicana tiene dos helicópteros de la Fuerza Aérea equipados para estos fines, indica Abreu. El especialista observa que pudiera ayudar si se agregan al sistema, por lo menos, dos aviones.
“De todos modos, no importa cuántas aeronaves tengamos, son efectivas para bajar la intensidad del fuego, pero para eliminarlo necesitamos brigadas en tierra con herramientas manuales”, explica.
Pero esas herramientas manuales en ocasiones no son operables. Abreu indica que aunque el personal tenga moto bombas, a veces no encuentran fuentes de agua para alimentarlas. “En la Sierra de Bahoruco no hay ni una sola fuente de agua donde usted pueda alimentar una moto bomba para combatir el fuego, los vientos que soplan no permiten operar con aeronaves”, dice.
“Lo peor de todo es que en todos los países de Centroamérica los bomberos tienen una póliza de vida y aquí no tenemos un seguro de vida –se queja-. Sin un bombero se murió en un incendio, obviamente hasta ahí llegó, la familia no tiene ninguna compensación, y si queda inválido por una quemadura o un accidente o algo, no tiene ninguna compensación”.
Bomberos forestales: personal que se expone al fuego sin seguro de vida
El Ministerio de Medio Ambiente tiene asignada una partida de RD$7,393.9 millones en el Presupuesto General del Estado del presente año. A nivel interno, el presupuesto preparado para el Manejo del Fuego, incluido dentro del Plan Operativo 2017, se estima en RD$33.9 millones, que no incluye sueldos, viáticos, depreciación de equipos, herramientas y vehículos de la institución.
Del departamento de Recursos Humanos del Ministerio de Medio Ambiente se informó a Diario Libre, a través del Departamento de Comunicaciones, que los bomberos forestales cuentan con un seguro de riesgos laborales -consignado en la Ley de Seguridad Social-, que “ante cualquier eventualidad les sirve”. Para tener uno de vida, habría que contemplarlo en el presupuesto, “y no está contemplado”.
Aunque parecen similares, el seguro de riesgos laborales y el de vida tienen diferencias. Un ejecutivo de una empresa de seguros explica a Diario Libre que la cobertura en el seguro de vida depende del fallecimiento, por cualquier causa o las previstas (no excluidas) en la póliza; el de riesgos laborales cubre en caso de accidente o enfermedad derivados exclusivamente de eventos relacionados con el desempeño de trabajo por cuenta ajena. Además, el de vida no incluye prestaciones en especie; su carácter indemnizatorio es en dinero (por la suma asegurada contratada). El seguro de riesgos laborales indemniza tanto en especie como en dinero.
Precisa también que el seguro de vida podría incluir coberturas complementarias, incluyendo relativas a accidentes y enfermedad, pero de forma opcional, según la necesidad del interesado. En caso de la cobertura de pago por enfermedad, no incluirá cobertura por las profesionales.
Por el riesgo que representa, la ocupación de bombero forestal está restringida en el mercado asegurador. Sin embargo, en el caso de que una persona sea elegible o el riesgo sea aceptado, en el hipotético caso de que el solicitante sea un hombre de 40 años, una empresa cotizó a Diario Libre un seguro de vida por RD$500,000, con una cuota anual de RD$3,000. Dicho monto cubriría el fallecimiento por cualquier causa y la muerte accidental.
Image
http://www.diariolibre.com/medioambiente/bomberos-forestales-personal-que-se-expone-al-fuego-sin-seguro-de-vida-FJ6487106
Lo que el fuego se llevó
El trabajo contra los incendios forestales se ejecuta, pero las secuelas quedan. Hay bosques quemados que no son recuperables. “Si usted va a Constanza se fija que hay lugares donde lo que hay es helechos, se ve verde el suelo, pero es cubierto de helechos. Son áreas que fueron usadas para la agricultura, o que se quemaron y ya las especies que están ahí no se recuperan”, explica Abreu.

Destaca que un área quemada no necesariamente implica un área deforestada. “Por ejemplo –dice-, en Valle Nuevo, alrededor del ocho por ciento de lo que se quemó fue severamente afectado, o sea que ahora hay una cobertura mucho menor que cuando el incendio, pero más del 60 por ciento fue mínimamente afectado, o sea que el bosque, la cobertura, está intacta, claro, eso no quiere decir que el fuego no hizo daño, porque además de los árboles, se afecta el suelo y la biodiversidad en sentido general”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario