sábado, 26 de abril de 2014

¿Quién (a) pagó la luz? Y ¿Quién la volverá a prender? en R.D.


¡Vela en Mano!
 
SANTO DOMINGO,R.D.- La actual generación de dominicanos creció “acostumbrada” a los apagones. Aseguran que éstos empezaron desde 1955, cuando Trujillo compró la CDE. El Estado no pagaba su consumo, hipertrofió la nómina, congeló la tarifa de la electricidad e inició una “política de cobros selectivos”. El 100% de la generación se hacía con combustibles derivados del petróleo, pero su precio era bajo y estable. Aparece entonces la primera crisis mundial del petróleo cuando el precio medio anual del barril fue subiendo en la década de 1970, de US$3.60 en 1972, a US$37.42 en 1980. Se acentuaron los apagones. En los 90, la economía se “sobrecalentó” mientras la demanda de electricidad aumentaba un 27% más rápido que la economía. Restringida la capacidad de generación instalada a finales de los años 80, se aceleraron con fuerza los apagones, lo que obligó al Gobierno a estimular la generación privada de los IPP (Indenpendent Power Producers) mediante acuerdos de compra de energía o PPAs (Power Purchase Agreement) con la CDEE, que dieron origen a la “malograda reforma del sector eléctrico” de finales de los 90 y la vilipendiada Ley General de Electricidad de 2001.
 
El precio medio del petróleo se mantuvo estable alrededor de los US$17.4 por casi 2 décadas; pero entre 1999 y 2004, se duplicó al pasar de US$16.56/bbl a US$37.66. El aumento fue del 65% sólo en 2000. La nueva ley disponía dejar “flotar” la tarifa, pero se “congeló” al nivel de febrero de 2000. El Gobierno prefirió renegociar los PPAs y llegar al Acuerdo de Madrid, además de subsidiar fuertemente a las Distribuidoras, otrora de capital mixto. Rápidamente la situación se tornó insostenible y a mediados de 2002, se acumularon grandes deudas con los generadores que provocaron una de las peores crisis del sector eléctrico, con apagones de hasta 20 horas. En 2003, la crisis bancaria desató un “frenesí cambiario” que fue como “echarle gasolina al fuego” y obligó a realizar varios aumentos de la tarifa en 2003 y 2004. El Gobierno renacionalizó a Ede Norte y Ede Sur, mientras AES vendió sus acciones en Ede Este a un fondo de inversiones internacional. El costo de operaciones de las EDEs públicas se triplicó y su desempeño se deterioró. Los apagones no daban tregua.
 
Con una inversión privada de US$2.3 mil millones en el sector eléctrico (más del 23% de la inversión extranjera) se duplicó la capacidad instalada y mejoró la matriz de generación (carbón y gas natural). Con 3,500 MW de capacidad instalada de generación, un 90% por encima de la demanda, convivían otros 1,500 MW en sistemas de “emergencia”. El petróleo continuó su escalada hasta promediar los US$91.48 el barril en el 2008, llegó a cotizarse a US$145/bbl, pero la tarifa sólo aumentó 2 veces en el 2005 y se fijó a los niveles de enero 2006. No volvió a aumentarse hasta el 2009, cuando se repartió un incremento del 29% entre junio y julio, pese a haberse “desplomado” el precio del petróleo en un 40% respecto de 2008. Aumentaría nuevamente en diciembre 2010 y junio 2011. No obstante, los apagones se intensificaron y arreciaron las críticas al Gobierno (en medio de escándalos de corrupción y nepotismo en la CDEEE). El Jefe del Estado tenía la espalda contra la pared. Cualquiera aceptaría con gusto “dirigir el país”, pero meterle el diente al problema eléctrico no gana simpatías; y para una persona honesta, tampoco beneficios.
 
“El recrudecimiento por períodos de los apagones, hace sugerir la idea de que a lo largo de los años nada se ha hecho para dejar atrás este maleficio. No es así. En verdad, es mucho lo que se ha hecho, pero es tan persistente el mal que requiere de mayores esfuerzos, mayores iniciativas, mayor creatividad, mayor imaginación y de mayores recursos para poder definitivamente doblegarlo”.


http://www.revistamercado.do/app/en-portada/53-iquien-a-pago-la-luz-y-iquien-la-volvera-a-prender.html

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