miércoles, 23 de septiembre de 2020

El mal diseño de los contratos hizo fracasar la capitalización

 


Santo Domingo.Para algunos, el fracaso de la capitalización del sector eléctrico se debió al mal diseño del modelo y la estructura de los contratos de compra y venta de energía.

Pero otros señalan la intervención política del Gobierno como el problema.

Entre los objetivos de la capitalización figuraba: la instalación de 2,750 megavatios (entre 1998 y 2014), la reducción de las pérdidas de las distribuidoras, aplicar una tarifa técnica y el desmonte del subsidio eléctrico, que en ese entonces era de RD$100 millones al mes.

Nueva generación

Según Marcos Cochón, presidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) y técnico de la capitalización, los objetivos de la generación se cumplieron, porque entre 1998 y 2003 se agregaron más de 1,180 megas.

En un escrito, denominado “La evolución del sector eléctrico dominicano”, detalla que en los primeros cuatro años de la capitalización se instalaron los 180 megas de la planta Palamara-La Vega de Unión Fenosa, 300 megavatios de AES Andrés, que también construyó una terminal de gas; y 100 megas de Monte Río Power en Azua.

Asimismo, la Sultana del Este se ubicó en San Pedro de Macorís con 150 megavatios y concluyó la Barahona Carbón de 42 megas. Los 240 megas de Itabo fueron repotenciados.

Distribución y aportes

En 1999, AES adquirió la administración de la Distribuidora EDE Este con una oferta de US$109 millones, y Unión Fenosa capitalizó las otras dos (Edesur y Edenorte) por un monto US$211.9 millones.

EGE Haina fue capitalizada por la Seabor Corporation y Enron Caribbean por US$144.5 millones. Mientras que a EGE Itabo la capitalizó la firma chilena Gener y la norteamericana Coastar Corporation por US$177.8 millones, apunta las memorias de la Comisión de Reforma de la Empresa Pública (CREP).

Tarifa técnica

En la capitalización se acordó realizar un desmonte de la estructura tarifaria existente en un periodo de ocho años, que debió haber concluido en 2006. La idea era ajustar esa tarifa mensualmente de acuerdo al precio de los combustibles.

Como apunta Edwin Croes, asesor energético, en agosto de 1999 había que aumentar esa tarifa en 5%, pero el presidente de turno (Leonel Fernández) ordenó que no se indexara, y a cambio se comprometió a subsidiar a las distribuidoras.

Sin embargo, ese subsidio no fue entregado puntualmemte, lo cual puso a las empresas distribuidoras en una situación financiera delicada.

“Cuando la deuda iba por RD$500 millones las distribuidoras comenzaron a cobrarse entre ellas mismas no pagándole al Estado la energía que le suministraban las generadoras estatales.

Tampoco pagaban la transmisión. Así se descapitalizó la Compañía Dominicana de Electricidad (CDE)”, agregó Croes.

En el año 2001 llegó el gobierno de Hipólito Mejía y tampoco indexó la tarifa.

“Si a la falta del subsidio se le suma el nivel de pérdidas de energía, se puede concluir que entre 1999 y 2002 las distribuidoras capitalizadas se descapitalizaron completamente por la intervención política de la tarifa”, afirmó Marcos Cochón en su informe.

¿Por qué no indexaron?

José Luis Moreno San Juan, exdirector del Instituto de Energía y Minas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), coincide con Croes en señalar que las distribuidoras no pudieron ajustar la tarifa porque las formulas de cálculo de los contratos firmados en la capitalización eran honerosas.

Moreno San Juan explicó que en ese proceso había cuatro modelos de contratos: suscripción de acciones, sesión de derechos, administración y el de compra y venta de energía (que era el más nefasto).

Subrayó que los precios base de transferencia de la venta de energía de los generadores hacia los distribuidores estaban muy por encima de un valor razonable y por lo tanto imposible de pagar por las Edes.

“Los contratos estaban tan sobreindexados que entre 1999 y 2000 las distribuidoras perdieron US$170 millones, y los generadores ganaron US$167 millones”, manifestó Edwin Croes.

Consecuencia

Moreno San Juan explicó que cuando las empresas de distribución se dieron cuenta de que “el negocio” estaba en la generación, rápidamente comenzaron a montar generadoras.

Agregó que fue así como Unión Fenosa (que tenía a Edesur y Edenorte) montó la central de Palamara y después La Vega. Mientras que AES (que tenía a Ede Este) convocó a una licitación para esos fines, de la cual salió la construcción de AES Andrés.

De esa manera ambas empresas se constituyeron en generadoras y distribuidoras, pero más tarde Unión Fenosa declinó de Edesur y EDE Norte y AES vendió a EDE Este. Así inició la contrarreforma que terminó con los Acuerdos de Madrid.

Edes no pudieron invertir

La descapitalización de las distribuidoras impidió que esas empresas realizaran las inversiones previstas.

La capitalización exigía a las distribuidoras capitalizar las tres empresas, EDE Norte, EDE Sur y EDE Este, con un monto en conjunto de US$423 millones, que serían utilizados para cubrir sus déficits, gestionar la facturación y el cobro.

Santo Domingo.Para algunos, el fracaso de la capitalización del sector eléctrico se debió al mal diseño del modelo y la estructura de los contratos de compra y venta de energía.

Pero otros señalan la intervención política del Gobierno como el problema.

Entre los objetivos de la capitalización figuraba: la instalación de 2,750 megavatios (entre 1998 y 2014), la reducción de las pérdidas de las distribuidoras, aplicar una tarifa técnica y el desmonte del subsidio eléctrico, que en ese entonces era de RD$100 millones al mes.

Nueva generación

Según Marcos Cochón, presidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) y técnico de la capitalización, los objetivos de la generación se cumplieron, porque entre 1998 y 2003 se agregaron más de 1,180 megas.

En un escrito, denominado “La evolución del sector eléctrico dominicano”, detalla que en los primeros cuatro años de la capitalización se instalaron los 180 megas de la planta Palamara-La Vega de Unión Fenosa, 300 megavatios de AES Andrés, que también construyó una terminal de gas; y 100 megas de Monte Río Power en Azua.

Asimismo, la Sultana del Este se ubicó en San Pedro de Macorís con 150 megavatios y concluyó la Barahona Carbón de 42 megas. Los 240 megas de Itabo fueron repotenciados.

Distribución y aportes

En 1999, AES adquirió la administración de la Distribuidora EDE Este con una oferta de US$109 millones, y Unión Fenosa capitalizó las otras dos (Edesur y Edenorte) por un monto US$211.9 millones.

EGE Haina fue capitalizada por la Seabor Corporation y Enron Caribbean por US$144.5 millones. Mientras que a EGE Itabo la capitalizó la firma chilena Gener y la norteamericana Coastar Corporation por US$177.8 millones, apunta las memorias de la Comisión de Reforma de la Empresa Pública (CREP).

Tarifa técnica

En la capitalización se acordó realizar un desmonte de la estructura tarifaria existente en un periodo de ocho años, que debió haber concluido en 2006. La idea era ajustar esa tarifa mensualmente de acuerdo al precio de los combustibles.

Como apunta Edwin Croes, asesor energético, en agosto de 1999 había que aumentar esa tarifa en 5%, pero el presidente de turno (Leonel Fernández) ordenó que no se indexara, y a cambio se comprometió a subsidiar a las distribuidoras.

Sin embargo, ese subsidio no fue entregado puntualmemte, lo cual puso a las empresas distribuidoras en una situación financiera delicada.

“Cuando la deuda iba por RD$500 millones las distribuidoras comenzaron a cobrarse entre ellas mismas no pagándole al Estado la energía que le suministraban las generadoras estatales.

Tampoco pagaban la transmisión. Así se descapitalizó la Compañía Dominicana de Electricidad (CDE)”, agregó Croes.

En el año 2001 llegó el gobierno de Hipólito Mejía y tampoco indexó la tarifa.

“Si a la falta del subsidio se le suma el nivel de pérdidas de energía, se puede concluir que entre 1999 y 2002 las distribuidoras capitalizadas se descapitalizaron completamente por la intervención política de la tarifa”, afirmó Marcos Cochón en su informe.

¿Por qué no indexaron?

José Luis Moreno San Juan, exdirector del Instituto de Energía y Minas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), coincide con Croes en señalar que las distribuidoras no pudieron ajustar la tarifa porque las formulas de cálculo de los contratos firmados en la capitalización eran honerosas.

Moreno San Juan explicó que en ese proceso había cuatro modelos de contratos: suscripción de acciones, sesión de derechos, administración y el de compra y venta de energía (que era el más nefasto).

Subrayó que los precios base de transferencia de la venta de energía de los generadores hacia los distribuidores estaban muy por encima de un valor razonable y por lo tanto imposible de pagar por las Edes.

“Los contratos estaban tan sobreindexados que entre 1999 y 2000 las distribuidoras perdieron US$170 millones, y los generadores ganaron US$167 millones”, manifestó Edwin Croes.

Consecuencia

Moreno San Juan explicó que cuando las empresas de distribución se dieron cuenta de que “el negocio” estaba en la generación, rápidamente comenzaron a montar generadoras.

Agregó que fue así como Unión Fenosa (que tenía a Edesur y Edenorte) montó la central de Palamara y después La Vega. Mientras que AES (que tenía a Ede Este) convocó a una licitación para esos fines, de la cual salió la construcción de AES Andrés.

De esa manera ambas empresas se constituyeron en generadoras y distribuidoras, pero más tarde Unión Fenosa declinó de Edesur y EDE Norte y AES vendió a EDE Este. Así inició la contrarreforma que terminó con los Acuerdos de Madrid.

Edes no pudieron invertir

La descapitalización de las distribuidoras impidió que esas empresas realizaran las inversiones previstas.

La capitalización exigía a las distribuidoras capitalizar las tres empresas, EDE Norte, EDE Sur y EDE Este, con un monto en conjunto de US$423 millones, que serían utilizados para cubrir sus déficits, gestionar la facturación y el cobro.

Santo Domingo.Para algunos, el fracaso de la capitalización del sector eléctrico se debió al mal diseño del modelo y la estructura de los contratos de compra y venta de energía.

Pero otros señalan la intervención política del Gobierno como el problema.

Entre los objetivos de la capitalización figuraba: la instalación de 2,750 megavatios (entre 1998 y 2014), la reducción de las pérdidas de las distribuidoras, aplicar una tarifa técnica y el desmonte del subsidio eléctrico, que en ese entonces era de RD$100 millones al mes.

Nueva generación

Según Marcos Cochón, presidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) y técnico de la capitalización, los objetivos de la generación se cumplieron, porque entre 1998 y 2003 se agregaron más de 1,180 megas.

En un escrito, denominado “La evolución del sector eléctrico dominicano”, detalla que en los primeros cuatro años de la capitalización se instalaron los 180 megas de la planta Palamara-La Vega de Unión Fenosa, 300 megavatios de AES Andrés, que también construyó una terminal de gas; y 100 megas de Monte Río Power en Azua.

Asimismo, la Sultana del Este se ubicó en San Pedro de Macorís con 150 megavatios y concluyó la Barahona Carbón de 42 megas. Los 240 megas de Itabo fueron repotenciados.

Distribución y aportes

En 1999, AES adquirió la administración de la Distribuidora EDE Este con una oferta de US$109 millones, y Unión Fenosa capitalizó las otras dos (Edesur y Edenorte) por un monto US$211.9 millones.

EGE Haina fue capitalizada por la Seabor Corporation y Enron Caribbean por US$144.5 millones. Mientras que a EGE Itabo la capitalizó la firma chilena Gener y la norteamericana Coastar Corporation por US$177.8 millones, apunta las memorias de la Comisión de Reforma de la Empresa Pública (CREP).

Tarifa técnica

En la capitalización se acordó realizar un desmonte de la estructura tarifaria existente en un periodo de ocho años, que debió haber concluido en 2006. La idea era ajustar esa tarifa mensualmente de acuerdo al precio de los combustibles.

Como apunta Edwin Croes, asesor energético, en agosto de 1999 había que aumentar esa tarifa en 5%, pero el presidente de turno (Leonel Fernández) ordenó que no se indexara, y a cambio se comprometió a subsidiar a las distribuidoras.

Sin embargo, ese subsidio no fue entregado puntualmemte, lo cual puso a las empresas distribuidoras en una situación financiera delicada.

“Cuando la deuda iba por RD$500 millones las distribuidoras comenzaron a cobrarse entre ellas mismas no pagándole al Estado la energía que le suministraban las generadoras estatales.

Tampoco pagaban la transmisión. Así se descapitalizó la Compañía Dominicana de Electricidad (CDE)”, agregó Croes.

En el año 2001 llegó el gobierno de Hipólito Mejía y tampoco indexó la tarifa.

“Si a la falta del subsidio se le suma el nivel de pérdidas de energía, se puede concluir que entre 1999 y 2002 las distribuidoras capitalizadas se descapitalizaron completamente por la intervención política de la tarifa”, afirmó Marcos Cochón en su informe.

¿Por qué no indexaron?

José Luis Moreno San Juan, exdirector del Instituto de Energía y Minas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), coincide con Croes en señalar que las distribuidoras no pudieron ajustar la tarifa porque las formulas de cálculo de los contratos firmados en la capitalización eran honerosas.

Moreno San Juan explicó que en ese proceso había cuatro modelos de contratos: suscripción de acciones, sesión de derechos, administración y el de compra y venta de energía (que era el más nefasto).

Subrayó que los precios base de transferencia de la venta de energía de los generadores hacia los distribuidores estaban muy por encima de un valor razonable y por lo tanto imposible de pagar por las Edes.

“Los contratos estaban tan sobreindexados que entre 1999 y 2000 las distribuidoras perdieron US$170 millones, y los generadores ganaron US$167 millones”, manifestó Edwin Croes.

Consecuencia

Moreno San Juan explicó que cuando las empresas de distribución se dieron cuenta de que “el negocio” estaba en la generación, rápidamente comenzaron a montar generadoras.

Agregó que fue así como Unión Fenosa (que tenía a Edesur y Edenorte) montó la central de Palamara y después La Vega. Mientras que AES (que tenía a Ede Este) convocó a una licitación para esos fines, de la cual salió la construcción de AES Andrés.

De esa manera ambas empresas se constituyeron en generadoras y distribuidoras, pero más tarde Unión Fenosa declinó de Edesur y EDE Norte y AES vendió a EDE Este. Así inició la contrarreforma que terminó con los Acuerdos de Madrid.

Edes no pudieron invertir

La descapitalización de las distribuidoras impidió que esas empresas realizaran las inversiones previstas.

La capitalización exigía a las distribuidoras capitalizar las tres empresas, EDE Norte, EDE Sur y EDE Este, con un monto en conjunto de US$423 millones, que serían utilizados para cubrir sus déficits, gestionar la facturación y el cobro.

https://eldia.com.do/el-mal-diseno-de-los-contratos-hizo-fracasar-la-capitalizacion/

martes, 22 de septiembre de 2020

Por qué la temperatura no se puede medir en cualquier parte del cuerpo de forma indistinta: no es lo mismo usar un termómetro en la frente que en la muñeca

 




Nos habéis preguntado si es lo mismo utilizar un termómetro para medir la temperatura apuntando a la frente que a la muñeca. No lo es. El Consejo General de Colegios Farmacéuticos cuenta a Maldita Ciencia que la temperatura no se puede medir en cualquier parte del cuerpo de forma indistinta. Os lo explicamos.

Las mentiras embarran el debate público y pueden ser peligrosas para la salud. La información verificada sobre el COVID-19 marca la diferencia. La verificación está bajo ataque. Si nuestro trabajo te es útil y crees que es más necesario que nunca, pincha aquí para hacerte Embajador/a y ayúdanos a luchar contra los bulos de la pandemia.

Una medición en el brazo “tiene un mayor impacto de la temperatura ambiente”

La temperatura normal del cuerpo “se considera cercana a los 37 grados centígrados”, según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Pero “tanto la edad, las características de la propia persona, la hora del día o la zona del cuerpo donde se toma la temperatura, son factores que pueden afectar a la temperatura”.

Por ejemplo, Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) explica a Maldita Ciencia que la temperatura promedio normal oral es de aproximadamente 37°C mientras que la temperatura rectal suele ser entre 0,3°C y 0,6°C más alta que la oral y la medida en la frente suele ser entre 0,3°C y 0,6°C más baja que la oral.

Antonio Blanes, responsable de Servicios Técnicos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, cuenta a Maldita Ciencia que una medición debajo del brazo “tiene un mayor impacto de la temperatura ambiente”. 

Los termómetros infrarrojos frontales "están preparados para tomar la temperatura, específicamente, en la frente". Si se toma en otras partes, “puede ser variable y los resultados no serán óptimos”. “Incluso, si una persona lleva maquillaje o una crema hidratante, se puede alterar las mediciones”, afirma.

No hay evidencias de que apuntar a la frente con un termómetro infrarrojo sea perjudicial para la salud

En los últimos meses han circulado diferentes vídeos y publicaciones en las que se afirma que medir la temperatura en la frente puede ser perjudicial para la salud. A día de hoy no hay evidencias de que sea así. En Maldita Ciencia ya os hemos contado por qué no hay pruebas de que estas pistolas para medir la temperatura “maten” las neuronas ni dañen la vista.

Pablo Eguia, vocal de la Sociedad Española de Neurología, explica Maldita Ciencia que estos dispositivos “no emiten ninguna señal perjudicial y por tanto no dañan nuestro organismo”.

En la misma línea se posiciona Conchi Lillo, profesora de la Universidad de Salamanca y neurobióloga: “No se matan mil neuronas cada vez que se mide la temperatura, estaríamos todos muertos a estas alturas”.

Según cuenta a Maldita Ciencia, es imposible que este tipo de dispositivos “pueda provocar daño alguno en nuestro organismo porque las pistolas para medir la temperatura, a pesar de que se llamen ‘de infrarrojos’, no emiten, sino que recogen la información del calor que desprende un cuerpo”.

Los humanos, según explica, emitimos calor en forma de infrarrojos. “Nuestros ojos no perciben este tipo de radiación, pero hay aparatos que sí lo hacen, como estas pistolas medidoras de temperatura, que usan esta tecnología para recoger la información del calor corporal”, cuenta.

E incluso en el caso de que emitieran radiaciones infrarrojas, “estas tendrían que ser muy concentradas y de una gran potencia para que fueran potencialmente dañinas”.

Raúl Máximo, ingeniero de soporte técnico de PCE Instruments (una empresa que comercializa dispositivos de este tipo) insiste en que “un termómetro infrarrojo de frente sin señalador láser o de otro tipo no debe emitir nada, salvo la mínima radiación electromagnética que pueda emitir cualquier equipo electrónico de pequeña potencia, que no está demostrado que suponga ningún daño a las neuronas ni a la salud en general”.

“De demostrarse algo así, tendríamos que prescindir de todo equipo eléctrico y electrónico que tengamos y volver a la Edad de Piedra”, dice a Maldita Ciencia.

Estos dispositivos son productos sanitarios y, como tal, han tenido que pasar unos controles

Ni la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ni la Agencia de Medicamentos y Alimentación Americana (FDA) hacen ninguna referencia sobre que los termómetros infrarrojos tengan posibles contraindicaciones que perjudiquen la salud, tal y como indica Armenteros.

Los termómetros son productos sanitarios y, para comercializarse legalmente en la Unión Europea, deben haber sido evaluados por un Organismo Notificado y estar provistos del marcado CE (que garantiza que cumple unos requisitos de seguridad, eficacia y calidad).

Blanes explica que antes de salir al mercado, han tenido que superar una serie de ensayos. Por ejemplo, “de calibración y precisión o los ensayos de protección frente a peligros eléctricos, radiaciones indeseadas, temperaturas excesivas”.

Primera fecha de publicación del artículo: 21/09/2020.

Os estamos contando todos los bulos por los que nos estáis preguntando respecto a la COVID-19 en este recopilatorio. Además, tenemos un especial sobre este tema donde también puedes consultar consejos de prevención y preguntas y respuestas sobre el brote del nuevo coronavirus.

https://maldita.es/malditaciencia/2020/09/21/temperatura-medir-cualquier-parte-cuerpo-forma-indistinta-usar-termometro-frente-muneca/

domingo, 20 de septiembre de 2020

Contaminación ambiental: Gran amenaza para la salud

 


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nueve de cada diez personas respiran aire con altos niveles de contaminantes y siete millones de personas mueren cada año por la contaminación del aire en el am­biente, tanto el aire de exteriores como el doméstico.

“Una cifra alarmante”, dice el organismo internacional. Las otras cifras también lo son. En ge­neral, la OMS calcula que el 23 % de las muertes están relacionadas con el medio ambiente, lo que re­presenta unos 12,6 millones de muertes al año.

Impacto en los niños

La contaminación ambiental cau­sa 1,7 millones de defunciones de niños menores de cinco años. Las principales causas son las infeccio­nes de las vías respiratorias infe­riores y las enfermedades diarrei­cas.

Larga duración

Las exposiciones a agentes medioambientales empiezan en la vida intrauterina y pueden te­ner efectos para toda la vida.

En todos lados

La exposición a la contamina­ción ambiental puede ocurrir en cualquier lugar: en el hogar, el trabajo y la comunidad. Lle­ga a través de la contaminación del aire, la falta de saneamiento e higiene, los agentes químicos y biológicos, el ruido ambiental, la radiación ultravioleta e ioni­zante, los riesgos laborales, las prácticas agrícolas (uso de pla­guicidas y reutilización de aguas residuales) y el cambio climáti­co.

Más afectados

Los menores de cinco años y los adultos entre 50 y 75 años son los más afectados por la conta­minación relacionada con el me­dio ambiente. Las repercusiones afectan sobre todo a los pobres. Los países de ingresos bajos y medianos son los que soportan mayor carga de enfermedades.

Citadinos

El 92% de las personas que viven en ciudades no respiran un aire limpio.

En interiores

Anualmente ocurren 3,8 millones de defunciones prematuras debi­do a enfermedades no transmisi­bles: accidente cerebrovascular, cardiopatía isquémica, neumopa­tía obstructiva crónica y cáncer de pulmón. Son atribuibles a la ex­posición al aire de interiores con­taminado. El humo en interiores representa un grave riesgo sani­tario para unos 3000 millones de personas que cocinan y calientan sus hogares con combustibles de biomasa y carbón.

Infancia

Más del 50% de las muertes por neumonía en menores de 5 años son causadas por partículas inha­ladas en interiores con aire conta­minado.

 SEPA MÁS
 Principales causas de mortalidad vinculada al medio ambiente

Luego del análisis de más de 100 categorías de enfermeda­des y traumatismos, la segun­da edición del informe “Am­bientes saludables y preven­ción de enfermedades: Hacia una estimación de la carga de morbilidad atribuible al me­dio ambiente” (2016) de la OMS revela que la gran ma­yoría de muertes vinculadas al medio ambiente se deben a enfermedades cardiovascula­res, como los accidentes cere­brales y la cardiopatía isqué­mica.

Accidentes cerebrovascula­res: 2,5 millones de muertes anuales

Cardiopatía isquémica: 2,3 millones de muertes anuales

Traumatismos involuntarios (por ejemplo, muertes por ac­cidente de tránsito): 1,7 mi­llones de muertes anuales

Cánceres: 1,7 millones de muertes anuales
Neumopatías crónicas: 1,4 millones de muertes anuales
Enfermedades diarreicas: 846,000 muertes anuales
Infecciones respiratorias: 567, 000 muertes anuales
Afecciones neonatales: 270,000 muertes anuales
Paludismo: 259, 000 muertes anuales
Traumatismos intencionados (por ejemplo, suicidios): 246, 000 muertes anuales.

https://listindiario.com/la-vida/2020/09/16/635380/contaminacion-ambiental-gran-amenaza-para-la-salud

jueves, 17 de septiembre de 2020

Científicos logran convertir agua de mar en agua potable en solo 30 minutos

 



Por Europa Press.- Un equipo de investigación global consiguió transformar agua de mar en agua potable segura y limpia en menos de 30 minutos utilizando marcos de metal-orgánicos (MOF) y luz solar, según publican en la revista ‘Nature Sustainability’.

En un descubrimiento que podría proporcionar agua potable a millones de personas en todo el mundo, los investigadores no solo pudieron filtrar partículas dañinas del agua y generar 139,5 litros de agua limpia por kilogramo de MOF por día, sino que también realizaron esta tarea con más energía de manera eficiente que las prácticas actuales de desalación.

La Organización Mundial de la Salud​ sugiere que el agua potable de buena calidad debe tener un sólido disuelto total (TDS) de <600 partes por millón (ppm). Los investigadores pudieron lograr un TDS de <500 ppm en solo 30 minutos y regenerar el MOF para su reutilización en cuatro minutos bajo la luz solar.

El autor principal, el profesor Huanting Wang, del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Monash, en Australia​, destaca que este trabajo abrió una nueva dirección para diseñar materiales sensibles a los estímulos para la desalinización y purificación de agua energéticamente eficientes y sostenibles.

«La desalinización se utilizó para abordar la escasez de agua en todo el mundo. Debido a la disponibilidad de agua salobre y de mar, y debido a que los procesos de desalinización son confiables, el agua tratada puede integrarse dentro de los sistemas acuáticos existentes con riesgos mínimos para la salud», explica.

«Pero los procesos de desalinización térmica por evaporación consumen mucha energía y otras tecnologías, como la ósmosis inversa, tienen varios inconvenientes, incluido el alto consumo de energía y el uso de productos químicos en la limpieza y decloración de membranas», añade.

El experto explica que «la luz solar es la fuente de energía más abundante y renovable en la Tierra. Nuestro desarrollo de un nuevo proceso de desalinización por absorción mediante el uso de la luz solar para la regeneración proporciona una solución de desalinización eficiente en cuanto a la energía y sostenible desde el punto de vista ambiental».

Las estructuras metalorgánicas son una clase de compuestos que consisten en iones metálicos que forman un material cristalino con la mayor superficie de cualquier material conocido. De hecho, los MOF son tan porosos que pueden caber en toda la superficie de un campo de fútbol en una cucharadita.

El equipo de investigación creó un MOF dedicado llamado PSP-MIL-53. Esto se sintetizó mediante la introducción de poli (acrilato de espiropirano) (PSP) en los poros de MIL-53, un MOF especializado bien conocido por sus efectos respiratorios y transiciones sobre la absorción de moléculas como agua y dióxido de carbono.

Los investigadores demostraron que PSP-MIL-53 podía producir 139,5 litros de agua dulce por kilogramo de MOF por día, con un bajo consumo de energía. Esto se debió a la desalinización de 2.233 ppm de agua procedente de un río, lago o acuífero.

El profesor Wang señala que esto destaca la durabilidad y sostenibilidad del uso de este MOF para futuras soluciones de agua limpia. «Este estudio demostró con éxito que los MOF fotosensibles son un absorbente prometedor, energéticamente eficiente y sostenible para la desalinización», añade.

«Nuestro trabajo proporciona una nueva e interesante ruta para el diseño de materiales funcionales para utilizar energía solar para reducir la demanda de energía y mejorar la sostenibilidad de la desalinización del agua –prosigue–. Estos MOF sensibles a la luz solar pueden potencialmente funcionalizarse aún más para obtener medios de extracción de minerales de baja energía y respetuosos con el medio ambiente para la minería sostenible y otras aplicaciones relacionadas».

http://www.sincortapisa.com/cientificos-logran-convertir-agua-de-mar-en-agua-potable-en-solo-30-minutos/

lunes, 14 de septiembre de 2020

El 20 % de los hogares dominicanos cuenta con inversor

 


  • Santo Domingo,R.D.-De los 3.1 millones de viviendas que estima la ONE hay en el país, 630,000 disponían de una unidad de almacenamiento de electricidad.
  • El sector residencial generó 34,731 megavatios-hora de electricidad mediante plantas de emergencia y paneles solares. La deficiencia en el servicio eléctrico que por años ha sufrido el país genera que una parte de la población acuda a unidades de almacenamiento o de autogeneración para cubrir sus necesidades de energía durante las horas de apagones.

    En 2018 en el país habían 3,158,726 hogares, de acuerdo a las estimaciones de la Oficina Nacional de Estadísticas, de los cuales el 20 % disponía de inversores (630,000 hogares), con una potencia total de 922.7 megavatios.

    El dato está contenido en la “Encuesta nacional a sectores de consumo final de energía de República Dominicana”, elaborada por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), publicada recientemente.

  • En su tomo sobre el consumo de energía del sector residencial, la investigación destaca además que las plantas eléctricas que tienen los hogares, que son utilizadas principalmente para emergencia en situaciones de corte del servicio, generaron 8,872 megavatios.

  • Como resultado de ello, en promedio las plantas funcionaron 405 hora en el año. El 20 %, tanto de la potencia como de la generación, ocurrió en los hogares rurales, precisa la encuesta.

    Otra forma de generar electricidad del sector residencial es mediante los sistemas fotovoltaicos (paneles solares). El documento indica que en 2018, mediante ese mecanismo, los hogares generaron 25,859 megavatios-hora.

    “Sumados estos a la autoproducción con gasolina y diésel (de las plantas de emergencia), da un total de 34,731 megavatios-hora autoproducidos, que representan el 0.7 % del consumo total de electricidad residencial”, agrega la investigación del MEM.

    Asimismo, señala que las micro-centrales hidroeléctricas bajo programa de la Unidad de Electrificación Rural y Sub-Urbana (UERS), generaron 6,691 megavatios en 2018.

  • https://www.diariolibre.com/economia/el-20-de-los-hogares-dominicanos-cuenta-con-inversor-HH21402216

“Más de la mitad de los usuarios no tienen una relación comercial con las distribuidoras”

 NOTA: REPRODUCIMOS ESTE TRABAJO PUBLICADO EN JULIO 2015 A PROPOSITO POR SER EL SECTOR DE LAS EDES EL MAS NEURALGICO Y SEGUIRÁ SIENDO POR LA FORMAQUE SE MANEJA.



SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Con un nivel promedio de pérdidas cercano al 32%, el mayor después de Haití en toda la región, el subsector de la distribución es catalogado por especialistas y empresarios como el handicap más prioritario al momento de abordar la crisis del sector eléctrico dominicano.
Así también lo percibe George Reinoso, consultor privado en energía, ex superintendente de Electricidad (2003-2004) y uno de los 55 expertos que el Gobierno ha invitado a participar en el “acompañamiento técnico” del Pacto Nacional para la Reforma del Sector Eléctrico.
Para Reinoso, quien además fue asesor de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (2009-2012), el problema “más grande” y complejo del sistema son sin ninguna duda las cuantiosas pérdidas técnicas y comerciales de las empresas distribuidoras, que tan solo el pasado año indujeron a un subsidio gubernamental de aproximadamente US$1,500 millones.
El dato de que el 97% de los usuarios que reciben su factura pagan el servicio eléctrico, pone de relieve deficiencias en la gestión comercial y la implementación de tecnologías de probada eficiencia, que, según especialistas como Reinoso, persisten en EdeNorte, EdeSur y EdeEste e impiden a estas compañías ampliar su cartera de clientes y dejar de ser deficitarias.
Según las cifras oficiales, del 2005 al 2013 las transferencias del Estado al sector implicaron la suma de US$6,715.2 millones: U$ 4,184 millones fueron destinados a cubrir el “apagón” en el flujo financiero de las Edes, más otros U$ 2,531 millones al Fondo de Estabilización de la Tarifa Eléctrica (FETE).
En torno a este deficitario panorama, y a las posibles soluciones que se plantean en el ámbito del Pacto Eléctrico, conversamos con Reinoso, primer director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (2001-2003) y a quien se considera entre los técnicos más calificados de RD en materia de “luz” y eficiencia energética.
¿Cómo se reflejan la gestión comercial y el servicio al cliente de las Edes en el tema de las pérdidas?
Yo entiendo que uno de los problemas grandes que existen en las distribuidoras aquí es entender que las distribuidoras existen porque hay clientes que servir. Lamentablemente, las empresas distribuidoras no ven al cliente como la persona que les va a pagar el servicio que ellas prestan, y debe ser tratado como se trata a un buen cliente, porque el cliente que va a pagar su luz es una persona que no recibe la calidad adecuada ni la continuidad por la que paga. Cuando era Superintendente y después, del 2009 al 2012, me dediqué a trabajar con las distribuidoras, y uno todavía oye a diario a amigos y mucha gente que para resolverle un problema están teniendo mucha dificultad, y a veces vemos construcciones nuevas que duran varias semanas, meses para que le puedan instalar el contador. Entonces, las empresas distribuidoras tienen que entender que su insumo es vender electrones y debe tener con qué contarlo. Cada casa es un punto, una caja registradora de las empresas distribuidoras.
¿Esto influye en la capacidad de incorporar más clientes?
Si. La idea es que actualmente más de la mitad de los usuarios del sistema no son clientes activos de las empresas distribuidoras; o sea, no hay una relación comercial. Los estudios que han hecho el Banco Central, la Oficina de Estadísticas, dicen que hay más de dos millones de personas conectadas al servicio eléctrico, y las distribuidoras tienen en su base de datos 1 millón 500 mil o 1 millón 600 mil. Pero de esa cantidad hay alrededor de 1 millón 100 mil o 1 millón 200 mil que hacen una actividad comercial continua para las empresas distribuidoras, lo que significa que hay todavía una cantidad bastante grande de personas que no mantienen una continuidad del servicio o de relación comercial con la empresa, ya sea porque se han cambiado de lugar o que se está facturando a una vivienda que hace tiempo… o sea, hay muchas cosas, hay que limpiar la base de datos para en realidad ver cuáles son los clientes que son de las Edes y cuáles son los que tienen que salir a buscar.
¿Qué aspectos hay que reforzar?
Bueno, lo primero es aumentar el número de casetas disponibles en todas y cada una de las oficinas comerciales, no sólo para pagos, sino para recibir las quejas y las consideraciones que tengan los clientes. Y que los medios electrónicos que hoy existen estén más disponibles  a todos los niveles, ya sea por teléfono, por e-mail, por todos los medios electrónicos que hoy día tenemos, para que el cliente se sienta complacido cuando llama por alguna avería, algún reclamo, por cualquier circunstancia. O sea, el cliente tiene que ser tratado como es: alguien que paga por un servicio que recibe. Cuando usted paga por algo, usted tiene un derecho, porque usted recibió algo, pero también quiere recibir en ciertas calidades que usted espera que se le entregue. O sea el cliente debe tener un punto de apoyo mejor que en las otras áreas. A veces hay cinco cajas vacías y hay una sola caja para atender a las quejas o preguntas o solicitudes de los clientes, y eso no es efectivo. Entonces debemos buscar la manera de que (el empleado) si no está en una actividad de cobro, deba estar en una actividad de servicio al cliente. O sea, si yo como cajero de cobro no estoy haciendo nada, debería estar en la capacidad de prestarle un servicio al cliente, a quien está ahí parado esperando.
¿Cuáles sistemas o tecnologías adicionales pueden implementarse?
Hoy día el proyecto de tele gestión, de la tele medición, que se ha estado instalando en la mayoría de las redes distribuidoras y ya casi está por los 500 kilovatios/hora al mes de los clientes, permite si usted lo desea que cada cliente pueda llamar o ver su consumo online. Usted puede entrar a la página web y ver cuál es su consumo, cortado semanal, diario, como usted quiera. Además, hay un servicio que dan, que todos los días le pueden mandar por e-mail cuánto usted consumió, de todas las personas que están en el sistema tele medido.
¿Qué cobertura tiene hoy la tele medición?
Actualmente la tele medición está cubriendo aquí en Santo Domingo todo el casco urbano, y las pérdidas están controladas por debajo del 10%, las pérdidas no técnicas; las pérdidas técnicas en el casco urbano deben andar alrededor del 5%, 7% u 8%, porque las redes están en buenas condiciones, hay pocas conexiones malas. Pero si tú sales ahí a San Cristóbal, ahí las pérdidas son de casi un 50 por ciento; en Santo Domingo Norte las pérdidas son altas. Además, la concentración de personas en Santo Domingo, en la periferia, las coloca en niveles altos.
¿Qué se cocina en el Pacto Eléctrico con relación a las distribuidoras?
Bueno, lo principal es tratar de disminuir las perdidas, técnicas y no técnicas. Tratar de ver cómo el país en un máximo de cinco años se pone a nivel de 20% o 15%. La idea es estar en los estándares medios de toda Centroamérica. Vale destacar que países como Nicaragua, que tienen corte socialista, sus pérdidas están alrededor de 20%. Nosotros tenemos un sistema que, si bien es cierto que empezados con 40 y pico, apenas vamos por 33%, quince años después de la capitalización. Entonces, quiere que decir que la velocidad de reducción de pérdidas debe ir acorde con todos los avances que han tenido otros países similares a nosotros.

Todo lo que se logre con la fusión va a ser desde el punto de vista administrativo. ¿Por qué? Porque tienes una sola visión de las tres empresas, cómo enfocar las cosas. Usted puede decir “voy a atacar donde más factible sea primero”, “puedo comprar el lote (de energía) más grande que como lo compro ahora”; o sea, es más que eso, además puedes ser un comprador único, que pueda hablar con todos los generadores privados y públicos para decir “mira, yo soy el dueño de la demanda, yo quiero que tú me ofrezcas un mejor trato”. O sea, hay una economía de escala. Cuando tú tienes un gran conglomerado con poder de compra, puedes recibir reducción en el precio.
El sector privado ha propuesto la fusión de EdeNorte, EdeSur y EdeEste ¿Puede esto mejorar el panorama?
También se plantea concesionar a firmas privadas la gestión comercial en zonas con altos niveles de pérdidas ¿Qué opina usted?
Siempre hemos visto con agrado que se haga una gestión, ya sea por circuito, por transformador, pro provincia. ¿Por qué? Porque esa persona va a beneficiarse del dinero que logre reactivar, y es un pequeño núcleo. Y hay experiencias. Hay una empresa local que está trabajando en la reducción de pérdidas y los resultados han sido buenos. Han tomado circuito en 30% y hoy día los tienen en 10 y hasta en menos. Hay circuitos que están en 5% de pérdidas. ¿Por qué? Porque ellas ganan en reducir pérdidas.
¿La Ley General de Electricidad lo permite?
Claro. Es lo mismo que tienen las distribuidoras, que concesionan todo lo que es el servicio de mantenimiento; debería ser concesionar el servicio, lo que podríamos llamar la comercialización por reducción de pérdidas.
Su naturaleza estatal ¿complica la situación de estas empresas?
El primer, digamos, obstáculo que tienen las Edes es que tienen recursos muy limitados. ¿Por qué? Porque el Estado hace una transferencia para cubrir sus déficits operativo y administrativo, de una cantidad enorme. Y la cantidad de recursos que pueden invertir, que va a inversión de capital, es muy poco. Con ese monto de inversión de capital vamos  a terminar resolviendo el problema de las pérdidas quién sabe cuándo. Porque usted necesita hacer planes, y los planes no pueden pararse por problemas financieros, y muchos panes que se diseñan cada uno, dos o tres años pues se toman cuatro o cinco años para que se vean ejecutados. Entonces, en el tiempo eso es importante, porque la población sigue creciendo, sigue creciendo el consumo, el nivel de vida. Como el país ha ido creciendo, también aumenta su consumo, entonces, en esa situación las Edes tienen que ir dos pasos delante de cómo va la gente, y nosotros estamos yendo dos pasos atrás.
¿Hay instituciones públicas “mala paga”, que se atrasan en los pagos? ¿Cómo anda eso?
Eso ha mejorado bastante porque el presupuesto les ha colocado esas partidas dentro de su presupuesto, y el propio Estado cuando hace el cheque de giro les rebaja de los balances de cada una de las empresas del Estado. El único problema básico de eso es que a veces no llega con la continuidad y la certitud necesaria para que las Edes puedan disponer de un flujo constante, todo el tiempo. Las instituciones no cortables tienen su tratamiento especial, pero aún esas no tienen unos períodos de deuda muy altos.
¿Tienen las Edes nóminas “supernumerarias”, como señalan algunos sectores?
Si. Las Edes no están eficientemente dimensionadas. O sea, si uno toma los parámetros, los ratios de otras empresas similares a las nuestras, por la cantidad de energía que compramos, y el tamaño del área que servimos, nosotros estamos supernumerarios en todas las Edes.
¿Influye esto en la calidad del servicio, en los criterios de selección del personal?
Claro que sí. Y en la efectividad, o sea, ¿qué tan efectivo está siendo ese personal, cuáles son los parámetros que se le están exigiendo en las Edes, para que cada día entiendan que su salario sale de un lugar si mejoran las pérdidas? O también una promoción, si colabora en mejorarlas, en un mejor servicio al cliente. Esa es la realidad.
¿Se han deteriorado estos estándares a raíz de la “reestatización” de estas empresas?
Yo diría que ahora mismo es poco el personal que se está eligiendo por una selección de una hoja de vida de un recurso humano. Más que nada lo que se da es que yo conozco a Alexander, Alexander es amigo mío, hay un puesto que él puede ocupar, o si no, él puede aprender en el ínterin, y yo lo empleo. Es muy poco el personal que ha sido seleccionado, como dicen, mediante una oposición; que se envían una serie de currículos, usted abre un concurso y el que gane es el que mejor mérito tiene. Hay bastante de eso.
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domingo, 13 de septiembre de 2020

Ni caretas ni cubrebocas N95 con válvula protegen del Covid-19: estudio

 

DW.- Un equipo de investigadores estadounidenses ha demostrado que ni las caretas ni los crubrebocas N95 con válvula sirven para evitar la propagación del nuevo coronavirus, por lo que, advierten, su uso generalizado por parte del público podría tener efectos adversos en los esfuerzos por frenar la expansión de la pandemia de Covid-19.

El estudio, que pretende demostrar la escasa utilidad de las caretas y las mascarillas con válvula (las famosas “mascarillas egoístas”), fue efectuado en un laboratorio por investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Informáticas de la Universidad Atlántica de Florida (FAU), y se publicó este martes en la revista Physics of Fluids.

Para hacer la demostración, los científicos emplearon iluminación con láser y una mezcla de agua destilada y glicerina para generar la niebla sintética que recreaba las gotas en aerosol que se exhalan al toser o estornudar.

https://www.forbes.com.mx/noticias-caretas-cubrebocas-n95-no-protegen-covid-19-estudio/