domingo, 31 de enero de 2016

La salud como inversión

El envejecimiento progresivo de la población generará enormes tensiones económicas.
De la cuna a la tumba. El hombre atraviesa su tiempo como si fuera infinito, extensible a voluntad, maleable a conveniencia y con la falsa certeza de que nunca le alcanzará. Porque la muerte es algo que siempre le ocurre a los demás. Pero las industrias que orbitan alrededor de la salud saben que es un error fruto de la arrogancia humana y por eso preparan sus estrategias dentro de una vida finita. El sector, que representa el 10% de la riqueza del planeta, está embarcado en una transformación única. “Los sistemas de salud y los contribuyentes sufren cada vez más presión en los costes. Esta situación se agrava por los cambios demográficos, el aumento de los ingresos en los países emergentes y una inminente epidemia de enfermedades crónicas”, reflexionan en la consultora EY.
Entre esas nuevas pandemias, la obesidad y el sobrepeso dejan 3,4 millones de muertes al año, el cáncer 8,2 millones y más de 382 millones de personas sufren diabetes. Enfermedades en buena parte debidas al estilo de vida de Occidente, donde incluso la sobrealimentación se disfraza como una expresión de libertad individual. Pero tal vez porque habitamos un mundo de extremos y contradicciones, el mercado de alimentos saludables pasará de mover 932.000 millones de dólares estos días a 1,1 billones dentro de tres años, según Bank of America Merrill Lynch.
Para cuadrar las cuentas entre lo que somos y lo que querríamos ser, la tecnología relacionada con la salud vivirá su edad de oro. El universo del big data y las aplicaciones móviles revolucionarán los tratamientos médicos. El diagnóstico llegará en tiempo real y la medicina será personalizada o no será. Por ejemplo, el precio de secuenciación del genoma humano ha caído por debajo de los 1.000 dólares (918 euros), cuando ha llegado a costar 200.000 dólares hace pocos años. Esto abre la puerta al tratamiento individualizado de enfermedades graves y a un mercado que se espera que crezca a ritmo de dos dígitos hasta 2018.
Aunque si hay un mal que asusta, ese es el cáncer. Por eso la investigación oncológica resulta una interesante opción para los inversores a largo plazo que soporten bien periodos extensos de iliquidez. Acorde con la consultora especializada en capital riesgo Pitchbook, en los últimos 12 años, 751 fondos tenían al menos una inversión en el sector oncológico. Viajando al detalle, la firma de investigación financiera Prequin contabiliza 14 fondos (nueve en Estados Unidos, cuatro en Europa y uno en Asia) muy activos en esta enfermedad. Todos invierten en la fase de capital riesgo; todos miran hacia un futuro más sano.

http://economia.elpais.com/economia/2016/01/22/actualidad/1453456065_468047.html

La salud privada despega con la crisis

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Quirófano en el hospital privado Vithas Virgen del Mar de Almería.
La sanidad pública es uno de los servicios básicos que más ha acusado los recortes de la depresión económica. Con 8.869 millones de euros menos entre 2009 y 2013, su deterioro empieza a relucir en las encuestas oficiales sobre satisfacción ciudadana: incremento de las listas de espera, copago, externalización de servicios… En paralelo, y a pesar de la elevada tasa de paro y el empobrecimiento del país, el gasto sanitario privado crece. Tanto lo que gasta el ciudadano en servicios médicos —las pólizas de salud han ido aumentando a un ritmo del 1,8% estos años; casi dos de cada 10 ciudadanos ya tienen seguro de salud— como lo que destinan las administraciones a contratar con el sector privado.
Un informe del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Idis), organismo financiado por grandes aseguradoras y operadores sanitarios, estima que el gasto sanitario público en 2014 ascendió a 1.219 euros per cápita frente a un desembolso privado de 531 euros. España cuenta ya con 7,27 millones de asegurados, excluidos los funcionarios que pertenecen a mutualidades (Muface, Isfas, Mugeju). “En términos absolutos, el gasto sanitario privado presenta niveles históricamente altos en el periodo de crisis económica, hecho que resulta de la desinversión pública”, analiza el documento.
La transferencia de los costes sanitarios por parte del Estado a las familias hace que se hayan alcanzado cotas nunca vistas. En 2012, últimos datos disponibles, los españoles habían invertido 28.064 millones de euros en pagar su propia asistencia, de los cuales un 74% fueron a parar a medicamentos, servicios médicos extrahospitalarios (dentistas, análisis clínicos, etc) y servicios hospitalarios. Otros 5.862 millones se desembolsaron en primas de seguros, con lo que la penetración del seguro privado supera ya el 18% y el volumen de primas ha crecido entre un 3,2% y un 4,4% cada año desde 2010.
Los años de crisis no han ralentizado al sector de la sanidad privada, más bien todo lo contrario: se suceden los anuncios de fusiones e integraciones, que han cambiado radicalmente el panorama: de la atomización a la concentración. El proceso empezó en 2012, cuando USP Hospitales se fusionó con el Grupo Hospitalario Quirón. Poco a poco, grandes grupos hospitalarios (HM Hospitales, Sanitas y Vithas) se hicieron más grandes a base de comprar clínicas competidoras. Y finalmente, de la unión de Quirón e IDC Salud (más la compra de este último de Ruber) salió el año pasado el mayor grupo hospitalario privado de España: Quirónsalud.
“El acceso a los mercados de capital y préstamo ha sido difícil, lo que puede haber facilitado la concentración”, asegura Sergi Jiménez, profesor de Economía de la Universidad Pompeu Fabra e investigador asociado del centro de estudios Fedea. En su opinión, los beneficios son “de escala y control del mercado”. Ganar tamaño es una de las obsesiones de los grupos sanitarios. Paloma Alonso, directora del programa de Nuevos Modelos de Colaboración Público-Privada en el Entorno Sanitario de IE Business School, lo achaca a dos factores: “Por una parte, hacen frente a un sector asegurador que está más concentrado y con el que tienen menos capacidad de negociación. Por otra, necesitan ofrecer asistencia, docencia e investigación. ¿Se imagina un servicio de neurocirugía para 20 pacientes? Con mayor tamaño te aseguras un volumen de casos suficiente para tener determinados servicios”.

Una fuente del sector hospitalarioañade que a más tamaño, más imagen de marca, mayor poder de atracción de profesionales (traumatólogos estrella, investigadores de prestigio, etcétera.) y facilidad para hacer inversiones en tecnología. Y apunta a que una posición dominante permitirá renegociar con las aseguradoras —a través de las cuales llega el grueso de sus pacientes—, que en los últimos años han estado “apretando” con precios muy bajos y han dejado sus cuentas de resultados “muy tocadas”.
DURA COMPETENCIA
El sector hospitalario aspira a plantarse cara a cara con el de las aseguradoras de salud, donde las diez primeras, encabezadas por Segurcaixa-Adeslas, Sanitas y Asisa, tienen el 81% del mercado. Para Enrique de Porres, consejero delegado de Asisa, esa concentración puede responder a que se trata de un sector “de alta intensidad de demanda que no deja de generar nuevas maneras de enfrentarse con la enfermedad, aplica nuevas innovaciones, y eso hace que los costes asistenciales crezcan y que las empresas busquen mejorar sus márgenes de eficiencia. El sector de hospitalización estaba muy atomizado y era desigual”.
Para Jiménez, el crecimiento del gasto sanitario privado “puede ser una respuesta a los problemas de acceso (listas de espera) a los servicios públicos o al menos al aumento de la percepción de que lacalidad de los servicios públicos se ha deteriorado”. Coincide con ese diagnóstico el consejero delegado de Asisa: “Las restricciones presupuestarias han dado lugar a una situación de un deterioro funcional del sistema nacional de salud. Han aumentado las listas de espera y la percepción de que el sector público no invierte, ni innova en la medida que debería y el sector privado sí. Si el servicio público funcionara muy bien sería difícil tener una mayor penetración”.


Una técnico realiza pruebas de imagen en el Hospital Vithas Perpetuo Socorro de la ciudad de Alicante.
Sin embargo, Iñaki Peralta, director de Seguros de Sanitas, matiza esa idea: “La sanidad privada sigue interesando al consumidor. Creo que los movimientos de los últimos años [la caída de gasto público] no han causado un aumento de la sanidad privada, no creo que sean vasos comunicantes, además, habría que analizar ese fenómeno en cada comunidad autónoma”.
UNA GRAN POLÉMICA
Desde la patronal de los seguros, Unespa, también aseguran que “el seguro de salud no se beneficia del empeoramiento de la sanidad pública”. Más bien lo contrario, afirman: “Reduce la presión a la que este se ve sometido. Las personas que acuden a un médico privado dejan de ir a un centro público. Su decisión alivia las listas de espera y acorta los tiempos de atención en ambulatorios y hospitales públicos, y, al mismo tiempo, aligera los gastos que recaen sobre el erario público”.

Unespa atribuye a los seguros colectivos la buena salud de las pólizas en plena crisis. “Es un beneficio social muy apreciado por los trabajadores. Por esta razón, las pymes han comenzado a emular una práctica habitual entre las empresas de mayor envergadura”, aseguran. Dejando a un lado la asistencia puramente privada, que pocos pueden permitirse, el segundo gran cliente del sector hospitalario privado es la administración pública, bien a través de conciertos sanitarios (por ejemplo para hacer pruebas diagnósticas o intervenciones de lista de espera), o mediante convenios singulares de vinculación (que hacen que un hospital privado atienda a una población determinada).
La corriente liberalizadora de los gobiernos del Partido Popular ha incentivado el trasvase de recursos públicos hacia el sector privado. En Madrid, laboratorio de la privatización sanitaria del PP, el Gobierno de Esperanza Aguirre duplicó el peso de la sanidad concertada en la región entre 2007 y 2010. Solo en 2012 gastó un 55% más en “asistencia sanitaria con medios ajenos” que el año anterior. Tanto Madrid como Valencia justificaban la cesión de la gestión a privados basándose en la mayor eficiencia. Algo que, tal como explica Fernando Sánchez Martínez, miembro del Grupo de Trabajo en Economía de la Salud y profesor de Economía de la Universidad de Murcia, sigue sin demostrarse. “No existe ninguna evaluación rigurosa, que no sea de parte o sin intereses de por medio”, afirma. “Hay un problema de opacidad. No se sabe qué hace cada hospital y las administraciones no tienen interés en evaluar el funcionamiento de los diferentes modelos. En realidad, hay más diferencias dentro de cada modelo de gestión que entre uno y otro”. Paloma Alonso, del IE, tira por el mismo camino: “Necesitamos una evaluación objetiva de resultados, que sea transparente, en esto siempre hay cierto sesgo ideológico, es verdad. Publicar comparaciones, con rigor”.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha bendecido las últimas fusiones en el sector sanitario privado. Sobre la última, entre IDC y Quirón, afirma que “las cuotas de mercado […] quedan lejos de ser preocupantes en el sentido de poder afectar negativamente a la competencia en el mercado”. En Madrid, en camas instaladas, el nuevo grupo ronda el 40% de la cuota de mercado de la asistencia privada de libre elección.
Sin embargo, la antigua Comisión Nacional de Competencia (CNC)sí encontró en un informe de 2013 numerosos problemas en los procesos de privatización de la gestión sanitaria llevados a cabo en las comunidades autónomas: poca competencia entre empresas a la hora de optar a los concursos, fallos en el control de la calidad de la asistencia, incentivos perversos para fijarse en los pacientes más rentables y desatender al resto… Como los investigadores en economía de la salud, la CNC lamentaba la falta de estadísticas públicas y de evaluación.
CAMBIOS EN EL SECTOR


Recepción del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, en Madrid.
Antes de las últimas fusiones, los grupos hospitalarios que lideraban el sector privado eran los benéficos, en manos de órdenes religiosas. San Juan de Dios, con 29 hospitales y más de 6.300 camas era el que tenía mayor cuota de mercado. Las Hermanas Hospitalarias, con 17 centros y 4.400 camas, le seguía de cerca. Ahora, el número uno del ránking hospitalario no tiene rival.Desde el año pasado es IDC-Quirón, la empresa resultante de la comprapor parte de IDC salud del grupo Quirón (propiedad de la familia Cordón y Doughty Hanson, un fondo de inversión de Reino Unido). El grupo, controlado ahora por el fondo de inversión CVC Capital Partners, gestiona 44 hospitales con una cifra de negocio estimada de 1.700 millones de euros y tiene también la propiedad del grupo Ruber. Un 35% de sus ingresos procede de acuerdos con la sanidad pública. Sus inversores poseen participaciones mayoritarias en compañías de los sectores químico, industria, servicios o distribución en Europa, Estados Unidos y Asia.
Los movimientos de concentración o de crecimiento no se hicieron esperar en otros competidores. Vithas, el segundo en ventas, adquirió en mayo del año pasado el 70% del Hospital Medimar de Alicante y el grupo malagueño Xanit, la principal compañía privada de la Costa del Sol controlada por N+1 Mercapital. Atiende anualmente a más de dos millones de pacientes en 25 centros (12 son hospitales y 13 son centros de especialidades) y prevé consolidar su presencia, según un portavoz, “de manera orgánica o mediante adquisiciones”. Este año no han salido de compras, pero en 2016 inaugurarán un hospital en Granada de 30.000 metros cuadrados.
MODELOS DIFERENTES
El tercero de los operadores de la salud también ha vivido años de cambios. Asisa, que facturó 255 millones el año pasado (solo en su rama hospitalaria), es el mayor grupo español propietario de una aseguradora. Su modelo de negocio, el de cooperativa formada por unos 12.000 profesionales, hace que reinvierta el 100% de sus beneficios (de 160 millones en el último ejercicio). En la presentación de resultados del primer trimestre, su presidente Francisco Ivorra apostó por “seguir creciendo de manera sostenible”, para añadir nuevos proyectos a su activo, como un hospital en Guinea Ecuatorial o la apertura de centros médicos de diagnóstico en Casablanca y Rabat. En España abrió nuevas agencias y consolidó acuerdos con la banca y el Corte Inglés para distribuir sus seguros.
La expansión afecta a operaciones dentro y fuera de España. HM Hospitales adquirió hace un año el Grupo Modelo por más de 50 millones de euros y el Instituto Médico Integral, el mayor policlínico no hospitalario de Toledo. Sanitas protagonizó otra de las grandes operaciones de los últimos tiempos al adquirir, por 250 millones de euros, el 56% de la chilena Cruz Blanca, además de compras puntuales en España, como el hospital Virgen del Mar en Madrid por 1,8 millones de euros. “Analizamos de forma permanente las oportunidades de expansión que se pueden presentar en América Latina”, sostiene la empresa.

Clínicas en evolución

Vitaldent marcó el camino al iniciar, a finales de los 90, una expansión a base de franquicias. En los últimos años han surgido otras muchas clínicas dentales en el país como Unidental o CareDent, un nicho de negocio que apenas tiene cobertura en la sanidad pública. Las cadenas estéticas tuvieron su máximo exponente en la fracasada Corporación Dermoestética, y las oftalmológicas, como Baviera o Barraquer, se expanden con la crecente demanda de tratamientos y los avances tecnológicos.El consejero delegado de Asisa, Enrique de Porres, cree que el de las clínicas es un subsector que se tiene que ir normalizando: “Hay mucha oferta pero poco control de la calidad de los resultados y de la calidad de la actividad”. Y apunta a que la medicina va avanzando y con ella la atención sanitaria sin ingreso hospitalario. “La capacidad de resolver problemas sin necesidad de ingresar a una persona va a hacer que el índice de necesidad de camas disminuya. Eso hará que se vayan incrementando las unidades especializadas extrahospitalarias”. Un estudio publicado en junio por la Federación Nacional de Clínicas Privadas sobre el sector en Cataluña destaca que la facturación creció (2013) por encima del conjunto de la economía en todas las ramas salvo en odontología, y que los márgenes de beneficio mejoran

http://economia.elpais.com/economia/2015/09/11/actualidad/1441989855_977941.html

Los alimentos que combaten la inflamación

La inflamación vinculada a enfermedades crónicas como la diabetes, la enfermedad del corazón, el cáncer y el Alzheimer.

Hay un dicho que dice que “eres lo que comes”. Y si pensamos, a través del tiempo, nuestro cuerpo responde a lo que le damos, a veces el mismo día. Si no le damos suficiente agua y se deshidrata, responde de cierta manera. Si le damos comida chatarra, responde de otra. Y ahora, unos expertos dicen que algunos alimentos pueden contribuir a combatir o a promover la inflamación que, a su vez, se puede asociar a algunas enfermedades crónicas como la diabetes, la enfermedad del corazón, el cáncer, el Alzheimer y otras. Sigue leyendo para que veas qué se recomienda comer y que se recomienda limitar o evitar.

No nos debería de llamar la atención pero los alimentos que no son saludables y que se han asociado al desarrollo de algunas enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades del corazón, también contribuyen a la inflamación. Me refiero a los carbohidratos (azúcares) refinados, las sodas (los refrescos), las papas fritas y otros alimentos fritos. Además estos también aportan al aumento de peso que es otro factor de riesgo para la inflamación y para el desarrollo de varias enfermedades.

O sea, el sistema inmunológico o de defensa del cuerpo ha creado el proceso de inflamación para proteger al cuerpo de sustancias que considera extrañas. Como los microorganismos (virus, bacterias, etc.), una sustancia química, el polen en el ambiente, etc. Es un mecanismo necesario y útil en caso de irritación, lesión o infección. Pero cuando la inflamación persiste y se convierte en algo crónico, puede ser negativo para la salud. Varias enfermedades se han asociado a inflamación crónica en el cuerpo: la diabetes, la artritis, la enfermedad del corazón, el cáncer y la depresión, entre otras.

Afortunadamente, de acuerdo al Dr. Hu, profesor de nutrición y epidemiologia del Departamento de Nutrición del Harvard School of Public Health además de evitar los alimentos que contribuyen a la inflamación, existen varios alimentos que la combaten.

Entre los alimentos que se recomienda evitar o limitar lo más posible porque contribuyen a la inflamación, se encuentran:

Los carbohidratos refinados (azúcares refinados)
las sodas (refrescos)
la margarina y la manteca
la carne roja y las carnes procesadas (salchichas, etc.)
las papas fritas y otros alimentos fritos
Entre los alimentos que se recomienda consumir porque combaten la inflamación se encuentran:

Las almendras, como otros alimentos en esta lista, contienen grasas mono-insaturadas (saludables para el corazón). Además proporcionan proteínas, magnesio, vitamina E y manganeso. Disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Unas cuantas almendras hacen que nos sintamos satisfechos por lo que aunque son altas en calorías, no es necesario comer muchas.

Las nueces de árbol contienen grasas mono-insaturadas y ácidos grasos omega 3 (saludables para el corazón), vitamina E, proteínas, minerales y fito-químicos. Sin embargo, unas cuantas dan una sensación de saciedad. Es importante prestar atención al tamaño de la porción por las calorías.

El aceite de oliva, que es alto en grasas mono-insaturadas y polifenoles. Es saludable para el corazón, un alimento importante en la dieta Mediterránea. Reduce el colesterol alto y podría prevenir algunos tipos de cáncer.

Los tomates o jitomates tienen un alto contenido en licopeno (un antioxidante) además de vitamina A y C. Por cierto, es más fácil obtener el licopeno cuando se calienta, por lo que podrías considerar prepara los tomates en salsas o sopas.

La espinaca contiene luteína (relacionada a la vitamina A y el eta-caroteno), hierro, vitamina K y ácido fólico, es aja en calorías y su consumo se ha asociado a una reducción en la degeneración macular.

La col rizada contiene luteína, zeaxantina, potasio, calcio, hierro, magnesio, vitamina A, C y K. Es baja en sodio y en calorías. Podría disminuir el riesgo de desarrollar cataratas, degeneración macular y ateroesclerosis.

La acelga tiene un alto contenido de antioxidantes, minerales, además de vitamina A y K y de ser muy bajo en calorías.

Las fresas o frutillas son altas en antioxidantes y vitamina C, otras vitaminas y minerales. Tiene poderes anti-inflamatorios como los otros alimentos.

Los arándanos azules (blueberries) contienen polifenoles que son antioxidantes que podrían ayudar a reducir ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Las cerezas agrias tienen un alto contenido en antocianina, que son antioxidantes y podrían tener un efecto antiinflamatorio.

Las naranjas, además de fibra, vitamina C y potasio, contienen ácido fólico. Ayudan a mantener el corazón y el sistema inmunológico (de defensa) en buenas condiciones.

El salmón tiene un alto contenido de ácidos omega 3 que son buenos para el corazón y para mantener el colesterol bajo control. Otros pescados con alto contenido en ácidos omega 3 incluyen el atún las sardinas y la macarela. Se recomienda comerlos  veces a la semana.

El aguacate o palta, que contiene grasas mono-insaturadas (que son estupendas para el corazón). Es alto en potasio, fibra, vitaminas C,A,E y B y en magnesio y bajo en sodio.

El brócoli, alto en antioxidantes, proporciona vitamina C y A, potasio y calcio. Pertenece a los vegetales crucíferos que se han asociado a la reducción de ciertos tipos de cáncer.

Las zanahorias contienen beta-caroteno que el cuerpo convierte a vitamina A que es un antioxidante potente. Además contiene luteína y zeaxantina, vitamina C, vitamina E y fibra y son bajas en calorías.

Los frijoles o habichuelas contienen antioxidantes, minerales, vitaminas del complejo B y vitamina K. Son una fuente estupenda de proteína vegetal antiinflamatoria. Podrían ayudar a la prevención de la diabetes y la enfermedad cardiovascular.

La batata o camote tiene un alto contenido en vitamina A y beta-caroteno, ambas antioxidantes. También contienen fibra, potasio, vitamina C, K y complejo B.

Todos tenemos únicamente un cuerpo. No podemos cambiar los genes (la herencia) que tenemos pero si podemos influenciar el ambiente y cuidar el cuerpo que tenemos. Cómo lo alimentamos, si hacemos ejercicio, si hacemos los chequeos y los exámenes de prevención y las inmunizaciones (vacunas) recomendados de acuerdo a nuestra edad pueden hacer una gran diferencia. Combatir la inflamación está en tus manos.


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¿Se puede cambiar de ARS o Seguro Médico?

SANTO DOMINGO,R.D.- La ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) fue creada a los fines de regular todo lo concerniente a garantizar el derecho de la población a la protección contra los riesgos de vejez, discapacidad, cesantía, enfermedades, sobrevivencia, maternidad, infancia, salud y riesgos laborales.
  El Sistema está organizado en una estructura constituida por unidades administrativas que se encargan de hacer llegar a la población los beneficios que la ley le otorga.
  Dentro de esas unidades administrativas se encuentran las denominadas Prestadoras de Servicios de Salud (PSS) que, como su nombre lo indica, se encarga de brindar a los usuarios afiliados al Sistema los servicios de asistencia médica para el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades y desarrollar las actividades contenidas en el Programa de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades.
  Por otra parte están las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) o “Seguro Médico” que son las encargadas de gestionar todo lo relativo a la contratación y supervisión de las Prestadoras de Servicios de Salud. Esto es, la contratación de los profesionales y Centros Salud que dan asistencia a los usuarios de los servicios médicos que la ley 87-01 contempla.
Es importante señalar que las ARS no podrán rechazar una solicitud de cambio de un afiliado si cumple con los requisitos, y deberán dar una respuesta a la solicitud en 30 días calendarios a partir de la notificación de cambio
  Las PSS están obligadas a brindar a los usuarios las atenciones médicas que manda la ley con eficiencia, eficacia, calidad y calidez, condiciones que deben ser supervisadas, auditadas y garantizadas por las ARS.
  Ahora bien, los servicios de salud a los que los afiliados al Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) tiene derecho están claramente establecidos por la ley y sus normativas, quedando claramente indicado lo concerniente al financiamiento y a los contenidos de la cobertura de los servicios de salud.
  Los usuarios adquieren sus derechos una vez que se afilian a una determinada ARS o “Seguro Médico” como son más conocidas las Administradora de Riesgos de Salud. Esto implica que al recibir los servicios médicos incluidos en el Seguro Familiar de Salud (SFS) al mismo tiempo los usuarios también comienzan a evaluar y cuestionar la calidad conque les son prestados esos servicios por parte de las PSS, que son las que tienen contacto con los pacientes  bajo contrato con las ARS.
  Los usuarios de los servicios de salud, según como perciban los servicios prestados entonces comienzan por catalogar los “Seguros Médicos” como buenos o malos. Por lógica, todas las ARS deberían ser “buenas” ya que solo bastaría con que cumplan con brindar a los usuarios los servicios y beneficios que la ley le otorga, pudiendo diferenciarse una de otra por el valor agregado que le den a sus actividades enfocandose en la Atención a las Personas.
  Cuando los usuarios o pacientes catalogan de “mala” una determinada ARS o Seguro Médico no siempre está justificada esa apreciación en la mala calidad de los servicios prestados, sino que muchas ocasiones juega un papel importante la ignorancia o la desinformación de los alcances y limitaciones de la cobertura del Plan de Salud contratado, lo que conlleva falsas expectativas sobre los beneficios a los que tiene derecho.
Pero resulta que en los casos en los que los afiliados a una determinada ARS no están satisfechos con la calidad de los servicios prestados, la propia Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) ha establecido un mecanismo para que los usuarios puedan cambiar de ARS basado en el principio de la libre elección que la propia ley define.
  Para que un afiliado titular cambie de ARS o Seguro Médico, desde el 18 de agosto del año 2008 la Ley 87-01 dispuso que debe cumplir con los siguientes requisitos:
1.- Haber pagado 12 cotizaciones consecutivas a la ARS en la que está afiliado.
2.- Estar al día en el pago de la Seguridad Social.
3.- Que ningún miembro del núcleo familiar tenga pendiente someterse a una cirugía electiva o tratamiento en curso por una enfermedad catastrófica, hasta concluidos estos procedimientos.
4.- Que el afiliado titular no esté afiliado a una ARS de autogestión institucional.
5.- Que el afiliado no esté afiliado al Servicio Nacional de Salud (SENASA) por ser empleado del sector público.
  Para hacer el cambio a otra ARS de su elección el afiliado titular deberá:
1.- Presentarse personalmente a la ARS a la que desea cambiarse.
2.- Llenar correctamente el formulario de Notificación de Traspaso de ARS.
3.- Recibir una copia del formulario como constancia de su solicitud.
Es importante señalar que las ARS no podrán rechazar una solicitud de cambio de un afiliado si cumple con los requisitos arriba señalados y deberán dar una respuesta a la solicitud en 30 días calendarios a partir de la notificación de cambio.
  Los usuarios que hayan solicitado un cambio a una nueva ARS comenzarán a recibir los servicios a partir del primer día del mes subsiguiente a su solicitud una vez cumplidos los 30 días calendarios establecido para responder a dicha solicitud.
  Mientras duren los tramites para que se haga efectivo el cambio hacia una nueva ARS, los usuarios continuarán recibiendo los servicios autorizados por la ARS de la cual se desafilian. Con esto se evita que los afiliados queden en un limbo durante el proceso y tengan garantizada su cobertura de Riesgo de Salud.
  Como se puede inferir, con el derecho a la libre elección y al cambio de ARS una vez cada año que la Ley 87-01 le otorga a los afiliados, se estimula la prestación de servicios de calidad a los usuarios y al mismo tiempo fomenta la libre competencia entre las Administradoras de Riesgos de Salud a los fines de conseguir nuevos afiliados y mantener satisfechos a los que ya están en sus nóminas.

http://acento.com.do/2016/opinion/8318536-se-puede-cambiar-de-ars-o-seguro-medico/

sábado, 30 de enero de 2016

¿Por qué la tarifa eléctrica ni baja ni sube?




La no reducción de la tarifa eléctrica a los consumidores, a pesar de la drástica rebaja al precio del barril del petróleo haría pensar a cualquiera que existe alguna limitación legal que impida que la tarifa refleje los costos reales involucrados en la producción y suministro de electricidad.
O algunos podrían hasta llegar a pensar que existen estructuras contractuales que no permiten que las subidas o bajadas del petróleo, gas natural y carbón se reflejen en los costos de producción y por ende en el consumidor final.
La respuesta a ambas inquietudes es que no existe una limitación en la ley de electricidad (todo lo contrario), pero sí existe una limitación fruto de la política de subsidio tarifario establecida; y sí es cierto que los costos de generación reflejan las variaciones de los combustibles en los mercados internacionales, aunque las distribuidoras no se lo reflejen a los consumidores en sus tarifas y facturas mensuales.
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La ley general de electricidad en su artículo 24 ordena a la Superintendencia de Electricidad (SIE) a “Elaborar, hacer cumplir y analizar sistemáticamente la estructura y niveles de precios de la electricidad y fijar, mediante resolución, las tarifas y peajes sujetos a regulación de acuerdo con las pautas y normas establecidas en la ley y su reglamento”.
Luego más adelante en el artículo 111, dice “Las tarifas a usuarios de servicio público serán fijadas por La Superintendencia. Las mismas estarán compuestas del costo de suministro de electricidad a las empresas distribuidoras establecido competitivamente, referido a los puntos de conexión con las instalaciones de distribución más el valor agregado por concepto de costos de distribución, adicionándolos a través de fórmulas tarifarias indexadas que representen una combinación de dichos valores”.
La misma ley general de electricidad define la tarifa técnica como la llamada a cubrir “el costo de abastecimiento de las distribuidoras, sustentado en un régimen de competencia según lo establecido en el Artículo 110 de la ley, más las pérdidas técnicas entre el punto de inyección de los generadores y el punto de retiro de la energía por parte del consumidor al que se le factura el servicio, más los costos asociados a la labor de transmisión y distribución (costo de expansión, operación, mantenimiento y márgenes de operación), cargando un máximo de un 3% de energía incobrables”.
Visto lo anterior queda claro que la ley de electricidad ordena a la SIE a calcular y a hacer los ajustes periódicos a la tarifa eléctrica que reflejen sus costos reales y que así le llegue al consumidor final.
¿Qué argumenta la SIE para no reflejar la reducción de los costos en la tarifa? El gobierno dominicano a través de la SIE ha informado que no ha bajado la tarifa porque aún quedan algunos bloques tarifarios que reciben subsidio, pero además, existe una “deuda” histórica a través del Fondo de Estabilización de la Tarifa Eléctrica (FETE) por la cantidad de dinero destinado al subsidio de la tarifa eléctrica desde hace algunos años con el objetivo que la misma no llegara a precios que se entendía eran altos para el consumidor.
El argumento de mayor peso para la SIE de no ajustar la tarifa eléctrica se encuentra en el decreto 302-03 que crea el FETE cuyo objetivo es “suavizar las fluctuaciones en la tarifa eléctrica por las variaciones en los precios de los hidrocarburos, IPC y tasa de cambio”.
El artículo 8 del decreto señala que “una vez se inicie la reducción de la tarifa por efecto de la variación de los precios de los hidrocarburos o la variación de la tasa de cambio.
La Superintendencia de Electricidad no aplicará la totalidad del ajuste hacia la disminución de la tarifa, creando así un fondo cada mes hasta compensar la totalidad aportada con anterioridad por este Fondo de Estabilización de la Tarifa Eléctrica”.
No obstante, el art. 3 del mismo decreto dice “Las compensaciones creadas en el presente decreto se aplicarán en clientes residenciales que consuman menos de 300 Kwh. en un 100%, y en aquellos usuarios cuyo consumo sea mayor de 300 Kwh., hasta un 50%.”; cosa que no ha ocurrido desde hace meses con los clientes cuyo consumo ha sido mayor a los 300 kWh y están pagando una tarifa mayor a la indexada por la SIE.
El gobierno realiza varias transferencias importantes al sector eléctrico, entre ellas la que cubre las deficiencias financieras de las empresas distribuidoras por las pérdidas de energía que sobrepasan el 30%, diferencia entre lo facturado y lo cobrado, y las transferencias al subsidio de la tarifa cuyo monto del FETE fue en el año 2014 de RD$14,327 millones y en el 2015 de RD$1,413 millones (la décima parte) como resultado de la reducción de los costos de generación.
La realidad es que el subsidio generalizado a la tarifa es una medida que más que ser temporal se ha mantenido prácticamente constante a pesar de algunas variaciones en los bloques tarifarios. Además, parece que no ha respondido a una “rationale económico” que ponga en una balanza elementos como el costo de oportunidad del apagón, o el “willingness to pay” del usuario ante la calidad del servicio y continuidad del suministro.
Decimos esto, porque en el país existen experiencias de servicios eléctricos aislados con tarifas eléctricas que reflejan costos reales y los clientes, dominicanos por igual, la han estado pagando con la única garantía de disponer de un servicio eléctrico constante y de calidad.
Obviamente, la aplicación de subsidios a las tarifas de servicios ofrecidos por empresas públicas es un derecho que tienen los Estados. Pero igualmente el cliente tiene el derecho de conocer de manera transparente la estructura tarifaria del servicio que recibe, incluyendo el monto de subsidio que recibe del gobierno en su tarifa eléctrica. Si esto se hiciera, quizás ayudaría a la creación de mayor conciencia en el consumidor.
Implementar la tarifa técnica, derogar el decreto 302-03 e implementar una política de subsidio razonable, es lo que permitiría que cuando suban o bajen los precios de la generación, o cuando las distribuidoras se manejen mejor operativamente, la Superintendencia de Electricidad (SIE) pueda ajustar la tarifa para que la misma refleje los costos reales para los clientes.
http://www.eldinero.com.do/19589/por-que-la-tarifa-electrica-ni-baja-ni-sube/