SANTO DOMINGO.-Las autoridades del sector agua coinciden en afirmar
que, por lo menos hasta las próximas cinco décadas, la República
Dominicana no enfrentará escasez o "estrés hídrico" en las fuentes
acuíferas. La dificultad está mas bien en la distribución y en el
desperdicio que hace la población.
El 49.30% del agua
suministrada al Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo -que
concentran el 40% de la población total del país, de casi 10 millones de
habitantes- provienen de los ríos Haina, Ozama e Isabela, y 24.81% de
los campos de pozo.
Cada año, la capacidad de suministro de estos
sistemas sufre las consecuencias del periodo de disminución de las
lluvias, que inicia a mediados de diciembre y se extiende hasta abril.
Actualmente, el país está dentro de esa época.
Del total del agua
que se envía a los usuarios, el consumo doméstico acapara el 65%, el no
doméstico el 34% y el municipal o colectivo el 1%.
El
viceministro de Suelos y Aguas del Ministerio de Medio Ambiente, José
Alarcón Mella, señala: "El hecho de existir las áreas protegidas como La
Humeadora y el Cinturón Verde -de Santo Domingo- será una garantía de
mantenimiento sostenido de la cubierta forestal en las cuencas
alimentadoras del acueducto de Santo Domingo". Estas condiciones,
acompañadas de una política de mantenimiento de las obras de toma y
manejo sostenible de suelos y aguas, permitirán "mantener la capacidad
de abastecimiento por más de cuarenta a cincuenta años".
¿Quiénes necesitan agua?
El
radio de trabajo de la Corporación del Acueduto y Alcantarillado de
Santo Domingo (CAASD) es de 1,382 kilómetros cuadrados, que abarcan 3.5
millones de habitantes. Ahí se incluyen 730 barrios de Santo Domingo y
el Distrito Nacional, siendo la zona este, la de mayor volumen de
usuarios, con 222 barrios.
En total, son 619,000 viviendas del
Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo las servidas con el
suministro. Aunque la institución no precisa cuántas casas necesitan el
agua, el Censo de Población de 2010 contó 949,945 viviendas ocupadas en
estas demarcaciones.
La escasez que afecta a sectores de Santo
Domingo, especialmente de la parte norte y oeste, se debe en parte a que
los pozos que se abastecen de agua subterránea -que aportan un total de
4.03 metros cúbicos por segundo- funcionan con electricidad.
"Si
no hay energía, no tenemos producción", dice Ramón Mateo, de la
subdirección de Operaciones de la CAASD. Adelanta que se busca un
acuerdo con la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales
(CDEEE) para programar el suministro eléctrico en los campos de pozo.
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