SANTO DOMINGO,R.D.- El ex presidente del Senado indicó que el año 1999 marcó "un cambio trascendental" en el sector eléctrico nacional, con la emisión del decreto no. 428-98, el 25 de noviembre de 1998, dividiendo la CDE en siete unidades de negocios y una unidad corporativa que operarían como empresas independientes, facilitando así el proceso de capitalización de la compañía.
“Luego se capitaliza o se regala la CDE, asignando la Empresa Distribuidora del Este al consorcio AES Corporation; Edenorte y Edesur a la empresa española Unión Fenosa", dijo Alburquerque.
“La generación por igual se regaló entregando las generadoras de Itabo y Haina al consorcio New Caribbean Investment, entre otras. El Estado retuvo como empresas públicas la transmisión y la generación hidroeléctrica”, agregó el ingeniero.
Ya durante el periodo 2000-2004, según Alburquerque, se avanzó con la reestructuración de la matriz de fuentes de generación, llegó al país el gas natural, se cerraron plantas y se rehabilitaron otras, se firmó el Acuerdo de Madrid, se instaló Cogentrix, se ampliaron líneas y redes de transmisión y se construyeron varios anillos eléctricos en el país.
No obstante, "en el periodo 2004-2012 se ahonda la crisis, se empeoran los déficits, no se instalan nuevas plantas, prácticamente se ignora el sector, se dice que se intentaba justificar su total privatización", dijo Ramón Alburquerque al finalizar su introducción, para dar paso así a un grupo de expertos y autoridades en la materia.
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En la presentación “Avances y Desafíos de la Distribución de Electricidad en RD”, de agosto pasado y elaborada con datos oficiales de la CDEEE, se indica que las regiones con mayores pérdidas son las provincias Monseñor Nouel, con niveles del 55.1%, Hermanas Mirabal (53.4%), María Trinidad Sánchez (49.2%), Peravia (49.3%), Sánchez Ramírez (48.3%).
Los niveles de pérdida pasan del 40% en otras ocho de las 32 provincias del país, pero en el Distrito Nacional capitalino se limitan a un 19.1%, establece el informe que suscribe Radhamés del Carmen, director de Distribución y Reducción de Pérdidas de la corporación pública.
Para contrarrestar el panorama, reduciendo significativamente este “hoyo” en las finanzas del sector eléctrico estatal, se requiere de una cuantiosa inversión en proyectos de “rehabilitación, tele-medición y normalización” de la cartera de clientes de las “edes”, apunta Del Carmen.
Explica que para bajar las pérdidas “a niveles deseados de 10.5%” en un plazo de siete años -de diciembre de 2014 al 2021- es necesario dar continuidad a estos programas, que se ejecutan con apoyo de organismos multilaterales, e invertir US$115 millones anuales (Más de RD$5 mil millones), es decir unos US$800 millones (Más de RD$35 mil millones) en todo el período.
Por cada punto que las distribuidoras logran reducir en pérdidas, “se recuperan en caja de US16 a US$22 millones”, mientras que “un centavo de dólar por kilovatio/hora menos en el costo de compra, tiene un impacto de US$120 millones al año” en el sector, apunta Del Carmen. Refiere que de agosto del pasado año a julio del 2014, los cobros de energía de las Edes se incrementaron en 14.3%.
Fuente: CDEEE
En ese mismo año, se calcula que el déficit de las Edes por concepto de la energía que se dejó de facturar, o de cobrar a usuarios que no están formalizados y se roban la luz, ascendió a US$497.4 millones, equivalentes a RD$21,636 millones. Milton Morrison, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), apunta que ese monto es similar “a la cantidad de dinero que pierde el Estado por concepto de energía consumida que no se factura, y representa el 25% de la energía comprada” a las plantas generadoras.
En el Informe de Indicadores de Desarrollo Mundial 2014 (World Development Indicators) del Banco Mundial, citado por la ADIE, República Dominicana es considerada como el cuarto país, de 147 que fueron evaluados, con más pérdidas en el sistema eléctrico, solo detrás de Botswana (56%), El Congo (46%) y Haití (55%).
Fuente: CDEEE