Como bien ha valorado la Conferencia del
Episcopado, la convocatoria al Pacto Eléctrico es un reconocimiento
público del fracaso del sector, y cuestionó que el Estado, en su visión
pública, tenga que recurrir a “pactos” entre sectores cuyos intereses
son únicamente lucrativos, para poder definir servicios que son
esenciales en el desenvolvimiento social de toda la población.
Haciendo un análisis objetivo sobre la
realidad del servicio eléctrico vemos que, al ser visto como una simple
mercancía, en lugar de un servicio de utilidad pública, esencial para
garantizar la calidad de vida de la población y la competitividad de los
sectores productivos de la Nación, podemos decir que la auto
sostenibilidad financiera no se ha logrado, porque el esfuerzo se ha
concentrado, esencialmente, en el cobro de la energía, con una
paupérrima acción sobre la reducción significativa del costo de
abastecimiento de las EDES.
El déficit financiero con el que opera el
Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), esencialmente se debe
al excesivo costo de abastecimiento de las EDES, producto de la
especulación, que es consecuencia a su vez de no revisar los contratos,
ni incorporar nueva capacidad de generación al sistema, en la cantidad
que demanda el SENI, y por no aplicar una regulación efectiva.
Cuando analizamos los resultados del
holding se puede concluir que dicho costo pudo ser muy diferente
(tendente a la baja), de no existir una manipulación en el “mercado” por
parte de las empresas de generación, que operan como un oligopolio, el
cual ha debido ser controlado con una buena regulación de parte de la
Superintendencia de Electricidad (SIE).
Otro enfoque del Ing. César Félix es que
el problema eléctrico se resume: “bajo el acrónimo de las 4 C’s, en el
que la primera es Cobro, las distribuidoras deben fajarse a cobrar; la segunda es Cogentrix, conversión de combustible diesel a gas natural; la tercera es Carbón, construcción de por lo menos 1200 MW a carbón, por su bajo precio y estabilidad del mismo; y la cuarta es C… (material colgante masculina) para hacer lo que es necesario hacer”.
Toca decir que las actuales autoridades
licitaron y adjudicaron la construcción de dos plantas a carbón y que
estas vienen a mejorar la posición de las autoridades en una eventual
renegociación de los contratos, con el mencionado oligopolio eléctrico;
pero dicho proceso de licitación arrojó dudas, críticas e incluso
sospechas, de la transparencia del mismo, cuando empresas participantes
han puesto en tela de juicio el hecho de que, la empresa ganadora ofertó
precios más caros que sus ofertas (prácticamente el doble) y, que la
empresa ganadora ahora se ve involucrada en un escándalo internacional.
Definitivamente, los intereses, las
apetencias económicas del sector privado y del propio sector público
(nuestras autoridades) y la complicidad entre ambos sectores, es lo que
ha generado contratos y acuerdos que desfavorecen al país y a su
población; que son fruto: ¿De la incapacidad de nuestras autoridades? O
¿De la complicidad de nuestras autoridades?
Lo anteriormente señalado es una
recopilación de informaciones y opiniones emitidas por expertos en la
materia, protagonistas del sector y de la vida pública, que describen la
situación actual del sistema eléctrico y algunas de las causas de esta
situación; pero lo peor de esta incapacidad o complicidad histórica de
nuestras autoridades, son las consecuencias que afectan directamente al
desenvolvimiento social de toda la población, a la calidad de vida y a
la competitividad de los sectores productivos del País.
La mayoría de la población no entiende
que la energía es un servicio de utilidad pública, esencial para
garantizar la calidad de vida de la población y la competitividad del
sector productivo de la Nación.
Un sector productivo (entiéndase:
Turismo, Zonas Francas, Industria, Agricultura de alta y media
tecnología… etc.), con una partida en su estructura de costo que es una
de las más caras del mundo (la energía eléctrica) pierde competitividad,
por ejemplo:
Turismo: para poder producir la misma
habitación climatizada, nos cuesta más que otros países del área, por el
costo energético más alto.
Zonas Francas: para poder producir la
misma ropa o calzado, nos cuesta más que en otros países del área,
debido al mayor costo energético.
Agrícola: para poder producir un kilo de
tomate en invernaderos, resulta más caro que en otros países, por el
mayor costo energético.
Y esto se traduce en menos inversión
extranjera, menos oportunidades de trabajo para la población del país y,
en las áreas que aún se invierte, se compensa el costo energético con
bajos salarios, que también afecta el bienestar ciudadano y la demanda
interna.
El tema eléctrico en República
Dominicana, como el de la impunidad, la educación, la seguridad
ciudadana y la salud, representa un tema de altísima importancia, por lo
que a pesar de los esfuerzos realizados por este gobierno, con la
construcción de dos plantas a carbón, la población debe estar atenta
para evitar que se materialicen complicidades que favorezcan al sector
privado, representado por empresarios netos y empresarios vestidos de
políticos.
http://acento.com.do/2015/opinion/8282311-el-pacto-electrico-su-influencia-en-la-competitividad-y-el-empleo/
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