Igual
ocurre en el caso de la distribución y de la comercialización, donde lo preferible
sería la prestación bajo el libre mercado. De esta manera se evitaría la creación
monopolios que únicamente perjudican al usuario de los servicios eléctricos. Por
ejemplo, en el caso dominicano, la prestación en ambas fases se hace por empresas
concesionadas del sector, las cuales lo hacen únicamente en regiones rigurosamente
establecidas mediante acuerdo. Se pone en evidencia las dificultades generadas al
respecto, especialmente orientadas a las tarifas eléctricas previstas por las referidas
entidades[67].
En el caso de la comercialización, el mayor beneficio para los usuarios se verificaría
si se abriera este mercado, con la finalidad de permitir la fijación de los precios
a través de la oferta y la demanda.
En
el caso de la transmisión de la energía eléctrica, la respuesta diferiría de la
otorgada para las anteriores fases. En este caso, lo más conveniente es mantener
una gestión directa por parte del Estado. En primer lugar, no se trata de una prestación
que iría orientada a los ciudadanos, sino que, por tratarse de una transmisión de
alto voltaje, se orienta a las empresas distribuidoras y comercializadoras. En este
sentido, tratándose únicamente de la transmisión de la empresa generadora a la distribuidora,
se requiere de un órgano independiente e imparcial que permita dirimir las diferencias
entre una empresa y otra[68]. Por consiguiente,
El Salvador y República Dominicana han establecido un sistema eficiente en este
sentido.
En
conclusión, en sentido general, el rol del Estado debe ir orientado a una gestión
indirecta en el sector eléctrico, lo que permitirá una mayor eficientización de
la prestación del servicio. Así las cosas, por la reglamentación, fiscalización,
control y sanción que se encontrará en sus manos, como ente independiente y capaz
para velar por los intereses de los ciudadanos y usuarios de los servicios anteriormente
indicados. Restaría, sin embargo, continuar trabajando para la evitación de un manejo
parcializado, a favor de entidades privadas y en detrimento de los particulares,
lo que podría generar inconvenientes exuberantes para la generalidad.
La generación de energía eléctrica y la sociedad. Recuperado en
fecha 03 de abril del 2014 en http://www.na-sa.com.ar/files/pdf/energia_sociedad.pdf
http://emilymancebo.blogspot.com/2014/04/el-estado-como-empresario-y-regulador.html
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