sábado, 8 de marzo de 2014

Cogentrix y su nuevo contrato, favorecería a la Barrick Gold

 
SANTO DOMINGO,R.D.- La extensión por 15 años del contrato a Cogentrix, esta vez para la distribución de gas natural licuado, con todos los privilegios que pretende otorgar el Poder Ejecutivo no solo beneficiaría a esa empresa extranjera, sino también a la minera Barrick Gold, ya que en la segunda enmienda al acuerdo especial de arrendamiento de derechos mineros firmado entre el Estado dominicano y la multinacional, se acordó que las plantas Quisqueya I y ll, propiedad de EGEHAINA, S.A, y que sirve energía a la mina de Pueblo Viejo, una vez construida la terminal para la conversión a gas con el financiamiento del Estado, bajarían considerablemente sus costos de producción.
Las referidas plantas que en la actualidad operan con petróleo, una vez construida la terminal de gas, con todas las garantías del Estado dominicano, facilitaría una reducción de los costos de generación de la empresa minera. No solo eso, los beneficios también se extenderían al grupo Punta Cana Macao, debido a que la planta Sultana del Este se convertiría a gas, ofertando a bajo costo, la mitad de su producción al grupo Punta Cana Macao.
Resulta entonces que los propietarios de la Compañía de Electricidad de San Pedro de Macorís (CESPEM), subsidiaria de COGENTRIX, también están asociados a Punta Cana Macao, por tanto, no se explica por qué si es un negocio tan beneficioso para el Estado, tiene que ofertar, vía la extensión de un contrato que ha sido tan oneroso, con toda la garantía soberana, a un negocio que es netamente privado.
Probablemente, los beneficios que generaría a Barrick Gold la extensión al contrato a Cogentrix por 15 años más como plantea el gobierno y, al parecer, al margen del tan cacareado Pacto Eléctrico, justifica la concesión por 40 años a la multinacional para que pueda comprar energía barata, con una garantía soberana que disminuiría considerablemente los costos de producción.
En ese sentido, la segunda enmienda al acuerdo especial de arrendamiento de derechos mineros plantea claramente: “El término de la concesión otorgada en este acto a PVDC es de cuarenta (40) años a partir de Fecha Efectiva. Dicho plazo podrá ser extendido conforme a lo dispuesto en la Ley General de Electricidad. La venta de excedentes de Electricidad por parte de PVDC no afectará de ninguna manera el carácter privado de la Línea de Transmisión de PVDC”.
Asimismo explica los acuerdos entre las partes, por lo que la planta Quisqueya I proveerá electricidad a la mina de Pueblo Viejo y sustituiría el Fuel Oil No. 6 por gas natural licuado (GNL) en caso de que el país tenga acceso al mismo a un precio que garantice una generación a menor costo, siempre y cuando los proveedores de GLN, públicos o privados, construyan la infraestructura física necesaria para el abastecimiento a dicha planta.
Acordaron además que la Barrick” podrá vender el excedente de energía generada por Quisqueya l no consumido por la mina al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI), acogiéndose a las normas y regulaciones que establezca el Organismo Coordinador del mismo y la Superintendencia de Electricidad”. Por tanto, las ventas de energía de Quisqueya I al SENI se considerarán como ingresos dentro del proyecto.
El punto Dos de la enmienda es claro en señalar que “la empresa minera permitirá que la empresa mixta y capitalizada EGEHAINA, S.A., utilice cualquier capacidad de transmisión disponible de la Línea de Transmisión de PVDC no utilizada por Quisqueya I en su suministro de energía a PVDC, para que planta Quisqueya II, propiedad de EGEHAINA, S.A., transmita energía al SENI a través de Subestación Piedra Blanca o la Nueva Subestación que instale”.
La proyección es de que con esos acuerdos en el ámbito eléctrico alcanzados entre el gobierno dominicano y PVDC, a final del 2013, el SENI estará beneficiándose de la inyección de cerca de 265 MW, lo que producirá una reducción de cerca de 3 centavos de dólar en el precio de la energía en el mercado spot, contribuyendo de esta manera a reducir el déficit del sector eléctrico”.
Es cierto que el gobierno dominicano obtuvo beneficios con lo pactado en esa segunda enmienda al contrato con Barrick Gold, pero no es menos cierto que, después de analizar todo lo pactado, además de las pretensiones de extensión del contrato a Cogentrix, los beneficios son devueltos con creces a través del negocio eléctrico, por lo que habría que deducir que la renegociación no fue tal y solo se trató de un toma y daca, pues el balance final no arroja las ganancias previstas, por lo menos en el ámbito eléctrico.
No hay que olvidar que cuando el presidente Danilo Medina se refirió al contrato de la Barrick, le llamo abusivo, y por tanto “inaceptable”, sin embargo, las condiciones en que quiere extender el plazo al contrato Cogentrix podrían resultar mucho más abusivas, amén de los beneficios que también generarían para la empresa minera.
En otro de los articulados, la enmieda plantea que “PVDC está facultada, sujeto al cumplimiento de la normativa aplicable vigente a la fecha de Aprobación de la Segunda Enmienda y con la previa autorización de y coordinación con las autoridades del SENI y la Superintendencia de Electricidad, a desconectar del SENI cualquier facilidad que pueda adquirir para las Operaciones del Proyecto, incluyendo la planta de generación respecto de la cual fue autorizada a operar en virtud del Acuerdo de Aceptación de Cesión del Contrato de Otorgamiento de Derechos para la Explotación de Obras Eléctricas relativas a la generación de electricidad en la República Dominicana de fecha 25 de Noviembre de 2008”.
Finalmente, dice que en la eventualidad de que en el futuro exista fácilmente disponible gas natural licuado para la planta Quisqueya 1, PVDC considerará de buena fe la factibilidad comercial de cambiar el combustible de dicha planta a gas natural licuado; pero, en el entendido que PVDC no tendrá que hacer inversión de capital alguna para la implementación de tal cambio”.
Lo que sí sería justo y saludable es que el gobierno explicara si todos estos contratos, pactos y acuerdos, también favorecerían al grueso de la población, pues si se abaratan los costos de producción, lo más sensato es que también disminuya la alta facturación que hay que pagar religiosamente mes tras mes.
Sin dudas, es un regalo del cielo. Amén.

Por:  Ivonne Ferreras http://z101digital.com/app/article.aspx?id=121143

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