Sector eléctrico demanda señales claras a negociadores cumbre climática
TORONTO.-
Once de las principales compañías eléctricas del mundo, incluida la
española Iberdrola, solicitaron hoy que la cumbre climática COP21, que
se celebrará en París a finales de año, facilite la puesta en marcha de
mecanismos que permitan aumentar las inversiones en el sector eléctrico.
La petición está contenida en un informe dado a conocer hoy y
elaborado por Global Sustainable Electricity Partnership (GESP), un
grupo formado por American Electric Power, Électricité de France,
Eletrobras, Enel, EuroSibEnergo, Hydro-Québec, Iberdrola, Kansai, RWE,
RusHydro y State Grid Corporation of China.
En una carta abierta firmada por los presidentes de las once
compañías y dirigida a los negociadores que se reunirán en París del 30
de noviembre al 11 de diciembre para acordar reducciones a las emisiones
de CO2, GESP señala que la electricidad es la clave para luchar contra
el cambio climático.
"El mundo se enfrenta al desafío de reducir emisiones de gases con
efecto invernadero para responder al cambio climático a la vez que
asegurar el crecimiento económico y el desarrollo. La electricidad es el
corazón de esta respuesta", dijeron los directivos de las compañías
eléctricas.
La directora ejecutiva de GESP, Martine Provost, declaró a Efe que
con el informe, las 11 compañías que integran el grupo -y que en
conjunto emplean a 2,4 millones de personas y proporcionan electricidad a
alrededor de 1.200 millones de clientes- quieren "hablar con una sola
voz" a los negociadores de COP21.
"Lo que intentamos es que los negociadores estén en condiciones de
guiar al mundo en la dirección correcta porque las políticas específicas
de los países derivarán directamente de las decisiones que se tomen en
París", explicó Provost.
La directora de GESP, que tiene su sede en Montreal (Canadá), destacó
que el informe hace "cuatro recomendaciones cruciales para asegurar que
seremos capaces de realizar de forma efectiva y eficiente esta
transición energética".
"Estos cuatro principios deberían ser seguidos por los políticos", añadió.
Las cuatro recomendaciones son el establecimiento de políticas
estables, claras y a largo plazo para el desarrollo energético; el
desarrollo de un planteamiento ordenado a los sistemas de electricidad;
la promoción de asociaciones público-privadas; y el desarrollo de nuevas
tecnologías para reducir las emisiones.
Gonzalo Sáenz de Miera, director de prospectiva regulatoria del área
de presidencia de Iberdrola, dijo a Efe que el informe "es una visión
rigurosa sobre el papel que puede jugar la electricidad en relación a la
solución del problema del cambio climático".
Sáenz de Miera añadió que las compañías eléctricas ven el desafío de las reducciones de emisiones como "una clara oportunidad".
"El hacer frente al cambio climático va a generar oportunidades para
invertir. Y las inversiones que se van a tener que realizar en los
próximos años van a venir muy de lado del sector eléctrico, que tiene
las principales tecnologías para descarbonizar, para generar energía sin
CO2", explicó.
Sáenz de Miera citó los análisis de la Agencia Internacional de
Energía que indican que "alrededor del 60 % del total de las inversiones
en energía habrá que hacerlas en el sector eléctrico y, de hecho, la
energía eléctrica es la única que aumentará su demanda en los próximos
años".
El directivo español añadió que en los próximos años, el aumento de
la inversión se va a producir tanto en la generación de electricidad
(especialmente renovables y ciclos combinados) como en redes eléctricas.
"Vamos a tener sistemas de gestión mucho más complejos. Los sistemas
inteligentes de gestión de casas y ciudades todos se basan en la
electricidad. Van a ser sistemas mucho más sostenibles pero también más
complejos. Ahí las redes eléctricas van a jugar un papel determinante",
dijo.
Para Sáenz de Miera el aumento de las inversiones necesarias para la
transición energética que apunta Provost sólo será posible si la
conferencia COP21 de París termina con una "clara señal".
"De París necesitamos dos cosas: unos objetivos claros de reducción
de emisiones y señales políticas y regulatorias claras. Y ahí, si
tuviéramos que elegir, una señal clara sería el precio del CO2",
aseguró.
El director de prospectiva regulatoria de Iberdrola añadió que "otra
cosa fundamental que tiene el CO2 para nosotros es que es de dónde van a
salir las inversiones, porque tienen que proceder de los ingresos que
recaudarán los estados con los nuevos impuestos al CO2"
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