SANTO DOMINGO,R.D.- La producción de carbón vegetal permanece como una actividad económica que sirve de sustento a cientos de familias en zonas rurales del país, quienes cuentan con autorizaciones oficiales para la degradación de plantas en los bosques secos, aprovechando su potencial, pero siempre bajo el respeto de las normas que impone el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Las operaciones de descomposición de plantas para obtener carbón se realizan en seis grandes proyectos forestales, que son la Federación de Productores del Bosque Seco del Suroeste (Feprobosur); el Abanillo en Barahona, perteneciente a Rafael Álvarez Castro; Távila en Independencia, propiedad de Luis Pérez Ávila y Ermundi Camilo en el municipio de Villa Altagracia.
También, el plan El Rincón, propiedad de Raúl Martínez, ubicado en la provincia Monseñor Nouel, y comenzará sus operaciones en Pedernales, María Carmen Féliz Encarnación.
De esos proyectos forestales el más grande es la Feprobosur, que agrupa a 80 asociaciones de productores en la región Sur e inició a principios del 1980, con apoyo de la cooperación alemana para establecer métodos de aprovechamiento de montes secos, sin eliminarlos.
Medio ambiente
El viceministro de Recursos Forestales de Medio Ambiente, Manuel Serrano, afirmó que la riqueza de los bosques hay que aprovecharla, porque estos no son solo para contemplarlos, sino para cultivar su capital, sin provocar daños a la naturaleza.
Por esa razón Medio Ambiente está empleando una serie de políticas para que los productores de bosques secos y plantadores de madera puedan aprovechar ese recurso natural sin destruir el monte.
Serrano afirmó que el Viceministerio está tratando de darles servicio técnico a los productores de carbón, para que manejen el bosque sin destruirlo. Para otorgarles la licencia deben poseer un terreno con la condición de ser aprovechado y un plan que contenga todas las pautas técnicas de lugar.
“Esas licencias se conceden por cinco años y el Ministerio debe revisarlo anualmente, a través de su propia técnica de operación, que es una manera de darle seguimiento al permiso otorgado al productor. De no cumplir las normas se le revoca la licencia”, expresó el funcionario.
Un desafío
Aunque el Ministerio de Medio Ambiente mantiene una vigilancia permanente de las operaciones de todos los productores, el mayor desafío está en tratar de contener el tráfico ilegal de carbón hacia Haití.
El funcionario detalló que el carbón que se lleva de contrabando al vecino país se producen en la frontera, en zonas que se hace muy difícil controlar, porque los pobladores apoyan la práctica. Por eso -aseguró- hay ciudadanos haitianos que cruzan el límite y buscando forma de supervivencia recurren al bosque dominicano. Espera que se transparente la exportación de carbón hacia Haití.
Se estima que el 16% de la energía que utilizan los haitianos es a base de carbón vegetal, que en un 86% les llega de la República Dominicana.
Otras zonas en que se han presentado focos de práctica ilegal en la producción de carbón es El Higüero, Santo Domingo Norte, donde las autoridades destruyeron hornos y sometieron a la Justicia a los implicados.
Productor
Pérez Ávila, propietario del proyecto Agroforestal Távila, en la provincia fronteriza de Independencia, narró a elDinero que su plan de manejo de medio ambiente le fue otorgado en el 1987, cuando decidió trabajar aprovechando los árboles del bosque de esa zona.
Sus inicios fueron en 10 hectáreas de tierra en el municipio de Cristóbal, y en la actualidad posee 3,640 tareas de bosque, que se ajustan a las exigencias de las autoridades.
En su labor de trabajar con árboles, se dedica a producir madera, sillas, escobas y con lo que sobra de las plantas es que produce el carbón, que vende en la capital y que algunos comercializadores exportan.
En principio Medio Ambiente exigía que cortaran ramas y no el árbol, pero en la actualidad se utiliza un método técnico-científico, que lleva un inventario forestal en el que tienen que explicar cuáles especies cortarán y sus condiciones.
Los permisos para estos proyectos se hacen directamente en las demarcaciones provinciales, pero cuando se trata de planes forestales de más de 20 hectáreas de terrenos se debe acudir a la sede del Ministerio, que define su categoría.
Exportaciones
En el año 2014 el país exportó 2,159,007 libras de carbón vegetal que provienen de fincas privadas ubicadas en las zonas sur y norte del país.
En tanto que en lo que va de este año (enero-junio) las estadísticas del Ministerio de Medio Ambiente indican que la exportación de carbón vegetal alcanza 1,823,552 libras, contenidas en un total de 53,589 sacos de diferentes tamaños.
Esas exportaciones fueron realizadas por 11 pequeños empresarios productores de carbón en los bosques secos privados autorizados por la institución.
El carbón vegetal se exporta principalmente hacia las islas del Caribe, entre ellas Santa Lucía, Puerto Rico y en muy pequeñas cantidades se llevan también a algunas naciones de Europa como Italia y España.
Aunque Haití podría ser el principal receptor de las exportaciones de carbón vegetal desde República Dominicana, su comercialización hacia esa nación se desarrolla de manera informal y en forma de contrabando.
Normativas a ser respetadas
El Ministerio de Medio Ambiente permite la utilización de árboles para la producción de carbón, pero con base en condicionalidades que tienen que ver con el tamaño de la planta, cantidad de años y número de nuevas siembras, para evitar la deforestación y garantizar una explotación sostenida con el medio ambiente.
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