Santo Domingo,R.D.- La Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) garantizó que en tres años la población del Gran Santo Domingo podría recibir agua potable a través del grifo (llave) si recibe el apoyo financiero y de parte de la población para ejecutar los proyectos que tiene esa entidad en su plan de trabajo.
El director de la CAASD, Alejandro Montás, explicó que dentro del Plan Maestro del Alcantarillado Sanitario del Gran Santo Domingo, se deben ejecutar una serie de proyectos, en una primera etapa, que requieren de una inversión de US$172 millones, los cuales podrían solucionar los problemas de que las personas tengan que comprar botellones de agua para tomar, además de tener tinacos, construir cisternas y cavar pozos tubulares.
Montás, al participar como invitado en el Encuentro Económico de HOY, puso como ejemplo los logros que en esa materia tiene Colombia, país de la región de América Latina, en donde su población consume el agua directamente del grifo.
Dijo que para que República Dominicana pueda lograr ese objetivo, los ejes fundamentales que tiene la CAASD para desarrollar en los próximos cuatro años son aumentar la producción de agua potable, reparación de redes existentes, las cuales son obsoletas y sensibles, recuperar plantas de tratamiento de aguas residuales, ampliación del alcantarillado sanitario de Santo Domingo y la instalación de medidores.
Afirmó que si la CAASD ejecuta esos proyectos estará en plena capacidad de suministrar agua potable a un 100% de la población en unos tres años.
Falta de alcantarillados sanitarios. El director de la CAASD lamentó que la población del Gran Santo Domingo no se preocupe ni se pregunte cuál es el destino de las aguas residuales, sin darse cuenta que este es un problema grave para todos los ciudadanos.
Destacó que, preocupado por esa situación, la CAASD ha recibido el proyecto Plan Maestro del Alcantarillado Sanitario del Gran Santo Domingo, que demarca y explica el gran problema de la falta de alcantarillado que tiene la ciudad.
Dijo que eso trae como consecuencia que las aguas residuales de los sectores de clase baja se viertan en los ríos Ozama, Haina e Isabela, en el litoral Sur del Mar Caribe, mientras que los de la clase alta van a pozos filtrantes, contaminado así la afluencia de los ríos y el agua del subsuelo.
Puso como ejemplo que los proyectos habitacionales levantados en los últimos 30 años tienen pozos filtrantes a donde van las aguas residuales y a pocos metros pozos tubulares, lo que representa un peligro para la salud, pues sus residentes están utilizando aguas contaminadas para bañarse, cocinar, limpiar, entre otros quehaceres domésticos.
Indicó que para solucionar ese problema el plan busca la solución del destino de las aguas residuales para que no se continúe contaminando las afluencias de los ríos ni se tengan que seguir perforando pozos filtrantes.
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