La aplicación de subsidios, en países en vías de desarrollo, a un servicio básico como el
eléctrico, tiene el objetivo principal de permitir que los usuarios con poca disposición al pago,
que generalmente corresponden a usuarios de escasos recursos, puedan acceder al mismo.
Otras políticas, además de promover la universalidad de los subsidios, buscan mejorar la
competitividad de las industrias y comercios cuyos costos son muy dependientes del
suministro eléctrico.
En cualquier caso, el subsidio se traduce en un pago reducido por el servicio recibido.
El problema con los subsidios es que, en la mayoría de los casos, son instrumentados a
través de modificaciones directas a las tarifas técnicamente calculadas, lo cual origina
distorsiones importantes en el mercado.
Históricamente, se ha visto que los sectores eléctricos en los que se han intervenido las
tarifas, aplicando subsidios al precio real de la energía, han sufrido problemas de
sostenibilidad y, principalmente, la expansión del servicio se ha visto limitada.
Sin embargo, la política de subsidios en este sector, no es de ninguna manera negativa,
aunque genere distorsiones, ya que la electricidad es un bien vital para la ciudadanía, lo que
lo diferencia de bienes que se comercializan en otros mercados. A demás,
independientemente de la ideología política, para cualquier gobierno es deseable que todos,
o la mayoría de sus ciudadanos, puedan acceder al servicio eléctrico. El problema con las
políticas en materia de subsidios, es que los mecanismos para su focalización, suelen ser
distorsivos, y además, envían señales erróneas a quienes los reciben. Una focalización
apropiada, requiere mucha información específica, sobre los receptores de los subsidios, por
lo que es difícil de obtener, y, además, demanda importantes recursos técnicos, económicos,
pero sobre todo, tiempo.
Los subsidios más comunes que se aplican en los sectores eléctricos son los siguientes:
Subsidios cruzados entre usuarios de diferentes tipos de tarifas;
Subsidios generalizados a grupos de tarifas;
Subsidios específicos a clientes de bajos recursos económicos;
Subsidios a los combustibles de las plantas de generación térmicas;
Subsidios a las empresas prestadoras de los servicios;
http://www.olade.org/wp-content/uploads/2015/08/Informe-versi%C3%B3n-final.pdf
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