jueves, 30 de julio de 2015

Círculo vicioso afecta sector eléctrico de RD

 Círculo vicioso afecta sector eléctrico de RD
SANTO DOMINGO,R.D.- Hace alrededor de dos años que Manuel (pseudónimo), peluquero de oficio en el Ensanche Altagracia, decidió instalar él mismo una línea de luz robada para encender el aire acondicionado de su negocio para atraer más clientes cuando en el sector no había energía eléctrica.
Entre las razones por las cuales Manuel tuvo que robarse la luz, se encuentra la falta de recursos para comprar y mantener un inversor, ya que según relata su negocio “tiene el techo de zinc”.
Manuel pensó que todo marchaba bien hasta que hace alrededor de cuatro meses, una brigada de la Empresa Distribuidora De Electricidad Del Sur (Ede-sur) descubrió su falta y semanas después, autoridades de la institución le enviaron unos documentos en los cuales se especificaba que debía pagar una multa de RD$112,000.
Este hombre, que se considera un “chiripero”, cuenta que para llegar a un acuerdo fue a tres audiencias y le descontaron el 30% de su deuda. Ahora deberá pagar RD$78,400, de los cuales RD$ 23,520 deberán ser pagados este mes y luego deberá aportar 10 cuotas de RD$5,488; dinero que tomará prestado para cumplir con la sanción.
Con respecto al tema, su esposa expresa: “es injusto porque es demasiado dinero. Aquí hay un sinnúmero de personas que se roban la luz”.
Esto es una prueba de que muchos ciudadanos no están conscientes de las penalidades y el peligro que representa esta técnica, aunque reconocen que la acción es tomada como una defensa por parte de personas de escasos recursos.
El director de distribución y reducción de pérdidas de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Radhamés Del Carmen, sostiene que el robo de luz causa daños que las personas que lo hacen, desconocen.
Según él, esta técnica afecta la calidad de vida de las comunidades porque las pérdidas provocadas por el robo de energía en un circuito es proporcional al número de horas de apagones que recibe. Además, la economía de los sectores que ponen esto en práctica se ve afectada, ya que impide que se puedan emprender negocios y pequeñas empresas familiares que mejoren las condiciones de la gente.
Fernando (pseudónimo), es un hombre que tiene más de 10 años subiéndose a los postes de luz de barrios de Herrera, para llevarle luz robada a los hogares de quienes acuden a él. A cambio, él les cobra entre RD$200 y 500 por el trabajo.
En palabras de Fernando: “Yo le pego la luz porque entiendo que ellos se sienten abusados. Con los mismos aparatos la factura le llega más cara y en los sectores 24 horas a cada rato hay un apagón, por eso la gente trata de defenderse y buscársela”.
Para Fernando, el hecho de no haber luz en la noche es la combinación perfecta con los ladrones. Considera que por eso los moradores de barrios de la capital tienden a robarse la energía de otros sectores con el fin de no estar a oscuras en sus casas y evitar la delincuencia.
Pérdidas
Del Carmen afirma que aproximadamente 500,000 clientes están conectados de manera irregular en el país y sin contratos.
Opina que estos, como otros casos, se deben a que existe una falta de compromiso cliente-distribuidora en que los usuarios dicen “como tú me das apagones y no me das un buen servicio, yo te robo” y las generadoras responden “como tú me robas, yo te doy apagones”. Según el funcionario, ese círculo vicioso deben romperlo las distribuidoras, que son las que están perdiendo.
Corroborando con esto, Eduardo Quincoces, superintendente de electricidad, añade que el robo de energía afecta el ingreso de las distribuidoras y si estas no reciben el monto que requieren para su sustento, no podrán dar el servicio como corresponde a los barrios por falta de recaudaciones.
Del Carmen explica que las pérdidas comerciales en el año 2014 fueron de unos 2,494 GWh/año, lo que al precio medio de compra de las empresas distribuidoras significó unos US$410 MM para ese año en particular; y en los primeros seis meses del año 2015, la estimación es que las pérdidas por el mismo concepto alcanzan los US$150 millones.
Barrios
Del Carmen añade que cerca de RD$40 millones le sirven de energía a muchos barrios y solo pagan aproximadamente RD$1 millón. Entre los barrios que más roban luz se encuentran Capotillo, todo el margen del Río Ozama y la Isabela, Simón Bolívar, Las Cañitas, Gualey, Guachupita y La Ciénega: “también Villas Agrícolas y Villa Juana son de los que más se gasta en redes porque hay muchos chiriperos que se suben en ellas y las cambian. En Villa Consuelo también se presentan graves problemas de robo de luz, pero se tienen más controlados debido a los comercios del área”.
Necesidad
Carmen y Rogelio (pseudónimos), residentes en Villas Agrícolas y en el Ensanche Kennedy respectivamente, contaron a este medio que se han robado la energía eléctrica porque al mudarse en estos sectores llamaron a Edesur para que les colocaran los contadores y las autoridades de la institución duraron semanas para acudir al llamado, dejándoles como única alternativa tener la luz de una red que no les correspondía.
Solución
Del Carmen considera que el robo de luz en el país afecta la sostenibilidad del sector eléctrico, por lo que el Estado debe poner carácter en la solución del problema.
“Lo primero que aquí está mal es el régimen de consecuencia. Es decir, el gobierno tiene que dar una señal y en ese sentido tiene que hacerlo de igual modo con gente representativa”, puntualiza.

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