SANTO DOMINGO,R.D.- El ingeniero Antonio Almonte calificó de “una barbaridad” y “una aberración” los elevados costos en que ha incurrido el Estado dominicano en el proceso de construcción de las plantas a carbón de Punta Catalina, así como la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) en publicidad sin que estas estén en operación.
Citó una serie de compromisos y gastos en los que ha incurrido la CDEEE como representante del Estado durante el proceso de construcción, que elevan el costo real de la termoeléctrica a carbón sobre los 3,000 millones de dólares, y reiteró sus críticas de que el Gobierno no haya dicho la verdad al país.
Al insistir en que el Estado no se deshaga de las plantas ni las traspase al sector privado mediante licitación, consideró que previamente debe resolver la demanda que hizo Odebrecht en Estados Unidos por unos 798 millones de dólares, el costo por el retraso de dos años en la entrega, que debió ser en agosto y noviembre de 2017 y los gastos en que ha incurrido la CDEEE a nivel local e internacional por pago de personal, asesorías financiera, técnica y jurídica, tanto en pesos como en dólares.
Almonte citó datos ofrecidos por una auditoría realizada por la Cámara de Cuentas desde enero del 2013 hasta el 31 de diciembre de 2017, en la que afirma se ofrecen las series de gastos a que hizo referencia, pero que profundizará sobre este informe y lo analizará.
“Todos esos gastos más los de la CDEEE, más los intereses y comisiones bancarias durante los cinco años de construcción, más las nuevas reclamaciones por retrasos y costos, indican que desde el punto de vista financiero y social, Punta Catalina ha sido un fracaso”, opinó el ingeniero eléctrico y experto en medicina nuclear.
Cuestionó que Odebrecht haya incumplido con todos los acuerdos firmados con el Gobierno dominicano y que nunca se haya actuado en su contra.
Citó como “una aberración” es el gasto de la CDEEE en publicidad para Punta Catalina, que dijo ha sido de 488 mil dólares, sin que todavía haya sido entregada administrativa y operativamente.
“Es una aberración cuando se comparan los costos para plantas de esa naturaleza, ya que con esos recursos se pudieron haber construido varias plantas a gas natural y de energía eólica y otras de fuentes alternativas”, enfatizó.
Contrario a licitación para venta
Al insistir en su oposición a que el Estado licite a inversionistas locales o extranjeros la propiedad de Punta Catalina, una vez recibida, planteó que contrariamente el Gobierno abra una licitación internacional para la administración y operación de las plantas durante un período determinado, hasta tanto se capacite el personal dominicano para la operación técnica.
Afirmó que lo correcto en todo proyecto de esa naturaleza es que se contrate personal extranjero mientras los técnicos locales adquieren capacitación y experiencia.
Descartó que una vez hecha la contratación de una firma internacional para la administración y operación de Punta Catalina, se vaya a incurrir en clientelismo, ya que el personal sería contratado por la empresa ganadora de la licitación, y no por la CDEEE.
Ante la información oficial de que el período de vida útil de las plantas sería de 30 años, rechazó ese argumento y aseguró el tiempo mínimo es de 40 años en proyectos privados, como los existentes en el país y otras naciones.
Argumentó que de licitarse en base a ese estimado el Gobierno incurriría en regalarle al inversionista 10 años de operación cuando precisamente en los primeros diez años de vida útil las plantas dan rentabilidad y se ha recuperado la inversión.
“¿Por qué la República Dominicana tiene que hacer este regalo? Es el ‘negocio del capa perro’”, se preguntó y respondió el ingeniero Antonio Almonte, quien participó en el programa Milagros desde la Z, que producen Julio Cordero y Milagros Ortiz Bosch por ZTV de YouTube y la emisora Z101.3 FM.
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