¿Qué espera la gente del pacto eléctrico que se forja y debate en los salones de la PCMM?
La gente espera que poco tiempo después de firmarse el pacto bajará la tarifa, desaparecerán los apagones y terminarán las acusaciones y contraacusaciones sobre los contratos, las pérdidas de las distribuidoras y sobre su astronómico subsidio.
Los expertos y los empresarios saben que ninguna de esas cosas desaparece así por así. Que esos déficits tienen razones estructurales detrás, algunas específicas del sector eléctrico, y otras de tipo social y política; pero eso no lo comprende muy bien el pueblo llano. La gente sabe de electricidad solo por dos señales: los apagones y la tarifa. Y esas señales las ven y sufren cada día y cada fin de mes, respectivamente. Si esas señales siguen iguales, el pueblo creerá que el pacto fue un fracaso.
Por esa razón, los gerentes del proceso de concertación deberían tener cuidado; el tema eléctrico se “ve” y se siente más que el educativo, por ejemplo, aunque su dinámica se comprenda menos a nivel del pueblo llano…y no tan llano.
(Cito la educación porque me temo que la metodología seguida en las discusiones del pacto eléctrico, es muy similar a la utilizada para arribar al pacto educativo. Metodologías similares para problemas y realidades muy disimiles)
La gente espera que del pacto eléctrico surja la solución al desorden tarifario prevaleciente.
El pueblo aspira a que del pacto eléctrico nazca el compromiso de sanear las empresas distribuidoras.
La gente espera la desaparición de los apagones financieros.
La gente supone que después de la firma del pacto eléctrico terminaran las quejas y acusaciones sobre los contratos con los generadores.
La gente espera que se defina cuál es la verdadera autoridad pública del sector eléctrico que basada en la ley – no de facto – , puede decidir sobre las tarifas y las políticas del servicio; si es la CDEEE, el Ministerio de Energía y Minas o la Superintendencia. Hasta la fecha, por decretos de Leonel, primero, y la voluntad de Danilo Medina, recientemente, la CDEEE ha hecho añicos la Ley General de Electricidad y se ha erigido en “rey, ley, batuta y constitución” del sector eléctrico, dejando a Bichara cual Macabón redivivo en pleno siglo XXI (a pesar de los decires sobre el talante liberal de Rubén).
Repito, los expertos saben que esos problemas requieren mucha decisión política, una importante inversión y largo tiempo de trabajo, sin embargo gran parte del pueblo llano esperara frutos en poco tiempo. Después de todo, la propaganda lleva años diciéndole que con las dos plantas de Punta Catalina y el pacto desaparecerá el tormento.
http://acento.com.do/2015/opinion/8294998-el-pacto-electrico-y-la-gente/
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