Para comprender por qué la producción está a punto de colapsar, tenemos que volver a la forma en que se produjo. Los geólogos tienen conocimiento del esquisto desde hace mucho tiempo. Es lo que ellos llamaban la “roca fuente”: el petróleo y el gas se filtraron desde la pizarra a la tierra porosa que la rodea, de la cual los perforadores los podrían bombear fácilmente. El esquisto en sí era tan impermeable que los pozos se secarían casi inmediatamente.
Un especulador llamado George Mitchell resolvió el problema utilizando taladros direccionales para tallar un agujero horizontal largo a través de la capa de pizarra, para luego bombardear ese túnel con ráfagas a alta presión de agua, con productos químicos y arena con el fin de crear millones de pequeñas fisuras por donde el petróleo y el gas podrían escaparse. El método funcionó, pero era demasiado costoso para implementarlo a gran escala.
Los precios del petróleo, que subieron tan rápidamente como el crecimiento económico mundial en la década de los 2000, impulsaron la demanda de energía, lo que hizo rentable perforar el esquisto. La producción saltó más de 60% desde finales de 2010.
La expansión de la producción llegó justamente cuando el crecimiento se desaceleró de su ritmo vertiginoso. En la medida en que la oferta superaba la demanda, los precios cayeron desde los US$100 a los US$70 y luego, después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo decidiera mantener el bombeo a niveles casi récord, a alrededor de los US$30.
“El petróleo de esquisto es perjudicial”, dijo Dukes. “Trajo grandes volúmenes en un período corto y eclipsó el crecimiento de la demanda, y el mercado del petróleo empezó verse cada vez peor”.
Recorte de gastos
Un retorno al petróleo barato se pensaba que sería un desastre para el petróleo de esquisto, pero las empresas descubrieron la manera de aumentar la productividad y reducir los costos.
Los productores redujeron el gasto, bajando en más de 60% las plataformas en EE.UU. Entonces, perforaron y fracturaron con mayor rapidez, lo que significó que un menor número de equipos de perforación y de trabajadores podrían atender la misma cantidad de pozos. Se concentraron en sus mejores zonas y utilizaron más arena y agua en el proceso de fracturación hidráulica, por lo que cada pozo produjo más crudo. En abril, cuando el número de equipos había bajado a la mitad, la producción continuó aumentando.
Todo lo que trajo ese esfuerzo fue llevar los precios más abajo, y que las expectativas de una recuperación de los precios se desplazaran a un futuro más distante. Pero ahora las empresas de esquisto se enfrentan a un futuro sombrío, después de haber jugado la mayoría de sus mejores cartas.
“Existe un margen limitado para nuevas reducciones en los costos de producción”, dijo Mike Wittner, jefe de investigación de mercado de petróleo en Societé Génerale, en una nota a sus clientes. “A pesar de que las mejoras tecnológicas y la eficiencia pueden continuar gradualmente, las renegociaciones de las petroleras con los contratistas están esencialmente por hacer, y también lo está un cambio rápido para concentrarse sólo en las áreas principales”.
Los perforadores de esquisto no son los únicos que están sufriendo. La estrategia de la OPEP les está causando dolor a sus miembros. Arabia Saudita se dice que está considerando la venta de participaciones en empresas de propiedad estatal para ayudar a frenar un déficit presupuestario que alcanzó el 20% de su economía. El ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio Del Pino, dijo que la industria está “a las puertas de una catástrofe”, si la producción de crudo supera la capacidad de almacenamiento.
Superabundancia de suministro en 2016
Incluso una caída en la producción de Estados Unidos podría no ser suficiente para drenar un exceso de oferta global que cuenta con casi 3 mil millones de barriles de petróleo y productos como la gasolina en los tanques de almacenamiento de los países desarrollados, según la Agencia Internacional de Energía.
Es probable que el mundo se mantenga sobre abastecido en cerca de 1 millón de b/d durante la primera mitad del próximo año, antes de lograr un equilibrio, dijeron los analistas de Jefferies LLC en una nota de investigación del 18 de diciembre.
“La mayoría de las empresas han entrado en el modo de contracción, diciendo que su objetivo es permanecer así durante este mercado”, dijo Raoul LeBlanc, analista de IHS en Houston. “El precio actual es insostenible. Por desgracia, tenemos que mantenerlo por un tiempo más largo”.
http://acento.com.do/2015/economia/8312122-bloomberg-analiza-la-explotacion-del-petroleo-de-esquisto-y-la-presion-de-la-opep/
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