SANTO DOMINGO,R.D.- Hace varios años se habla de la necesidad de modificar la Ley No. 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social, promulgada el 9 de mayo del 2001.
En su presentación esta ley es descrita como “una pieza moderna, coherente y flexible que permitirá al país colocarse, en sólo una década, entre los países más avanzados de América Latina en este campo”.
El prólogo de la legislación establece que esta fue producto del consenso total de la población dominicana, recibiendo el apoyo del Gobierno, el sector empresarial y el movimiento laboral.
La ley dice que estuvo precedida por un proceso de consultas nacional “sin precedentes” durante el cual se realizaron vistas públicas en todo el país e incluso en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, y que además contribuyeron las instituciones religiosas, las organizaciones populares y barriales.
Pero hoy, a 14 años de su promulgación, esta legislación que en aquel entonces se presentó como un proyecto “con un profundo contenido humano”, que tendría un gran impacto social y económico, se considera un fracaso total, al menos así opinan el experto en seguridad social, Fulgencio Severino, y el presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicana (CNTD), Jacobo Ramos.
Ramos, quien también es miembro del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), desde hace tiempo ha planteado que esta ley amerita una modificación, pero Severino va más allá, considera que debe ser reformada completamente.
¿En qué fundamentan sus planteamientos?
Para el doctor Severino, en todos estos años la ley 87- 01 no ha logrado cumplir con ninguno de sus principios, especialmente con el de universalidad, que establece que el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) deberá proteger a todos los dominicanos y a los residentes en el país, sin discriminación por razón de salud, sexo, condición social, política o económica.
Para el doctor Severino, en todos estos años la ley 87- 01 no ha logrado cumplir con ninguno de sus principios, especialmente con el de universalidad, que establece que el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) deberá proteger a todos los dominicanos y a los residentes en el país, sin discriminación por razón de salud, sexo, condición social, política o económica.
Severino opina que el SDSS es un instrumento que sólo ha beneficiado a la élite política y económica del país, no a la mayoría de la población. Para ellos sí ha sido exitosa, para los bancos y el Gobierno.
Ese sistema debe ser reformado completamente, no merece remiendos, porque se han violado los principios básicos que dieron origen a la ley”, planteó el experto.
Severino critica no sólo que todavía no todos los ciudadanos no han sido ingresados al sistema, sino también que los sí lo están no tienen garantizados buenos y económicos servicios de salud, ni tampoco bien aseguradas adecuadas, y en un tiempo prudente, pensiones por vejez.
El experto indicó que las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) han demostrado tener un concepto de negocio, lo que se evidencia, dice, en la negación de servicios a los afiliados a pesar de que se les aumente el capital.
“La élite que gobierna República Dominicana, tanto política como económica, lo que quiere es hacer negocio con las dificultades del pueblo. La gente tiene que pagar altos montos de diferencia en las clínicas y en los hospitales no reciben un buen servicio”, cuestiona.
En esto Ramos coincide con Severino refiriéndose a las precariedades por las que atraviesan los beneficiados del régimen subsidiado, que es el que protege a los trabajadores por cuenta propia con ingresos inestables e inferiores al salario mínimo nacional, desempleados, discapacitados e indigentes y lo financia fundamentalmente el Estado.
Lo que está pendiente
Ramos indica que la población aún espera la implementación del régimen contributivo subsidiado, que según la ley protegerá a los profesionales y técnicos independientes y a los trabaj a d o r e s por cuenta propia con ingresos promedio, iguales o superiores a un salario mínimo nacional.
Ramos indica que la población aún espera la implementación del régimen contributivo subsidiado, que según la ley protegerá a los profesionales y técnicos independientes y a los trabaj a d o r e s por cuenta propia con ingresos promedio, iguales o superiores a un salario mínimo nacional.
El dirigente sindical también refirió que tampoco se han implementado las pensiones solidarias (pertenecen al régimen subsidiado), cuya finalidad es beneficiar a la población discapacitada, desempleada e indigente.
La transformación del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), que está contemplada en la ley, también está pendiente, entre otros aspectos, según Ramos.
¿Qué ha pasado?
En opinión de Ramos la ley 87-01 ha fallado en beneficio de los ciudadanos porque su finalidad original fue garantizarle recursos al sector financiero del país. Por eso, dice, los trabajadores no tienen garantizadas ni siquiera pensiones dignas.
En opinión de Ramos la ley 87-01 ha fallado en beneficio de los ciudadanos porque su finalidad original fue garantizarle recursos al sector financiero del país. Por eso, dice, los trabajadores no tienen garantizadas ni siquiera pensiones dignas.
“Esta ley no ha llenado las expectativas de los trabajadores porque no se concibió para darles protección efectiva, sino para resolver un problema financiero que tuvieron los bancos, que ahora están ganando miles y miles de millones. Este sistema no brinda protección eficaz a la clase trabajadora”, plantea Ramos.
Es por esto que el año próximo el sector sindical arreciará su lucha para lograr que esta legislación sea modificada. De hecho, Ramos informó que el sector tiene casi elaborado el plan de acciones que desarrollarán hasta lograr que el Gobierno convoque a un diálogo tripartito (representantes del Estado, empresarios y trabajadores) para discutir las posibilidades de modificación.
Según el presidente de la CNTD, la clase laboral está recibiendo asesoría de expertos en seguridad social y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para elaborar sus propuestas y presentarlas al Gobierno y a los empresarios.
Cuando se le pregunta a Ramos si puede citar al menos algunos aspectos positivos de la ley se limita a decir que son tan mínimos que no puede ni verlos, al menos de manera individual.
No obstante, en términos macroeconómicos considera que ha contribuido con la estabilidad económica del país. Por eso enfatiza en que llegó el momento de cambiarla.
AFILIADOS AL SISTEMA
Según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), del 2003 al 2014 se habían afiliado al SDSS poco más de 6. 1 millones de dominicanos; 50.77% pertenecientes al régimen contributivo, que comprende a los trabajadores asalariados públicos y privados y a los empleadores; y 48.74% correspondientes al régimen subsidiado, el cual protege a los trabajadores por cuenta propia con ingresos inestables e inferiores al salario mínimo nacional, así como a los desempleados, discapacitados e indigentes.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), del 2003 al 2014 se habían afiliado al SDSS poco más de 6. 1 millones de dominicanos; 50.77% pertenecientes al régimen contributivo, que comprende a los trabajadores asalariados públicos y privados y a los empleadores; y 48.74% correspondientes al régimen subsidiado, el cual protege a los trabajadores por cuenta propia con ingresos inestables e inferiores al salario mínimo nacional, así como a los desempleados, discapacitados e indigentes.
http://www.listindiario.com/economia/2015/12/28/401850/2016-ano-para-enmendar-fracaso-de-la-ley-seguridad-social
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