SANTO DOMINGO,R.D.- El sector eléctrico dominicano se caracteriza por intentos de mejoras, con historias de éxitos y fracasos, destaca un documento de la ADIE. Apunta que los primeros pasos de mayor avance se dieron entre 1955 a 1966 con la construcción de 15 líneas de transmisión de 69 kilovatios, cinco líneas de transmisión de 12.5 kilovatios, 709,667 metros de nuevas líneas de distintos voltajes y 5,187 postes, incluyendo los usados para distribución.
También en esa época se hicieron otras reformas institucionales. Sin embargo, señala que durante la década de los 70’s el servicio eléctrico era “precario” y aunque la ampliación del parque de generación continuó en gran parte de la década de los 80’s, lo hizo con fallos continuos en el servicio, pérdidas de electricidad y déficits operativos de la Compañía Dominicana de Electricidad (CDE) que limitaban su capacidad de invertir para mejorar la calidad de generación y suministro de energía.
La década de los 90’s se destacó por esfuerzos regulatorios e institucional. En 1990 se promulgó la Ley No.14-90 sobre Incentivo al Desarrollo Eléctrico Nacional e inicia a incorporarse como generadores al sistema los productores privados independientes (IPPs), con acuerdos de compra de energía (PPAs) con la CDE ofertaban electricidad que era luego distribuida por la empresa estatal.
En 1997, con la promulgación de la Ley General de Reforma de la Empresa Pública inició el proceso de transformación y reforma de las entidades estatales, a través de la capitalización de diversas empresas públicas.
En 2000-2004, dice Castellanos, se dá “la gran transformación en la canasta de combustibles. En generación térmica, se introducen unos 550 Mw a base de gas natural (AES Andrés, Los Minas V y VI) y unos 300 Mw a base de carbón (Itabo I, II, Barahona Carbón)”.
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