Es tan lejos a donde ha llegado ese anatema del neoliberalismo en el mundo y en nuestro país, con la hegemonía del capital financiero en la economía, pero a la gente no se le puede impedir que proteste o se pronuncie en contra de la violación del derecho al sosiego y reclame hasta que se respete semejante derecho. La campaña mediática o la dictadura mediática nos hace ver muchas cosas no como son en la realidad.
El Ministro de Obras Públicas tiene todo el derecho a ser un político si esa es su vocación, pero no podemos por eso aceptar que todas sus acciones son de aciertos y premiar lo que él y obras públicas hacen, cuando tales acciones tienen consecuencias infaustas, nefastas y nefandas. Es el caso del parqueo que afecta a los vecinos de la urbanización Tropical, a los cuales por problemas de contaminación acústica y de la contaminación del aire se les están violando sus derechos a la paz, la tranquilidad y el sosiego, a lo cual ninguna autoridad tiene derecho a violar o conculcar. No importa que el llamado parqueo que se construyó beneficie a quien beneficie, con el área para estacionamiento de vehículos de motor, lo que no puede tolerarse y ni tampoco permitirse es que los vecinos de la Urbanización Tropical no se le deje dormir con los ruidos que hacen elementos que a alta horas de las noches exhiben competencias. Esos individuos pertenecientes clases o capas sociales privilegiadas económicamente, pero que están -por su comportamiento anti-social hasta cierto punto- dentro de los llamados lúmpenes, frenan sus carros con el motor encendido y rayan las gomas con el pavimento provocando no sólo el ruido si no la contaminación con el humo y la degradación de los neumáticos.
Un vecino, Hugo Cedeño, me envió el siguiente mensaje: “En este parque cada sábado desde 3 PM a 3 am del otro día, domingo, cientos de jóvenes con autos deportivos ruidosos , mucho alcohol y música a todo dar, se concentran para no dejar dormir a los moradores de la Urb. Tropical , cerca de Unicaribe, Metaldon y el también molestoso helipuerto . El humo, el mal olor de las gomas de autos y el combustible hacen insoportable nuestras existencias. Las autoridades policiales se hacen “locos y ciegos” dejando que los muchachos de clase media alta hagan lo que quieran . Al otro día en parqueo amanece lleno de basura y así dura hasta el lunes cuando Unicaribe se digna limpiarlo para su uso. Nos sentimos sin desprotegidos. La gran mayoría de los que habitamos en Urb. Tropical somos adultos mayores. Y con las Juntas de Vecinos que tenemos no hay fuerza para enfrentar los ruidosos.”
Bueno, lo de que las autoridades policiales se hagan de la vista gorda y no enfrenten a los antisociales, en el caso de estos últimos no se trata de depauperaros, parias u otarios, eso en la época actual -bajo el reinado del capital financiero y su modelo neoliberal- no es nada nuevo. El mundo ha sido puesto patas arriba (Galeano), pero no podemos asumir que esto hay que aceptarlo porque atenta contra el derecho a la vida. Si hay policías que no actúan ante esa realidad, ya sea porque se dejan sobornar ante los bajos salarios que reciben, deben ser separados de la Policía Nacional o esta debe ser reformada para que cumpla con su misión de poner orden. Los moradores de la Urbanización Tropical necesitan que el cuerpo que está encargado de poner el orden ponga el orden, reclamamos al jefe policial o director de la policía que actúe en tal sentido. Debe prohibirse el parqueo en el lugar después de las 10 de la noche, hora en que la Universidad del Caribe termina sus labores.
Respecto a lo de que las Juntas de Vecinos ni se reúnen o no tratan el caso, tampoco eso es nuevo ni es exclusivo de la Urbanización Tropical, cientos y cientos de juntas de vecinos en todo el Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo hacen lo mismo. Parece ser, sin lugar a dudas, que como el modelo neoliberal que se comenzó a aplicar a mediados de los 80 y que se impuso en casi todo el mundo a partir de entonces, la actual sociedad en la que vivimos está marcada por un individualismo extremo donde los grupos secundarios que podrían actuar como entidades de presión a la sociedad política para construcción de la ciudadanía. En las juntas de vecinos, como en los demás grupos secundarios, hoy día ocurre que muchos quieren dirigirla pero no quieren asumir adecuadamente su rol de directivo, casi siempre se acude a la falta de disponibilidad de tiempo. Ciertamente, el que realiza hoy día alguna actividad laboral remunerativa dispone de menos tiempo libre para actividades no laborales.
De todos modos la sociedad necesita de algún orden, ese orden para la convivencia sana y el derecho a vivir lo necesitan los adultos mayores que residen en la Urbanización tropical. Esa necesidad es urgente. Alguna instancia tiene que poner ese orden y de ser prohibida la práctica de rayar los carros en el pavimento a cualquier hora del día porque están contaminando el aire con ello, a lo que se le suma la contaminación de algunas industrias cercanas. Nadie puede alegar el adefesio de que prohibir eso es atentar contra la libertad tránsito y la libertad de comercio porque es una falacia, quienes realizan esa práctica atentan contra el derecho a la vida. Esa es la gran verdad. Una solución rápida del problema demandamos que las autoridades competentes pongan en práctica.
Francisco Rafael Guzmán F.
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