¿Somos opuestos a Punta Catalina? No, de ninguna manera. A pesar de todo defendemos el proyecto desde el punto de vista del Estado y de la estabilidad del SENI. Es oportuno aclarar que desde el punto de vista de la mejora de la eficiencia técnica en el SENI, Punta Catalina es, creemos, una respuesta a la mejora del proceso de producción de energía. En el SENI, Punta Catalina mejorará la eficiencia técnica. Pero el impacto económico en las arcas del Estado puede ser menos positivo de lo que es posible, dependiendo de cómo y cuando se abra Punta Catalina a la inversión.
Con relación a si los US$ 1945 millones eran el precio final encontramos lo siguiente: “No. Recuerde que el contrato estableció que ese era el precio base,”. Sigue diciendo Andy, de manera enfática, que ese precio base de contrato tendrá que incrementarse, entre otras cosas, por variaciones de unos índices de precios al productor, es decir que está de acuerdo con Antonio Almonte; pero Aristy Escuder, enfáticamente, no está de acuerdo y asegura, repetimos, que ese costo es solamente de US$ 1945 millones. Pero en lo que sí coincide con Andy es en el “ahorro” de los 95.7 millones de dólares, por lo cual no son US$2,040.7 millones sino US$ 1945 millones.
Sobre ese impreciso y esperado costo final de Punta Catalina veremos a continuación algunas implicancias. El 5 de Diciembre de 2016, en “Para entender a Catalina”, Andrés Dauhajre dice que la oferta ganadora ofertó US$2,040.7 millones, el cual quedó finalmente en US$1,945.0 millones; agrega Andy que “el Presidente Medina solicitó que el precio fuese rebajado a US$1,945.0 millones”, por lo cual se logró dicho costo aplicando “ingeniería de valor que simultáneamente con una exención de impuesto sobre la renta generada por el Proyecto a las empresas que conforman el Consorcio, produjese un ahorro de US$95.7 millones”.
Remarco que se habla de un ahorro de US$ 95.7 millones; Me arriesgo a hacer el ridículo, ya que es difícil señalar en cuál o cuáles equipos se hizo ingeniería de valor. Lo dudo porque en Punta Catalina pregonan que todos los equipos están diseñados muy por encima de los estándares exigidos por las normas respectivas; además la ingeniería de valor se aplica desde la etapa de diseño, y en este caso no fue así.
Pero a la luz de esa información no hay ingeniería de valor ni ahorro alguno, la única negociación que se infiere es que el Estado intercambió el monto de impuesto sobre la renta que tenía que pagar Odebrecht por US$ 95.7 millones; es decir que no hubo ni ahorro para el Estado ni, tampoco, exención para Odebrecht: el Estado le avanzó US$ 95.7 millones y, simultáneamente, Odebrecht le avanzó US$ 95.7 millones.
Sencillamente, hubo un trueque, y como es así, hasta prueba en contrario, sin arbitraje, Punta Catalina tiene un costo base real de US$2,040.7 millones, y pendiente de pago US$ 1945 millones, después del trueque.
Esto es así sean estos los megavatios brutos o de diseño que se han presentado: 720 MW, 750 MW, 752MW o 770MW, o los netos, los megavatios reales del sitio de instalación; obviamente que los costos específicos por MW o KW variarán a alza, pero eso ya no importa. Ahora bien, Si Odebrecht paga el impuesto sobre la renta señalado, hago el ridículo con agrado.
La infravaloración posible de Punta catalina, paradójicamente, ahora es más preocupante que la a sobrevaluación, existente o no, de acuerdo a como van las cosas. Y es que por la condiciones de pérdidas estables de 30% en el sistema eléctrico, y con la tendencia a subir monetariamente por el aumento de los combustibles y de la demanda, con lo cual aumentará el “subsidio perenne”.
Lo preocupante con esa situación es que Punta Catalina, según sus autoridades, se pagará en unos cuatro años y medio, como vimos anteriormente. Esto quiere decir, que su valor se duplicará en ese tiempo. Como se sabe, el subsidio eléctrico ha subido a más de 1000 millones de dólares varias veces, US$1,367.1 millones en 2008, y se mantiene sobre los US$ 500 millones.
Suponiendo que como Catalina duplica su valor cada 4.5 años, entonces se pagan 1945 millones/4.5años, lo cual significa que produce unos US$ 432 millones de beneficios anualmente. Fíjese que, sin discusión, estamos aceptando que esos US$ 1945 millones son los beneficios en ese período, no el costo real de la planta.
Con este monto y los otros beneficios que el Estado recibe de las otras empresas del sector, puede pagar el subsidio eléctrico sin endeudarse con bonos soberanos.
Pero si se vende la mitad de Punta Catalina, como se está “consensuando “y acondicionando a la población, por 1000 millones de dólares, entonces se está considerando realmente que US$ 2040millones más el incremento esperado hasta que empiece a producir, independiente del monto, como si ese valor futuro esperado fuera 2000 millones de dólares del 2019 o del 2020. Súmele a todo eso los pagos, indexados y con tasa de retorno, por el arrendamiento de los terrenos de Punta Catalina, los cuales deben iniciarse a partir del 15 de diciembre de 2018
Ahora bien, si se abre la inversión a Punta Catalina, lo cual no lo contempla la ley, creemos conveniente que se haga después de que se reduzcan las pérdidas totales en el SENI, por ejemplo a un 11%,( 8% de pérdidas técnicas y 3% de incobrable), el 3% es lo que dicha tarifa técnica acepta como pérdidas no técnicas, no la de “consenso”.
Decimos 11% como tarifa técnica porque es el valor real, el cual se alcanzó cuando se redujo a un 8% las pérdidas técnicas, según revela el estudio de INECON del año 2016, realizado para la Superintendencia de Electricidad, SIE. Lograda dicha reducción, también, se podrá abrir la inversión en las EDES, lo cual sí está contemplado en la ley.
Como se sabe, el problema serio del SENI son las pérdidas y la gestión en las EDES. Por lo que estas empresas necesitan más que Punta Catalina asociarse con los inversionistas o pagar su administración, sean estos chinos o de cualquier nacionalidad. Los chinos son muy buenos candidatos, ya que practican lo que predica.
En cuanto a Punta Catalina, el Estado puede administrarla sin buscar personal fuera como dicen algunos, ya que la experiencia está aquí; y sobre la operación y mantenimiento, estarán en los manuales técnicos de la central y habrá entrenamiento; siempre ha sido así. Catalina genera pago de deuda; las EDES, siendo distribuidoras, generan deudas, apagones y subsidios solamente para mantener estables las pérdidas del SENI en alrededor del 30%. No importa de donde venga la inversión, si las Edes caminan con muletas, por un tiempo Punta Catalina debe servirles de apoyo o soporte.
Ing. Domingo Rodríguez Tatis
://eldia.com.do/punta-catalina-atributos-tecnicos-y-posibilidad-de-sobrevaloracion-e-infravaloracion-2de2/
¡Punta Catalina, Punta Catalina! La recuerdo, sí, entrando y saliendo en puntilla en el escenario del PACTO ELÉCTRICO, coqueteando y cubierta con un “velo” sostenido, de un lado, hábilmente por el sector empresarial, y del otro lado, toscamente por el sector gubernamental. Por eso, aunque siempre oíamos claramente los rumores, les confieso, señores, que siempre, como ahora, la mayoría podía solamente columbrar algo como una silueta, otros, los más avezados, afirmaban que era una falacia. Al final, cuando desaparezca el velo, ¿qué veremos?
ResponderEliminarRecuerdo que oí que cuatro años y medio (+/-) es el tiempo en que “se paga” Punta Catalina, eso oí decir a un ingeniero de CDE3. No le di mucho crédito porque la mayoría de los ingenieros no somos, generalmente, buenos en cuestiones económicas. Pero fue diferente y puse mucha atención cuando, recientemente, un prestigioso economista, el administrador de Punta Catalina, dijo más o menos lo mismo. La afirmación señalada más arriba de que PUNTA CATALINA se pagará en 4 años y medio la oí en un programa radial, en el Meridiano del Sábado, cuando ese prestigioso profesional, como Andy, se destapó emocionado y bien argumentando de que El Gobierno iba a ganar el arbitraje pendiente con Odebrecht que reclama más dinero, con lo cual me regocijé, pero quedé sorprendido cuando acusó y criticó a técnicos, y hasta a “caballos” economistas, por pensar y decir que el costo de Punta Catalina es mayor a US$ 1945 millones. Justifica los US$ 1945 millones casi con los mismos argumentos que Andy, pero con una diferencia. A. Dauhajre dice que ese es el costo base, Escuder afirma que ese costo es el único y definitivo. Para mí, fue brillante con relación al arbitraje, Odebrecht-Estado Dominicano, de los US$ 704 millones; Pero no así en sus opacos y casi punitivos argumentos en la defensa de que… solamente son US$ 1945 millones. Retomaremos más tarde el costo de Punta Catalina y lo preocupante de una posible infravaloración o “sobrevaloración inversa”
ResponderEliminarPor lo anterior, revisé algunos de los artículos de Andy Dauhajre en la prensa nacional. Me encontré con exposiciones y declaraciones cripticas que empujan a cualquier persona a la confusión, como en la Torre de Babel, ya que se acompañan con datos y citas sacadas de publicaciones técnicas, las cuales salpica con las innegables habilidades técnicas del debate que posee. Así, encontramos algo como “el precio del MW de este tipo de planta de carbón pulverizado es US$3.25 millones”, y luego que “las plantas incluirán un sistema de desulfurización de gases de combustión a través de depuradores de calderas de lecho fluidizado”. Pero, la planta de carbón pulverizado es la que tiene desulfurador de gases de combustión y precipitación de partículas, entre otras (como Punta Catalina); lavadores o limpiadores de gases, físico, las partículas y químico, el azufre. En la caldera de lecho fluidificado, la desulfuración se hace dentro de la caldera, en dicho lecho, pero Punta Catalina no tiene ese tipo de caldera. ¿Induce esto a confusión o no? Por eso nos detendremos señalando algunos de esos hallazgos.
ResponderEliminar“Catalina es una planta “subcrítica” con un nivel de eficiencia neta de 36.5%, en el rango de las “supercríticas””, continúa Andy. Esta es una vinculación de las dos tecnologías para referirse a la emisión de CO2, la cual consideramos innecesaria, ya que se puede encontrar en algunas publicaciones que las subcríticas tienen eficiencia entre 32–38%, y la supercrítica entre 38-42%, con lo cual se puede decir que Punta Catalina no es tan eficiente dentro de las mismas subcríticas. Además, se pueden encontrar que por cada punto de eficiencia en tecnología se disminuye en 3% o 2% las emisiones CO2. De manera que como P. Catalina tiene una eficiencia de 36.5%, entonces 38-36.5 = 1.5%; lo que quiere decir entonces, si es así, que Punta Catalina, dentro de las subcríticas, emitiría 783.5 gramos de CO2 por KWh, y no los 788 gramos de CO2 por KWh, si fuera más eficiente; y sin tener que entrar al “rango de las supercríticas”, ciclo combinado o cualesquiera. ¿y qué se resuelve? Pero lo cierto es que mientras más alta la eficiencia, habrá menos emisión por Kwh. MWh o GWh; por lo tanto, a más alta eficiencia con combustibles fósiles o renovales, con base de carbono (C), menos emisión de CO2. De manera, que hablar de “en el rango de las “supercríticas””, es traer confusión, no importa de donde venga.
ResponderEliminarA continuación veremos cómo se compara la generación de energía con carbón en EUA y RD, pero sin relacionar el tema con la emisión de CO2, que sí es relevante. Veamos, “en el 2040 cerca del 26% de la generación de electricidad en EUA sería provista por plantas de carbón, el doble de lo que se generará con carbón (13.3%) este año en República Dominicana”. Fíjese, Dominicana en 2016 y EE UU en 2040. Pero, es bueno notar, según sus datos, que en el 2016 Estados Unidos tenía 29.9% de generación con carbón y Dominicana 13.3%. Entonces, podemos decir que en 2040, 24 años después, EUA tendrá 26% y RD, cuando entre Punta Catalina, y sumados Itabo y Barahona Carbón, subirá no a 18% en solamente 3 o 4 años sino a más o menos el 50%.
ResponderEliminarPero la reducción de la emisión de CO2 es más relevante que comparar caldera subcrítica con supercrítica o la comparación de los porcentajes de generación con carbón de RD y EUA, ya que el compromiso del país, RD, es reducir los 36 millones de TM de CO2 en un 25% para el 2030. Por eso, con la información dada en dichos artículos, calculamos que Punta Catalina generará 4.19 millones de TM anualmente, lo cual representa un aumento de 11.6% en 4 años, ya que la emisión subirá de 36 a 40.2 Millones de TM de CO2. No se puede ocultar, así como no tiene sentido comparar los porcentajes de generación a carbón de “estas dos potencias energéticas”.
Veamos otras afirmaciones para justificar por qué el Gobierno no optó por plantas supercríticas. Y fue ”porque las unidades supercríticas o ultra supercríticas se construyen con una capacidad sobre los 400 MW y el sistema de transmisión existente en nuestro país no permite la conexión de unidades superiores a 350 MW.” No es necesario desmentir sino afirmar que hay plantas supercríticas por debajo de 350Mw, con lo cual queda solucionados el límite inferior de 400Mw y, consecuentemente, la limitación de que “el sistema de transmisión existente en nuestro país no permite la conexión de unidades superiores a 350 MW”. Por eso, dice Andy, “Si hubiésemos elegido unidades supercríticas o ultra supercríticas, habríamos botado dinero pues necesariamente tendrían que operar por debajo de su capacidad”. Estas afirmaciones son limitaciones ficticias, las cuales se analizan como si el sistema eléctrico fuera fijo y rígido, por lo cual no se puede modificar ni desarrollar, entonces, no hay opción; solamente hay que adaptarse a las condiciones existentes, ¿dónde queda la ingeniería? Es oportuno señalar que las limitaciones de capacidad de línea de transmisión se presentan continuamente y continuamente se resuelven.
ResponderEliminarAunque habló de botar el dinero, luego se informó y refirió que como hay que sacar la energía de la central se están construyendo las infraestructuras necesarias, y hasta da nombres específicos,” como la Línea 345 kV desde Catalina hasta la subestación Julio Sauri”, y otras…
ResponderEliminarEn cuanto al tamaño, se debe tomar en cuenta que la potencia de la unidad a instalar no sea superior a la reserva del si+6stema, ya que podría provocar, bajo ciertas condiciones, un apagón general frente a un disparo o salida brusca de esa unidad, o provocar apagones en caso de mantenimientos programados. Sencillamente, el criterio de elección fue que la tecnología subcrítica era más confiable y probada que la supercrítica, y no el tamaño. Entonces fue una decisión. No mezclar esos atajos con supercrítica, es conveniente en aras de la transparencia. Así, no se hubiera llegado a decir “cosas insostenibles” como que “Si hubiésemos elegido unidades supercríticas o ultra supercríticas, habríamos botado dinero pues necesariamente tendrían que operar por debajo de su capacidad.” Las limitaciones ficticias son ubicuas en todas las ramas de las ciencias y nos afectan a todos.
Volveremos con el costo de Punta Catalina.