SANTO DOMINGO,R.D.- El 8% de la población dominicana carece todavía del servicio de energía eléctrica, pero los esfuerzos para llenar ese vacío no se detienen, especialmente porque para alcanzar la “revolución tecnológica y digital” la electricidad es una pieza clave.
De manera particular, por ejemplo, en Elías Piña falta un 33% por iluminación, en San Juan de la Maguana falta el 18%, en Santiago Rodríguez el 14% y en Monseñor Nouel el faltante es del 2.4%, de acuerdo con los números que maneja la Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS).
Llegar a muchas de las comunidades apartadas del país donde aún no tienen “luz” no es tarea fácil y muchas de las personas que lo han hecho –en burro, a caballo o a pies- lo saben. En lugares como esos, la UERS ha construido micro-centrales hidroeléctricas y a la fecha la cantidad de ellas suma 38, ejecutadas con una inversión de RD$337 millones. Otras tres serán inauguradas próximamente en Puerto Plata (zona norte del país).
Las construidas a la fecha benefician a 3,810 familias y tienen una capacidad instalada de 1,340 kilowatts. Los cálculos oficiales indican que las micro-centrales hidroeléctricas permiten un ahorro anual de RD$73 millones. En la provincia La Vega es donde mayor cantidad de obras de ese tipo se han levantado, con un total de 14. Le sigue San José de Ocoa, Santiago Rodríguez, Dajabón, Puerto Plata y Pedernales, de acuerdo con informaciones ofrecidas a elCaribe por la directora general de la UERS, Thelma Eusebio. En carpeta hay 13 micro-centrales que directamente realiza la institución, en lugares donde estudios socioeconómicos determinaron que deben construirse. Casi siempre las zonas necesitadas están entre lomas y con acceso solo por trillos. Una parte importante de las micro-centrales han sido construidas en sinergia con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que ha sido un pilar fundamental para desarrollar las iniciativas.
La UERS tiene un “mapa acuífero” que le indica dónde hay la posibilidad de levantar las pequeñas obras hidroeléctricas, aunque la intensa sequía que azotó el país, especialmente el pasado año 2015, constituyó un revés para algunos planes y evitó alcanzar el número 50 de esas estructuras. Para que haya una micro-central hidroeléctrica es vital contar con afluencia de agua y el lugar idóneo.
“Estamos trabajando de manera integral para contribuir y corresponder con la palabra empeñada por el presidente Danilo Medina en lo referente a la era digital. “Lo estamos haciendo porque las posibilidades de alcanzar mejores avances en materia digital dependen de la energía eléctrica, sin lo cual no es posible”, dice Thelma Eusebio, cuando un equipo de este diario acudió a su oficina para abordar el tema.
En la UERS, además de existir una Dirección de Energía Alternativa, hay también una Gerencia Medioambiental y por vía de ella se realizan jornadas de reforestación. “Eso gracias al respaldo que siempre nos ofrece el jefe de este sector, que es Rubén Jiménez Bichara”, expresa Thelma Eusebio con regocijo. Y agrega: “La reforestación es vital para nuestro país. La zona sur, por ejemplo, se está quedando sin árboles. Tenemos que implementar un programa como el Quisqueya Verde desde hace años, porque sin eso no hay posibilidad de conservar las cuencas de nuestros ríos”.
La directora de la UERS asegura que buscando opciones para responder a la demanda de electricidad que aún existe en zonas alejadas en el país, ese organismo se enfoca en el tema de las energías no convencionales y a través de la Dirección de Energía Alternativa ha beneficiado a 3,176 familias. “Recuerde que aquí tenemos sol prácticamente los 365 días del año”, dice la funcionaria y enseguida le echa mano a los números en la conversación para ofrecer datos adicionales.
Dijo que mediante una sinergia con la Policía Nacional fueron instalados paneles solares en 447 destacamentos (2,241 paneles) y en la frontera, en coordinación con el Ministerio de Defensa, se instalaron 322 paneles en cuarteles del Ejército de República Dominicana y 18 paneles en proyectos de invernaderos y en apiarios que tiene ese organismo castrense. Según sus planteamientos, el trabajo en la frontera procura crear las condiciones para el cuidado permanente de esa parte del territorio, incluido que la electricidad permita comunicación radial y de otro tipo entre el personal militar de puesto allí.
Cuando Thelma Eusebio hace referencia a la UERS, en la conversación con este periódico, siempre incluye de manera positiva a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y el respaldo ofrecido por su vicepresidente ejecutivo. “Bichara cree firmemente en el trabajo en equipo y en hacer de este sector uno muy integrado, donde cada una de las cabezas pensantes que tiene a su lado pueda desarrollarse y desplegar sus conocimientos. Él cree en eso”, indica la funcionaria de la UERS. Y de paso, resalta el apoyo que también ofrece el Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper) que dirige Fernando Rosa.
De manera particular, por ejemplo, en Elías Piña falta un 33% por iluminación, en San Juan de la Maguana falta el 18%, en Santiago Rodríguez el 14% y en Monseñor Nouel el faltante es del 2.4%, de acuerdo con los números que maneja la Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS).
Llegar a muchas de las comunidades apartadas del país donde aún no tienen “luz” no es tarea fácil y muchas de las personas que lo han hecho –en burro, a caballo o a pies- lo saben. En lugares como esos, la UERS ha construido micro-centrales hidroeléctricas y a la fecha la cantidad de ellas suma 38, ejecutadas con una inversión de RD$337 millones. Otras tres serán inauguradas próximamente en Puerto Plata (zona norte del país).
Las construidas a la fecha benefician a 3,810 familias y tienen una capacidad instalada de 1,340 kilowatts. Los cálculos oficiales indican que las micro-centrales hidroeléctricas permiten un ahorro anual de RD$73 millones. En la provincia La Vega es donde mayor cantidad de obras de ese tipo se han levantado, con un total de 14. Le sigue San José de Ocoa, Santiago Rodríguez, Dajabón, Puerto Plata y Pedernales, de acuerdo con informaciones ofrecidas a elCaribe por la directora general de la UERS, Thelma Eusebio. En carpeta hay 13 micro-centrales que directamente realiza la institución, en lugares donde estudios socioeconómicos determinaron que deben construirse. Casi siempre las zonas necesitadas están entre lomas y con acceso solo por trillos. Una parte importante de las micro-centrales han sido construidas en sinergia con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que ha sido un pilar fundamental para desarrollar las iniciativas.
La UERS tiene un “mapa acuífero” que le indica dónde hay la posibilidad de levantar las pequeñas obras hidroeléctricas, aunque la intensa sequía que azotó el país, especialmente el pasado año 2015, constituyó un revés para algunos planes y evitó alcanzar el número 50 de esas estructuras. Para que haya una micro-central hidroeléctrica es vital contar con afluencia de agua y el lugar idóneo.
“Estamos trabajando de manera integral para contribuir y corresponder con la palabra empeñada por el presidente Danilo Medina en lo referente a la era digital. “Lo estamos haciendo porque las posibilidades de alcanzar mejores avances en materia digital dependen de la energía eléctrica, sin lo cual no es posible”, dice Thelma Eusebio, cuando un equipo de este diario acudió a su oficina para abordar el tema.
En la UERS, además de existir una Dirección de Energía Alternativa, hay también una Gerencia Medioambiental y por vía de ella se realizan jornadas de reforestación. “Eso gracias al respaldo que siempre nos ofrece el jefe de este sector, que es Rubén Jiménez Bichara”, expresa Thelma Eusebio con regocijo. Y agrega: “La reforestación es vital para nuestro país. La zona sur, por ejemplo, se está quedando sin árboles. Tenemos que implementar un programa como el Quisqueya Verde desde hace años, porque sin eso no hay posibilidad de conservar las cuencas de nuestros ríos”.
La directora de la UERS asegura que buscando opciones para responder a la demanda de electricidad que aún existe en zonas alejadas en el país, ese organismo se enfoca en el tema de las energías no convencionales y a través de la Dirección de Energía Alternativa ha beneficiado a 3,176 familias. “Recuerde que aquí tenemos sol prácticamente los 365 días del año”, dice la funcionaria y enseguida le echa mano a los números en la conversación para ofrecer datos adicionales.
Dijo que mediante una sinergia con la Policía Nacional fueron instalados paneles solares en 447 destacamentos (2,241 paneles) y en la frontera, en coordinación con el Ministerio de Defensa, se instalaron 322 paneles en cuarteles del Ejército de República Dominicana y 18 paneles en proyectos de invernaderos y en apiarios que tiene ese organismo castrense. Según sus planteamientos, el trabajo en la frontera procura crear las condiciones para el cuidado permanente de esa parte del territorio, incluido que la electricidad permita comunicación radial y de otro tipo entre el personal militar de puesto allí.
Cuando Thelma Eusebio hace referencia a la UERS, en la conversación con este periódico, siempre incluye de manera positiva a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y el respaldo ofrecido por su vicepresidente ejecutivo. “Bichara cree firmemente en el trabajo en equipo y en hacer de este sector uno muy integrado, donde cada una de las cabezas pensantes que tiene a su lado pueda desarrollarse y desplegar sus conocimientos. Él cree en eso”, indica la funcionaria de la UERS. Y de paso, resalta el apoyo que también ofrece el Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper) que dirige Fernando Rosa.
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