El aseguramiento de un suministro energético suficiente, eficiente, sostenible y amistoso con el medio ambiente es hoy un requisito imprescindible para la seguridad de cualquier nación. Es comprobable que el bienestar y el progreso de los ciudadanos dependen de la disponibilidad energética, lo que la convierte en un interés vital para las naciones.
República Dominicana, tiene una fuerte dependencia de recursos energéticos procedentes del exterior lo que nos hace muy vulnerables. De ahí que los aspectos geopolíticos y geoestratégicos del panorama energético internacional adquieren una gran importancia en el pensamiento estratégico dominicano.
Los retos que nos demanda una sociedad, que exige cada día más y cuya clase media consume y crece son grandes desafíos. Las aspiraciones legítimas de bienestar de esta clase media contribuyen de una manera preponderante a que la demanda de energéticos crezca muy intensamente.
El surgimiento en el escenario energético de nuevas fuentes no convencionales en países no miembros de la OPEP (Estados Unidos) o la entrada de actores relevantes en la demanda (China) así como otros países fuera de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico OCDE, hacen que el escenario geoestratégico, incluyendo las relaciones internacionales, se redibuje y que se creen nuevas relaciones comerciales y nuevas alianzas estratégicas.
Como vemos, en el mundo de la energía el cambio, en sí, es el contexto en el que nos movemos y debemos saber adaptar los requerimientos de nuestras sociedades a este nuevo marco, incluyendo la seguridad energética. Nos olvidemos que nos encontramos en un escenario que debería moverse en tres ejes: el de la seguridad de suministro, el del suministro responsable y equitativo y el del exigente marco medioambiental.
En cuanto a la seguridad energética, la mayoría de expertos tienen concepciones diversas de la misma, sin embargo, para el caso de República Dominicana, el enfoque debería contemplar: lo relacionado con la problemática geopolítica, de marco regulatorio, diseño del mix energético, condicionantes tecnológicas, la seguridad nacional y sus implicaciones, lo que conlleva a la conversión de todo esto, en un reto para cualquier programa estatal de seguridad energética y hace necesaria la interacción con diferentes organismos estatales.
Podemos ver entonces que existen diversos factores que afectan la seguridad energética, como son: el suministro, los precios, los mercados energéticos, las infraestructuras, la matriz energética, el medio ambiente y la tecnología, entre otras.
De manera que la seguridad energética nuestra adquiere, desde una óptica moderna, ribetes de alcances multidimensionales lo que conlleva la especialización estratégica de un gran equipo humano en las áreas de la seguridad, la defensa, la economía, las relaciones internacionales y formulación de políticas públicas para una efectiva labor en los ámbitos de la energía;
En atención a lo anterior, se hace evidente que son necesarios estudios y eventos sobre energía, para que contribuyan a guiar el desarrollo nacional de las ideas e incentivar acciones para que se haga una realidad la energía sostenible.
Concomitante con esto, los dirigentes empresariales, legisladores y líderes del sector energético necesitan hoy día acceder a fuentes de investigación sólidas para poder desenvolverse en el escenario cambiante de la energía; esto les da el poder de formular sus decisiones y conseguir aventajar a la competencia;
En fin, para obtener una seguridad energética que garantice una energía sostenible y asequible, el marco político necesario debe basarse en una verdadera comprensión de todos los aspectos del mundo de la energía. Pero también, debe ser realista, equilibrado y estable para poder atraer a los inversionistas.
http://almomento.net/la-seguridad-energetica-y-el-desarrollo-dominicano/152332
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