SANTO DOMINGO,R.D.- ¿Y las autoridades, dónde están que no dan respuesta al caos existentes en las calles del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo? El irrespeto de conductores, dueños de negocios y establecimientos, vendedores ambulantes, “padres de familia”, policías y militares, han convertido las calles en un caos eterno para desdicha de quienes tienen que moverse en el denso tráfico capitalino.
Ante la falta de autoridad, es notorio observar el desorden en avenidas provocado por propietarios de restaurantes, tiendas, plazas comerciales, tiendas de repuestos, talleres, colmadones, drinks, fondas, y otros negocios, razón por lo que la gente hace lo que le venga en ganas y actúa como chivo sin ley.
Los dueños de establecimientos comerciales, ante la falta de área para estacionar vehículos, colocan conos, letreros, tubos con cadenas, tanques llenos de concretos, blocks o cualquier otro objeto, para evitar que vehículos o visitantes que no vayan para sus negocios se estacionen en su frente.
Usan conos, letreros de metales y latas llenas de concretos con un tubo, tiendas, entre otros establecimientos, para evitar que se estacionen frente a sus negocios, sin contar estos con el permiso correspondiente.
Ante el desborde de violaciones, producto de la negligencia e inoperancia, la gente cuestiona el papel de los ayuntamientos del Distrito Nacional y los municipios de la provincia Santo Domingo, instituciones como la Autoridad Metropolitana del Transporte, la Policía, y otros organismos competentes, como la OTTT, Tránsito Terrestre y Obras Públicas, que se hacen cómplices de inconductas y actuaciones por parte un segmento de la población.
Uno de los desórdenes que se ve en las calles a diario, y que los agentes de AMET no actúan haciendo cumplir la ley, es el de los conductores de carros y guaguas voladores, que frenan de repente a mitad de las vías para montar un pasajero, sin importar que puedan provocar una accidente entre los vehículos que puedan estar atrás, agregado a las competencias que estos hacen para llegar a tiempo a las paradas o controles para tomar primeros turnos.
Otra inconducta de esos conductores, es que cuando ven un pasajero, el cobrador saca un brazo como señal al chofer para que tome otro carril, sin importar quien esté a su lado derecho, y sin tomar en cuenta a quienes puedan atropellar.
Un español amigo me expresó que en su país conduce hace más de 25 años, “pero ha sido en República Dominicana que he aprendido a guiar, aquí tengo que defenderme y cuidar cuidar al otro vehículo y los peatones no respetan las señales de tránsito ni mucho menos semáforo”.
El caos es mayúsculo en el centro de la capital, donde restaurantes, discotecas, colmadones y dueños de apartamentos, colocan conos, tanques llenos de concretos, letreros, y tubos con cadenas para evitar se estacionen frente a sus negocios o apartamentos.
Silencio
Actuando en una aparente complicidad, ninguna autoridad competente da la cara tendente a frenar el desorden que se acrecienta cada día más.
Muchos agentes de la AMET ven chofers de “guaguas voladoras”, o carros del “concho”, violando la ley 214 de Tránsito Terrestre y las ordenanzas municipales, pero nda hacen, “para no buscarse problemas” con los choferes del transporte de pasajeros.
Otros se hacen de la vista gorda, cuando ven a los choferes del transporte abordando pasajeros en zonas prohibidas, o parándose en medio de la vía, o cuando se estacionan obstaculizando el tránsito.
Son muchos los vehículos parqueados en lugares donde se han colocado letreros de “no estacione”, otros los estacionados en las aceras, en tanto, personas inescrupulosas obstaculizan las aceras al instalar talleres de mecánica improvisados, con neumáticos, o con otros tipos de negocios, y ninguna autoridad interviene.
Los negocios de dealer, colmados, restaurantes, vendedores de aros para vehículos y neumáticos, así como almacenes de provisiones, han tomado las aceras y los peatones tienen que tomar las calzadas para caminar.
En la calle Rafael J. Castillo con Américo Lugo del ensanche La Fe, en la Mauricio Báez con Gómez, y la Francisco Villa Espesa, el desorden es mayúsculos.
También en la esquina de la avenida San Martín con Alejandro Ibarra del ensanche Kennedy, donde está la Clínica Mercedes, los vehículos son estaciones en las aceras y los peatones deben tirarse a la vía en un inminente peligro para caminar.
Igualmente en la calle Dr. Heriberto Pieter casi esquina Del Carmen, el taller Garpe auto pintura, los vehículos ocupan las vías y las aceras, en tanto la administración del hospital central de las Fuerzas Armadas ha colocado pilotillos en el frente para que no estacionen vehículos a pesar de que el Ayuntamiento ha instalado letreros.
“Paradas”
Los taxistas y los carros del concho así como las guaguas voladoras, han instalado paradas improvisadas en las principales avenidas y calles de la capital, y en residenciales, donde la paz que disfrutaban ya es cosa del pasado.
Las inmundicias, el olor nauseabundo, escándalos, palabras malsonantes e inmoralidad, allí predominan, y personas residentes en esos edificios y viviendas han optado por vender, otros alquilaron o se fueron de sus apartamentos por la situación creada por conductores del transporte de pasajeros, a pesar de las quejas expuestas a las autoridades que nada hacen por poner fin al problema.
Los taxistas es otro sector que ha convertido las esquinas de plazas comerciales, supermercados, residenciales y calles de muchos sectores, en zonas invivibles, y a igual que los choferes del concho, cuando los llaman a la atención, estos les responden con palabras ofensivas o amenazan con armas de fuego o blancas a los dueños de las residencias o apartamentos.
UN APUNTE
Promesas y allantes
Las autoridades del ayuntamiento del Distrito Nacional en ocasiones ayantan y relegan en la AMET, la cual dicen es la que tiene que evitar que choferes del concho o taxistas instalen paradas improvisadas de carros y guaguas en avenidas y calles, próximo a urbanizaciones y residenciales.
Además, no actúa el cabildo en contra de los establecimientos comerciales que colocan conos, barricas en calles y avenidas, y espacios públicos, para tomarlas de parqueo, o talleres de mecánica, los cuales suben a las aceras a realizar sus trabajos o parar sus vehículos.
Además, no actúa el cabildo en contra de los establecimientos comerciales que colocan conos, barricas en calles y avenidas, y espacios públicos, para tomarlas de parqueo, o talleres de mecánica, los cuales suben a las aceras a realizar sus trabajos o parar sus vehículos.
http://elnacional.com.do/las-calles-sin-autoridad/
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